El vacío, Por Eloy Millet Monzó
El vacío tiene connotaciones tanto esotéricas como científicas. Pretendemos exponer algunas de ellas y relacionarlas, lo que nos llevará a la consideración de la transmutación de la materia en espíritu o dicho de otra manera, de la realización de la voluntad en la materia. Expondremos científicamente el proceso de transmutación material y trataremos de enlazarlo con la iluminación y liberación espirituales. El proceso transmutador en su máxima expresión estaría protagonizado por el Avatar, así como la totalidad de la materia que se resiste a dicho proceso lo protagonizaría el llamado anticristo. El vacío es lo único que aterra al anticristo, mientras que el Avatar se siente atraído hacia él. El Ángel de
El vacío es el resultado de dos procesos científicos: el efecto fotoeléctrico y la radiactividad, así como de sus homólogos esotéricos: la transmutación y la iluminación a través del fuego del corazón, que produce la liberación.
Tres son los apartados en los que fraccionamos este trabajo:
1.—Definiciones y conceptos: ciencia y religión, hipótesis y axioma, proposición y realización.
2.—Breve cronología.
3.—Posible relación entre ciencia y ocultismo.
RECONOCIMIENTO
Si se introducen en un crisol azufre en polvo y limaduras de hierro ambas sustancias se mezclarán manteniendo cada una sus propiedades. Al calentar el crisol se funden y al enfriarse aparece otra sustancia nueva que nada tiene que ver con las dos anteriores, el sulfuro ferroso. La razón de ello es por la combinación, y no la mezcla, entre el azufre y el hierro.
Este trabajo podría ser un resultado de la combinación entre las personas con voluntad al bien que nos reunimos en Segovia, España, en el último fin de semana de Septiembre del 2.006 y constituye un auténtico honor para su autor el servir para una posible expresión grupal de lo que allí quedó de manifiesto. Gracias a todos.
1.- Definiciones y conceptos: ciencia y religión, hipótesis y axioma, proposición y realización.
Actualmente todo el mundo sabe que
Un nuevo conocimiento empieza cuando se formula una hipótesis mediante la capacidad humana de inventar y que cuando se verifica experimentalmente se forma un axioma aplicable a todo, es decir que se generaliza por inducción de unos a otros dando lugar a una ley de comportamiento. De ésta manera sabemos el por qué de muchas cosas sin tener que volver a demostrarlas.
En el camino recorrido por la humanidad se observan dos grandes escisiones o grupos, el hipotético, imaginativo e inventor y el experimental o realizador. Ambos se expresan por separado, pero cuando se han combinado resultaron proposiciones que se han convertido en axiomas y éstos en leyes revolucionarias cuyo descubrimiento ha abierto una nueva era para la humanidad.
Se conceptúa al siglo XIX como materialista debido al predominio de la experimentación. Imaginemos la sorpresa de un químico de la época cuando en el año 1.700 apenas se conocían una docena de elementos, en el 1.800 unos 35 para pasar a 103 en 1.979. En casi 300 años se descubrió la existencia de 91 nuevos elementos con los que había que experimentar observando sus propiedades y utilidades siguiendo el esquema de:
hipótesis—-experimentación—–axioma—–generalización——ley.
Pero la fiebre por el experimento no sucede en el XIX solamente, sino que se reproduce en toda la historia de la humanidad afectando a ambos grupos de manera que cada cual se repliega en sí mismo defendiéndose de lo que afirma el otro o descalificándole. Todo lo que ahora somos, de bueno y de malo, es el resultado de tales defensas mutuas y también, de los momentos en los que han consentido combinarse. Cada combinación resalta con su propio renacimiento y su estela permanece a pesar de los tiempos porque está formada con unas sustancias fraternales y no separadoras basadas en la cesión de lo propio para que no sea ni tu ni yo sino la suma de los dos.
Así, Mileto, ciudad de Asia Menor colonizada por los jonios en el XII antes de Cristo llegó a constituir un enclave intelectual propiciado por personajes como Tales, Anaximandro o Anaxímedes que provocaron con sus hipótesis verdaderas revoluciones hasta crear escuela, la escuela jónica, operante a partir del VI a.d.C. y caracterizada por el intento de explicar racionalmente el mundo basándose en la experiencia.
