Ego: Una herramienta fundamental en el fantástico camino del autoconocimiento

Lucas María

El Ego en contacto con nosotros

“El ego dice: ‘Cuando todas las cosas estén en su lugar, yo encontraré la paz’. El espíritu dice: ‘encuentra la paz y todo lo demás estará en su lugar’“.

Ricard López

El Ego: nuestro gran enemigo.

Mucho hemos escuchado y dicho sobre él. Nos hemos hecho expertos acusándolo en las acciones de las demás personas y escondiéndolo en las nuestras.

Pues bien, he aquí una novedad: el Ego está presente en todo momento y lugar en el que nosotros estemos.

No puedes sacártelo de encima.

Y por más que esto sea contrario a lo que quizás hemos predicado toda nuestra vida, no es en sí mismo algo malo. En realidad cada uno determina qué lugar le deja ocupar. Todos tenemos la capacidad de transformarlo en nuestro peor enemigo, o en una gran herramienta más para el camino.

Qué es el Ego

 

El Ego es, en palabras sencillas, la imagen que cada uno tiene de sí mismo.

Es esa parte de nuestra psiquis encargada de realizar la fundamental tarea de autorreconocimiento. Es el nexo con el mundo exterior y de este toma la información para crearse como una imagen que nos permita identificarnos en el entorno en el que vivimos.

De esta manera, es una construcción que realizamos a lo largo de nuestras primeras etapas a partir de lo que nuestra familia, nuestros amigos y nuestra sociedad nos enseña.

Lo que sucede es que esta construcción llega con el tiempo a fortalecerse al punto que pasamos a creer que somos esa imagen falsa que el Ego nos proyecta. Esto nos provoca un sinfín de conflictos personales.

Cómo trabaja el Ego

 

El ego es esa parte de nosotros que busca constantemente aprobación en los demás. Necesita que lo quieran, no soporta las críticas, busca tener la razón y busca en el exterior todas las respuestas y las causas de nuestros males.

Sin embargo, la realidad exterior es un espejo que nos refleja nuestra propia luz y nuestra propia sombra. Este mundo no actúa sobre nosotros, sino que es un espacio donde proyectamos lo que somos. Simplemente nos muestra todas aquellas cosas que requieren de atención en nuestro interior.

Si le damos al Ego el control de nuestra vida, no podremos nunca alcanzar la felicidad real, la paz ni el equilibrio, pues este no puede por sí solo trabajar en introspección.

Para ello necesita de ayuda.

Cómo educar al Ego

 

Ego: Peón con la corona de rey

Ya vimos que el Ego es una parte fundamental de nosotros, por lo tanto pensar en eliminarlo no tiene sentido. Piensa en él como un niño caprichoso que grita, se enoja, llora, se asusta. Y como con un niño, nuestro deber consiste en educarlo.

Así pues, vamos a establecer algunos puntos claves para llevar a cabo esta tarea.

1. Entender que es parte de nosotros

Pongo esto como primer paso obligatorio porque el Ego ha sido víctima de mucha estigmatización por parte nuestra. Probablemente durante mucho tiempo lo hemos nombrado nuestro enemigo, y nos hemos embarcado en una lucha interna.

Esto no nos lleva a ningún lado, pues en una batalla contigo mismo no puedes nunca salir ganando.

Acéptalo.

Tiéndele la mano como a un hermano y verás que mediante mucha práctica puede llegar a ser una herramienta imprescindible en el camino de autoconocimiento.

Entiende que ambos son víctimas de esa información captada del exterior. Recuerda que fue creado en un principio por tu propia necesidad.

2. Identifícalo

En materia de reconocerlo, hay una metodología que inevitablemente trae buenos resultados. Es un camino que nos lleva a hacer esa introspección que tanto necesitamos y no es nada más ni nada menos que la meditación.

Ese rato de silencio que pasas contigo mismo te demuestra casi inmediatamente como el Ego no ha crecido en la disciplina de permanecer callado: es esa voz que te habla cuando nadie más lo hace.

Para poder entender cuánto poder tienes realmente sobre él necesitarás realizar la siguiente consigna: mantén tu mente en blanco, límpiala de pensamientos.

Verás que no puede permanecer en silencio durante mucho tiempo.

El Ego continuamente lucha por permanecer en control de la nave. Y para esto te bombardea con pensamientos sobre ti, sobre lo que tienes que hacer, sobre los demás, sobre lo estúpido que es permanecer en silencio con tus pensamientos.

Y por lo general, domina la situación.

La idea, y esto al principio puede resultar un poco difícil, es que logres hacerte a un lado. Medita, y cuando te hable, recuerda que estás sólo de observador.

Ese que habla no eres tú. Identifícalo, dale las gracias y vuelve a ti.

