«Dos Amos», Conferencia dominical dada por el Maestro Beinsá Dunó, el 1 de octubre de 1939

Jorge Gomez (333)

“La Buena oración” (oración – n.d.t.).

“En el principio era el Verbo” (canción – n.d.t.).

Hay una oración: “Nadie puede servir a dos amos” (Mateo 6:24 – n.d.t.).

“El Espíritu de Dios” (canción – n.d.t.).

A dos amos” comprende un estado bifurcado. Nadie puede servir a dos estados bifurcados. Cuando la mente está bifurcada, cuando el corazón está bifurcado, de allí provienen todas las contradicciones en la vida.

La Tierra ha pasado por varias crisis grandes. Ha pasado por la así llamada “crisis polar”. En esta crisis la Tierra ha formado sus polos, ha puesto una base para la vida presente. Pasó alguna crisis, llamada “la crisis Lemuriana” – la aparición de la raza negra en la Tierra, la aparición del mal. La gente negra se quedó de este estado en el cual apareció la caída. La gente presente se encuentra en otra circunstancia la cual ocurrió después de la caída. La raza Atlante es aquella que está relacionada con el Diluvio y con el nacimiento de la raza blanca. Y ahora la Tierra está bajo otra crisis. Las cuestiones pueden observarse de una manera puramente externa. Alguna vez observáis de una manera puramente física que el mundo puede terminar. Pregunto: ¿Cuando se estropea una casa, qué malo hay? Se estropea una casa, se edifica una más bonita. Dice: “Se estropeó mi casa”. Si se estropea y se edifica de una manera más bonita, está a su sitio. Si un orden en el mundo se reemplace con otro mejor, en el orden de las cosas está. Este es un orden Divino de las cosas.

Así que en el mundo contemporáneo, y en la religión, y en la ciencia, hay una bifurcación del pensamiento humano. Si habláis acerca del mundo Divino, la gente científica dice: “Nosotros comprendemos solo el mundo físico el cual exploramos”. La gente espiritual acepta el mundo Divino y el mundo espiritual, y para el mundo físico dicen que éste no existe para ellos. No hay una unidad interna de las comprensiones.

Tres mundos existen. Yo llamo mundo Divino al mundo de las causas, mundo espiritual es el mundo de las leyes, y el mundo físico es un mundo de los fenómenos. Por lo tanto, éste es resultado de las causas en relación con las leyes. Entonces podéis imaginarse que la cabeza del hombre, esta es la causa de todo. Las leyes residen en sus pulmones, y el mundo físico no reside solo en su estómago, sino que reside en sus piernas, brazos. Esto lo que puede trabajar. Lo que el hombre piensa y lo que siente, con sus manos lo trabaja y a esto va.

Digo: Hoy en día la humanidad sufre una crisis grande y esto en un siglo no de ignorancia sino de iluminación. Tal iluminación nunca en el mundo hubo antes. Decís: “¿Si el mundo está tan iluminado, por qué es esta crisis?” La crisis se debe al pasado. Si la gente no fuera iluminada como hoy, no sé qué hubiera ocurrido. La humanidad utiliza una fuerza inmensa para evitar esta crisis, y cuando venga que pueda utilizarla. Estos los que observan los eventos, buscan las causas en alguna parte, pero la causa no reside ni en Inglaterra, ni en Alemania, ni en Francia, ni en Rusia, ni en América, ni en Japón, ni en China, en ninguna parte reside la causa. Alguna causa hay. La causa está fuera de ellos.

La causa reside en el Amor. Aquel que no comprende el Amor, él compite. Aquel que no comprende el mundo físico, él compite. Aquel que no comprende la ley, él compite. Toda la gente en la Tierra piensa que cuando se aseguren materialmente, ya están asegurados. Hasta un punto es así. ¿Para cuántos años pueden asegurarse? En su edad más temprana el hombre se asegura para 999 años. Yo pongo unos cuantos años más de lo que está escrito en la Biblia. Os diría que antes de Adán existió un hombre que vivió 10,000 años. Antes que Adán hubo un hombre que ha vivido 100,000 años. Antes que Adán hubo un hombre que vivió un millón de años.

Ahora no vamos a argumentar, a comprobar las cosas. Según yo la comprobación es tocar. Aquel que comprueba las cosas, toca. Este es un proceso largo. Para hacer algo se requiere un proceso largo. ¿Si te vas desde aquí hasta el Sol tocando, cuántos millones de años necesitarás? Ahora yo observo la cuestión un poco de otra manera. Qué lado toma cada uno, para mí es indiferente. Toda la gente, sin querer, trabaja en una dirección. Todos tienen la buena intención.

