«El Águila, El Simbolo y El Sendero», el origen energetico de Toledo España, por el Dr Sri K Parvathi Kumar
Transcripción del seminario de Toledo Septiembre 2007
DIA 31.08.2007 Saludos fraternales de corazón y mis mejores deseos.
Os doy la bienvenida a todos a esta convivencia de grupo, para experimentar el corazón del mundo hispánico.
Desde este centro se ha producido una expansión a todo el mundo hispánico. Este lugar es conocido desde los tiempos antes de Cristo (540 años A.C).
En el año 540 a.c. se encontró que este lugar era idóneo para la experimentación metafísica y vino a vivir aquí un grupo de ellos. Éstos, hicieron muchísimo trabajo fundacional que dió como resultado el nacimiento y apogeo de una gran raza dentro de la comunidad humana.
Todos los hermanos españoles, sabéis que la raza hispánica es un renacimiento de la raza ibérica, que está conectada con la raza anterior, llamada la raza «Atlante», y por esta razón fueron los españoles los que cruzaron el Atlántico para encontrar lo que hoy conocemos como las dos Américas. De modo que el corazón desde el que se produjo la expansión fué Toledo, al que el primer grupo de gnósticos que vivió aquí le dio el nombre de «Toletum».
Toledo esta rodeado por un río que hoy llamamos Tajo. Esos sonidos GHA y YA son intercambiables como Jesús, Yesús, como José-Yose, Yesu. Esos sonidos GHA, YA son sonidos intercambiables. Si entramos, cuando vayamos a la ciudad, encontraremos algunos lugares llamados «Teyo». «Teyo» que nosotros decimos Tajo, que sería «Tago». Los griegos hacen terminar todo en OS. Teyo, Tajo, Samos, le ponían siempre una «o» al final. Si adoptamos la clave etimológica, el nombre del río representa el brillo poderoso del sol. Hay una palabra sánscrita que se llama TEYOS, TEYOS significa el brillo del sol.
Esta tierra, la de Toledo, está prácticamente circundada por este río, que ya los antiguos encontraron que se trataba de un lugar sagrado. La silueta, los contornos de lo que podemos llamar la Península o que podemos llamar casi una Isla, asemeja a un gran Águila, con sus dos alas extendidas. Y no es por accidente que el símbolo de los Estados Unidos de América hoy día tenga el Águila con las alas completamente extendidas. Este símbolo ha sido siempre un símbolo sagrado, esto viene ya desde los tiempos ibéricos. Quienes descubrieron este territorio, esta tierra de Toledo, comprendieron que este lugar es un lugar donde las energías del gran Águila están a disposición.
El Águila representa al Señor Cósmico de la Sabiduría, al Señor Cósmico de los Rituales. Escorpio y Sagitario es su punto de unión, es el lugar donde encontramos la constelación del Águila. Es el Águila la que puede remontarse tan alto. El Águila ibérica llamada Garuda es el ave que pudo volar incluso más allá del séptimo cielo. Garuda puede conectar el cielo y la tierra, la tierra y el cielo. Este Águila es tomada como un medio de evolución a cargo de ciertas órdenes ritualísticas, y este Águila se convirtió en su día en el trabajo del Templo, cuyo otro nombre es la masonería.
Hay templos de masonería por todo el globo. Hay un maestro que preside sobre todos estos Templos y que es conocido como el Conde de Saint-Germain. Esta orden ritualista tiene como símbolo el Águila. Incluso en los templos masónicos podemos encontrar hoy día ese símbolo. Claro que este lugar, la ciudad de Toledo, es como el símbolo de un Águila y eligieron ese símbolo como símbolo de esta ciudad.
Si observamos las alas del ave (el Águila), un ala se convierte en siete en el lado derecho y el ala izquierda también se convierte en siete alas. La cabeza del Águila misma mira en ambas direcciones y por eso tiene una cabeza doble, eso significa que puede mirar hacia oriente y puede mirar hacia occidente. Puede mirar a la sabiduría o puede mirar hacia la fuerza. El este es oriente y representa a la sabiduría. El occidente representa la fuerza. Cuando sabiduría y fuerza se unen, la magia puede tener lugar en los siete planos por completo. Por eso se dice que la orden ritualística es una orden de «Orden Ceremonial y Magia».
La comunidad hispánica ha ido creciendo cada vez más y más con ayuda de este orden ceremonial y magia que les produjo resultados mágicos. Todos los pioneros han sido masones de un alto rango. La ciudad de Toledo era la ciudad capital de España hasta el siglo XVI. Al llegar a ese punto del tiempo, la energía se había difundido hacia occidente, y mientras, en la misma medida que se produce una expansión, se produjo un movimiento de desplazamiento del centro; desde Toledo a Madrid y ya sabéis lo que le ocurrió al mundo hispánico a partir de ese momento. El ave que volaba tan alto, se marchó hacia occidente. De ahí, es como en Méjico tienen como símbolo el Águila, y ahí es como en Estados Unidos de América tienen el símbolo del Águila.
El símbolo del Águila que le produjo una tan gran expansión al mundo hispánico, a la comunidad hispánica, se escondió simbólicamente cuando el centro de la actividad se cambió de Toledo a Madrid. Entonces se produjo muchísima expansión material, así como también abuso y la voluntad del ave, se escondió, se ocultó. Por esta razón, trabajar para la propia elevación y trabajar para una elevación colectiva, es necesario. Es necesario que se lleven invocaciones y oraciones en la ciudad. Esta fué la ciudad en la que la sabiduría antigua así como también las religiones modernas encontraron una especie de síntesis; hay sinagogas, hay iglesias cristianas y también hay mezquitas, y todo se llevaba a cabo en armonía.
Toledo, pues, representa la unidad del poder. Cuando hay unidad, hay poder; cuando hay unidad hay fuerza. Para muchos ideales sublimes de los que busca el ser humano, Toledo sobresale como símbolo, por eso se ha creído conveniente hacer nuestra convivencia de grupo durante 3 noches y 3 días, para experimentar las energías de Toledo, y para contribuir una vez más a las energías de Toledo.
Haciendo esto podemos beneficiarnos de esta energía y también en tanto que médiums o mediadores de lo divino, podemos ayudar a que esa energía resucite. Existen ciertos centros antiguos de sabiduría, en los que había sabiduría, había poder y esplendor, lo que conllevaba una vida de armonía, de ahí que necesitemos visitar un centro como Toledo.
Para trabajar con las energías de Toledo, uno ha de comprender en primer lugar la gran ave dentro de uno mismo. Hay una gran ave dentro de nosotros, que está continuamente trabajando, moviendo sus alas y también se mueve desde el Mûladhâra hasta el Sahasrâra y pasa por todos los siete centros, por todos los siete éteres que se llaman los siete cielos, eso es lo que conocemos como el principio pulsante en nosotros. De modo que, en la medida en que uno trabaje con el ave de vida dentro de uno, ese ave es la pulsación, sus alas son la respiración: inhalación y exhalación. Ese Águila tiene también siete alas a modo de siete cielos. Su parte izquierda es la energía de lo material, su parte derecha es la energía del espíritu y la parte central del ave es la energía neutralizadora en la que entra en comunión lo material y lo espiritual para tener la experiencia del esplendor del Alma.
De modo que llevaremos a cabo, o realizaremos, la sabiduría referente al Águila en las dos clases de mañana y el domingo por la mañana haremos una peregrinación a Toledo; esto será para experimentar lo que solemos llamar la punta del iceberg. Mas adelante y según nuestra inclinación podremos trabajar con esta energía.
DIA 01.09.2007
Saludos fraternales de corazón y mis mejores deseos
Estamos entrando respetuosa y humildemente en las energías del Águila.
El Águila se nos ha dado como símbolo de Toledo. Si observamos el símbolo, tiene siete alas o siete extensiones en el ala izquierda y siete extensiones en el ala derecha. Normalmente no vemos aves con siete alas. Es una representación muy feliz y apropiada, lo que nos ha de llevar a pensar porqué tiene siete alas en cada lado, también ello nos ha de hacer pensar que esa no es el Águila que normalmente solemos ver. Tener esta actitud es importante para los estudiantes de ocultismo, la capacidad de ver y la capacidad de comprender a partir de las formas que se nos presentan delante, así como de los sonidos con los que nos encontramos. Los sonidos son símbolos, las formas son símbolos, los colores son símbolos y los números son símbolos. A no ser que conozcamos la transcendencia del número, del sonido, del color, de la forma, no podremos decidir absolutamente acerca de nada de esta creación. El símbolo de un ave con siete pares de alas, es uno de los símbolos más antiguos que en un solo símbolo es capaz de representar toda la Creación. El hombre cósmico puede ser presentado como tal en un símbolo, y el hombre de la tierra es una imagen del hombre cósmico, por eso puede comenzar a ver dentro de si mismo al hombre cósmico, porque él mismo es microcósmico, somos una replica completa del hombre celestial cósmico. Pues el símbolo del Águila es justamente una representación del hombre cósmico. Alrededor de este símbolo podemos apreciar también una circunscripción de ese símbolo del Águila.
Podemos verlo en la puerta principal de la entrada de Toledo, en la misma puerta, y dentro de las tiendas se venden también muchos suvenires con ese símbolo. Las circunscripciones como el huevo cósmico y el que está dentro de esa circunscripción, es el hombre cósmico, cuyo numero es 10. Observaremos como hay siete alas de cada lado, siete pares de alas de cada lado, así como dos cabezas y una corona por encima de las dos cabezas. Normalmente una corona es para decorar una cabeza, pero en este caso, esta corona está muy por encima de esas dos cabezas, tenemos que ver que nos indica eso.
Indica que hay una cabeza que es invisible, es el Rey y las otras dos cabezas son sus dos aspectos: el aspecto gemelo del 1, conjuntamente forman el 3 y a partir de esos 3 surgen todos los mundos, los 7 mundos, los 7 planos de existencia, lo que conjuntamente da 10. Esta es la imagen o entendimiento último de éste símbolo: las tres cabezas que representan a la Trinidad, los 7 pares de alas de cada lado, que representan los 7 planos de existencia, todo ello circunscrito por un huevo, el huevo cósmico, lo que nos está hablando del hombre cósmico. Así también en nosotros existe el huevo del aura de cada ser individual y en él tres cabezas existen como una.
En nosotros las tres cabezas son la Trinidad. En Âjña tenemos al primer logos, sobre el ojo derecho tenemos el segundo logos y sobre el ojo izquierdo tenemos el tercer logos, y además tenemos siete centros en el cuerpo, que representan los siete éteres a partir de los cuales se producen los siete tipos de estados. Cuando esos siete centros funcionan como lotos y no solo como chakras, entonces somos un ave de siete alas, lo que quiere decir un maestro de sabiduría en sintonía con la existencia. Un maestro de sabiduría que es una unidad de consciencia que actúa en los cinco planos de la materia. La existencia, la consciencia y los cinco estados de la materia, hacen que se formen siete estados que representan al hombre séptuple, la creación es también séptuple, el ser humano es séptuple y tenemos que comprender, es necesario que entendamos, el símbolo de ésta manera.
Se dice que la cola de este símbolo, se encuentra en ese punto de unión entre Escorpio y Sagitario, 0 grados de Sagitario. Ahí es donde se encuentra la constelación AGUILA ACULAM, y eso lo único que indica, es, que, justamente a partir de ahí, es de donde surge el ave en nosotros. Según la terminología védica, se la conoce como la constelación de MÛLA, mûla significa el punto más de la esquina, es el extremo, la punta misma de la cola de la serpiente.
La punta de la columna vertebral también se denomina en sanscrito Mûla, por eso, a ese centro se le llama Mûladhâra. Observemos como son las cosas. ¿Qué significa Mûladhâra?: una puntita tan insignificante y casi invisible que es la que sostiene a todo el sistema, de manera que si sufriera algún tipo de alteración la punta de nuestra columna vertebral, no podríamos ni mover las manos, ni los brazos, no podríamos mover ninguna parte del cuerpo. ¡Es un centro de tanta importancia en el cuerpo …! lleno de poder; y en la misma medida en que vemos la voluntad cósmica en la parte alta de la cabeza, tenemos esa misma fuerza en Mûla.
Astrológicamente, cada año, cuando el sol transita por ese día que llamamos el 22 de noviembre, ha entrado ya en la región de Mûla, es como el estado prenatal, y cuando llegamos ya al 22 de diciembre, en esos 30 días de tiempo, cuando el sol entra en la constelación de Mûla, se produce el nacimiento del fuego. Y ese fuego puede ascender como una flecha, por eso a Sagitario se le da también el símbolo de la flecha, esa flecha puede moverse a la velocidad del relámpago desde la esquinita que llamamos los 0 grados de Sagitario y subir directa y atravesar por la cabeza de la bestia y salir más allá, esa es la flecha de Sagitario y eso es lo que representa la energía de España. Esa es pues la energía del aspirante. Se dice que el aspirante es un gran peregrino, un gran viajero, que puede viajar, moverse con rapidez, si es capaz de neutralizar el tiempo referente a Sagitario y adaptarse a las características de Sagitario.
La aspiración es la fuerza que tienen los sagitarianos, y fué la profunda aspiración lo que produjo esa expansión tan grande por parte de los españoles, lo que resultó en la conquista de los grandes mares y volver a ganar la tierra que se había perdido antes y mediante ello, expandirse y llevar a esos lugares la civilización ARIA de la quinta raza raíz, hasta los dos continentes más grandes del globo terráqueo.
Es un hecho que los españoles han sido pioneros, que fueron a Occidente y así como llevaron civilización y un nuevo orden. Puede haber también una cara oscura, pero os pido que no miréis solo la cara oscura, sino la cara brillante, porque luz y oscuridad siempre coexisten, materia y espíritu, siempre coexisten, la izquierda y la derecha siempre coexisten; pero quiero que os fijéis en la inspiración original y os pregunto: ¿De dónde surge? Surgió de Toledo, que es el símbolo del ave, del Águila
La cola del Águila es importante. Si deseáis entrar en la ciudad de Toledo, al primer lugar donde tenéis que ir, es a la cola: sintonizar con las energías de la cola y sólo así podemos entrar. No por el hecho de que haya puentes por todas partes, pues no importa, podemos entrar por donde queramos, desde cualquier punto. ¿De dónde se eleva el fuego de la Kundalini?: Desde el Mûladhâra. De modo que, si queremos una elevación de las energías en nosotros, ello tiene que ocurrir desde el punto de MÛLA, es decir, desde la cola, desde ese punto se debe elevar, de modo que primero hemos de visualizar la cola.
La primera vez que yo visité Toledo, por gracia, fuí llevado en primer lugar al punto de la cola del Águila. La segunda vez, ayer, cuando volví a ir, llevé al grupo que estaba, conscientemente a ese punto, y lo primero que les mostré fue la cola, porque el programa entero comienza desde el punto de la cola del Águila.
Y no es por casualidad que el primer grupo de la gente que se estableció aquí, se asentó en ese punto de la cola del Águila. A partir de ahí, la ciudad se empezó a expandir, desde el sur al suroeste. Mañana lo podremos ver, os enseñaré donde está la cola en un mapa y Dios lo quiera, cuando vayamos todos juntos, que podamos ir primero a la cola y más tarde encontremos nuestra expresión por la ciudad de Toledo.
De modo que la cola es importante. Si el Mûladhâra es débil, ningún yoga puede tener lugar. El Mûladhâra hemos de mantenerlo fuerte. La fuerza del Mûladhâra tiene que ser, pues, la fuerza del fuego de Kundalini. El fuego de Kundalini no existe así prefabricado, no es como las camisetas o pantalones prefabricados, sino que tenemos que prepararlo, formarlo. El fuego no está sin más allí, pero sí podemos hacer que surja ¿no es cierto? Se trate de la gasolina, del queroseno, o sea el carbón, en todos estos elementos existe el fuego, pero ¿como hacerlo entrar en ignición a ese fuego? Poner en ignición el fuego del Mûladhâra, es lo que se llama una iniciación.
Esa iniciación ocurre cuando dos fuegos se encuentran, hay fuego en las células del cuerpo y hay también fuego en el sol que viene a través del aire en forma de Prana, como energía vital. Necesitamos introducir en nosotros mucha energía vital y hacer de nuestro organismo algo más y más vital cada vez. Es, ser capaces de absorber tanta vida como podamos mediante una buena y completa respiración para que el cuerpo se caliente, entre en calor, y luego la fuerza pránica proveniente del sol, a medida que la vamos absorbiendo, más y más se produce la fusión del fuego que hay en las células del cuerpo y el fuego que hay en el Prana. Esa fusión ocurre en el Mûladhâra. Eso es lo que hace que nazca el fuego de Kundalini, del mismo modo que dentro de la madera existe el fuego, o en el carbón como sustancia hay fuego, así también en las células del cuerpo, por eso tenemos el calor corporal. Si el fuego no existiera en las células del cuerpo, el hombre moriría. El calor del cuerpo, más la vida que proviene del sol, cuando se unen, se produce el nacimiento del fuego de Kundalini.
Acerca de esto hablé este junio en el último seminario, no voy a entrar ahora en todos esos detalles, pero sí, lo que os quiero decir, es que la alquimia del fuego de Kundalini, se produce en la cola, en la punta misma de la cola, y así el Mûladhâra se convierte en un Mûladhâra superior. El Mûladhâra de abajo, se encuentra en Escorpio, el Mûladhâra de arriba o superior, se encuentra en el comienzo de Sagitario. De modo que, la punta de la cola está durmiendo en Escorpio, y en Sagitario es cuando recibe ese estímulo: el surgir, donde se desata; y cuando se produce ese desencadenamiento, es cuando se produce esa sensación que sube por todo el Sushumna. Saber esto es importante para todos aquellos que aspiren a ser viajeros por el sendero de la luz, a estas personas se les llama los discípulos o los estudiantes del yoga. Hasta que no ocurra esto, todos los centros que tenemos a modo de chakras, no funcionan según la dirección del hombre, sino que actúan en forma de remolinos de energía, estos remolinos son llamados chakras. Este movimiento de la energía del remolino, también adopta la forma de despliegue, entonces esos mismos chakras se convierten en Pagmas, Lotos. Pagma o Loto, significa, justamente, la energía que se abre, que se despliega. Chakra o remolino, es una energía, que, se auto condiciona, es decir, no existe la apertura, el despliegue, como en el caso de los lotos. Entonces ¿que ocurre cuando se inicia el Mûladhâra?, pues, que los chakras uno tras otro, se transforman en Pagmas, las ruedas se convierten en lotos, así tenemos un loto en la cabeza, lotos en la frente, lotos a la altura del centro laringeo, un loto a la altura del corazón. Pero son lotos sólo cuando se han abierto, por eso, el trabajo inicial comienza por el Mûladhâra, de ahí que el entero trabajo haya de ser comenzado por la cola.
Una vez al año tenemos Sagitario, y es el mes para realizar esas prácticas, durante el mes de Sagitario, las dos horas antes del amanecer, son los momentos más importantes para realizar este trabajo, es decir, que si queremos ser sagitarianos, si queremos ser aspirantes, hemos de considerar el levantarnos dos horas antes de que amanezca. Si no podemos hacerlo, quiere decir que nuestro cuerpo no está preparado. Aceptémoslo como un hecho esto que digo.
Personas de cuerpo pesado no se pueden levantar temprano por la mañana y cuando digo cuerpo pesado, es porque hay también personas de cuerpo pesado pero que son muy activas, y hay también personas con cuerpo muy ligero pero muy perezosas, de modo que, cuando hablo de la pesadez, me refiero a lo pesado de la materia que hay dentro de las células del cuerpo. Esta materia de las células, es la que tiene que ser sometida al fuego para que pierda su densidad, de otro modo no puede haber actividad espiritual, esta es una verdad amarga, que sin embargo, más tarde se hará muy dulce. Las medicinas suelen ser amargas, pero la salud que nos dan suele ser muy dulce. Amargas al principio, pero eternamente dulces, eso es mucho mejor, que dulce al inicio y más tarde amargo, o eternamente amargo. Así que ¿deseamos tener eternamente una vida de bienaventuranza, una vida de dulzura? o, ¿deseamos tener eternamente una vida amarga?. El secreto está en nuestro temprano despertar.
Sabéis que cada día, en las dos primeras horas antes de que salga el sol, es Capricornio. El punto del amanecer, es el comienzo de Capricornio, y la hora de la puesta del sol, es el punto de comienzo de Cáncer. Entonces, cuando sea Sagitario, cada día, dos horas antes del amanecer, es de lo que hablamos, por eso, son importantes esas dos horas antes del amanecer, para trabajar con las energías del ave y no de otro modo. Hemos de estar muy activos ya dos horas antes de que salga el sol, y hemos de ser capaces de orientarnos para recibir las energías presentes en ese momento, esa es la aspiración ardiente, eso es lo que en sánscrito se llama TAPAS. Sin esa aspiración ardiente, no podemos encender el fuego de Kundalini en nosotros, y a no ser que se forme ese fuego, no podremos suponer que nuestro cuerpo contribuya con nosotros en nuestra actividad de discipulado.
Las energías sutiles son muchísimo, pero muchísimo superiores, si nos acostumbramos a tener ese hábito de levantarnos temprano y llevar a cabo las prácticas de respiración, de contemplación, de meditación durante esos momentos. Al llegar el momento en el que el sol ha salido, habremos ya completado esas prácticas, es decir, nos habremos asegurado que el fuego de la Kundalini surja en nosotros.