En la medida que practicas, empezarás a tener una concepción dual de tu persona. Pasarás a percibir que ahora convives con otro, con sus fortalezas y debilidades. Tienes que abrirte a conocerlo como en cualquier convivencia.

3. Perdónalo

Ego: Dos personas dándose la mano

Por más que logres identificarlo, recuerda también que fue creado para cumplir una función. Por eso verás que no tiene descanso.

En la medida que tú vayas conociéndote a ti mismo, verás que el Ego nunca cesa de llevar a cabo su tarea. Debes acostumbrarte a ello.

Asume la toma las decisiones de ahora en más y mantente atento a todo momento, pues siempre estará en ti y en cuanto bajes la guardia no dudará en tomar el control de la situación.

4. Entiende lo externo como un reflejo de ti mismo

Identificar al Ego no es el fin de la cuestión, pues él te desafiará constantemente en la medida en la que no trabajes en encontrar las respuestas a tus conflictos.

Busca dentro tuyo. Cada evento externo que te genera una reacción te habla de tu mundo interno.

Aprende a identificar las cosas que te molestan, te irritan o te duelen, y trabaja para comprender qué es lo que te están reflejando.

Verás que en la medida en que vayas encontrando tus respuestas, tu percepción del mundo cambiará. Irás de a poco eliminando la sombra para dar paso a la luz. Te habrás vuelto más grande y estarás más en contacto con tu ser más puro.

5. Entiende que el Ego está presente en todos nosotros

Todas las personas somos víctimas de nuestro propio Ego, y para todos representa un conflicto constante en esta búsqueda existencial de sentido.

No juzgues.

En la medida en que sientas que tu luz se expande fuera de ti hacia el mundo exterior, procura ponerte al servicio de los demás para que ellos también puedan iniciarse en este desafío.

Deja de hablar y comienza a escuchar. Conoce a las personas con el mismo ímpetu con el que has procurado conocerte a ti mismo. Y siempre que puedas, contagia tu luz a través de tus acciones. Predica con el ejemplo, no con la teoría.

La gran batalla

 

Queda en evidencia que tú eres el que tiene el control de tu realidad. Puedes padecerla o aprehenderla dependiendo del paradigma en el que te sitúes para experimentar tu vida.

El camino a recorrer es largo y árduo. Hace falta disciplina para salir del papel de víctima y aventurarse a ser capitán del barco, y esa responsabilidad inspira temor.

Por otro lado, el único fracaso en este sentido es el de no intentar nada.

Todo paso que se dé en la búsqueda del autoconocimiento es un paso hacia adelante, y con mayor o menor tiempo de práctica, todos llegamos en algún momento a vislumbrar el horizonte.

La decisión está en tus manos.

AUTOR: Lucas, redactor en la gran familia de hermandadblanca.org

FUENTES: El Ego y la Escencia del Ser https://www.youtube.com/watch?v=TqmHmyvPwpc

19 comentarios

  1. Bueno eso del ego es un gran maestro ,cómo lo educó si cuando Estoy triste prácticamente siento que el ego tiene una gran corona y se pone como gobernante, cómo lo educó si es más fuerte el dolor

  2. excelente articulo…
    "como dos aves doradas posadas en el mismo árbol, el ego y el yo, íntimos amigos, viven en el mismo cuerpo. El primero come los frutos dulces y amargos del árbol de la vida, mientras que el segundo observa con indiferencia" Upanishad Mundaka

  3. Para volvernos llenos de bienaventuranza, tenemos que sacrificar el ego y saturarnos de la conciencia de que el Señor es nuestro mismísimo ser.
    Mientras tengamos una traza de ego dentro, no podremos ver al Señor claramente. El egoísmo será destruido sí constantemente decimos: "Él es, y no yo", "Él es la fuerza, yo no soy sino el instrumento".
    Manteniendo su nombre siempre en la lengua; Contemplando Su gloria dondequiera que veamos u oigamos algo bello o grandioso.
    Viendo en cada uno, al Señor mismo moviéndose en esa forma; No hablando mal de los demás; Viendo sólo lo bueno en ellos; Recibiendo con agrado cada oportunidad de ayudar a los demás, de consolarlos y de alentarlos por el sendero espiritual.
    Siendo humildes, no enorgulleciéndonos de la riqueza, nacionalidad, autoridad, erudición o clase social.
    Dedicando todas las posesiones físicas, destrezas mentales y logros intelectuales al servicio del Señor y a sus múltiples manifestaciones.

  4. Ni una palabra más…, y ni una menos. Agradezco, inmensamente, "la contestación dada", expresa a mi alma y mi conciencia plenamente. El trabajo sobre el Ego es fundamental y lo remplaza, la felicidad de sentirte parte "definida" dentro de las circunstancias en que vivimos diariamente y dentro de la especie humana que te rodea. La serenidad en la soledad y la alegría del compartir durante hechos compartidos. El "Sentir Crístico", es Luz Eterna en el Camino. Gracias.

  5. Hola lucas, un fraterno abrazo. Me ha gustado el artículo que publicas, pero difiero contigo en un aspecto esencial. Y es que el Ego, si es el principal enemigo número uno de la Humanidad, que podemos y debemos desterrar de nuestras conciencias. Partamos analizando la palabra Ego. Ego, proviene del latín y significa: "Yo". Y como sabes hay dos yoes que hemos diferenciado dentro de nuestro modo ordinario de la conciencia dual por la que regimos nuestra intelectulidad y comprensión del mundo y del lenguaje con el que nombramos las cosas del mundo. Por lo que normalmente hemos conceptuado un "yo" inferior y un "yo" superior. Dándole la categoría al yo inferior, en la que caen todos nuestros aspectos mundanos, referidos a nuestro origen y ralea familiar, todo lo referido a nuestra educación y preparación académica y laboral, junto a todo aquello que aprobamos y rechazamos, creando una identidad llamada fulanito o menganito de tal, que nos convierte en islas separadas de todo lo que nos rodea. Quedando el Yo superior, como ese aspecto espiritual, que nos fusiona con el todo, y al que atribuimos nuestros mejores aspectos como la hermandad y la solidaridad.
    Pero todo esto, no deja en el fondo de ser una división que hacemos desde el mundo parcial y ficticio de la mente dual, "bueno-malo", "blanco-negro", yo superior y yo inferior. Sin embargo, existe otro modo de experimentar la existencia que no pasa por la mente ni su aspecto dual. Esa es, el estado de conciencia del Nirvana o del Conocimiento Silencioso. Mismo estado solo que denominado por distintas culturas y linajes de conocimiento como son el budismo y el chamanismo de los Nuevos Videntes de don Juán, maestro nagual del antropólogo Carlos Castaneda.
    En tal estado la mente desaparece. Ya no hay dualidad, porque sabemos las cosas de forma directa y sin necesidad del lenguaje ni de palabra alguna. Estamos permanentemente en silencio interior ubicados en el presente eterno. Y por supuesto, no dejamos de ser lo que siempre fuimos, solo que ahora, toda nuestra identidad creada por el ego dual, ya no tiene importancia alguna, ya seamos reyes o lacayos, catedráticos o barrenderos. La felicidad aborda nuestro interior, y ya no hay necesidad alguna externa. Vivimos en un estado de desapego absoluto, sin aferramiento alguno. La vida y la muerte, son una misma cosa: Un pensamiento de la mente dual, porque la vida es eterna y siempre presente, aunque te mueras, pues la conciencia de ser creada por la divinidad, es eterna.
    Destronar al ego de nuestras conciencias, significa romper el espejo de la imagen de sí con el que hemos identificado todo lo que somos, y que acaba siendo la cárcel de nuestro espiritu libre y transcendente a los pequeños yoes que hemos construido con nuestras mentes duales. Budismo y chamanismo del linaje de los Nuevos Videntes, son excelentes herramientas que nos guían para desterrar al Ego de nuestra conciencia de ser. Y ahora, prontamente podréis contar con la disciplina de la Atenergia, que funde los tres saberes ancestrales, budismo chamanismo y el espíritu crístico en una misma linea de conocimiento, que podemos llamar el camino atenergial del guerrero o guerrera de la luz. La luz del amor incondicional y de la libertad total.
    Lucas, date cuenta de lo que has hecho con este análisis, no es más que un juego que hacemos desde la mente dual: Ego bueno, ego malo, con el que propones que debemos convivir. En definitiva lo que propones no es más que educar nuestras emociones y sentimientos, lo cual está muy bién y es necesario, dado que convivimos bajo la mente dual aferrada, y que a causa del ego, transforma nuestra Razón Objetiva, en Razón Subjetiva. Pero podemos podemos dar un paso más allá, y transcender la mente, cambiando nuestro estado de conciencia regido por la Razón Dual, y entrar al estado de conciencia del Conocimiento silencioso, que experimenta la vida desde el aquí y ahora, y sabe sin necesidad del intelecto de la mente. Mente, que lo único que hace con los pensamientos y las palabras, es nombrar la existencia, pero no es la existencia en sí misma. Cuando tu dices la palabra árbol, has aprendido con la mente lo que es un árbol, pero no experimentas al ser vivo que se encuentra fusionado contigo que es el árbol. Por lo mismo que cuando expresamos la palabra felicidad, sabemos lo que significa porque en algún momento la hemos sentido, pero la palabra no es la felicidad en si misma. El lenguaje creado por la mente nombra las cosas, las alude, pero no son la misma experiencia vital.
    Una vez que hemos roto el espejo de nuestra imagen con la que nos hemos identificado y accedemos al estado búdico del conocimiento silencioso, hecho añicos el ego que nos hubo encarcelado, podemos tender un puente con el estado de la Razón. Razón, que ahora, roto el ego que la condicionaba con nuestras emociones y sentimientos de los que nos hemos desapegado, deja de ser razón subjetiva y se transforma en razón objetiva.
    Un fuerte abrazo lucas. Y por favor, no confundas a la gente, que bastante cacao mental llevamos todos encima. Date cuenta de la gran responsabilidad que significa escribir un artículo en este portal.
    Sigue meditando, y quizá con un poco de suerte entres en el estado de conciencia del Buda, del Conocimiento Silencioso. Y entonces sabrás por tí mismo lo que significó la cárcel del Ego que habías construido, y podrás escribir articulos en este portal con total autoridad. Y si te has dado cuenta, digo con un poco de suerte entres al estado del buda. Suerte en el sentido de que por más humo que echemos meditando, cambiar nuestro estado de frecuencia conciencial, no depende solo de lo mucho que nos preparemos, pues en última instancia, es decisión del Espíritu Incondicionado, el que nos toca con su ala, trayéndonos la libertad total
    Soy Maitreya, el buda de la silla, y prontamente recibirás gratuitamente mi libro con la disciplina de la Atenergia, que dejo como legado a la Humanidad, para que realicemos sobre Gea, la Tierra del Buda. Disciplina, que además va un paso más allá de la iluminación, guiándonos a la Maestría de la conciencia energial de ser, que nos lleva a transcender la muerte transmigrando a otra dimensión de la Conciencia. Pues todas las frecuencias de onda existentes codificadas con este mundo de la materia y otros mundos energiales, son Conciencia de Ser. La Conciencia de Ser de la Divinidad, con la que Dios nos ha dotado en nuestra creación. Conciencia, que una vez nos hemos deshecho del Ego, con la que podemos viajar como seres de luz de enrgía que somos por las avenidas del multiverso creado por el gran hacedor. Por lo que hay que deshacerse del Ego, lucas. Así que no digas a la gente que es un error hacerlo. Salvo que seas un espiritu maligno que quiere confundir al personal. Y entonces más te vale que aprendas algo de lo que te digo, pues el mal, solo es aferramiento a la vida, al ego y el deseo de aferramiento y control. Suelta, muerete, y encontrarás la transcendencia de la dualidad y la eternidad sin Ego.
    Reitero mi fraternal abrazo para tí y para todo aquel que lea este escrito.

