Depredadores emocionales: Todo sobre esas personas que te están provocando un desgaste energético
«Deja ir a las personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicios de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente.»
– Dalai Lama
El mundo es un flujo constante de energía. El sol nos llena de ella, el aire, la naturaleza, las personas. Nuestros estados emocionales no son más que una manifestación de esa energía que nos atraviesa a cada momento. Y en cada interacción, nos encontramos con un cruce de energías con las personas que nos interpelan todos los días de nuestra vida.
Ahora bien, ese intercambio no se da de manera uniforme. Hay personas que tienen la capacidad de llenarnos de energía, de motivarnos y hacernos sentir mejor. Así también existen personas que tienen muy desarrollada la capacidad de absorber de nosotros hasta las ganas de levantarnos a la mañana. Personas capaces de desestabilizarnos hasta el punto en el cual dependemos de ellas para encontrar significancia en nuestra vida, pues ya no podemos encontrarla por nosotros mismos. Nuestras cosas comienzan a perder valor, nuestro tiempo y nuestras emociones deja de ser algo que valga la pena cuidar.
De esa manera nos introducimos en una dinámica en la cual abandonamos completamente el timón de nuestra vida y caemos en un pozo en el que olvidamos quienes somos y perdemos de vista lo que es realmente importante.
¿Reconoces esta situación?
En estos días que corren en que las personas por lo general tenemos grandes problemas para alcanzar la estabilidad, los depredadores emocionales pueden ser un encuentro extremadamente poco conveniente.
¿Y qué hacemos si los depredadores emocionales somos nosotros? Pues muchas veces no es fácil darse cuenta a primera vista.
Pues bien, en este artículo trataremos esta temática, y veremos también cómo identificar y alejarse de las relaciones con depredadores emocionales, y también cómo identificar cuando somos nosotros quienes ejercemos ese puesto.
El dinamismo en nuestras relaciones
Primero, es importante dejar en claro que las personas estamos sujetos al crecimiento y cambio constantes en nuestra vida, por lo tanto también lo está nuestra forma de relacionarnos. De hecho, muchos depredadores emocionales son víctimas de viejas relaciones tóxicas que quedan con secuelas. Y en algún punto, todos pasamos por una situación en la que actuamos como vampiros energéticos.
El problema es que mientras uno más se comporte como depredador emocional, más arraigado queda ese comportamiento a su mente, y más difícil se le hará dejar de serlo en un futuro. Es por eso que debemos identificar inmediatamente cuando estamos absorbiendo la energía de otra persona, pues podríamos correr el riesgo de quedar condenados a ese tipo de comportamiento de por vida.
Más allá de lo que creamos en un principio, los depredadores emocionales son los que se la pasan peor, pues no tienen la capacidad de establecer vínculos auténticos, ni de relacionarse desde el amor con nadie. Por más que la persona víctima sufra, el tiempo cura las heridas y luego de un proceso adecuado, tiene más posibilidades de superar esa mala instancia.
Por eso, mi consejo: no les guardes rencor. Recuerda la primer ley hindú de la espiritualidad: ‘La persona que aparece en tu vida es la persona indicada’. Por lo tanto, ahora tú tienes la responsabilidad de aprender de esa situación.
Cómo identificar a los depredadores emocionales
La depredación emocional no deja de ser un tipo de maltrato psicológico (aunque camuflado por una relación de confianza) reincidente, lo que termina volviéndolo muy peligroso. Los que la ejercen provocan momentos de gran sufrimiento en sus víctimas, algunas veces sin reparar en lo dañino de su comportamiento. De cualquier manera, los depredadores emocionales logran el derrumbe moral y psicológico de sus presas.
Dentro de sus características más comunes, podemos encontrar que viven en negatividad. Si bien todos podemos por momentos ver la vida a través de una lente oscura, ellos son obstinadamente pesimistas y quejosos. Hábiles para reparar en los errores y en los problemas. Además, necesita con mucha regularidad ser asistido. Acude a su víctima cada vez que se encuentra frente a un problema. Sin embargo, los depredadores emocionales rara vez se disponen a recibir apoyo emocional.