Aristóteles les llama los físicos porque explicaban la naturaleza como una unidad viviente fundada en un único y originario principio: el arkhë. Tales de Mileto fue quizás el primero en intentar enunciar las leyes de la naturaleza infundiendo en el mundo helénico la cultura de la antigua Babilonia, mezcla de acadios, sumerios, medos y persas entre otros, de ahí que se atribuya la confusión entre sus lenguas a una torre existente en el interior de la ciudad en tiempos de Nabucodonosor, entre los siglos V y VI de nuestra Era, llamada Zigurat o Torre de Babel formando parte del conjunto amurallado urbano a orillas del Éufrates. Tales, como otros, no se preguntaba lo que se sabe sino cómo se sabe poniendo en entredicho a la autoridad y la tradición que determinan el qué pero no el cómo.
La epistemología o ciencia del conocimiento se estructura sobre la constante formulación de hipótesis que forman axiomas y acaban en leyes universales sirviéndose del eureka que es la expresión de la ciencia del descubrimiento, una rama de la epistemología llamada metodología. Es la constante relación entre hechos, errores y asertos. Nunca podremos entender las cosas si no hemos determinado qué queremos saber para establecer un método de investigación cuyo resultado será el conocimiento.
Albert Einstein estaba en su laboratorio cuando llegó apresuradamente uno de sus colaboradores comunicándole que se había demostrado su teoría de la relatividad en un experimento astronómico. Ni se inmutó y continuó con su trabajo sin prestarle atención. Al preguntarle por su reacción si no se hubiese demostrado le dijo: “Lo hubiese lamentado, por el buen Dios, porque la teoría es correcta”.
Para Einstein, que podía verificar experimentalmente a través de su mente, era un axioma del que podía deducir una ley pero constituye para los profanos tan solo una hipótesis. La parte de la humanidad que no verificamos experimentalmente más allá del plano físico, hemos creado la creencia para creer en lo que no sabemos, invocando lo incomprensible y practicando actitudes que no podemos explicar. Así podría comenzar una religión.
La ciencia ha desarrollado su propio lenguaje cuyo máximo exponente lo constituye la fórmula. La religión ha hecho lo mismo a través del mito. El mito no admite formulación porque representa el ideal y exige creencia, no tiene base experimental. La fórmula no se mitifica porque obedece a una realidad comprobable y exige su ejecución. Así aparecen los dogmas científico y religioso que se ejecutan a través del culto. Si la ciencia intenta reducirlo todo a fórmulas y la religión a mitos, ambos se representan por símbolos en los que concentran todo lo que son. Si se uniesen fórmula y mito producirían un tercer elemento:
el sonido, el Verbo creador sin dogmas.
Tres características pueden definir tanto a la ciencia como a la religión pero sin nexo que las corresponda mutuamente, por lo que persisten mezcladas.
Respecto de la ciencia tres verbos en infinitivo:
Saber——Comprender——-Explicar
Respecto de la religión tres actitudes:
Creencia——–Plegaria———Culto
Es decir,
Saber | <=> | Creencia |
Comprender | <=> | Plegaria |
Explicar | <=> | Culto |
Existen creencias de las que se ignora la razón y conocimientos en los que no se cree, plegarias incomprendidas y actitudes que no podemos explicar. Así creamos el culto.
Es necesaria la combinación entre los elementos de cada grupo, ello podría constituir el germen de la fraternidad universal y el establecimiento de leyes con muy distinto cariz a las actuales, derivadas de hipótesis razonadas y aplicables universalmente en la práctica, evitando expresiones como las que recoge el Derecho Canónico en su Canon 487 definiendo al estado religioso como “el modo estable de vivir en común, por el cual los fieles, además de los preceptos comunes, se imponen también la obligación de practicar la obediencia, la castidad y la pobreza”.
Estas leyes pueden desarrollarse a partir del principio individual de concreción sobre qué debo saber para tener fe y creer en mi mismo pero no como individuo aislado, sino como que formo parte de un entorno en el que me corresponde determinado papel. Para descubrir dónde se encaja en el conjunto se precisa el conocimiento del mismo y de sí mismo e iniciar el camino de servirle, no continuar con el de estorbarle.
Muchos son los humanos que han descubierto todo o parte de su conjunto y le han servido legando a la humanidad ese eureka, un conocimiento que ha sido aprovechado egoístamente por otros. Así, al utilizar estos conocimientos envenenamos las aguas y la atmósfera, empobrecemos la fertilidad de la tierra y destrozamos la corteza terrestre utilizando energías físicas, psicológicas y nucleares contra otros y contra todo. Por el mal uso del conocimiento.
Es evidente que la solución no puede sobrevenir con la generalización de la ignorancia y la concentración del conocimiento en exclusiva para unos pocos, sino justo al revés. Tan solo se requiere que sea presentado y explicado de manera lógica, comprensible y ausente de fórmulas y de mitos, pero también requiere que sea escuchado con la debida y responsable atención, se admita o no. No hemos sido capaces ni de lo uno ni de lo otro.
La especialización ha provocado algo de bueno y es que se haya profundizado en un específico campo del que han salido grandes conocimientos, y algo de malo, que se han creado léxicos y vocabularios incomprensibles para otras especialidades. Tantas diferencias constituyen una real y actualizada Zigurat. Somos buenos en nuestro campo pero inútiles en el resto. Sabemos más pero nos hemos separado más que antes de la especialización.
Hasta el siglo XVIII era posible para alguien dominar todos los campos del saber humano pero, a partir de entonces, se limitó el estudio a uno solo debido a la acumulación de conocimientos y la imposibilidad de adquirirlos todos.
De la misma manera que no nos separamos de un mal pensamiento cortándonos la cabeza, habrá que efectuar algún cambio en nuestra propia estructura para que aparezca otra nueva, fresca y actualizada. Este cambio deberá comenzar por no nutrir a la estructura obsoleta para que sucumba por inanición hasta que se contraiga sobre sí misma densificándose tanto que, como un agujero negro, implosione desapareciendo para siempre. Existe un vacío en ese mismo instante, allí donde existía una estructura humana, la energía de este vacío creador es tal que magnetiza todo su entorno a partir de un centro, apareciendo el germen o semilla de una nueva estructura.
El efecto es el mismo que el producido cuando lanzamos una piedra al estanque y se forman pequeñas olas hasta la orilla recorriendo la totalidad de su superficie.
El conjunto de actitudes impuestas por la tradición o por la autoridad, propicia que se dirija y controle a una sociedad, por tanto, también estarán dirigidos y controlados el conocimiento y la ignorancia. La importancia estriba en discernir el qué conocer. Una vez se ha determinado ya no resulta difícil establecer un método y ponerse manos a la obra.
El vivir inmersos en los condicionantes sociales y ser capaces de abstraerse de los mismos para crear otros nuevos, podríamos determinarlo como una primera aproximación al vacío. Una vez se ha lanzado la piedra resultará imposible evitar sus olas, por lo que se hace necesaria toda nuestra atención cuando se ha de elegir. El resultado de las hipótesis es nuevo conocimiento que se incorporará a toda la humanidad, tanto para su uso correcto como el incorrecto y entendemos que puede empezar con el qué conocer y qué hacer, actividades resultantes de la combinación, que no de la mezcla, entre creencia y saber.
Ello supone un cambio, una transmutación en la propia estructura actual humana respecto de cada cual, a través de la identificación de los pensamientos que nos ocupan, sentimientos y actitudes. La transmutación es dual:
–por un lado se desatienden progresivamente las estructuras que no entran en la consideración de la nueva hipótesis, utilizando y concentrando la energía en un solo punto que está constituyendo el actual centro de atención, y este centro es como el ojo del huracán, el vacío.
–por otro lado, las obsoletas estructuras desatendidas no se pierden en la nada, sino que se desprenden del conjunto cuando exista un núcleo de atención centralizada con la suficiente potencia como para suministrarles la necesaria energía que han de invertir en el proceso de separación. Es como una fisión nuclear de la que se emite gran cantidad de energía, y toda ella es aprovechada para que cada componente o partícula absorba la que le corresponde, formando este conjunto una serie de nódulos o cuerpos energéticos microscópicos que determinan la teoría corpuscular como más adelante observaremos.