No hay un hombre que por naturaleza sea malo. Y el hombre malo, cuando trabaja, tiene una intención buena. Aquel lobo piensa mal, de aquí se lleva un corderito, de allí se lleva otro, dice: “Tengo hijos, es un pecado que mueran de hambre”. Aquella águila que se lleva un pajarito, dice: “Es un pecado que mis hijos mueran, debo alimentarlos”. Ahora no quiero justificar, pero no quiero y juzgar. Así aclaran ellos. El lobo que come las ovejas, dice: “¿Sabes por qué las comemos? Porque – dice él – estas ovejas hace tiempo eran lobos. Ahora son lobos vestidos en piel de ovejas, por eso las comemos”. La gente buena actual son la gente mala del pasado, y la gente buena futura será la gente mala actual.

Ahora, esto no está comprobado científicamente, los trabajos, si son así o no, nosotros dejaremos que las cosas se prueben. Porque las cosas son ciertas, solo entonces, cuando por principio son ciertas, por ley son ciertas y por manifestación son ciertas. El crimen del lobo no reside en esto que se ha comido la oveja, sino en esto de que no le pregunta a ella si quiere sacrificarse por él. Y él predica la enseñanza Crística. Dice Cristo: “Si no Me coméis, no tenéis vida dentro de sí” (Juan 6:53 – n.d.t.). Y ellos dicen: “Cuando os comemos, nosotros hombres llegaremos a ser y nos iluminaremos, y nuestros hijos en el futuro se elevarán”. Ahora, no quiero convencer. Lo que ha pensado la gente, todo es recto. Hace tiempo peleaban con flechas, desde cien pasos disparaban. Y ahora, pues, no desde cien pasos, sino desde un kilómetro golpean. Pregunto: ¿Si estos, los de la moda vieja, viniesen con sus flechas, y los modernos – con sus rifles –, cómo pensáis, quién tendría el derecho?

Así que digo: En el mundo actual, en la Naturaleza, se requiere pensamiento sobrio. Un pensamiento Divino se requiere. Mucha gente duda. La duda está a su sitio solo si dudas en esto lo que crees, para verificarlo. Tú pasarás por un puente – tienes derecho de verificarlo. Si no lo verificas, puede que el puente se rompa. Tú te irás con la caída de este puente. Verifica las cosas. Tú puedes creer en una ciencia – verifícala. Todas las cosas están en verificación.

Nosotros en la vida solo verificamos. Dios te ha hecho así que cuando recibes la luz, así están acomodados los ojos, que cuando recibes la luz, que te sea agradable. La luz que es agradable para los ojos es y útil. El sonido que es agradable para las orejas es y útil. Una luz que no es agradable para los ojos, y un sonido que no es agradable para las orejas, no son útiles. El alimento que es agradable para la boca y para el estómago, es un alimento saludable. El alimento que no es agradable a la boca y al estómago, no es saludable. Frecuentemente nos enfadamos con el estómago, pero él es muy justo. A él nunca le gusta ocuparse con un alimento malo. Cuando dais al estómago un alimento malo, él lo devuelve.

Incluso los borrachos, cuando han bebido, bebido vino, cuando beben 7-8 kilos, el estómago ya no recibe, lo devuelve.

Dice: “Amo, basta con este comistrajo, esto no es de Dios, a esto no sé qué hacerlo”. Y las cosas Divinas cuando las tomas, el estómago dice: “Pon poco”. No bebas mucha agua, no te hace falta. ¿Cuántos kilos de agua te hacen falta al día para beber? Un kilo y medio como mínimo. Dos kilos, dos kilos y medio es exclusivo. Hay alguna gente, y un medio kilo no beben. Entonces dicen: “El vino – para la gente, el agua – para las ranas”. Esta oración la consideran como poética. Que para las ranas es el agua. El agua nunca estalla la cabeza humana, y el vino la estalla. Explosivo es.

La humanidad contemporánea necesita de un pensamiento Divino que viene en el mundo. Y este pensamiento estimula al mundo entero. Todo el mundo material cambia de tipo. Y toda esta preocupación que ocurre en toda la Tierra se debe al cambio que ocurre en la vida con la gente. Ocurre un cambio. Cada uno teme de algo. Inevitable es este cambio. Nosotros debemos acomodarnos a las condiciones que vienen. Alguna gente dice: “A nosotros nos hacen falta datos científicos”. Por ejemplo, que os transmita unos datos científicos. Un matemático ahora ha calculado y dice que si en una forma en la que cabe un kilo de agua, si reunís los átomos uno al lado de otro, y la llenáis (la forma – n.d.t.) con átomos, que no haya espacio vacío, ¿sabéis cuánto va a pesar este kilogramo? Cien mil toneladas. El hombre hizo cálculos.

Digo: Cuando nuestros átomos se acercan uno al lado de otro, nosotros nos volvemos pesados; cuando se alejan, nos aligeramos. Cuando se acercan, nos volvemos materialistas; cuando se alejan, nos volvemos más espirituales.

Entonces, según esta teoría, nosotros decimos: el pesar se explica un poco de otra manera. En el éter hay una presión desde la periferia hacia el centro. Y por lo tanto, en cada particulita hay presión desde el éter. Y por lo tanto, toda la materia de la superficie del cuerpo aspira hacia el centro. De esta presión se condiciona cómo es la fuerza de atracción. Decimos: “Nosotros primeramente queremos librarnos de esta presión”. Esta presión del éter, ésta se debe a alguna ley, se debe a alguna causa. La formación de los mundos materiales tiene su causa. En nosotros hay una fuerza oponente. Hay una fuerza que reúne los átomos cerca. Nos volvemos más pesados, más inertes. Y otra fuerza, desde el centro hacia la periferia, la cual aleja.

Estos átomos, de los cuales hablo, éstos son mónadas, en éstos viven seres razonables. Si vosotros pesáis el alma humana en la Tierra… Pero vosotros no tenéis balanzas con las cuales podéis pesarla. El alma humana no contiene tanta materia como en un átomo se contiene. En esto, tan poca materia tiene, pero tan potente fuerza tiene. Ahora os voy a transmitir otro hecho. Que os muestre que cuanto más se enrarece la materia, más potente se vuelve.

En la homeopatía hay medicamentos a la treintava concentración y se utilizan como cura. Sabéis lo que significa treintava concentración. Si tomáis una gota de agua y ponéis una gota de alguna cura, esto es la primera concentración. Tomaréis una segunda botella de un kilogramo de agua y pondréis una gota de la primera botella. De la segunda pondréis una gota en la tercera, etc., hasta la treintava concentración. Y de la treintava concentración daréis una pequeña dosis y el enfermo sanará. Esta es la teoría de los homeópatas. Cuando los alópatas sostienen que hacen falta dosis fuertes.

Entonces en la vida tenemos dos dosis: los unos piensan que con poco dinero pueden pasar – ellos son homeópatas; los demás piensan que mucho dinero les hace falta – ellos son alópatas. Hay una enfermedad por dinero. Cuando te empobreces, te coge la fiebre. Si no tienes dinero, la temperatura aumenta a 37-38. Cuando tienes más dinero, la temperatura baja. Hay otro peligro: que puede caer bajo la norma, a 36, 35, 34 – un trabajo peligroso. Estas son una serie de reflexiones de la gente científica.

Esto es cierto que nosotros necesitamos de dinero. Necesitamos de dinero, dineros. ¿Cuánto dinero le hace falta a uno? En búlgaro “pari”, “opari”, entonces “purificar, lavar la lana”. “Opari se” entonces “oparichi se” (pari – dinero, oparichi se – ganó dinero – n.d.t.). En el hombre hay un centro, le llaman “amor por riquezas”. Éste te va a financiar, va a controlar. Éste se encuentra a los lados, donde las sienes. Cuando te empobreces dice: “¡Dinero!”, o “¡Casa!”, o “¡Campos!” Este banco no puede trabajar, capital hace falta. Y entonces los frenólogos, que estudian al hombre, encuentran una manera de determinar cuántos son los capitales, miden y dicen: cuanto más ancha es la cabeza donde las sienes, más capital tiene; cuanto más estrecha es, menos capital tiene. El capital de las gallinas es débil. Dale un bushel entero de trigo, lo cavará, lo dispersará. Si dais a la ardilla, después de saciarse, lo otro, lo que queda lo esconderá para luego. La hormiga, y ella hace lo mismo. La abeja, y ella esconde. Ella, si encuentra en alguna parte un poco de miel, llamará a toda una sección, todo un regimiento, toda una división con sus oficiales se posan. Cuando atacan, toda la miel será llevada, y el panal será dejado. Pregunto: ¿Si las abejas toman la miel hay mal? Si se deja, se va a estropear. Ellas, cuando la toman, fresca está. El hombre, cuando saca la miel, ésta se sacarifica. Con las abejas permanece en un estado normal. Ellas mantienen cierta temperatura, de manera que no se sacarifica.

La lección que debéis sacar de las abejas es la siguiente: En nosotros debemos mantener aquel calor en el cual nuestras capacidades, nuestros sentimientos, nuestras fuerzas, que no cambien su composición interna.

Así que digo: En la ciencia contemporánea ya dan pasos, una sociedad ya da reglas sobre cómo se debe vivir. Creadas están ciertas leyes, tienen religión, iglesias, escuelas, hay hospitales, tienen diferentes enseñanzas, tienen sus bibliotecas, tienen edición de periódicos, tienen conciertos, presentaciones. Y todo esto es cultura. Todas estas presentaciones, el que no comprende dice: “La presentación no está a su sitio”. Todas las cosas no están a su sitio.