Ese es el desafío que le espera al aspirante para transformarse y convertirse en discípulo, pues eso es lo que representa Sagitario. Aquellos de entre vosotros que lean libros y especialmente los libros del Maestro Djwal Khul, sabréis muy bien que la raza española como tal, es sagitariana, que el mundo hispánico, nosotros, estamos gobernados por la energía de Sagitario y nuestro símbolo principal es el Águila, y el momento es, dos horas antes del amanecer.
Para ser capaces de estar listos y preparados al llegar ese punto de tiempo, tenemos que cambiar el ritmo diario, cenar más pronto, ir a la cama, acostarse antes, para levantarnos antes. El que nos podamos levantar temprano o no, depende de como navegamos la noche anterior. ¿Como cerramos el día de ayer?: si lo hubiéramos cerrado con mucha paz y mucho equilibrio, lo podremos abrir en equilibrio; se dice: si se cierra en paz, se abre en equilibrio.
En los rituales masónicos se dice: el cuerpo es un templo y con este templo llevamos a cabo la actividad que se llama servicio del templo. ¿Que quiere decir servicio del templo? Consiste en transmitir luz, transmitir amor, transmitir buena voluntad, transmitir armonía, todo esto que es energía divina. Ese templo tiene que cerrarse apaciblemente. Para cerrar apaciblemente el templo, tenemos que dejar la actividad, irnos a la cama pronto para que también ese mismo templo pueda abrirse temprano por la mañana nuevamente.
Todos los templos en la India, abren sus puertas a las 3 de la madrugada, de hecho el cuerpo es el templo, de modo que podemos ser capaces de despertarlo al menos a las 4 de la madrugada, porque las mejores energías del día están disponibles en ese momento. Asi que, hemos de ir siempre a por lo mejor. Esas energías nos permiten que el trabajo del fuego ocurra en nosotros. ¿Cual es la situación actual hoy día? La gente hace lo contrario, suele irse muy tarde a la cama y se levanta también muy tarde por la mañana, entonces el fuego no existe como debiera existir. Si, claro que algo de fuego hay, pero no el fuego que hace posible la necesaria alquimia, a menos que haya un fuego adecuado, no se puede guisar. De modo que, cuando hay un fuego adecuado en nosotros, todo en nosotros estará bien guisado y ese alimento que sale después del buen guiso, es decir, las energías divinas, pueden ser ofrecidas a la Sociedad en general. Pero nosotros en vez de ofrecer, entregar, pensamos siempre en recibir de la Sociedad. El discipulado es un proceso de entregar más que de recibir ¿no es cierto?, así que, por mucho que leamos los libros una y otra vez, si no adoptamos estas prácticas, no nos sirve de nada.
Yo se que hacer todo esto de una vez, es, muy, muy difícil; sin embargo, por eso digo: poquito a poco, paso a paso y veamos así como conseguir esa meta, y además de eso, dedicar ese tiempo que se nos da, para las prácticas que nos dan nuestros maestros y nuestros libros. Dos horas exclusivamente dedicadas para nosotros mismos antes de que el mundo despierte. Eso es de gran bendición, en ese momento tenemos el mejor de los silencios, podemos cantar el OM, podemos hacer Pranayama, podemos hacer meditación y podemos también estudiar. La gente suele decir: es que no tenemos tiempo para estudiar ni para meditar, pues tenemos que encontrar el tiempo, sacarlo de alguna parte, eso es lo que se llama la voluntad sagitariana. La voluntad de Sagitario es como la flecha, miramos a la diana, soltamos la flecha y ya ésta, llega muy deprisa. Pues eso es lo que representa el símbolo del Águila, de la cola a la cabeza y más allá, uno puede ir, si tiene la intención de utilizar con decisión la energía de Sagitario. Todos los aspirantes son sagitarianos, y, tanto si son aspirantes como si no lo son, saben bien si han adoptado ésta práctica. Sabéis, el Maestro de segundo rayo, el Maestro Kûthûmi dice: «aquellos que no estén listos para el trabajo antes del amanecer, llevando acabo debidamente las prácticas del discipulado con corrección, es decir, que, aquellos que no estén listos habiendo completado estas prácticas cuando salga el sol, no pueden seguir a la Jerarquía».
No se suele popularizar mucho este tipo de afirmaciones, porque no conviene oírlas; sin embargo alguna vez tenemos que oír o tenemos que hablar de la amarga verdad, lo que se puede conseguir durante esas dos horas, no podemos conseguirlo durante ningún otro momento del día, de modo que esto requiere que cerremos la actividad del día anterior mucho antes de lo que lo hacemos; ese es nuestro karma. Según el karma de la noche pasada, esta mañana nos habremos levantado activos o con dudas, o puede que no nos hayamos ni siquiera levantado.
Este punto es un punto nodal, porque nos lleva a lo que llamamos el solsticio de invierno. Cada amanecer es Capricornio, solsticio de invierno, cada atardecer es solsticio de verano. Cuando el globo del sol está bajando por el horizonte y llega, hay más oscuridad; el atardecer nos está trayendo el mensaje de que le va a seguir la oscuridad, el amanecer, el alba, es un mensaje de que la luz va a venir acto seguido, de modo, que hemos de estar preparados para recibir las energías de luz dos horas antes. Si eso es importante, es mejor que así lo hagamos, si la luz es importante para nosotros, más vale que estemos allí dos horas antes. Si es importante un vuelo de avión para nosotros, tenemos que estar en el aeropuerto dos horas antes ¿verdad? bueno, nos las arreglamos de todas maneras para estar de algún modo dos horas antes en el aeropuerto, y, ¿porqué?, porque si no, puede que perdamos el vuelo y que además tengamos que volver a pagar otro billete de avión. De modo que, porque tenemos problemas de dinero, no podemos permitirnos perder el vuelo, sin embargo la luz si que nos la podemos pasar por alto, ¿porqué? ¿porque se nos da gratis?
La naturaleza nos lo da todo gratis, por eso no lo valoramos tanto, ¿verdad?, pero, no sabemos en realidad que coste conlleva todo eso; el coste es la muerte, la oscuridad es muerte, la luz es vida. Si podemos caminar o inclinarnos por el sendero de la luz, podremos ver la luz incluso en la oscuridad, eso es lo que se llama transcender la muerte, y llegaremos a la luz que hay más allá de la oscuridad. La Escritura Sagrada dice que Dios es aquella luz que está más allá de la oscuridad, es inmortal, es eterno. Para caminar pues por esa eternidad de luz, necesitamos comenzar temprano nuestro día, y mucho más si habéis nacido en una comunidad hispánica; ¿sabéis porque?, porque se os ha dotado de una manera especial de esa energía, nos la ha otorgado Dios mismo. Eso es lo que deseaba deciros como primer escalón, o paso, para entrar en las energías del Águila.
Entrar en Toledo, hemos de entenderlo, como entrar en las energías del Águila; así se concibió pues, el símbolo, porque el contorno de la tierra forma justamente como un Águila con sus alas extendidas. Por consiguiente, los conocedores o sabios que vinieron en primer lugar a este sitio, es decir hace 2500 años, y para ser más exactos 2547 años, porque a 540 a.c. le hemos de añadir además la edad de Cristo que es 33 años, a si, que 573 años, y entonces, luego, empieza el después de Cristo, que son 2007 años, de modo, que 2007 mas 573, podemos hacer la suma y nos dará la cifra.
Ese fué el punto en el que esa gente vino aquí; debían ser verdaderos conocedores. Sabéis que en la comunidad hebrea creen en contemplaciones y meditaciones muy profundas, TAPAS en sánscrito, como los hindúes o la gente que vive en los himalayas, cuya mayor ocupación es hacer meditación y contemplación, y que solían encontrar lugares en los que la naturaleza contribuye mucho más a esa contemplación y meditación suyas.
Los judíos como sabéis, se movían, iban por todas partes, porque según la ley que tienen, no pueden poseer tierra, lo cual es muy simbólico, muy espiritual. No poder poseer tierra, quiere decir que no se puede poseer el cuerpo, sí, ellos pueden utilizar el cuerpo, pero no poseerlo, no tenerlo en propiedad. Pues así es, como, el verdadero discípulo, ha de entender las cosas, el discípulo sabe bien que el cuerpo le ha sido dado y que no es suyo propio, el cuerpo ha sido dado por Dios, y a un discípulo se le permite hacer uso apropiado de él. Él es el viajero y su cuerpo es el vehículo, el carruaje, él tiene una responsabilidad para con ese carruaje. Si el viajero no hace buen uso de ese carruaje, su viaje se verá afectado.
Arjuna es también un sagitariano, Arjuna nació en el mes de Sagitario y se le dió un carruaje celestial de fuego. El Deva del fuego le otorgó un carro a Arjuna. Pues no solo a Arjuna, a todos nosotros, el Deva del fuego, nos otorga también un carruaje de fuego y todos somos al igual que Arjuna viajeros, lo único que pasa es que el viaje de Arjuna fué hacia la luz y nuestro viaje, a de tener lugar también hacia ella. Una vez terminado el trabajo, Arjuna desmontó del carruaje, y luego, éste entró en llamas, él se bajó del carruaje y éste se incendió. Así también nosotros hemos de ser capaces de salir de nuestro carruaje y de ese modo no morimos. Ahora bien si nos quedamos dentro de él mientras está ardiendo, entonces morimos.
A Arjuna, al acabar la guerra, el Señor le dijo: bájate de tu carro; Arjuna era un discípulo, el Señor le dijo: ahora que ha terminado el trabajo, bájate del carruaje; él lo hizo, se bajó y el Señor también se bajó del carruaje, se llevó a Arjuna un poco distante del carro y le dijo: mira el carro ahora; y se prendió en llamas y desapareció. Así es nuestro cuerpo. Éste puede ser sometido al fuego, pero antes de que nuestro cuerpo sea incinerado, o, antes de que nuestro cuerpo sea enterrado, hemos de saber como salir de él, ese es, el conocimiento que tiene un sagitariano. Ese cuerpo, pues, ha de ser un vehículo para el alma, de modo que preparar el cuerpo para que sea un vehículo del alma, utilizándolo con fines divinos y nunca poseer el cuerpo como algo propio nuestro, es un aspecto de la sabiduría que también se imparte en la tradición judía, y por eso, se les instruye de que no posean tierra. Pero, porque actualmente están haciendo lo contrario, están padeciendo el conflicto. Eso es todo política, no vamos a entrar, ni entraremos en la política.
Si queremos ser los hijos elegidos de Dios, hemos de entender, tener bien claro, que el cuerpo es dado por Dios y no es nuestro, tenemos que poner a buen uso este instrumento divino del cuerpo, sólo con fines divinos, entonces si que el cuerpo cooperará. Cuando es utilizado con otros fines el cuerpo decae, empieza a tener enfermedades, y también nos expone a la muerte. Hay una afirmación en el Veda que dice: «antes de que el cuerpo nos someta a la muerte, sometámoslo nosotros a la muerte a él». Esa es una técnica que la comprendemos en los estados avanzados de meditación, por eso, algunos de estos seres que conocían algunos de éstos aspectos sublimes de la sabiduría de entre los judíos, al parecer vinieron y se establecieron aquí, a la altura de la cola del Águila, en Toledo, para realizar el trabajo, para llevar a cabo la meditación.
Si vamos a Israel y Palestina, en esos lugares, especialmente en los lugares a las dos orillas del río Jordán, encontraremos muchos templos, grutas y cuevas innumerables, en las colinas, en los acantilados donde la gente meditaba, meditaba y meditaba y todas las revelaciones que obtenían, las escribían y en cada una de esas cuevas o grutas, se encuentran rollos y más rollos de pergamino, no el tipo de papel que tenemos ahora, sino un tipo de papel hecho de corteza de árbol. No tenían ansia por publicar todos esos manuscritos en forma de libros, sino que lo que recibían lo escribían y lo dejaban allí en un lugar. Sabéis … esta tierra que hoy se llama tierra de Israel, era conocida antes como tierra de Canaá. Canaá es conocimiento y de ahí, de Canaá, es de donde surgieron los gnósticos y esos eran los seres que principalmente se dedicaban a meditar, y, fueron los que encontraron esa energía del Águila aquí en Toledo y energetizaron este lugar.
De modo que los que saben, los conocedores tienen que energetizar el lugar porque la energía está oculta. La finalidad de una convivencia de grupo como la nuestra aquí, es para informarle a todos los grupos espirituales de España, para que trabajen para energetizar Toledo.
Una vez que Toledo esté energetizado, toda la comunidad hispánica se elevará. Actualmente, en el plano de pensamiento, se está produciendo dentro de la comunidad hispánica una especie de renacimiento, pues este renacimiento puede ocurrir de verdad si energetizamos este lugar y ello será un trabajo planetario. Energetizar los puntos magnéticos de la tierra es también la tarea del nuevo grupo de servidores del mundo, una vez que se perciben las energías, esto se puede hacer, pero antes de intentar energetizar un lugar hemos de energetizarnos primero a nosotros mismos. Para que podamos energetizar los lugares, en este caso, trabajar con Toledo, quiere decir, primero trabajar con nosotros, para que podamos llevar el arco dorado de los tiempos.
Desde Capricornio hasta Cáncer, los seis meses en los que el día dura más, o, que aumenta más la luz del día, se llama el arco ascendente, arco creciente de oro, el oro representa a la luz, de modo que le traeremos mucha luz a la comunidad si comenzamos con las energías de Sagitario. El arco de Capricornio a Cáncer es el arco dorado que se llama en sánscrito Irania Danus. Irania es dorado, Danu significa arco. El otro arco, el opuesto de Cáncer a Capricornio se llama en sánscrito Virga Thamas, que significa: el que está en profundo sueño durante mucho tiempo. De modo que el que está durmiendo tiene que ser despertado, esa es la tarea del discipulado.
Las energías en el ser humano están por lo general en un estado de sueño, durmiendo, y la mayoría de las energías que tenemos, no están en funcionamiento, sólo funcionan bien las energías de tipo mundano en nosotros, lo cual es sólo una cuarta parte de nosotros. Hay tres cuartas partes que son divinas y nosotros estábamos, pues, trabajando solo con un 25% de nuestra capacidad, tenemos, pues, que elevarnos y hacer despertar esas otras 3/4 partes en nosotros que son divinas e inmortales, y para ello, el punto de inicio, son las prácticas tempranas por la mañana. Esto constituye un aspecto con respecto al Águila.
Ahora bien, este Águila también es el puente entre lo desconocido y lo conocido. Desde lo desconocido a lo conocido ha de haber un pasadizo, un camino, porque sino: ¿cómo podríamos saber? Ese puente en el Veda es descrito como un Águila. Todos nosotros sabemos que respiramos y también sabemos si somos un poquito regulares con nuestras meditaciones en la pulsación. Se produce la respiración, pero, ¿qué es lo que produce o causa la pulsación? ¿Qué es lo que hay más allá de la pulsación y que es responsable de causar la pulsación? Pues a ese puente se le llama el Águila. Del mismo modo está el estado de sueño, de estar durmiendo, y, el estado de estar despierto. Mientras uno duerme no hay despertar, no sabemos que existimos, si bien, estamos existiendo. Mientras dormimos no tenemos conocimiento, no sabemos que estamos existiendo. Así que del no saber, a lo que conocemos, hay un puente, a ese puente se le llama «el Águila».
De modo que ese puente entre lo desconocido y lo conocido es de suma importancia; así, existe ese puente en los siete planos, para que lo invisible se vuelva visible, hay un puente. Conocemos el sonido, pero éste, es una manifestación que tiene a su vez una base de la que ha nacido. Solemos tomar el sonido que oímos diciendo sí, ahí está, ese es, pero, ¿de dónde proviene?, ¿de dónde sale?, ¿de dónde nace ese sonido?
Conocemos los colores, sabemos que todos los colores tienen su base en la luz, pero, ¿de dónde proviene la luz? La luz no es eterna. Pero hay una luz detrás de esa luz, de la que esa luz proviene, de modo que la luz más allá de la luz, el sonido más allá del sonido, la inteligencia antes de que sepamos algo, la energía que existe antes de la pulsación …, para todo ello hay un puente, un puente relativo a ello. A ese puente en el Veda siempre se le llama el Águila. A ese puente es a lo que Madame Blavatsky llama cuando dice: el espacio pulsa, y, a partir de entonces, hay acontecimientos sucesivos.
Para que se produzca el sistema cósmico, el sistema solar, los diferentes estados de éter y de aire, del agua, del fuego, de la materia sólida, en cada estado de transformación, está el Águila. Así hemos de entender al Águila védica, que es la que nos revela los secretos de la Creación. Ese Águila, como ya dije ayer, es conocida como el Señor de todos los rituales. Porque la alquimia de la Creación es llevada a cabo por este Águila siguiendo un ritmo, por eso se utiliza el Águila en toda actividad rítmica. Toda la actividad masónica es una actividad rítmica. El ritual se vuelve vivo cuando hay ritmo en él. De no ser así, no deja de ser una rutina muerta.
De modo que realizar los rituales de manera rítmica, siempre ha sido el trabajo de los Templos Masónicos, para manifestar de lo invisible a lo visible. Así realiza las manifestaciones la magia del 7º Rayo, de la invisibilidad a la visibilidad, y, a través del ritual, llevar a cabo esta manifestación. ¿Cómo se hace eso? pues, reduciendo la velocidad de la luz. Cuando se reduce la velocidad de la luz, poco a poco, se comienza a formar la materia. En el plano material denso, hay poca luz, en el agua, hay más luz que en la materia sólida, en el fuego la actividad de la luz es mucho mayor que en el agua o que en la materia sólida, en el aire hay una mayor actividad del fuego, lo que podemos ver como Âkâsha; el cielo que decimos está lleno de luz, tiene lugar una completa actividad de luz. Desde ese Âkâsha, al ser reducida la velocidad de la luz, es cuando se empieza a formar el aire, y, si se sigue reduciendo aún más, se produce el fuego y si esa velocidad de la luz se reduce aún más, se produce el agua, y, cuando esa luz es traída hasta un estado durmiente, prácticamente, de esa luz, es cuando se forma la materia sólida, en esto consiste la alquimia. Ésta es la alquimia que conocen los filósofos del fuego, todos los filósofos del fuego, son grandes ritualistas, porque observan y ven como son las cosas en la Creación y adoptan ese ritmo de la Creación.
Los rituales hechos por el hombre, no son otra cosa sino una representación aquí del gran ritual que está teniendo lugar en el Cosmos, el movimiento mismo de la tierra es muy ritualista, así es también el movimiento de los demás planetas, e incluso el movimiento del Sol alrededor del Sol Central. En todo lo que existe en la naturaleza, podemos ver este ritmo. Ese ritmo se nos revela a través de este símbolo del Águila. La mayoría de los Maestros de 7º Rayo, se nos aparecen en forma de Águila, por eso, para todos los templos de masonería, el primer símbolo primordial que se dá es el del Águila; así tenemos que considerar las diversas dimensiones del Águila. Ayer os di algunas, algunas otras hoy, algunas más serán dadas ésta tarde.
En los Vedas hay un capítulo dedicado enteramente a este Águila y hay 56 himnos que se cantan en honor de éste Águila, los cuales describen con detalle todo el trabajo que hace este Águila, también la Trinidad está dentro de este Águila ¿podéis imaginaros eso? Porque en la mismísima frente del Águila existe la Trinidad, pero ve más allá. En el más allá de la Trinidad está la Luz pura de la consciencia, ve mucho más allá de esa Luz, incluso es lo que llamamos la existencia pura. Y desde ese estado de origen, empieza a traer hacia abajo todo lo que conocemos como Consciencia, como la Trinidad de: Voluntad, Amor y Luz más luego los siete estados del éter. De modo que este Águila es conocida como la energía que todo lo impregna, e incluso ya considerado en ese punto de Trinidad, se convierte en una dualidad, esa dualidad sería el ala izquierda y el ala derecha.
Al ala izquierda se le llama la madre de la oscuridad o la reina de la oscuridad, al ala derecha se le llama la madre de luz. A la madre de la oscuridad se le llama Diti en sánscrito, y a la madre de luz se le llama en sánscrito Aditi. La mayor parte de vosotros, conocéis, debido a lo que escribió Sri Aurobindo, acerca de Diti. Pues Aditi y Diti, juntas, provienen de la misma fuente. Esa fuente de origen era ya venerada y es venerada por la cultura celta. Antes de que surgieran todas las religiones que tenemos aquí en occidente, hubo mucha actividad celta, que es muy ritualista, sintonizándose con la actividad mayor del sistema superior; según los celtas, esta persona cósmica de la que emergen luz y oscuridad es llamada Kashyapa. Si habláis con alguien que siga la cultura celta os dirá: nuestra divinidad es Kashyapa, no aceptamos otra divinidad que no sea Kashyapa. Kashyapa, es el lugar de nacimiento de la dualidad, es el que todo lo mira. La dualidad en nosotros comienza ya a partir del cuello, de la garganta, la parte izquierda y la derecha. Bueno claro está, también, la dualidad comienza ya en nuestro Sahasrâra, como hemisferio izquierdo y derecho del cerebro, a los que se les llama la divinidad gemela. Más allá de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, está, lo que se describe como Kashyapa o el Águila, y su historia está muy bien descrita con todo su simbolismo en el Mahabharatha.
Podemos ver, descubrir, cosas escritas acerca del Águila en los Vedas, hay también un Purana que habla del Águila, que se llama Garuda Purana, y hay también un episodio en el Mahabharatha que habla de Garuda, el Águila.
Pero aparte de todo esto, para nosotros es importante que comprendamos que es lo que representa este Águila; como símbolo, ha sido bien descrito hasta ahora en las cosas que acabo de citar. El Águila nos da un mensaje de que las alas opuestas no son sino complementarias.