Una vez han logrado energetizarse y separarse del conjunto, es decir, cuando hayamos logrado separarnos de un mal pensamiento sin habernos cortado la cabeza, se producen dos efectos:
–el primero al que llamamos de servicio, consiste en que las partículas desprendidas de estructuras humanas y energetizadas al máximo de su capacidad o humanizadas, regresarán hacia otras menos energéticas que constituyen expresiones tanto del propio reino humano como de los reinos animal, vegetal y mineral.
–el segundo o de aspiración, es la actividad impulsada por la hipótesis o centro de atención que, más pronto o más tarde, provocará estructuras nuevas cuya progresiva materialización exige nueva sustancia capaz de soportar el potencial o voluntad contenido en la proposición. Es la consecuencia de haber lanzado la piedra al estanque.
Tanto el efecto de servicio como el de aspiración son el resultado de un proceso en el que se ha producido la combinación entre alguno de los elementos que caracterizan a la ciencia con su homónimo respecto de la religión, siendo siempre distintos los resultados ya que en cada circunstancia del pensar, sentir o actuar se invierten energías no coincidentes. Esta transmutación definida tanto para el ámbito científico como para el religioso, es negada, debido a la ley de la mínima resistencia que rige la materia en actual manifestación, provocando la falta de entendimiento entre ciencia y religión, en sus más amplias e incluyentes acepciones.
Sin embargo se formularon proposiciones o hipótesis que han provocado el actual nivel de conocimientos. Así pues, en determinados ámbitos o expresiones esotéricas se nos da a conocer la cosmogonía de la humanidad en las cadenas de Saturno, del Sol, de
Todos ellos sin excepción cumplen su cometido que consiste en revestir la expresión humana, intención o hipótesis, para que se manifieste en las sustancias física, astral y mental. Son los ejecutores del “pedid y se os dará”, nada más y nada menos, efectuando la construcción de la materia correspondiente a tal demanda.
La evolución exige que las actuales proposiciones o hipótesis no tengan que ver con las que ya hacíamos en las cadenas de Saturno, del Sol o de
El vacío actual habría de producirse a partir de una actitud que propicie la estabilidad física y emotiva necesarias para el correcto pensar, siendo la mente la que rija todo el conjunto y permita la transmutación en cada plano de manifestación.
Las enseñanzas esotéricas nos dicen –y creemos que no se hace suficiente hincapié en ello a pesar de su enorme interés- que desde la evolución en la cadena de Saturno nos acompañan unos ángeles operantes en los cuatro subplanos superiores de cada plano en manifestación, cuya única misión es la de transmutar la materia de uno a otro plano. Es decir, que propician todo fenómeno radiactivo, ya que se define la radiactividad como la energía que se desprende cuando la materia pasa a otro estado superior. Constituyen la auténtica y segura esperanza de un futuro mejor, su característica es la alegría, porque alegría es aquello que experimentamos cuando conseguimos hacer realidad un propósito. Son los encargados de que la materia constituyente de los tres subplanos inferiores de cada plano pueda transmutar hacia la de los cuatro subplanos siguientes. Cuando seamos conscientes de este proceso podremos experimentar la satisfacción mental, no la emocional.
Estos ángeles permiten y propician el cambio del hielo en agua o en vapor, el de la fundición de metales y quizás el más interesante de todos sea el de la transmisión del sonido al convertir en ondas electromagnéticas tanto el mecánico movimiento de los músculos que producen la voz como la intención al hablar, transportando magnéticamente todo ello. Y no es ningún milagro.
El conocimiento pertenece a la humanidad y puede impartirse pero no es posible hacer lo mismo con la sabiduría porque es de carácter exclusivo e individual, personal e intransferible, no existen dos sabios iguales pero si dos personas con idéntico nivel de conocimientos. El conocimiento tan solo es la parte objetiva de la sabiduría, y ésta constituye la revelación de la acción individual.
Se nos describe esotéricamente cómo actúa un elemental constructor, sea de la proveniencia que sea, penetrando en el estado de materia inmediatamente superior al que opera para recoger sustancia con sus brazos curvados y manos como paletas para mejor sujeción, regresando a su nivel operativo y construyendo la correspondiente materia en ese plano. De la misma manera que el pequeño ángel penetra en un estado inmediato superior para recoger instrucciones que las ejecutará en su propio plano, así operan todos estos seres procedentes de otras cadenas en las que evolucionamos en el pasado, esperando a que se creen, por parte de la humanidad actual, esos núcleos magnéticos, proposiciones o hipótesis de los que podrán absorber la correspondiente energía en la actual evolución terrestre y no la que todavía utilizamos, perteneciente a evoluciones anteriores.
Mientras no aparezca esa proposición, núcleo o vacío creador, ni unos podrán efectuar el efecto servicio ni los otros tendrán posibilidad de estructurar nuevos materiales más perfectos por el efecto aspiración.
Tal creencia puede tener su base de conocimiento en la ciencia cuando, por ejemplo, el físico-químico sueco Svante Arrhenius (1.859-1.927), enunció su “hipótesis de la panespermia” consistente en la transmisión de vida desde un astro hacia otro por la mediación de unos minúsculos seres vivos que se desplazan a través de los espacios intersiderales. Estos seres vivos que menciona la ciencia, son manifestaciones de los ángeles transmutadores de la materia nombrados esotéricamente y su desplazamiento a través del espacio intersideral es un efecto similar al de la transmisión del sonido mediante ondas electromagnéticas o al del cambio de la materia desde un estado a otro.
Nos preguntamos sobre la razón por la que resulta dificultoso encontrar en los diccionarios la palabra “panespermia”, incluso en los enciclopédicos. Ciencia y esoterismo hablan de lo mismo, por lo que podría resultar más fácil el diálogo, tan solo haría falta un poco de atención mutua.
Otra corroboración científica muy interesante es la propiedad consistente en el intercambio temporal de electrones entre dos átomos, de manera que uno adquiere durante cierto tiempo características y propiedades del otro.
La experimentación científica demuestra que ello está ocurriendo entre partículas atómicas que se intercambian mutuamente materia y propiedades. También constituye una afirmación esotérica que las actuales características y diferenciaciones humanas en razas y constituciones son debidas a determinada colaboración entre planetas. Si aplicamos el principio hermético tal es arriba como abajo, tal es abajo como arriba, nos permite comprender y admitir la afirmación esotérica a través de la experiencia científica, así como la posibilidad de que ocurra respecto de sistemas solares, galaxias, …, en todo el infinito Cosmos. Es decir, que podría ser admisible el intercambio telepático o mediúmnico a través del efecto aspiración y el de servicio, enunciados tanto por la ciencia como por el ocultismo, solo que con distintos nombres.
La diferencia estriba en que la ciencia exige la experimentación mientras que la expresión religiosa basada en la creencia ha de recurrir al lenguaje simbólico para explicar lo que no puede: el misterio. De esta manera, las autoridades religiosas y científicas esgrimen leyes sin correspondencia axiomática aunque si hipotética, como por ejemplo el error de Sir Isaac Newton en la primera mitad del siglo XVII cuando afirmó que la luz viaja más rápido en un medio denso que en otro más liviano, es decir que es más rápida en el agua que en el aire. Debido a su carácter imponente y autoritario, perduró esta falsa creencia científica durante cien años hasta que Maxwell, en 1.864 demostró que la luz era un fenómeno electromagnético y que no viaja más rápido en el agua que en el aire, desbancando la hipótesis de Newton al convertirla en axioma y este en ley. De esta manera se suscitó gran interés científico por experimentar sobre los efectos que produce la luz en los fenómenos eléctricos, ya que la propia luz tiene por causa otro fenómeno eléctrico.
Comprobaremos a lo largo de este trabajo que nos movemos por creencias generalizadas e institucionalizadas, estableciendo diferencias respecto del conocimiento, cuando debiera ser al revés, permitir mediante el respeto que cada cual siga su propia creencia y que el conocimiento adquirido sea patrimonio de la humanidad, compartiéndolo. Es decir que hacemos común e igual para todos a la creencia pero diferenciamos entre tu conocimiento y el mío. Podríamos universalizar el conocimiento y particularizar la creencia como patrimonio de cada cual.
