¿Cómo desarrollar la creatividad de los niños?
Los niños ven el mundo con otros ojos, interpretan la realidad a su manera y son capaces de convertir lo ordinario en extraordinario. La creatividad infantil es una capacidad que si no se estimula corre el peligro de bloquearse y desaparecer a medida que el pequeño crece. En este artículo se explica por qué es importante fomentar la creatividad infantil y se detallan juegos y pautas para conseguirlo en casa.
La creatividad es uno de los atributos más apreciados en numerosos ámbitos, no solo los artísticos. El reciente informe de la Fundación Botín ‘¡Buenos días creatividad!‘ (2012) señala que la creatividad “ha sido y es fundamental en el progreso y bienestar social” y puntualiza que es clave para encontrar soluciones a los retos que se nos presentan cada día.
Incluso la Comisión Europea, para destacar la importancia de la imaginación, declaró el 2009 como el Año de la Creatividad y la Innovación.
“La creatividad ayuda al niño a encontrar soluciones distintas para un mismo problema”
Desde el punto de vista educativo, la creatividad es también un talento cada vez más en alza. Ser creativo en el aula ayuda a los pequeños a encontrar soluciones distintas para un mismo problema, una capacidad que les hace más resolutivos.
Aunque los niños nacen con una capacidad innata para crear e imaginar, esa creatividad corre el peligro de bloquearse y diluirse con el paso de los años si son expuestos a un entorno rígido que no estimule esta capacidad.
“Un ambiente imaginativo en casa propicia la creatividad infantil”.
¿Qué papel juegan las familias en la creatividad de sus hijos? Martina Leibovici, psicoterapeuta experta en familia, señala que los padres pueden ayudar a que los hijos conserven su creatividad natural. Para ello, insiste, los progenitores deben ser conscientes de que esta cualidad es clave en las vidas y en el futuro de sus hijos.
Estas son algunas pautas que pueden seguirse en casa para cuidar y estimular la imaginación del niño:
Respetar el juego infantil. Atiborrar a los menores de actividades extraescolares y llenar su agenda de obligaciones y actividades no es lo más apropiado para potenciar su creatividad. Los pequeños necesitan disfrutar de tiempo prolongado de juego libre, en el que su imaginación sea la que guíe sus actuaciones e impulse su capacidad de ser creativo.
Proporcionar un entorno inspirador. ¿Por qué no crear un espacio para que los niños den rienda suelta a su creatividad en un rincón de su habitación? Algunas ideas son colocar murales en los que puedan pintar con libertad, contar con cajas en las que guardar los tesoros que encuentren y recopilar todos los juegos y juguetes que inspiren su creatividad.
No dirigir sus juegos. A los pequeños les gusta saltarse las normas e idear nuevas formas de jugar, como construir una torre en vez de la figura prediseñada con los bloques de un puzle. Esa es su creatividad natural. Hay que dejar que prueben. Los adultos no deben intervenir si el pequeño quiere utilizar sus juguetes de un modo diferente (siempre que no haya peligro de hacerse daño o romperlos). Al contrario, es importante valorarle y animarle a idear y crear otras maneras de divertirse.
Visitar museos y exposiciones. Ver a través de los ojos de un niño una obra de arte u otro objeto de una muestra puede ser toda una aventura para un adulto. La visita al museo es una ocasión idónea para entrenar su capacidad creativa.Los pequeños pueden ser invitados a inventarse una historia sobre una imagen u objeto que observen o a que expliquen a su manera lo que ven en un cuadro.
Leer y leer cuentos. Los cuentos divierten y entretienen a los niños, pero además potencian su capacidad creativa y su imaginación.Los adultos pueden proponer a los pequeños que imaginen otros finales para sus historias favoritas o pedirles que relaten una nueva si cambian alguno de los acontecimientos de la narración.
Creatividad en grupo. Además de fomentar el espíritu creativo y la imaginación del menor, los juegos grupales les ayudan a desarrollar otras habilidades, como la expresión oral y la memoria.Una propuesta consiste en iniciar una narración con dos pequeñas frases (“érase una vez un niño llamado Pablo que salió una mañana a navegar en un barco“). El siguiente participante debe continuar el relato con otras dos nuevas frases que continúen el hilo de la historia (“cuando estaba en alta mar, divisó a lo lejos una isla desierta“) y así de forma sucesiva. Poco a poco, entre todos conseguirán crear un divertido cuento para el que solo habrán necesitado derrochar imaginación.
Interpretar figuras. Un interesante ejercicio creativo para practicar con los niños es tumbarse en la hierba o recostarse en una butaca para contemplar las nubes y que el pequeño interprete qué representa cada una de ellas.
Otra actividad divertida para estimular la creatividad en este sentido es el juego de las sombras. Tan solo es necesario un foco de luz y una pared donde reflejar diferentes sombras creadas con las manos.
El siguiente paso es pedirle al niño que cuente qué supone para él.
Fuente: EROSKI CONSUMER
Fuente: https://cambiemoslaeducacion.wordpress.com