Dianética: entre la aceptación y la renuncia
El don más grande del universo es la vida.
La felicidad más grande para esa vida es la conciencia.
La alegría para esa conciencia es la fuerza de voluntad.
La raíz de la voluntad es el amor.
ANGEL GALILEO
La primera vez que vi la palabra dianética pensé que se trataba de un nuevo tipo de ética. No estaba equivocado, porque la ética es el sistema de fines de la mente práctica, según Emanuel Kant.
La Dianética es un precursor y un subestudio de Cienciología que se dirige al espíritu, como superior al cuerpo, y a su relación y efectos sobre el cuerpo. Es el autoanálisis a través de la mente. La Dianética define principios fundamentales de la mente y el espíritu.
La vida tiene un impulso activo hacia el placer. El placer puede definirse como la obtención o el logro de la supervivencia. La felicidad podría definirse como superar obstáculos hacia una meta de supervivencia. La mente es la que se ocupa de calcular o imaginar formas y maneras para evitar el dolor y alcanzar el placer y llevar a cabo soluciones.
Una ética hedonista implica un estilo de vida orientado a buscar el placer. El estoicismo invita a soportar los males contingentes de la vida. El epicureísmo a mantener un corazón valeroso. Un terapeuta cognitivo nos invita a promover los estilos saludables de vida y prevenir los riesgos de enfermedad. La dianética nos invita a utilizar la mente como una balanza que equilibra las fuerzas del corazón y el cerebro, el dolor y el placer, la virtud y el vicio: la justicia.
Un descubrimiento de dianética fue que la inconsciencia y todo el dolor que va con ella, se almacenan en una parte de la mente; y que este dolor e inconsciencia se acumulan hasta causar que el organismo comience a morir.
Otro descubrimiento fue que ese dolor se puede anular o borrar y con ello devolver una consciencia plena y una rehabilitación que conduce hacia la supervivencia. El dolor físico o la pérdida acumulados reducen la consciencia, reducen la salud física y reducen las ganas de vivir hasta tal punto que el organismo busca la muerte en forma activa, aunque a menudo solapadamente.
Con dianética se hace posible cancelar la inconsciencia y dolor acumulados a lo largo de años, y restaurar la salud y la vitalidad de un organismo.
Con dianética fue posible erradicar la aberración y la enfermedad, porque se hizo posible erradicar o anular el dolor acumulado en los bancos de almacenaje de dolor del cuerpo sin aplicar más dolor como en la cirugía. La vitalidad del vivir, de la búsqueda de niveles más altos de supervivencia, es la vida en sí. El valor supremo de la vida humana consiste en el crecimiento de los valores, el progreso en los significados y la realización de la interrelación cósmica de estas dos experiencias. Y tal experiencia equivale a la conciencia de Dios. El crecimiento espiritual es en primer lugar, el despertar de las necesidades (satisfacción), luego el discernimiento de los significados (comprensión), y finalmente el descubrimiento de los valores (sacrificio).
LA ACEPTACIÓN: (El satisfacere)
No hay nada perfecto amor, todos nos equivocamos
El amor es imperfecto, lo perfecto es inhumano.
No hay nada que hacer amor, si me quieres dar la mano
ACÉPTAME COMO SOY.
Los seres humanos tienen un propósito fundamental: Encontrar plena satisfacción en sus vidas. Este propósito general está sustentado en un ideal particular, que cada quien ha desarrollado en su personalidad y que, como una poderosa fuerza interior, lo impulsa a trabajar hacia sí mismo, o hacia los demás, de acuerdo con su propio ideal. La mayoría de las personas suponen que logrando el cumplimiento de sus ideales y supliendo sus necesidades podrán obtener la satisfacción, la felicidad y la paz en sus vidas, pero luego se darán cuenta que tan pronto como alcanzan una meta, surgen inmediatamente nuevos retos y metas por cumplir.
La única causa del sufrimiento es la incapacidad de aceptar lo que sucede.
