Descansar: En el momento presente y sin agenda

 Claro que en éste mundo de hoy el atreverse a decir “descansa sin agenda” es algo como decir que nuestra vida estará fuera de control, no veremos nuestros compromisos y posiblemente podremos omitir alguno muy importante.

Sin embargo, en el campo de la meditación si podemos hacerlo, independientemente del  tiempo que nos tome, como por ejemplo lo que es una gatica (sesión) de veinticinco  minutos, que es el mínimo ideal recomendado o hasta cuatro horas para los practicantes muy avanzados.

¿A qué nos referimos con descansar en el momento presente? Es básicamente atender a nuestro cuerpo, habla y mente en el instante mismo, cuando estamos meditando tenemos que estar en el ahora, normalmente experimentamos agitación mental que es una cantidad enorme de pensamientos uno tras otro sin control o el extremo opuesto que es la somnolencia y sueño que nubla nuestra atención.

El descansar en el momento presente requiere de sentir nuestro cuerpo y mente en el instante mismo, podemos sentir nuestros músculos, nuestra vista, nuestros oídos justo en el momento en el que estamos y la gran clave es la respiración, si analizamos un poco el respirar siempre está en el presente, por eso es un ancla muy útil para evitar el sueño y agitación mental al meditar.

La respiración es la base de grandes metodologías de meditación en Oriente como es el Shamata.

¿Qué significa descansar sin agenda?, al menos cuando estamos meditando debemos dar espacio a nuestra mente soltar momentáneamente los pendientes, si observamos el checar todo el tiempo nuestra agenda no nos sitúa en el presente, de hecho nos dispara momento a  momento hacia el futuro a todo lo que tenemos que hacer mañana, en una semana o en un mes.

Meditar con la agenda en mente es un obstáculo en la meditación, simplemente porque la mente no descansa en su naturaleza tranquila y espaciosa.

Existen varios antídotos por así decirlo para anclar la atención en el momento presente, la respiración es uno, también cuando tenemos muchos pensamientos podemos exhalar varias veces y observar como poco a poco la mente se calma y en el caso de la somnolencia o sueño podemos inhalar unas cuantas veces y observar como la mente se refresca  y atiende.

Por supuesto que si no dormimos bien o nos desvelamos ningún antídoto es útil para evitar la somnolencia al meditar, no es óptimo estar excesivamente cansados pues seguramente se convertirá en una experiencia de lucha con nuestra mente cuando lo que requiere es descansar.

También es recomendable ingerir alimentos ligeros previo a meditar, pues si comemos mucho, la atención de nuestra mente se concentra en el proceso de la digestión y resta energía al esfuerzo que debemos hacer para llegar a una buena concentración y meditación.

Como todo, la mente termina por ceder cuando la llevamos una y otra vez al punto que deseamos, en éste caso a atender el presente.

No debemos desanimarnos si el esfuerzo nos lleva más tiempo del que esperamos, lo importante es entender que estamos en un proceso y lo lograremos a nuestro muy particular estado mental y tiempo.

La recomendación como siempre es no meditar sin una guía personal apropiada, al menos en los primeros meses de aprendizaje, pues podemos reforzar en lugar de eliminar hábitos y tendencias que no ayudan y si fortalecen los desequilibrios en la meditación.

Finalmente está cada vez más validado que, la meditación aún en sus estadios más simples, por así decirlo, es de gran utilidad para el bienestar físico y mental, sobre todo en la actualidad en la que se asegura que muchas de las enfermedades provienen de desequilibrios emocionales. La meditación en una excelente herramienta para mantener nuestra mente en paz, y quien puede negar los enormes beneficios de una mente tranquila y saludable…sin duda es algo que podemos realizar por unos minutos, en casa, con nuestra mente y cuerpo, no tiene costo y si muchos beneficios…como siempre nunca es tarde para comenzar.

 AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca