El misterio del Reino perdido de Yam

Existen bastantes evidencias de que el reino perdido de Yam verdaderamente existió en el continente africano, aunque apenas ha dejado unos pocos rastros de su existencia en inscripciones egipcias y relatos de viajes.

Los expertos aseguran que Yam estaba ubicada en Nubia, cerca de Kerma, en Sudán, pero la forma en que sus habitantes pudieron atravesar esos enormes desiertos africanos en un tiempo en que apenas existía la rueda es un misterio muy complejo de develar.

Sin embargo, existen evidencias de que la gente del reino perdido de Yam comerciaba habitualmente con los antiguos egipcios del Antiguo Reino.

Los viajes de Harkhuf hacia la tierra de Yam

El principal misterio sobre la ubicación exacta del Reino de Yam es parcialmente develado a través de jeroglíficos y relatos de viajes.

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En la tumba de Harkhuf (Dinastía VI, alrededor de 2345 a.C – 2181 a.C) gobernador de Elefantina que sirvió bajo el imperio de los faraones Merenre y Pepi II, se encuentran inscripciones biográficas que relatan las expediciones a una tierra llamada Yam, donde se cree que se realizaron diversos viajes de exploración.

Según relatan estas inscripciones, el gobernador realizó cuatro viajes a la tierra de Nubia. En el primer viaje, marchó con su padre sacerdote para explorar el camino a Yam, el que logró realizar “en solo siete meses”.

Harkhuf volvió de Yam con regalos exóticos y suntuosos, como marfil, ébano, pieles de leopardo, plumas de avestruz y huevos, entre otros productos muy apreciados en la época.

La segunda expedición de Harkhuf la hizo en ocho meses y la tercera, en la que no explicita el tiempo de viaje, relata que tomó el camino de Uhet.

La cuarta expedición de Harkhuf al Reino de Yam también fue con el propósito de comerciar, pero en este caso se relata cómo el gobernador recibió una carta de Pepi II, el faraón de 8 años, en la que le solicitaba ver un enano que Harkhuf había comprado durante su expedición.

Además de productos y esclavos, hay evidencias de que Harkhuf también trajo a Egipto soldados de Yam. Cuenta que esto impresionó al jefe de Irhet, Sethu y Wawat, cuyos territorios atravesó.

La existencia de los soldados de Yam se menciona también en un texto conocido como “La Autobiografía de Weni”, perteneciente a otro funcionario de la corte de la Dinastía VI.

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Otras evidencias de la existencia del Reino perdido de Yam

En el año 1923, el explorador egipcio Ahmed Hassanian Bey halló un conjunto de pinturas rupestres en las montañas de Uwienate y denominó al lugar “el oasis perdido”.

En 2007, Mark Borda, un aventurero maltés junto con su guía Mahmoud Morai exploraron los valles de Uwienate en Libia y descubrieron pinturas prehistóricas al lado de jeroglíficos en los que se relata la existencia de un Reino llamado Yam. Una de las inscripciones era de Montuhotep, el faraón de la dinastía XI de Egipto que gobernó aproximadamente desde el año 2061 al 2010 antes de Cristo.

En estas inscripciones, relata el faraón Montuhotep que dos personas le traían productos de esos territorios. Uno de ellos procedía de Tekhbeten y el otro, del país de Yam.

¿Cómo desapareció el Reino de Yam?

Las inscripciones de Harkhuf proporcionan una gran cantidad de información sobre la posible ubicación del Reino de Yam y una de ellas son los meses que insumía el viaje.

En base a esas evidencias es posible determinar que desde el sitio donde se encontraba el reino del Antiguo Egipto había que recorrer unos 700 kilómetros de desierto.

Los expertos creen que el difícil acceso logró disuadir a las personas de realizar el viaje y el paso del tiempo, con el descubrimiento de otras zonas más accesibles para el comercio, hizo caer en el olvido el reino de Yam hasta hacerlo desaparecer.

Visto en Vix, por Pedro, redactor de la Hermandad Blanca

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