El interés por la experimentación produjo, sobre todo en el XIX una corriente de opinión que dividió profundamente a la humanidad, tanto a las comunidades científicas como a las religiosas. En las científicas, unos estaban a favor de las nuevas experiencias en la física y en la química, y otros se aferraban a las antiguas creencias, lo que propició un estado de escepticismo y desconfianza mutua que se manifestaba en las contradicciones y descalificaciones de unos contra otros.
De la misma manera que hay seres en el campo científico que han dado un gran legado de conocimientos a la humanidad fruto de sus propias creencias, conocimientos de los que nos beneficiamos, vivimos y ostentamos en el presente a pesar de las opiniones que en su contra se levantaron, también en el aspecto espiritual han surgido seres que han ofrecido a la humanidad conocimientos ocultistas, y han creado escuela. Si los científicos han sido vilipendiados, criticados y desautorizados cuando expresaron sus enunciados hipotéticos, otro tanto ocurre con las personas que espiritualmente han ofrecido a la humanidad un enorme bagaje de conocimientos ocultistas.
Si podemos apartar la desautorización y la crítica, el ánimo objetor y la autoridad que impone, tan solo quedarán las afirmaciones hipotéticas de unos y otros con la libertad de que sea cada ser humano quien dilucide si las admite o no, y cuando existan muchos que en su cotidiana y habitual vida conviertan en ley todo axioma respecto de cómo viven y actúan, cómo sienten y piensan, la ley se generaliza universalizándose a toda la humanidad en forma de conocimiento sin diferenciaciones ni impedimentos, porque ha llegado a saberse todo aquello en lo que se creía.
Cuando alrededor del año 1.920 Arrhenius enunciaba su hipótesis sobre la panespermia, no se disponían de instrumentos o aparatos que detectasen la existencia de materia orgánica en el polvo estelar que continuamente cae sobre la atmósfera terrestre procedente del cosmos. Sin embargo fue capaz de ofrecer a la humanidad su hipótesis dando al traste con creencias científicas y religiosas imperantes respecto del génesis y que se resistían a admitirla, ya que supone la existencia de un enorme y gigantesco cometa que habría transportado hasta
Tal afirmación suscitó grandes convulsiones en su contra como las que provocara en su tiempo Copérnico o Galileo Galilei. Ocurre, no obstante, que a lo largo de la historia ciertas hipótesis no admitidas y rechazadas se han demostrado experimentalmente más tarde, convirtiéndose en realidades constituidas por el conocimiento que proporciona el saber lo que se cree.
Comoquiera que el actuar, sentir y pensar son resultados de la relación con los demás que también actúan, sienten y piensan, y que unas veces se mezclan y otras logran combinarse por la ausencia de crítica y objeción, cuando se produce la combinación se manifiestan la armonía y la paz, características de la universalidad y contrarias a la separatividad. La nota que predomina es la alegría por la relación sin impedimentos, produciéndose de manera simultánea el efecto servicio y el de aspiración.
Se observa que quienes han dado conocimientos a la humanidad, los han expresado influidos en cierta manera por determinadas circunstancias tanto científicas como religiosas y sociales, cometiéndose en ocasiones verdaderas atrocidades debidas a la imposición de la creencia, imposición que se efectúa tanto por ignorancia, como por autoridad o interés. Los científicos ocultando sus conclusiones y los espiritualistas dejándose llevar por las tendencias de la época, reaccionando unos contra otros. Pero si en el presente somos capaces de observar el conjunto epistemológico sin el fragor de la objeción, podremos llegar hasta la misma esencia del conocimiento que nos transmiten unos y otros. Cuando leemos el legado de cualquiera de ellos y nos esforzamos en desatender el tiempo que hayan podido invertir en discursos de enaltecimiento personal, panegíricos y de descalificación de otros, podremos encontrar lo único que se esta manifestando en todos ellos sin excepción, y es que han sabido algo de lo que creen y nos lo transmiten al resto en forma de conocimientos. Las circunstancias constituyen el tiempo que cambia constantemente pero la esencia del conocimiento permanece inalterable en el espacio. O atendemos al tiempo o progresamos hacia el espacio …
La panespermia provocó un pandemónium como tantos otros en la historia. Agustín de Hipona protagonizó uno de ellos, que se deja entrever medio escondido desde el siglo IV debido a que se adoptó y adaptó a la iglesia católica como uno de sus grandes doctores, cuando se preguntaba:
“¿Será Dios el tiempo?”