Hemos de ser capaces de aceptar los opuestos, a eso se le llama el estado de yoga, la ignorancia y el conocimiento existen, y existen juntos, la luz y la sombra existen juntas, el día y la noche existen juntos. No intentemos rechazar una parte y aceptar otra parte, porque en realidad no hay dos partes, sino que son en apariencia dos, pero son en verdad una. Esta síntesis es importante, todo lo visible es una parte, todo lo invisible es otra parte, pero lo visible proviene, o nace, de lo invisible, de modo que, no se puede decir que lo visible sea algo separado de lo invisible. Si yo tengo el pensamiento, la idea, ese pensamiento o idea, vosotros no los podéis ver, pues hasta que yo no reciba esa idea, ese pensamiento, siguen siendo invisibles para mi mismo también ¿no es cierto?
Si yo no percibiera nada, no podría concebir nada, y si no puedo concebir nada, no puedo tampoco hablar; para todo lo que estoy diciendo hay algo en mi que ha sido concebido antes y sin embargo eso para vosotros está oculto, escondido, pero para mi es visible. Sin embargo incluso para mi, cuando aun no he percibido, también sigue estando escondido, oculto, de modo que, el hecho está más allá y todo lo que está más allá, alcanza un nivel perceptible y acto seguido llega a un nivel concebible, convirtiéndose en concepto, y cuando luego hablamos, entra ya en el plano de la objetividad. Del mismo modo todo lo visible tiene tres estados precedentes, tres de esos estados son invisibles, pero un estado es visible, de modo que dentro de la cosa visible, está lo invisible. En lo invisible, está también dentro lo visible, por eso se ha podido manifestar. Del mismo modo que en una semilla está dentro el árbol completo, sin embargo no podemos verlo como tal, en cambio un sabio, un vidente, puede verlo, puede ver como es cierto que en la semilla están todos los detalles del árbol futuro. El sabio vidente puede ver el diseño del árbol en la semilla y para nosotros no deja de ser una simple semillita, sin embargo dentro de esa semilla hay un plan, hay una planta y ese plan se despliega, se abre poco a poco a medida que la semilla va germinando.
Al estado inmediatamente precedente del estado actual, lo llamamos el estado invisible, pero sin embargo ese estado, que llamamos invisible nosotros, es visible para otro estado que hay antes de él, o cuando nos dicen que es lo invisible, respondemos: no sabemos, es oscuridad para nosotros ¿verdad?, todo lo que no sabemos es oscuridad para nosotros y lo que sabemos es luz para nosotros. Pues en la medida en que haya cosas que son desconocidas tenemos oscuridad, y, en la medida en que no haya conocimiento habrá ignorancia ¿verdad?, pero lo desconocido se vuelve conocido mediante el proceso de conocer, de saber.
Para los seres que saben, hay un límite: aquello que están intentando conocer o saber. Cuando intenta conocer AQUELLO, el que está conociendo desaparece en ese mismo conocimiento, el conocedor y lo conocido desaparecen en el conocimiento. De modo que ¿cómo puede uno conocer, aquel conocimiento, si uno mismo ya no está presente? Cuando no hay perceptor ¿Qué puede uno percibir? Si el perceptor desaparece en aquello que está intentando percibir ¿Cómo lo puede uno percibir o conocer? ¿Cómo podemos saber que es AQUELLO, lo más alto. Aquella conexión con lo absoluto, es lo que se dice que es el pico del Águila. Por eso, por lo general, se representa al Águila con el pico hacia arriba, y en la parte de abajo, está la punta de la cola.
Desde la punta del pico hasta la punta de la cola, y de camino, a su paso, está la cabeza de luz, la consciencia pura, acto seguido, hay un triángulo que representa a la Trinidad de la consciencia, acto seguido, están los siete planos con luz y oscuridad, con lo divino y lo diabólico, con el espíritu y con la materia, y acto seguido, si uno asciende por ese sendero, que es el sendero del centro, tanto oscuridad como luz se ponen de acuerdo en ese sendero.
Pues a la hora del amanecer, se produce el encuentro de la luz y de la oscuridad, y, están de acuerdo. ¿Qué ocurre durante el amanecer?, que la oscuridad se pone de acuerdo en convertirse en luz. Antes era oscuridad, pero llegado a ese punto, está de acuerdo en convertirse en luz. ¿Qué ocurrió por la tarde?: que la luz estuvo de acuerdo en convertirse en oscuridad, pues ese es el estado de Yoga. Estar de acuerdo tanto con la ignorancia como con el conocimiento, no rechazar a uno y preferir al otro, porque ambos existen siempre. Esta capacidad para absorber en uno la dualidad, es el principal mensaje de las alas izquierda y derecha de este ave. Si podemos aceptar la ley que llamamos la ley de aceptación y aceptar que en la Creación existen luz y oscuridad, seremos capaces de neutralizarlas a ambas en nosotros para quedarnos nosotros en una luz superior.
El único problema con la humanidad, es que tiene preferencia por algo, e inconscientemente está sintiendo rechazo por algo; materia y espíritu son inseparables, solo los separamos para poder entendernos. Día y noche son inseparables, el curso hacia el norte del sol y el curso hacia el sur del sol, son inseparables. La involución y la evolución son inseparables, lo visible y lo invisible son inseparables. Esta actitud de separarlo todo, nos mantiene a nosotros alejados, separados de todo.
Pregunto: ¿Qué parte de nuestro cuerpo estaríamos dispuestos a descartar? ¿Podríamos dar, por ejemplo, a alguien una pierna nuestra? Hombre, señor, le estoy pidiendo la pierna izquierda, nada más, así, ¿me puede dar la pierna izquierda, la mano izquierda, el ojo izquierdo? … ¿Estaríamos dispuestos a hacerlo? derecha o izquierda, ¿cual de ellas estamos dispuestos a abandonar?, ¿nada?, ¿porqué? porque no podemos, y ¿sabéis porqué no podemos?, porque YO SOY existe tanto en la izquierda como en la derecha, ¿porqué?, ¿a qué se debe esta ignorancia? Cuando decimos: !Oh! ¿Porqué tanta ignorancia?. Mientras que veamos que existe lo bueno y lo malo, en la misma medida, somos ignorantes.
De modo que aprendamos a saber como es, si sabemos que todo está o vive en dualidad, lo aceptaremos; no podemos pasarnos toda la vida inhalando aire sin exhalar, tampoco podemos comer y comer sin defecar, ¿verdad?, todo tiene su correspondiente contrapartida. Todo tiene cuidado de los límites de lo otro. El Águila nos está diciendo, respetemos por igual las dos alas, si preferimos un ala a la otra, no podemos volar, si un ala es muy debilucha y la otra muy fuerte, ¿puede a caso un pájaro volar? el ala más débil tendrá cuidado, le quitará fuerza al ala más fuerte, sin embargo, ambas alas tienen que estar igualadas. Tener un cuerpo fortísimo y no mucho espíritu, no es bueno, y del mismo modo, también un espíritu fortísimo, si el cuerpo no vale para nada, tampoco es bueno. La existencia óptima es lo importante.
A eso es a lo que tenemos que apuntar o es lo que tenemos que tener en el punto de mira, si tenemos una actitud excesivamente materialista, hemos de equilibrarla con el espíritu, pero si tenemos una actitud excesivamente espiritual, hemos de equilibrarla también con lo material. Sólo así podrá ser el Reino de Dios en la tierra, de otro modo los dos Reinos serán algo diferentes, separados, para nosotros, claro está, no para si mismo. No hay conflicto entre los mundos mundanos y los mundos supramundanos, sólo para el ser humano; porque hemos aprendido a dividir, existe el conflicto, de modo que dejemos que exista luz y oscuridad, y nosotros quedémonos por encima de ellas, para que podamos ayudar a ambas, para que podamos trabajar para ambas, eso es lo mismo que nos dice el yoga también, la definición dada por Krishna, el Señor, dice: haz que todo esté equilibrado. El estado de equilibrio es el Yoga.
Cuando en una balanza de dos platillos, ambos están por igual, equilibrados, es equilibrio. A ese equilibrio se le llama Samatva, eso es Yoga, eso es lo que es un Águila, su izquierda y su derecha son fuertes por igual.
Hace muchísimo que quería detenerme, pero el Águila sigue y sigue, y, porque es fuerte con su izquierda y su derecha, puede estar también en la Tierra como en el séptimo cielo y puede impregnar los siete mundos por completo. Por eso, es un símbolo completo, está en la tierra y está en el cielo, e incluso más allá del cielo, ¿podéis imaginaros eso? Para llevar a cabo unas pequeñas prácticas de tipo espiritual ¿podemos dejar de lado el equilibrio económico nuestro?, o de la casa, y el equilibrio doméstico, familiar, ¿porqué?, ¿Por hacer unas prácticas espirituales?
Si hay algo que no está en ese equilibrio, no estamos en el Yoga, ni somos seguidores del Águila, de modo que construyamos todo siguiendo un orden. Todo ha de estar en su correcto lugar, a eso es a lo que se llama Yoga Integral, a eso es a lo que se llama Yoga de Síntesis, esas palabras pueden ser o no nuevas, pero el concepto es muy antiguo. Lo que quiero que entendamos es la ecuanimidad que transmite el Águila. De modo que aquel que sigue al Águila, ha de ser fuerte por igual en los mundos mundanos y supramundanos. No dejemos que una cosa se vuelva débil o floja por darle más importancia a otra.
Supongamos que el ala izquierda es fuerte, la más fuerte, y el ala izquierda es la más débil, es decir, que lo material sea más fuerte que lo espiritual; pues no haremos bien si vamos y debilitamos aún más lo material, sino, que hay que poner por igual las cosas para equilibrar el ala de la materia; no tenemos que reducir la fuerza de lo material, porque así nos volveremos más débiles aún. Eso es lo que le ocurre a la mayoría de los aspirantes, que al entrar en lo espiritual, están más débiles que antes, bueno, esto es hacer lo contrario. De modo que lo que es ya fuerte no lo debilitemos, sino que fortalezcamos o mejoremos lo que es más débil. Mejoremos los niveles de espíritu para que se igualen con los de materia, pero no reduzcamos lo que es ya fuerte, en este caso, lo material.
Las religiones nos suelen decir que reduzcamos lo material, eso es porque no saben disfrutar de la vida por entero, como no viven en familia dicen: !Ah! el sistema familiar no es bueno. No tienen actividad económica de por si, ¿verdad?; individualmente dicen: todo esto del tema económico es cosa de Kali. Pues esa no es la manera, sino que hay que fortalecer el espíritu, y, en todo momento tener cuidado de que, tanto el aspecto espiritual como material, estén equilibrados. Así, con esas dos alas que se van fortaleciendo más y más, podremos ascender y ascender. Recordemos que en los siete planos, el Águila siempre tiene dos alas. Hasta que no se llega a experimentar la unidad con Dios, hagamos que esas dos alas se hagan siempre más y más fuertes, no dejemos de lado nada por preferir otra cosa, porque entonces si que caeremos. Si hemos llegado a una gran altura, a una gran cumbre, si el Águila, se dice: !ah! un ala es más débil que la otra, no se podrá quedar allí donde está, sino que tendrá que descender. Si en un avión falla un motor y sólo funciona el otro, en la primera cosa en la que el piloto piensa inmediatamente, es, en donde aterrizar en cuanto pueda, uno no puede volar con un ala débil, de modo que dejemos que las alas del Águila nos den el mensaje de ser equilibrados en todo lo que hagamos. Si hemos perdido éste equilibro, el hombre se pierde, la persona se pierde, la raza se pierde. De modo que tenemos que volver a trabajar siempre.