Las cosas en el mundo están a su sitio solo cuando salen de aquella norma en la cual éstas deben de existir. Si el corazón se vuelve dos veces más grande en este cuerpo, ¿sabéis lo que va a ocurrir con el hombre? Pues si se vuelve dos veces más pequeño, de nuevo cambiará. El corazón debe tener esta forma que le fue dada al principio. Los pulmones, el cerebro del hombre, deben tener esta forma que les fue dada al principio. El cerebro humano es el que menos cambia. El cuerpo puede cambiar, perder 30-40 kilogramos; el cerebro pierde muy poco de su substancia, puesto que está muy bien organizado. La fuerza del hombre reside en el cerebro bien organizado. El cuerpo más organizado es el cerebro. Y él tiene mucho más por organizarse.

Por toda una vida, un hombre religioso que ha dedicado 20-30 años en orar afanosamente a Dios, ¿sabéis lo que ha adquirido? Ha comprendido el sentimiento del amor, de la fe y de la esperanza, ha comprendido un poco la reflexión superficialmente, ha aprendido un poco a cantar, a cocinarse la comida. Esto es. Tomad un naturalista que ha dedicado treinta años a estudio, él ha desarrollado solo la parte posterior de la frente. La parte superior se vuelve más aplastada, la posterior – cóncava.

Si el hombre se vuelve muy conservativo, como los chinos, sobresalen sus pómulos. Esto es un conservadurismo grande. Tal gente difícilmente puedes ponerlos en el progreso. Aunque sean religiosos, de nuevo son conservadores. Aquella gente cuyos pómulos están débilmente desarrollados, frecuentemente cambia sus convicciones sin verificarlas. Dos extremos. Hay ciertas relaciones que existen entre el cerebro y los pómulos.

Por ejemplo, el buen estado de vuestra nariz depende de vuestra frente. La longitud de vuestra nariz depende de vuestra frente, Pero la anchura no depende de vuestra mente, depende de vuestros sentimientos. De vuestros sentimientos morales, de vuestros sentimientos familiares. La nariz de cada hombre muestra si tiene cariño hacia la familia. La anchura de la nariz muestra si tiene cariño hacia su mujer, hacia su hija, hacia su patria, si es un patriota o no. Su nariz muestra su amor hacia la patria. Este sentimiento ahora no ha nacido. Desde hace miles de años el hombre ha tenido sentimiento hacia la patria. Él ha salido de una patria, de Dios, él recuerda esta patria, y allí donde se ha instalado a morar él lleva esta patria dentro de sí.

Todo aquello que nosotros llevamos, nosotros lo llevamos de este mundo Divino de las causas. Nosotros hemos pasado por el mundo de las leyes y allí de nuevo sentimientos se han desarrollado y hemos llegado en el mundo físico, donde estas cosas debemos transformarlas y de nuevo regresar al mundo Divino. Entonces nace un pensamiento: ¿Por qué no los vemos? Porque estamos muy lejos. Digamos que un hombre se encuentra a cien kilómetros de algún campo. ¿Podéis verlo? Si tenéis un telescopio que aumenta ciento cincuenta veces, vosotros veréis a este hombre moverse. Incluso ahora, con este telescopio que proyectan en América, suponen que la Luna se va a ver como de un kilómetro. Si la Luna tiene tales edificios, podrán verse. Pues esto sería un aumento grande, si un telescopio nuestro puede descubrir algún edificio en la Luna, harán una fotografía, esto sería una sensación grande. Entonces se comprobará que han vivido y viven hombres. Entonces ya todo el mundo adquiere otro punto de vista.

Nosotros ahora pensamos que solo la Tierra está poblada, y no hay otros mundos poblados. Algunos piensan que la Tierra es un semillero de todo el universo. Esto ha sido muy dicho por la gente científica de la Tierra. Ellos piensan que la Tierra es el único planeta en el cual hay vida. Sin embargo, cuando leéis a Swedenborg (un científico sueco que luego llego a ser clarividente), él ha ido a Júpiter, a Venus, a Marte, a todas partes ha ido, cuenta sobre la gente, los describe. Y en aquel mundo ha ido. Cuenta que el mundo angelical está dividido en tres mundos: uno de ángeles superiores, de ángeles secundarios y luego ángeles terciarios, que están más cerca a la gente.

Vosotros diréis: “Estas cosas son distraídas. ¿Por qué no nos ocupamos con esto lo que es más indispensable para nosotros?” Si un hombre se ocupa solo con comer y beber ¿qué adquirirá? Esto no es solo un fenómeno, pero él debe sentir este alimento que recibe. Él no se alimentaría si no sintiera una agradabilidad por la comida. Pues este alimento debe ser agradable. Entonces los frenólogos encuentran un centro donde las sienes (alguna vez podéis encontrarlo solos) – cuando estáis hambrientos, sentís una tensión donde las sienes. Este es el centro del amor hacia el comer.