Reconozco que experimento: | Esto es lo que no estoy aceptando: |
Rechazo a la Vida | La oportunidad de aprendizaje que ofrecen las dificultades |
Sobreprotección | La experiencia de destino y misión que cada persona trae |
Perfeccionismo | Que existen diferentes formas de organización y manejo |
Preocupación | Que puedo perder algo que ya no necesito |
Fanatismo | Otras formas, caminos, creencias, opciones diferentes a las mías |
Mal Genio | Lo que otros hacen o dicen, o lo que está sucediendo |
Ganas de Condenar | Comportamientos y actitudes diferentes a los míos |
Rebeldía | La necesidad de adaptarme al medio que me correspondió |
Angustia | Que perdiendo algo, puedo vivir de otra manera |
Tristeza | La experiencia y comportamientos de otros |
Ganas de Criticar | Las costumbres, ideas y decisiones de los demás |
Rencor | Que los demás no tienen la culpa de mis propias experiencias |
Ganas de Juzgar | Que cada quien hace lo correspondiente con lo mejor que sabe |
Apegos | Que nada ni nadie me pertenece y que siempre tengo todo lo necesario |
Estrés | Que las cosas pueden salir de otra manera y solo doy lo que puedo |
Miedo | La posibilidad de perder lo que tengo, o de no lograr lo que quiero |
Celos | Que no soy dueño de nadie y que solo el amor puede unirnos |
Culpa | Que yo no tengo la culpa de las experiencias de los demás |
Enfermedad | Que el problema no está en mi cuerpo sino en mi mente |
Si el ser humano aceptara la realidad tal y cómo es evitando acomodarla a sus propios deseos, conceptos o ideales, aceptara que la realidad cumple con un propósito específico (La Voluntad del Padre), aceptara que no es el hombre el que modifica la voluntad sino la Ley, aceptara que pequeñas leyes nos muestran cómo funciona la Ley del Universo, aceptara que cada persona va conociendo esas leyes de acuerdo a su nivel de comprensión, se rompería el hechizo del sufrimiento.
LA COMPRENSIÓN
Siempre hay por quien vivir y a quien amar
Al final las obras quedan las gente se van
Otros que vienen las continuarán
LA VIDA SIGUE IGUAL
Todos los ideales de los hombres son válidos y además necesarios para tener un referente que permita conocer el orden universal. Pero una vez las personas logran comprender cómo está organizado el universo, los ideales se convierten en algo innecesario y obsoleto, un obstáculo para encontrar la paz interior y la plena satisfacción en la vida, una limitación para el ascenso a los niveles superiores de la civilización humana.
La comprensión es el auxiliar de la sabiduría, porque así como la sabiduría permite reconocer el Orden del Universo, la comprensión permite seguirlo y entre las dos logran la maestría: vivir de acuerdo con las Leyes del Universo.
La coordinación de ideas-decisiones, ideales excelsos y leyes divinas constituye la posesión de un carácter recto.
Descubre tu propia capacidad de comprensión de la vida, contestando SI o NO a cada pregunta del siguiente test de uso personal. Si tuvieras el poder para lograrlo:
- ¿Eliminarías la delincuencia, para que las ciudades sean seguras para sus habitantes?
- ¿Cambiarías muchas cosas del vecindario y de tu entorno familiar, social y laboral?
- ¿Recogerías a todos los mendigos y les proporcionarías un sistema de vida digno?
- ¿Cambiarías algunas cosas de la organización estatal y de los sistemas políticos?
- ¿Cambiarías, en algunas personas, sus comportamientos con los demás y contigo?
- ¿Cambiarías el dinero, por otro sistema de distribución de productos y servicios?
- ¿Apoyarías a quienes se esfuerzan por trabajar honestamente?
- ¿Harías algo para que a ningún niño le falte techo, alimento, educación y salud?
- ¿Cambiarías el sistema penitenciario, por una rehabilitación a través del trabajo?
- ¿Construirías sistemas adecuados de vivienda, para reemplazar los tugurios?
- ¿Ayudarías a muchas personas a tener un nivel de vida más satisfactorio?
- ¿Cambiarías las características de algunos de los gobiernos del mundo?
- ¿Protegerías las especies vegetales y animales, en vía de extinción?
- ¿Establecerías una justicia social, donde no hubiera pobres ni ricos?
- ¿Le darías una ayuda muy especial a todos tus seres queridos?
- ¿Cambiarías, total o parcialmente, tu sistema de vida actual?
- ¿Cambiarías algunas cosas de las enseñanzas religiosas?
- ¿Cambiarías algunas normas o costumbres de comportamiento social?
- ¿Cambiarías algunas cosas de tu cuerpo físico?
- ¿Reforestarías todas las zonas erosionadas del planeta?
- ¿Limpiarías el país, de todas las formas de corrupción?
- ¿Cambiarías el sistema de aplicación de la justicia?
- ¿Cambiarías algunas leyes de los hombres?
- ¿Eliminarías la prostitución y la pornografía?
- ¿Eliminarías la maldad de la faz de la tierra?
- ¿Cambiarías el sistema educativo nacional?
- ¿Limpiarías la contaminación ambiental?
- ¿Modificarías el sistema económico/
- ¿Cambiarías de lugar de trabajo?
- ¿Cambiarías tu actividad actual?
- ¿Sanarías a todos los enfermos?
- ¿Te irías a vivir a otro lugar?
- ¿Cambiarías de profesión?
LA RENUNCIA: (El sacrificare)
No habrá reproches de parte mía,
sólo me importa que seas feliz.
Ya ves que todo te di en la vida
Mi pobre vida, que es para ti.