El Ave es la que lleva a cabo todo el universo, es el ser que organiza también a todo ser individual, y en la medida en que ella es la pulsación de la creación, ella también existe en forma de pulsación en cada uno de los seres. Y al hacer así, permite que los seres podamos tener experiencia.
Los seres son de dos especies: seres plenos y seres no plenos. Pero tanto en los seres plenos como en los no plenos, el ave existe. Esa es la ecuanimidad de la gran ave. Los seres plenos son aquellos a quienes conocemos como los Kumaras, los Manus, los Prayapatis, los Rudras, los Âdityas, así como los Vasus que son pocos en número. La mayoría de los seres de la creación son seres no plenos. Para permitir la plenitud para esos seres aún no plenos, el ave otorga su presencia. Como ya dije, en nosotros ese ave, está presente en forma de principio pulsante, que es lo que permite que la vida funcione, lo que produce en todo cuerpo la seidad, el hecho de ser. Del mismo modo, produce seidad también en los cuerpos sutiles.
La pulsación existe en el cuerpo etérico y también en el cuerpo causal, mientras siga habiendo un ser en existencia, en cualquiera de los siete planos, la existencia de ese ser, en ese plano, será debida a la presencia de ese ave. Lo que vemos como vida existe en los siete planos y más allá de ellos. Allí donde hay vida, está el ave, donde está ese ave, hay vida. Incluso en el átomo, los movimientos dentro del átomo, se deben a la presencia de la pulsación. De modo que desde el átomo hasta el cosmos, todo está pulsando, y en todo esto y por compasión ese ave existe, porque ella es la que constituye, o provee, la base para que los seres evolucionen ellos mismos y alcancen la plenitud. A los seres se nos dan formas, una, otra y otra vez, con el objeto de que conozcamos esa parte que aún nos es desconocida. En eso consiste la compasión, que se les da a los seres oportunidades hasta que alcanzan la plenitud, y por eso mismo los seres no dejan de hacer experimentos, y mediante tales experimentos, llegan a tener la experiencia, y en la medida en que van teniendo ésta, progresan hacia adelante. Así es como tiene lugar la evolución.
La evolución ocurre también mediante el ave y tiene también lugar, teniendo por base al ave. Ese principio pulsante en nosotros hace que dado que existe, podamos hablar, ver, oír, degustar y tocar. Mediante lo cual, podemos aprender, saber las cosas, eso nos permite también, nos hace capaces de pensar, de modo que pensar, saber, hacer las cosas, experimentar todo, se debe a que en nosotros está ese principio pulsante, el principio de vida en nosotros. ¿Qué es lo que se gana con ello?, ¿Por quedarse o por estar en nosotros?, ¿Qué es lo que supone eso para éste ave? NADA.
Nosotros comemos helados, chocolate, bebemos café, comemos todas las cosas que nos gustan al paladar y el ave observa desde dentro, lo ve y sonríe. Cuando nosotros comemos y nos sentimos satisfechos el ave se siente satisfecha también. Cuando hacemos cosas y estamos satisfechos, el ave también está satisfecha. Ese ave es un observador en nosotros, no sólo hace de observador, sino que es también la que sostiene toda nuestra actividad, o la hace posible. Cuando hacemos obras de rectitud y entramos en energías mejores, el ave se siente feliz. Cuando hacemos otro tipo de actos ignorantes, y, padecemos por haberlos hecho, el ave observa y busca ayuda para nosotros, para que aprendamos de nuestros actos. Así que ella es nuestro morador interior. Ella, estando dentro como está de nosotros, nos apoya en toda la actividad nuestra, mientras dormimos es la única que nos sostiene. Cuando nuestra consciencia queda absorta y se funde en la existencia ¿que es lo que nos queda? La actividad pulsadora. Esa es la actividad que nos permite inhalar y exhalar. Nosotros como tales, no inhalamos ni exhalamos, sino que debido a la presencia de ese ave en nosotros, el hecho de que tenga lugar la pulsación, la respiración y la circulación, tanto mientras estamos despiertos, como cuando dormimos, el ave está con nosotros en todo momento, está en nosotros, ella no duerme. Si lo hiciera, todo se acabaría, tampoco descansa, nosotros necesitamos descansar ¿verdad? entre una y otra actividad descansamos. Pero mientras nosotros descansamos, el ave no lo hace; ¿cuánto pensamos en ella? La gran sostenedora de nuestro ser, ¿cuánto pensamos en ella? Pregunto. Pues tanto si pensamos como sino pensamos en ella, ella sigue trabajando, tanto si la reconocemos como si no, ella sigue trabajando ¿podemos tener un mejor ejemplo de buena voluntad? Tanto en el ignorante como en el que sabe, tanto en el negligente como en el respetuoso, devocional, en todos sin distinción este ave sigue actuando, esa es la belleza de éste ave. Aquellos que conocen al ave, es decir, la importancia del ave, prefieren estar con el ave.
Si nos aproximamos a ese ave que está dentro de nosotros, el ave nos ayuda en todo, incluso en nuestras obras de plenitud; esto no lo sabemos. Todo lo que he dicho hasta ahora, nos da una idea de como el ave nos está apoyando desde fuera, pero si nos aproximáramos más y más a ella, este ave nos puede llevar a grandes vuelos, está esperando a que nosotros entremos para llevarnos a un vuelo de más altos vuelos. Para este ave llevarnos a nosotros a un vuelo en el plano búdico no supone nada, no supone esfuerzo, ¿verdad?. Nosotros estamos trabajando sobre todo a nivel mental, emocional y físico, es decir, estamos intentando ascender hasta el plano búdico, y, estamos haciendo mucho esfuerzo para entrar en el plano búdico. Pero si entramos en el principio pulsante que está en nosotros, en una milésima de segundo habremos cambiado de plano y no sólo habremos llegado al plano búdico, sino que si estamos con la pulsación, ella nos lleva al plano de la bienaventuranza, lo que nos lleva al quinto plano, lo que llamamos el plano Ananda, y nos lleva hasta el sexto plano, el plano superior, en el que sabremos con detalle quienes somos.
Nos llevará incluso hasta el séptimo plano de existencia, en el que nos encontramos con todos los seres del plano Satialoga e incluso nos puede llevar más allá de esos planos. ¿Qué tipo de gurú es?, ¿qué tipo de instructor es? No es un instructor que nos informa simplemente, sino que, además es un instructor que está dispuesto a llevarnos sobre sus espaldas y llevarnos a todos los vuelos y a que tengamos la experiencia correspondiente a cada uno de ellos, y no necesita nada de nosotros. ¿No es acaso una maravilla esto? No sólo los seres de aquí, sino lo divino, buscan a este ave como un medio para descender. Para el ser, para el Altísimo, poder descender su vehículo es este ave, sin este ave, el Altísimo tampoco puede descender. Del mismo modo que la gente que vive en el quinto piso desciende por ascensor y sube por ascensor, pues así este ave realiza ambos movimientos. El Veda nos dice que, incluso Dios en la creación, tiene necesidad de éste ave; es mucho más poderosa que todos los seres juntos, porque en todos los seres, este ave existe en forma de principio pulsador. Si se retirara, ¿que ocurriría con los seres? se fundirían en el Prayala. Del mismo modo que si se detuviera en nosotros la pulsación, el ser, el alma, se marcharía. Este ave puede transcender todos los planos y por consiguiente puede ayudar a que nosotros transcendamos cada uno de los planos. Este ave nos ayuda a experimentar cada plano y transcenderlo.
Lo importante es que nos unamos en ello con nuestra mente, nos unamos a nuestra consciencia de YO. La consciencia de YO, es lo que llamamos en sánscrito Ahankara, y, significa consciencia de separación, y con la ayuda de la consciencia separativa, cada ser se siente así mismo distinto de los demás. Esta consciencia de separatividad, produce también la del aislamiento, y, si nos unimos al principio pulsador, la consciencia del YO gradualmente se fundirá y desaparecerá en la gran consciencia del gran YO. A la consciencia del YO SOY pequeñito, le llamamos YO SOY, y a la consciencia del gran YO, le llamamos AQUELLO YO SOY. De modo que el YO SOY individual, se une a la Consciencia Universal.
La consciencia individual no puede contener a este principio que pulsa, pero sí, la consciencia individual puede entablar o construir una amistad con él. Por eso, el Purana nos dice que este ave es más fuerte, más poderosa que el Rey de los Cielos. El Rey de los Cielos es el que protege a la creación entera, del mismo modo que cada uno de nosotros, en tanto que consciencia de YO, intentamos proteger lo que entendemos que somos nosotros. El protector de todo esto, y, para decir protector de todo esto, se expresa con una palabra, diciendo Indra. Indra significa protector de la creación. A la creación se le llama ESTO, y a la base de la creación se le llama AQUELLO, AQUELLO Y ESTO. Pues hasta el protector de la entera creación, no tiene comparación con este ave, eso es lo que afirma el Purana, porque incluso en el protector de la creación, el ave existe en forma de pulsación. La base de la existencia del Rey de los Cielos, es también el principio pulsador, el Rey de los Cielos guarda tambien las puertas del Cielo para que ningún ladrón, ni ningún bribón, puedan entrar en ellas, en el cielo. Quien quiera entrar en el Reino de Dios, tiene que pasar por él con su visa, con su visado, ¿verdad?