Este centro está cerca de la nariz. Cuando pasáis al lado de algún restaurante, se despiertan estos nervios, el estómago se agita. Vosotros pensáis en el comer y el cerebro da orden que tú tienes que comer. Hay un centro que regula el comer. En toda la gente este centro no es igual. En alguna gente este centro está desarrollado débilmente, por eso son secos. En algunos está desarrollado, de manera que son llenitos. Las manos llenitas, una buena barriga tienen, el cuello es lleno, en todas partes son llenitos. Aquellos en los cuales este centro está desarrollado débilmente, el rostro es seco. Estos, los secos, pasan por santos. O dicho de otra manera: los santos son hombres economistas en el comer. Dicen: “No se debe comer de más, mucha energía se gasta, muy difícilmente se adquiere”. Los santos ahorran la energía, gastan el tiempo. Tiempo tienen más, energía menos. Por lo tanto, los santos son hombres prudentes, puesto que ahorran la energía, dicen, vivirán. Un santo vive más que un hombre mundano. Un santo vive 120-160 años, un hombre mundano vive sesenta años. Como come a la mitad, él alarga su vida.

No está solo en el comer, pero el hombre debe comprender aquellas fuerzas escondidas que la Providencia, lo Magno en el mundo ha introducido en el mundo, en la materia. Por lo tanto, si el hombre está dispuesto, si el hombre tiene un pensamiento fresco – piensa recto, cuando comprenda las causas, si sus sentimientos comprenden las leyes y si su voluntad comprende los fenómenos en el mundo, el comer en él será correcto.

Así que digo: todas las disputas en el mundo presente siempre solucionan una cuestión cardinal: economía del alimento, una cuestión económica. Vosotros veréis, en los países que guerrean todo está puesto bajo el control, determinado está cuánto comerá un hombre. Ya no hay el comer mucho. Allí todos son santos. Cuando hay guerra, toda la gente es santa. Dicen: “Debe ahorrarse el alimento”. Cuando vienen tiempos de paz, entonces nosotros disponemos, valoramos el alimento así como se debe.

Así que digo: Deben estudiarse aquellos principios que actúan. La humanidad ha llegado a estas fuerzas vivas y ella tiene que escuchar. Algunos le llaman supra-conciencia, algunos le llaman intuición, algunos le llaman Brahma, algunos le llaman Dios. Le bautizan de maneras diferentes. Hay algo razonable en el mundo, que está en todas partes. A nosotros se manifiesta esto, lo razonable en el mundo, se manifiesta a través de toda la gente y a través de los animales se manifiesta. Podéis hacer una prueba pequeña. Vosotros estáis sentados y un perro os ladra. Decidle: “Y en ti hay algo razonable”. Éste os mirará, percibe el pensamiento y empezará a agitar la cola. Dice: “Puede, puede que haya algo razonable”. Si no agita su cola, en otra opinión está. Si tú le dices tres veces y sacas un pretzelito y le dices: “Puesto que creo que en ti hay algo razonable, te doy este pretzelito”, él te mira y te pregunta: “¿Lo das para mí?” Cuando lo tome, lo mirará, hará un movimiento del cuerpo, se volteará, abrirá la boca. Tírale uno más, y cuando le tires tres pretzelitos, se va a detener, irá por delante, irá por atrás, dice: “Que tenga buen camino”.

Ahora vosotros podéis decir que esto es un animal. Esto es un animal que cree solo en esto lo que ve. Cree en los fenómenos, por eso el animal está en la primera fase. Cuando le haces una pregunta, cuando llega en contacto con tu mente, inmediatamente este animal ata una amistad contigo, quiere hablar. Alguna vez expresa sus sentimientos. Vendrá, se levantará, pondrá sus piernas, dice: “Desearía mucho ser como tú, que y mi cabeza piense como la tuya, que (yo) piense como tú piensas”. Nosotros decimos que este es un trabajo animal. En este animal hay una aspiración, pero no hay condiciones. Este animal tiene unas condiciones puestas. Llegará el tiempo cuando esta fuerza razonable, que está en esta forma, cambiará, pasará en una forma más alta.