RENUNCIACION
El Renunciamiento surgió como uno de los niveles de la evolución religiosa (después del tabú y el pecado). Los primitivos ritos de sacrificio dieron origen a las ceremonias más recientes del sacramento.
Hoy en día la renuncia se aplica en psicología como una técnica para ayudar a las personas a superarse en diversos conflictos mentales tales como la angustia, el estrés y el estado de pánico, o en las crisis emocionales o sentimentales; sustentada en el conocimiento filosófico y en la comprensión de la realidad de la vida.
La renuncia del alma significa: “Desprendimiento”. Es importante que en el camino espiritual no se pierda el equilibrio entre las realidades, donde el ser vive e interactúa.
Los haces de luz, mejor dicho el alma, a través de sus encarnaciones tiende a repetir constantemente ciertas costumbres que se arraigan y se graban, sobre todo aquellas que le proporcionan placer, alegría, bienestar etc. Estas grabaciones emocionales se comportan como señales intermitentes que guían al alma hacia lo gustoso y agradable, aunque muchas veces no sean las correctas. Estas sensaciones muchas veces no son las más eficaces e idóneas para el avance energético, ni para los parámetros universales, puesto que en vez de ayudar a esa alma, la atrasa en el caminar y formación de su espíritu.
La realidad en que vivimos es placentera y muy engañosa, porque está colmada de placeres sensitivos que envician al alma, por los goces, delicias y encantos que le hacen emotivamente sentir. El alma que se encuentra en estas condiciones, vive embriagada en la ensoñación de las sensaciones placenteras. Al vivir el alma de esta manera, no está dispuesta a renunciar a ellas, ni a desprenderse de lo que le causa gusto, deleite y satisfacción. El alma que realmente desea la transmutación de sus formas-pensamientos debe trabajar profundamente tres puntos álgidos en el caminar de su existencia, estos son:
- Transmutar el Ego en Autoestima
- Transformar las emociones en sentimientos
- Transfigurar la vida en un holograma consciente
RENUNCIO a prohibir que los demás hagan lo que necesitan para aprender.
RENUNCIO a imponer mis creencias, razones o verdades que pueda tener.
RENUNCIO a condenar las actitudes o comportamientos de los demás.
RENUNCIO a la cantaleta, cuando las cosas no salen como las quiero.
RENUNCIO a replicar, ante aquello con lo cual no estoy de acuerdo.
RENUNCIO a protestar, ante aquello que confronta mis conceptos.
RENUNCIO a suponer que puedan suceder cosas desagradables.
RENUNCIO a cumplir funciones que ya no me corresponden.
RENUNCIO a hacer justicia, por lo que me suceda a mi o a otros.
RENUNCIO a estorbar la evolución o las actividades de los otros.
RENUNCIO a ofenderme, por lo que los demás digan o hagan.
RENUNCIO a todo aquello que pueda alterar mi paz interior.
RENUNCIO a celar a las personas o a juzgar sus decisiones.
RENUNCIO a forzar a las personas para que estén conmigo.
RENUNCIO a buscar culpables, por las cosas que sucedan.
RENUNCIO a oponerme a la realidad que la vida presenta.
RENUNCIO a impedir las experiencias de otras personas.
RENUNCIO a contradecir la opinión de ninguna persona.
RENUNCIO a sufrir, ante aquello que no puedo cambiar.
RENUNCIO a ser esclavo de las opiniones de los demás.
RENUNCIO a interferir con las decisiones de los demás.
RENUNCIO a angustiarme, por lo que no puedo manejar.
RENUNCIO a luchar, por conseguir lo que no necesito.
RENUNCIO a sufrir, por aquello que no puedo hacer.
RENUNCIO a sostener mis posiciones ideológicas.
RENUNCIO a agredir a nadie, por ninguna razón.
RENUNCIO a defender la razón que creo tener.
RENUNCIO a preocuparme, por lo que no se.
RENUNCIO a sufrir, por lo que pueda suceder.
RENUNCIO a investigar quién me hizo daño.
RENUNCIO a que los demás decidan por mí.
RENUNCIO a temer, por mis seres queridos.
RENUNCIO a discutir, por ninguna cosa.
RENUNCIO a demostrar que tengo la razón.
RENUNCIO a retener lo que no necesito.
RENUNCIO a criticar a nadie ni a nada.
RENUNCIO a mi ego y a mi orgullo.
Somos adictos al planeta Tierra. El día que ya no encarnemos en la realidad exterior y nuestras almas encuentren la paz del espíritu, entonces nos habremos liberado de las sensaciones placenteras de los sentidos externos. Solo ahí podremos decir: ¡Estamos libres!, y cuando lo digamos es porque aprendimos a renunciar y desprendernos de los placeres tentadores de la densidad de la materia.
Me interesa continuar con el curso de magia…Saludos
Continuen con su misión de vida…un abrazo