Hay una historia en el Purana que dice que éste ave mientras estaba volando, llegó hasta el Cielo, e intentó ir más lejos del Cielo, pero entonces el Rey de los Cielos se dió cuenta de que había alguien que estaba atravesando por el espacio celestial sin permiso, entonces intentó detener a este ave, pero este ave no se detenía. Entonces este Rey de los Cielos intentó pelear con el ave y se hizo con las armas más sofisticadas de la creación, armas que si se utilizan, todos quedan destruidos. Ese arma es un gran ser. Pues el Rey de los Cielos arrojó ese arma contra el ave, el ave miró al arma y sintió cierto respeto por ese arma, pero no tanto respeto con respecto al Rey de los Cielos, y cuando esas armas tocaron el ala del ave, simplemente, como a titulo de consideración, o respeto por ese arma, este ave dejó caer una pluma y le dijo al Rey de los Cielos: esa pluma la he dejado caer voluntariamente yo, por respeto al arma que se me ha arrojado, no porque ese arma sea capaz de hacer que caiga una sola pluma de mi ser. Entonces, el Rey de los Cielos comprendió que se trataba de un gran ser contra el cual no podía luchar, por eso dejó que el ave siguiera su camino hacia adelante, más arriba y ese ave subió más allá de los siete planos y fué más allá de la Trinidad. La Trinidad no tuvo ninguna objeción en ello porque sabía, y luego siguió más adelante de esa pura luz de la consciencia, llegó hasta tocar la existencia pura, se convirtió en eterna, en inmortal y luego retornó y en su camino de regreso, el segundo logos le ensalzó a este ave. ¿Podéis imaginaros todo esto? ¿Que el segundo logos, Vishnu, esté alabando por completo a este ave? Entonces este ave dijo: puesto que estás mostrando admiración hacia mí, te complazco en concederte una bendición. Imaginaos a alguien que ofrece una bendición al segundo logos, tiene que ser, y es, el Señor del Amor, es el Señor de la Síntesis, y ese ave le estaba diciendo a ese ser, al segundo logos: te otorgaré lo que quieras, una bendición. Entonces el Señor respondió: acepto, y lo que te pido es que me dejes que me monte encima de ti para poder descender por todos los planos de existencia según fuese necesidad, por eso, al segundo logos, se le llama el ser que desciende, desciende y asciende, y, se le llama el Avatar.
Todos esos avatares que ya tenemos en el sistema védico, son todos ellos el descenso del segundo logos Vishnu. Puesto que Vishnu es un ser que desciende en el Veda, se le llama con el nombre de Jari. Jari, significa el que desciende. El primer y tercer logos no tienen esa función, pero el segundo logos llegó a tener la capacidad de entrar e ir por cualquiera y por todos los planos porque se le otorgó un favor, una bendición. Tal es la belleza de este ave.
De modo que, junto con Vishnu, el Señor sobre sus hombros, cuando este ave estaba descendiendo, el Rey de los Cielos lo vió y se quedó perplejo, totalmente sorprendido, atónito. ¿Qué tipo de Ave será esta? se decía, mejor será que busque su amistad, ¿verdad? Es mejor hacerse amigos de una persona muy poderosa, de otro modo no estaremos seguros. El trono del Rey de los Cielos, era muy querido por el mismo y muchas veces los seres diabólicos le habían expulsado de él. Así que él estaba preocupado por su trono, con lo cual se dijo: si me hago amigo de éste ave, seguiré siendo fuerte. Así que le pidió al ave su amistad. Pues así también nosotros, las unidades individuales de consciencia, somos «Indras» pequeñitos, de modo que, los seres individuales, necesitamos hacernos amigos de este ave, porque este ave es muchísimo más grande que cualquier ser individual. Pero, por amor y por compasión, este ave existe en todo ser individual, es como el Rey de un país que se presta voluntario a vivir en una casita pequeña, ¿podéis imaginaros eso?, pues tal es la belleza de este ave de la que hablamos. Sin embargo ella no es nada pequeña, por el hecho de que se haya prestado voluntaria a vivir en una casita pequeña, no podemos por ello volvernos orgullosos de que está con nosotros, sino que hemos de estar agradecidos y darle las gracias de que un ser tan elevado, tan grande, se digne a estar con nosotros en nuestra casa. Por lo general y sobre todo, no solemos reconocer su existencia en nuestra casa.
Nuestra casa es nuestro cuerpo, y ese ave que pulsa está dentro del cuerpo, dentro de nuestra casa. Es extremadamente beneficioso si podemos conectar con el ave que está dentro de nosotros para que con ayuda de su amistad, podamos llegar a tener su poder, su amor y su sabiduría. Ella nos puede llevar a planos más elevados, hasta el Sahasrâra, incluso más arriba: el Coronario, nos puede llevar hasta el Mûladhâra incluso más abajo, con un tal ser dentro de nosotros. Es necesario, pues, que conectemos con él. Como almas individuales necesitamos conectar con él, y ésta ha de ser considerada como la práctica más importante. Por el hecho de desarrollar esta amistad con ese ave que está dentro de nosotros, nos hacemos fuertes y podemos estar seguros de que ascenderemos, cuanto más y más tenemos su amistad y nos juntamos con ella, este ave pulsante va sintiendo nuestra consistencia, a medida que somos constantes, y, entonces, nos podrá llevar a planos superiores. Esa misma es la finalidad del Pranayama.
El Pranayama consiste en permitir que la mente se una a la respiración y conecte con la pulsación. Una vez llegamos hasta la pulsación, esa pulsación que se encuentra entorno a la región cardiaca del corazón, podremos experimentar su movimiento por la entera columna del Sushumna, todo ello dependiendo de la sinceridad con que hagamos la práctica. Esta es la importancia que tiene pues, este principio pulsante.
Esto lo sabían muchos y esos seres fueron los que promovieron el símbolo del Águila, tanto en oriente como en occidente. Aquellos que dieron el Águila como símbolo, eran conocedores. La finalidad de trabajar con este símbolo del Águila es para hacer una conexión entre el YO individual y el YO SOY universal, y entonces, el YO SOY, se convierte en AQUELLO, y existe como AQUELLO YO SOY.
Pero no basta con que hablemos o digamos mentalmente, YO SOY AQUELLO, YO SOY AQUELLO… Así no iremos a ninguna parte, todo con lo que nos hacemos mediante las enseñanzas, mediante libros, todo lo que aprendemos no es sino información, pero nada más. Pero, para experimentar la sabiduría, para experimentar la bendición de la existencia, la mejor práctica es conectarse con el principio pulsante, y, por eso, y de ahí, que, aquellos seres que ponían la intención de lleno en todo esto, en la autorrealización, eran seres, todos ellos, que desde los tiempos mas antiguos siempre trabajaban con este ave, y todos aquellos que en verdad trabajaban con éste ave, han llegado a tener también la grandeza de este ave, y comenzaron a expandir su consciencia. Tal es el trabajo correspondiente, referente al Águila, que, como digo, existe tanto en el ser más ignorante como en el ser más sabio. Este ser es el sustento de todo, y para quienes buscan una elevación y un alivio del sufrimiento, todos aquellos que busquen esto, necesitan hacerse amigos de este ave que tenemos dentro.
Ese ave está y se queda dentro de nosotros, pero no nos impide ni se mezcla con nuestra actividad. Esta allí dispuesta a prestarnos su ayuda si nosotros se la pedimos, nos ayuda dándonos la dirección adecuada. Cuando alguien se encuentra en una encrucijada de su vida, dicen las escrituras que si esa persona consultara al principio pulsante, inmediatamente recibe la guía. Es un Ave que da consejo si se lo pedimos, y por eso se la llama en sánscrito Garuda, que significa: la que nos lleva en la dirección adecuada. Por eso la mente se tiene que asociar con ella para pedirle su guía. Al mismo tiempo se llama Garuda también, porque es capaz de neutralizar el veneno en nosotros. El Águila vence con mucha facilidad a la serpiente. Se le llama también Garuda, porque es capaz de neutralizar el veneno, puede neutralizar la ignorancia y llevarnos por el camino correcto, es decir, por los caminos de la luz. También se la llama Suparna, que significa el mejor ser alado. El mejor ser alado, porque tiene alas en los siete planos, y esas alas son pares de alas, en él, los pares de opuestos están de acuerdo, encuentran equilibrio entre si, y cuando los opuestos están de acuerdo, uno entra, o está ya, en una dimensión superior. Cuando espíritu y materia, en nosotros, están de acuerdo, hemos ascendido, estamos ya en el estado de alma. Estos son los dos brazos de los que hablaba esta mañana. Una vez equilibramos los dos brazos, podemos ascender y descender con toda facilidad, pues así es. Los Maestros de sabiduría pueden así ascender y descender, los sabios videntes pueden así ascender y descender, todos los seres de la jerarquía, hasta el Cosmos, pueden ascender y descender, y ese ascenso y descenso lo realizan con la ayuda de este ave.
De modo que este ave sirve no sólo al segundo logos, también sirve a los conocedores, y está dispuesta incluso a servir a los ignorantes. Sus alas a todos los niveles son fuertes, y, por esa razón se le llama Suparna. Parna, significa alas, Su, significa las mejores, Suparna, las mejores alas. Lo que significa que su ala izquierda y su ala derecha son igualmente fuertes, en todos los planos, por esa razón vive siempre en ese tal equilibrio.
Se podría decir también de otra manera, con otras palabras, diciendo que podemos visualizar el Sushumna como el cuerpo principal de éste ave, Idha como el ala izquierda y Pingala como el ala derecha. Así también, podemos visualizar los dos hemisferios del cerebro como las dos alas; se les llama los gemelos. Por encima de los dos hemisferios cerebrales se encuentra el pico que apunta hacia el más allá, y los dos ojos pueden ser considerados como representantes de las energías, solar y lunar. El ojo derecho solar, el ojo izquierdo lunar, y tienen su punto de encuentro superior en el centro de la frente. Por esa razón, en todo centro etérico importante, se produce la conjunción, la culminación de las dos energías Idha y Pingala, de modo que este equilibrar, se da en él a cada paso, a cada punto.
Si llegamos al centro laringeo de ese ave, allí es el punto donde culmina toda la palabra, todo lo que se pueda decir, las conversaciones de tipo mundano, así como las conversaciones de tipo divino; para ambas, el centro laringeo es el que está en funcionamiento. Del mismo modo que hablamos en la mesa del comedor, el centro laringeo nuestro nos lo permite, y ese mismo centro laringeo nos permite que hablemos acerca de la sabiduría, un estado tal, tan neutral. Todos los Devas del habla y del sonido se encuentran en la garganta del Águila.
Así podemos ir encontrando todos los Devas: cósmicos, solares y planetarios, en el sistema, organismo, llevados a cabo, organizados, por ese principio pulsante; por eso, se dice que este ave es el ave que impregna los sistemas planetarios, solar y cósmico, e incluso se proyecta aún más allá y más arriba, hacia aquello que es indefinible. Desde el estado de arriba hasta el estado más denso de tipo mundano, ese ave existe y ese ave nos ayuda, por esa razón este ave es venerada.
Tenemos que comprender lo completo de éste símbolo del Águila. Aquí, en Toledo, le dieron a ese ave, a ese Águila, una descripción total, y con ello quiero decir que la dibujaron con 7 alas en cada una de las alas de cada lado. Lo normal cuando nos imaginamos un Águila, es imaginarnos un Águila con un ala derecha y un ala izquierda, pero no solemos ver que cada ala tenga en detalle otras siete alas y ahí es donde reside la belleza de este símbolo del Águila de Toledo, este símbolo que está en la puerta principal, lo que se llama puerta de Bisagra.