Así que digo: ¿Cuál es la predestinación del hombre? Vosotros decís: que os volváis ricos. Pero esto es solo un lado de la cabeza. Vosotros vivís en este despacho. Todo el día pensarás en dinero, en ropa, ovejas, ganados, y moriréis. Si un día observan vuestro cráneo, dirán que vosotros habéis tenido solo un despacho por los dos lados de la frente. Los hombres actuales, los que investigan los cráneos humanos, cuando toman el cráneo y ponen una vela dentro, conocen cómo era el hombre. Si ha sido religioso, arriba el cráneo se ha afinado; si ha reflexionado, por delante la frente se ha afinado. Si no ha pensado, gordo está el cráneo. Si era orgulloso, ponderoso, el cráneo arriba en la parietal está muy fino. Si era muy energético, su cabeza, donde sus orejas, está fina. Si la cabeza en todas partes es igual, él ha vivido una vida muy ordinaria. Si miráis la cabeza de un hombre genial, veréis: su cráneo es abigarrado, cada centro que era desarrollado, el cráneo allí es fino y como ventanas brillará. Él ha reflexionado, los sentimientos superiores, la imaginación está desarrollada, todo está desarrollado. La cabeza es un edificio con muchas ventanas.

Ahora en vosotros nace el pensamiento: “¿Cómo lo adquiriremos?” Tú no puedes desarrollar el sentimiento religioso, si no tienes amor hacia Dios. Tú no puedes desarrollar tus sentimientos personales, si no tienes respeto hacia ti mismo y hacia los demás. Para desarrollar estos sentimientos, tú debes tener respeto hacia ti mismo y hacia tus prójimos. En general, hacia toda la gente debes tener respeto y honra. Debes tener un sentimiento desarrollado normalmente.

Dicen acerca de alguien: “Él es ponderoso”. Es bueno que el hombre sea ponderoso en el sentido recto, que tenga respeto. Tú no puedes desarrollar el sentimiento de amistad, si no tienes un amigo al que amar. Tú no puedes amar a los niños, si no tienes niños a los que amar. Tú no puedes desarrollar el sentimiento de amor hacia el dinero, si no tienes dinero. Por lo tanto, es necesario a veces que tengas un poco de amor hacia el dinero, de otra manera tu cabeza se va a aplastar.

Vosotros consideráis que no puedes servir a Dios y al Mamón. No vas a hacer a este centro que te ordene, sino que sea una controla, que tengas tanto dinero como te hace falta. Que tengas en efectivo. Cada país tiene en efectivo ¿no? Por ahora América tiene el mayor efectivo. Después de esto viene Francia. Los demás tienen menos. De este efectivo depende la circulación. Digo: Estos sentimientos y capacidades del hombre son necesarios para que entre el hombre en el mundo Invisible. El oro es bonito, pero debe explorarse. El oro es un elemento del Sol. Un hombre que quiere explorar la energía que viene del Sol, debe explorar, estudiar la naturaleza del oro. Un hombre que quiere estudiar la naturaleza de la Luna, debe estudiar la naturaleza de la plata. La Luna en el mundo tiene una imagen importante. Era tiempo cuando la Luna no existía. La Escritura dice: “Era tiempo cuando el Sol en esta forma no existía”. ¿En esta forma en qué día fue creado el Sol – en el día cuarto o en el quinto? Una autoridad es la Biblia. Con la apariencia del Sol comienza una nueva época. Con la apariencia del Sol, de la Luna, la Tierra se vuelve apta para que ya aparezca el primer hombre en la Tierra. Acerca del primer hombre la Biblia habla solo así: “E hizo Dios al hombre a imagen y semejanza Suya” (Génesis 1:27 – n.d.t.). Este era un cuadro magnífico, cuando los dioses vivieron. El Reino de Dios estaba entonces en la Tierra. Después de esto ocurrió algo, ocurrió una caída de estos seres superiores. Cuáles eran las causas, no se sabe.

Se sabe, pero no hay por qué describirlo a vosotros. Puedo deciros por qué dos hombres se pelean por una mujer y puedo explicaros por qué dos mujeres se pelean por un hombre, ¿pero qué os va a provechar? Puedo explicaros por qué el hombre bebe vino, tiene sus causas. Sin causas no se puede. El vino siempre comienza a beberlo por desamor. Cada uno que se decepciona en el amor, se vuelve un borracho. Cada uno que acepta el Amor se vuelve un sobrio.

Sobriedad sin Amor no se puede. Ahora predican la abstinencia. La abstinencia debe llegar a la causa. Debe introducirse amor en el alma humana y el hombre estará sobrio. En el vegetarianismo es la misma ley. Para que el hombre sea un abstemio, o para que sea un vegetariano o frugívoro, sin falta debe tener Amor. Es este Amor, exactamente, el que va a suministrar estos materiales, substancias nutritivas, que son necesarios. El Amor representa el mejor alimento. La larga vida depende del amor. La vida más corta depende de la esperanza. Cuando pierdes el Amor, entras en la fe. Cuando pierdes la fe, bajas a la esperanza. Cuando bajes a la esperanza, esto es lo más bajo. Todos los seres, y los más pequeños, comenzaron con la esperanza, subieron en la fe y llegaron al Amor.