Puede suceder con frecuencia que te acerques a contarle tus problemas y termines compadeciéndote de ellos. Siempre se disponen a señalar tus defectos, una y otra vez dañando el autoestima y la confianza en uno mismo. Además, disfruta no respetando tus límites, y no son muy propensos a asumir responsabilidad por sus actos. Los depredadores emocionales poseen grandes habilidades en la manipulación psicológica de las personas, y esa será su mayor arma.
Es común que te presionen también para que hagas cosas con las que no te sientes cómodo, y terminarás notando que constantemente te provocan emociones negativas y dudas.
Reconstruyéndote
Las relaciones con los depredadores emocionales son absolutamente destructivas, y reponerse de ellas no es tarea fácil. Por lo tanto, si has sabido reconocer a uno y has terminado una relación de ese tipo, felicitaciones: Has dado un primer paso muy importante.
Aleja de ti todo recuerdo, imagen y situación que te haga pensar en eso que te hace daño, por lo menos en una primera instancia. Ya tendrás tiempo para pensar en lo que sucedió cuando el dolor se haya calmado un poco. Este por lo general es el paso más importante y difícil: salir de la trampa.
Lo que sigue te llevará un tiempo, pero valdrá la pena. Es importante que identifiques la dinámica, y el proceso mediante el cual los depredadores emocionales obligan a sus víctimas a responsabilizarse por todo conflicto. Suelta la culpa y enfócate en sanarte.
Esta es en realidad una oportunidad para que te encuentres nuevamente contigo mismo.
No apresures las cosas, la verdadera forma de sanar es teniendo paciencia y dejar que las heridas dejen de sangrar de a poco. Reencuéntrate con aquellas cosas de las que disfrutabas antes. Muchas veces las relaciones con depredadores emocionales nos desestabilizan tanto que nos olvidamos de aquellas cosas que solían hacernos reír. Conócete nuevamente. Aprende a estar solo.
No fuerces nuevas relaciones, o puedes terminar peor de como estabas y luego teniendo que sanar el doble. Todo se dará cuando se tenga que dar.
Identificándote como un depredador
Toda relación tóxica se hace basa en dos personas. Y como muchas veces los depredadores emocionales no notan sus patrones, vamos a dejar también una serie de preguntas a responder que te pueden llevar a caer en la cuenta de si tú eres quien está ejerciendo este papel en la relación.
¿La idea de lograr que las personas que te son cercanas hagan lo que tú quieres te provoca satisfacción? Muchas veces la habilidad de manipulación nos resulta atractiva, pero no olvides que hay otras personas involucradas en esto.
¿Disfrutas del reconocimiento de los demás? Los depredadores emocionales tienen grandes problemas de inseguridad detrás de su accionar.
¿No te molesta con que los demás tengan que sacrificarse para que tú te sientas cómodo? Esto es un indicador muy importante de la necesidad de sentirse importante.
¿Eres de tomarte personal cualquier crítica o cuestionamiento sobre tu actitud? Esto también es una forma de cuidar su posición superior.
¿Buscas inmediatamente culpables a los que increpar ante los fracasos o situaciones complicadas? De esta manera también te mantienes intachable a tus ojos y los de los demás.
¿Sientes incomodidad cuando te encuentras solo? El silencio muchas veces es el lugar en el que se manifiesta la verdad detrás de la comedia que actúas todos los días. Si no puedes con él, entonces hay algo ahí que no está siendo atendido.
No seas perjudicial para el equilibrio emocional de las demás personas, y no dejes que los demás lo sean con el tuyo.
Hay mucho a lo que vale la pena dedicarle tiempo y sacrificio más allá de una determinada relación.
El momento es ahora.
AUTOR: Lucas, redactor de la gran familia de HermandadBlanca.org
FUENTES:
- “Los vampiros y depredadores emocionales”, de Pilar Muñoz
- https://lamenteesmaravillosa.com/hay-relaciones-atrapadas-en-jaulas-emocionales-construidas-por-un-depredador-emocional/