Por buena suerte, ya desde los comienzos hasta hora, este símbolo se ha mantenido, a sabiendas o sin saberlo. Hay gente que sabe, hay otros que no saben, sin embargo recordemos que el Águila existe en todos ellos. Ese ave es con la que estamos intentando familiarizarnos nosotros, estamos intentando hacernos amigos de ese ave, de modo que os pido que nos familiaricemos o nos hagamos amigos del ave que tenemos dentro, para que al mismo tiempo lleguemos a conectar energéticamente con el ave, el Águila que hay por fuera. Ese ave reside en el área del centro del corazón y es la base de la respiración en forma de inhalación y exhalación. Tenemos que conectar conscientemente con eso. Para el ser humano, la consciencia se encuentra en el plano mental. Potencialmente el ser humano puede tener consciencia en planos superiores, pero la mayoría de los seres humanos son inconscientes de esos estados. Existimos conscientemente en los planos mental, emocional y físico.
De modo que esta consciencia que se encuentra como digo en el plano mental es la que nos hace humanos, MAN. MAN, proviene del sonido MANU. MANU proviene del MANU, MANU, significa mente; todos nosotros, los seres humanos somos seres orientados mentalmente y provenimos todos del MANU. Por eso en sánscrito las escrituras dicen que todos nosotros somos MANUSIAS. Todos son seres; los minerales, los animales, las plantas, los devas, los seres planetarios o devas planetarios solares y cósmicos, pero sólo el ser humano es MANU, lo que significa que los seres humanos vivimos predominantemente en la mente. Esta mente pues se ocupa, o se entretiene a si misma, en tantísimas cosas… toda una variedad tremenda de cosas ¿Hasta cuándo?, pues si la conciencia quiere ascender a áreas mas elevadas que el plano mental, una manera de hacerlo, es juntando, asociando, la mente con la respiración. La respiración no está formada sino por las dos alas del ave en el plano mental, y eso nos llevará poco a poco, hasta el plano búdico. Necesitamos pues, poner conjuntamente, esta mente con la respiración y tenemos que hacer regularmente esto de aplicar nuestra mente a la respiración, respirar, inhalar conscientemente y exhalar conscientemente, y esto, hemos de hacerlo durante bastantes años, porque la mente está acostumbrada a salir, y se marcha por ahí a todas partes sin pedirnos permiso. La mente no se queda donde nosotros quisiéramos que se quedara por un instante, por eso a la mente se la compara con un perro callejero, sin rumbo, sin destino, sin propósito; tiene también sus grupos. Un grupo de perros cuando están juntos ladran juntos muy alto, tenemos que llevar a ese perro a casa, y para hacerlo, tenemos que domesticarlo, entrenarlo, podemos ver como un perro bien adiestrado siempre está a la puerta de entrada, vigilante, ¿verdad? Pero un perro que no ha sido entrenado, nada de todo eso. Por eso necesitamos entrenar a la mente mediante estos tres estadios de YAMA, LLAMA y ASANA y solo una mente así entrenada puede ser aplicada hacia la respiración. De modo que aunque sepamos lo que es el Pranayama, sólo con eso no podemos hacer nada. Pranayama, no significa solamente inhalar y exhalar profundamente, sino que cuando se aplica la mente conscientemente a la inhalación y a la exhalación, poco a poco, la mente consciente intenta saber, o inquirir para saber, de donde proviene esa respiración, y, así es cuando entra dentro. La mente debido a su inquisitividad entra dentro del cuerpo, y esto es lo que se llama «La Entrada al Templo».
No todos pueden entrar al templo, por eso para entrar en el templo la gente es seleccionada según su formación o entrenamiento mental, todos sabéis que a la gente se la selecciona para entrar a un Templo Masónico. Estoy hablando de los templos verdaderos, no de los templos en los que el poder y el dinero lo deciden todo; esas son logias, porque hay logias masónicas y templos masónicos. La diferencia, según yo, entre una logia y un templo masónico, es que en el templo está la presencia de lo divino, y si no está presente, entonces se trata de una logia, de una casa. Nosotros tenemos necesidad de transformar nuestra casa y convertirla en templo, y eso puede ocurrir cuando seguimos los tres pasos de YAMA, LLAMA y ASANA. Entonces si podemos pensar en aplicar esa mente entrenada ya, a la respiración. Una mente tal, bien entrenada, a su debido tiempo, podrá aproximarse al lugar de nacimiento de la respiración, y a eso se llama «Entrar al Templo», a eso se llama entrar en el Sancta-Sanctorum. Allí nos encontramos con ese principio pulsante, y la mente se queda prendida de él, y, cuanto más se va aproximando a él, la mente empieza a ver, o sentir, una especie de luz dorada entorno a él.
El primer color con el que nos encontramos cuando entramos en la región del corazón, que es la sede o trono del ave, será el color amarillo dorado, que lo iremos experimentando gradualmente, y la mente llega a tener muchísima paz, el ser humano se tranquiliza, se aquieta; tanto se aquieta, tan apacible se queda y tan tranquilo, que no quiere de ningún modo salir de este estado, sino que le gustaría quedarse allí. Pero son las exigencias de la vida exterior, las que nos vuelven a traer hacia acá. Sin embargo, el gusto que nos ha quedado de esa tranquilidad, es lo que nos hace volver a ir de nuevo una y otra vez a ese lugar, porque a la mente le gusta ir donde encuentra un profundo interés, y, ¿qué puede ser más interesante para la mente que estar completamente tranquila? Por eso no deja de buscar y querer visitar el lugar donde encuentra el aura del principio pulsante. Aun no se ha encontrado con el principio pulsante, sino que está entrando en ese área. Cuando uno entra en contacto con ese área, uno ya encuentra el gusto de la paz, y, a ese gusto, es a lo que se considera como el gusto mejor de todos los gustos, una vez que uno ha probado este gusto, siempre quiere quedarse en él, más y más.
A medida que visitamos más frecuentemente el templo interior, el alo dorado se convierte, poco a poco, en un color de miel transparente, desde el que podemos experimentar el doble funcionamiento de la pulsación. Llegamos hasta allí y es como una puerta dorada que se abriera y cerrara, entonces la mente, que está entorno de ese aura dorada, siente curiosidad por saber que es lo que produce ese abrir y cerrarse de la puerta. Esa puerta dorada nos conducirá hasta el templo dorado, templo de cemento y ladrillo, de ahí nace la tradición de los templos dorados.
El templo de carne y hueso tiene dentro de él al Templo Dorado, de modo que, cuando uno llega a entrar en ese Templo, encuentra que delante de él, está ese principio que pulsa. Al abrirse la puerta dorada y entrar uno en el templo dorado, la consciencia se convierte en consciencia búdica. Antes de su entrada, la consciencia está en el estado mental, una vez entrado, la consciencia asciende al plano búdico, y allí está de lleno con el principio pulsante, que es algo muy sutil. Cuando la consciencia entra en el plano búdico, uno percibe el cuerpo búdico, eso es de lo que se habla en todos los libros que hablan hoy día acerca del cuerpo etérico.
En este caso cuando hablamos de cuerpo etérico, nos referimos al cuerpo del cuarto éter; el primer éter es la materia, el segundo éter es la vitalidad correspondiente a las emociones, que tiene que ver con el agua, el tercer éter hay que relacionarlo con la mente y con el fuego. Así materia sólida, agua y fuego; entonces, pues, el cuarto éter hay que relacionarlo con el «budhi» y con el aire. El funcionamiento del aire en nosotros se encuentra en el cuarto centro, el centro del corazón. Así que entramos en el cuarto plano cuando entramos en el cuarto centro que hay en nosotros. Allí, llegamos ha entrar en el estado búdico, estado al que no se puede llegar con el mero hecho de coleccionar más y más información externa o de libros. A partir de ahí, la información nos llegará desde el interior y no tendremos la necesidad de buscar agencias externas para informarnos, sino que seremos informados desde fuentes internas que son mucho más vitalizantes, mucho más refrescantes y mucho más sencillas. De modo que allí somos más y mucho más instruidos. Así escucha la gente cuando está dentro del corazón y sigue las instrucciones, y luego busca ser amigos o asociarse con el principio pulsador, una vez que uno entra en contacto con el principio que pulsa, se habrá completado la mayor parte de nuestro trabajo.
Para ir hasta el aeropuerto desde aquí, supongamos que tardamos, digamos, dos horas, desde el aeropuerto de Madrid. Una vez que abordamos el avión, ¿cuánto tiempo se tarda por ejemplo en llegar hasta Barcelona?, la distancia entre Barcelona y Madrid, es muy extensa comparada con la distancia que hay entre Toledo y Madrid. Sin embargo, habremos recorrido la distancia entre Madrid y Barcelona en una duración de tiempo más breve que la duración de tiempo que tardamos en llegar, desde aquí, al aeropuerto de Madrid. Eso es, porque hemos abordado el vuelo, el avión, ¿no es acaso el volar una facilidad para ganar tiempo y espacio? Tenemos que llegar hasta el avión que hay en nosotros, que es una inteligencia viviente en nosotros y es a lo que se llama el principio que pulsa y también se llama el gran Águila. De modo que si hacemos nuestro viaje hasta allí, el resto del viaje ya se encargará de realizarlo el ave. Eso es como entrar en un vehículo de alta velocidad, más rápido. También podemos ir hasta la estación de ferrocarril andando, una vez que entremos en el tren AVE, podemos sentarnos tranquilamente, es el tren el que se mueve, nosotros no tenemos porque movernos dentro del tren, a menos que estemos locos.
De modo que subamos al tren o abordemos el avión, para que a partir de ese momento, el viaje sea realizado a una mayor velocidad. Por esa razón los que saben, los sabios, creyeron conveniente entrar en este vuelo del ave. Este ave nos lleva no sólo a áreas de lo más alto, sino que también nos puede llevar al nivel de planta baja, es decir, que, desde el Mûladhâra hasta el Sahasrâra y mucho más arriba, podemos desplazarnos con facilidad, y esa capacidad de desplazarnos, nos la puede otorgar el Águila, el Águila que hay en nosotros. De modo que, conectemos con el Águila en nosotros y conectemos también con el Águila de la nación, para que nosotros nos elevemos y la nación se eleve.
En eso consiste el trabajo de buena voluntad, eso es lo que hace el Águila en todas partes, donde quiera que la gente piensa en asociarse con ella, de modo que todo esto que se ha dicho acerca del Águila, del ave, lo tengamos bien presente, que esté en nosotros, y de vez en cuando, podemos visitar la ciudad de Toledo, en la que la energía del Águila existe ocultamente, escondida y podéis trabajar con ella también, eso puede ser un trabajo de buena voluntad.
Gracias.
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TODO LO QUE AQUI SE HABLA, YA SE SABE, PERO SI NO SE PONE EN PRACTICA. ES IGUAL QUE SI TE PICA UN OJO Y TE RASCAS UN PIE. CRACIAS POR LA GRAN TEORIA ESCRITA, YO LA PONDRE EN PRACTICA.Y DIGO:GRACIAS POR RECORDADRME MI TRABAJO