Ahora nace una nueva ciencia acerca de Dios. Hasta ahora la gente no ha servido a Dios, sirvieron a diferentes ídolos.

Hace tiempo los ídolos eran de diferentes objetos. La gente más elevada que ha vivido, tomad el pueblo israelí, Moisés los llevó por Egipto, y cuántos castigos por esta idolatría. Constantemente deberían hacerse algunos ídolos. Moisés se fue para tomar la ley que Dios le dio, y ellos dicen: “Haznos dioses que los veamos caminando delante de nosotros.

Tales Dioses, como los que Moisés describe, no queremos”. Pero la gente cultural contemporánea ha cambiado sus puntos de vista. Comencemos a amar a Aquel que nos ha dado la vida. Comencemos a amar a Aquel que nos ha dado el corazón, que ha introducido el pensamiento, que ha introducido el Amor. ¿Cuántos años ha tomado hasta llegar a esta forma que tenemos ahora? Es que fue recorrido un camino de ciento ochenta grados, un medio circulo. Antes, la cabeza del hombre estaba anastomosada con su columna vertebral y luego poco a poco, poco a poco este rostro por atrás andaba hacia adelante, y ahora el rostro es paralelo con la columna vertebral. Al hombre le espera recorrer un camino de ciento ochenta grados más. Él vivirá en una bola luminosa. Entonces al hombre no vamos a verlo, pero ahora le veremos como una bola luminosa grande, aumentará, disminuirá, rodará como el Sol. Decís: “¿Qué clase de gente seremos?” Gente luminosa, gente de la luz. Gente en la cual estará el Reino de Dios, y por fuera, y dentro de ellos. La aspiración está en este camino. Algunos quieren ir al cielo. Pero debes tener ciento ochenta grados. Algunos de vosotros no tenéis todavía ciento ochenta grados. Si en una vida de ciento veinte años desarrolláis un grado, ¿cuántos años os hacen falta más para desarrollar ciento ochenta grados? Podéis hacer un cálculo: ciento ochenta por ciento veinte.

Entonces digo: Debe ponerse esta aspiración en todos vosotros. Una aspiración debéis tener hacia arriba, pero al mismo tiempo debéis tener una aspiración hacia abajo y que tengáis aspiración a la izquierda y a la derecha. Si tomáis un circulo, pasaréis tres diámetros. Ahora nosotros frecuentemente nos detenemos en amar a Dios. ¿Para qué debemos amar a Dios? En primer lugar tú amarás a Dios, tendrás un estado activo. En primer lugar recibirás el Amor de Dios y lo transmitirás. La gente actual necesita recibir el amor de Dios y recibirlo así como te lo ha dado. No dirás que “yo os amo”, porque esto no es cierto. Cierto es, pero dentro de sí aquel que quiere desarrollarse correctamente, porque en el mundo angelical no se permite ninguna mentira, yo te transmito esto como lo has recibido. Tienes un pan, das la mitad. Este pan es tan puro como aquel que retengo para mí. Das esto lo que Dios te ha dado. Solo de esta manera pueden formarse aquellas conexiones nuevas, donde no hay decepción. Ahora miro, la gente ama y desama.

Se aman y no se aman. ¿Por qué? Porque no transmiten el Amor tal como es. Finalmente, como no transmiten, envejecen, pierden el sentido de la vida, se miran en el espejo – arrugas. No solo esto, pero la esclerosis viene.

Empiezas a endurecerte, las venas se endurecen.

Entonces llegamos a aquel cuento de “Las mil y una noches”, donde una hija Real vivió en el subterráneo y ella era tan bella que se iban hijos Reales a llamarla. Decían: “¡Jalial-Kaz, sal fuera!” Y ella decía: “¡Vuélvete una piedra!” Al decirlo la primera vez, hasta las rodillas se volvía una piedra. Cuando la llamaba una segunda vez y ella decía “¡Vuélvete una piedra!”, él hasta la barriga se volvía una piedra. Una tercera vez cuando decía, todo él se transformaba en piedra.

Ahora haré una analogía. Esta muchacha bella, esto es la felicidad que vosotros buscáis. Cuando dices “felicidad”, éste dice “¡Vuélvete una piedra!” Inmediatamente hasta las rodillas te vuelves una piedra. Cuando dices una segunda vez “felicidad”, hasta la barriga te vuelves. Cuando dices una vez más, terminas. Que explique. En esta leyenda oriental, el hijo Real que se fue, llamó dos veces. Pero él tenía un caballo razonable y dijo a su caballo: “Yo, cuando llame una tercera vez, tú vas a relinchar”. Y cuando dijo él una tercera vez, éste relinchó y ella se olvidó de decir que se vuelva en piedra. Ella mostró su cabeza y él la cogió y la jaló fuera. Cuando la jaló, dijo: “Me transformarás de nuevo en hombre”. Ella tomó una botella de agua, la derramó sobre él. Él la tomó (a la hija – n.d.t.) en su caballo.