    1. Gracias por tus comentarios sobre exterminar el ego que nosotros mismos hemos creado…
      Me encantaría recibir tu libro en cuanto este terminado, por favor , y Mil gracias,,,Que Dios te bendiga….Ser de Luz…

    1. nuestros demonios hay que saberlos dirigirlos y controlarlos como salomon se cuenta que pudo controlar y dirigir
      sus demonios y le construyeron el templo de salomon y como dijo el padre pio la vida es de colores y el negro
      hay que saberlo mesclar en los colores vivos para que se vea hermoso a los ojos del todopoderoso gracias

  6. No estoy de acuerdo, creo que la única forma de realizarnos espiritualmente es eliminando el EGO o nuestro SATAN interior, que es el reflexión del LOGOS SOLAR nuestra Luz interior. Donde muera un defecto nacerá una virtud. Si no siempre seremos esclavos y victimas de las circunstancias a una Bestia no se puede educar.:) lo mejor sera practicar la aniquilación budista y renacer, solo reflexionen para que nazca la planta debe morir la semilla.

    1. Hola Gerson, estoy totalmente deacuerdo contigo, y acabo de escribirle a Lucas un comentario creo que lo suficiente descrictivo y razonado para que entienda la barbaridad que está diciendo, y más no en la barra de ningún bar, sino nada menos que en el portal de la Hermandad Blanca. No obstante, decirte que dado que tenemos que convivir con el Ego, si que podemos educarlo para atenuar nuestro lado oscuro, al menos hasta que accedamos al estado de conciencia búdico del Nirvana, del Conocimiento Silencioso.
      Soy Maitreya, el buda de la silla, y estoy terminando mi libro: "Te Presento a Dios. El amanecer de la nueva Conciencia Universal". Libro cruzado por la Atenergia, que la nueva disciplina ecléctica fusionada con tres saberes ancestrales: Budismo, Chamanismo, y el espíritu crìstico.
      Un fuerte abrazo Gerson. Cuando esté terminado, que me quedarán entre dos y tres meses, si lo deseas te lo enviaré gratuitamente. Así como a todo aquel que lo desee.
      Paz y amor

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