¿Quién es este caballo? Esta es la mente humana. Con tu mente buscarás. Sin la mente, en piedra te convertirás. La Escritura dice: “Sed razonables y sed buenos”. Esta es la misma ley. El hombre debe percibir aquello lo Divino dentro de sí. Si no piensas, en piedra te convertirás. Sabrás que cuando te acuerdes del nombre de Dios, pensarás. Tú pensarás tan exquisitamente, que cualquier palabra que digas, que tenga solo un significado. Cuando te acercas a Dios, que seas tan puro, que Su luz pase a través de ti y vaya a la demás gente, entre la cual Dios actúa. Cada uno de vosotros debe ser un conductor de lo magno y lo potente en el mundo. Ahora, cuando algún hombre se vuelva un conductor del amor, nosotros gritamos: “¿Qué te has asilvestrado? ¿A dónde vas?” ¿Pensáis que toda la gente que se ha enamorado, se ha asilvestrado? Yo desearía asilvestrarme así y no echar bombas en las ciudades. Un hombre que ama, mal no hace. El Amor, dice la Escritura, mal no hace. El único Ser que no hace mal en nosotros, éste es Dios. Dios, Quien vive en nosotros, Él es inmutable.

Y nosotros debemos, a través de nuestra mente, estudiar las causas que Él ha puesto en el mundo, que estudiemos las leyes que ha puesto y que estudiemos los fenómenos que ocurren. Cuando los estudiemos, que los apliquemos en estos mundos. Que apliquemos la luz en nuestra mente, que apliquemos el calor en nuestro corazón y que apliquemos la fuerza en nuestro cuerpo. Que nos ocupemos de transformar todas las partes (del cuerpo – n.d.t.) que tenemos. Yo desearía que vosotros, los que me escucháis, desearía que os volváis muy bellos. Pero algunos de vosotros, en vez de volverse más bellos, os volváis más feos. Yo predico, digo: No sabéis cómo pronunciar la palabra “Jalial-Kaz” – felicidad.

No quiero reprocharos, porque si hago un reproche a vosotros, lo hago a mí mismo. Dios es un Ser puro. Siempre el error más pequeño que hacemos, sentimos un sufrimiento. Cuando cumplamos Su voluntad, sentimos una alegría. Cuando hacemos algo, un mal pequeño, inmediatamente dice: “No haces bien”. Tú sientes una aflicción dentro de ti. Haces un mal más grande – la aflicción es más grande. Cuando empezamos a pensar, las aflicciones comienzan a disminuir. Que se queden por lo menos pocas. Sin errores pequeños no se puede en la Tierra. De todas maneras haremos errores, pero que hagamos los errores más pequeños. La Escritura dice: “Los nacidos de Dios pecados no hacen”. Errores puedes hacer, éstos están en el orden de las cosas. Cuando hablas francés, puedes hacer un error en la pronunciación. Cuando escribes en ingles, y cuando sabes puedes hacer error. Abre el diccionario, corrígete. Un trabajo difícil es. 10-15 mil palabras. Tantas palabras, pongamos cinco letras en promedio, setenta y cinco mil letras en promedio, recordar las correlaciones, ¡qué mente tan genial se requiere! ¿Quién puede recordar quince mil palabras con todas las letras? Un trabajo muy difícil.

A dos amos no se puede servir. Entonces, el único amo al cual podemos servir es lo Divino en nosotros. La mente Divina que nos guía adelante. La mente Divina que descubre delante de nosotros la Creación. La mente Divina que descubre la construcción de nuestro cuerpo. La mente Divina que descubre cómo fue creado el Universo. La mente Divina que trabaja en toda la gente sin diferencia. Ésta trabaja en la gente científica. Estos científicos que se han dedicado a la ciencia. A ellos yo les considero santos modernos. Hace tiempo los santos eran otros. Toda la gente científica, en cualquier dirección que trabajan, pero quienes se ocupan para el bien de la humanidad, son santos. Deseo que y todos vosotros lleguéis a ser santos como esta gente científica, para que se introduzca el Reino de Dios en la Tierra.

Voy a citaros un versículo: “Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?” (Hechos 9:4,5 – n.d.t.) Dice: “¿Quién eres Tú, Señor?” – “¡Yo soy Jesús, el hombre del Amor manifestado!”

“Padre nuestro” (oración – n.d.t.).

«DOS AMOS», Conferencia dominical dada por el Maestro Beinsá Dunó, el 1 de octubre de 1939

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