A pesar del revuelo habitual debido quizás a la ignorancia de unos y a la conveniencia de otros, Agustín, Copérnico, Galileo y otros muchos, han sido capaces, en algún momento, de abstraerse de las circunstancias condicionantes llegando hasta la misma esencia del conocimiento, esencia que transmiten a través y a pesar de todas las limitaciones. Muchos son los ejemplos de ello, y nos permitimos atender a uno de hace apenas 25 años cuando dos físico-químicos norteamericanos con el apellido hispano Álvarez, Luís el padre y Walter el hijo, experimentaban sobre la concentración de iridio existente en unos estratos geológicos encontrados en Gubbio, Italia, habiendo acudido allí precisamente porque la existencia de iridio es muy rara y extremadamente escasa en
Se calcula que hace aproximadamente un centenar de millones de años atrás toda la vida terrestre se basaba exclusivamente en el carbono, pero a partir de la extinción de los dinosaurios y de forma progresiva, han ido apareciendo fósiles de algas diatomeicas con otro elemento del que no se tiene constancia de que existiese hasta entonces en
Hay que tener en cuenta que por efecto de la radiación alfa sobre el aluminio se obtiene silicio, como más adelante observaremos. Tenemos base científica para creer en la hipótesis de que el silicio terrestre pudo formarse a partir de las radiaciones desde aquella época.
Resulta admisible de manera lógica y enlazando los hechos, que el germen de la vida actual en
En el presente se sigue cada vez con menor resistencia la hipótesis de la panespermia y se sabe algo más de la desaparición de los dinosaurios, no resultando tan descabellada la idea de que llegando materia orgánica a
Este intercambio y constante interrelación entre las partes de un todo puede tener una traducción: la fraternidad.
Como toda hipótesis tiene a su inventor o impulsor y a su ejecutor o realizador, y debido a que existen hipótesis más abstractas o de mayor dificultad de realizar que otras, asimismo existirán distintos niveles o jerarquías realizadoras. Al Excelso Ser o Entidad capaz de formular la más pura y abstracta de las hipótesis y de mayor complejidad en su realización le llamamos Dios o Logos, asimismo cabe pensar en la existencia de su homólogo Constructor y en su mismo nivel de excelsitud, pureza y abstracción que, atendiendo a los seres que Lo conforman, se designan como elementales constructores, seres asuras, ahrimanes o luciferes en infinitas jerarquías, tantas como posibilidades hipotéticas a realizar.
El ocultismo y el ámbito científico tienen distintas consideraciones en lo concerniente a la transmutación, liberación, iluminación y vacío, actividades todas ellas resultantes de la relación en la que se combinan espíritu y materia, hombre y ángel, ciencia y religión. Podría resultar esclarecedor contemplar estos aspectos referentes a la transmutación, observando la constante actividad que en este sentido se ha producido en la humanidad desde tiempos inmemoriales.
Adoptando el axioma de Einstein sobre la disminución del tiempo al aumentar la velocidad, (el tiempo transcurre más aprisa arriba de un edificio que abajo, pero medido abajo), si aumentamos mucho la velocidad va a disminuir mucho el tiempo hasta que, al llegar a la velocidad de la luz física (
Vamos a crear un vehículo hipotético para desplazarnos a velocidades superiores a la de la luz y regresar por un momento a una parte de nuestro pasado contemplando el ir y venir de sucesivas hipótesis, admitidas unas y rechazadas otras, verdaderas en un momento dado o siempre falseadas, para conocer algo de lo que nos precede y de lo que nos puede ser venidero. Ante esta rapidísima visita al pasado habrá que omitir infinitos detalles en los que no nos detendremos y advertir que los reseñados no constituyen lo más relevante, pero los consideramos suficientes para la finalidad de este trabajo.
2–BREVE CRONOLOGÍA
Año 380 antes de Cristo
Estamos con Demócrito de Abdera que, basándose en su maestro Leucipo postula que toda sustancia la conforman unas partículas materiales e indivisibles a las que llama átomos y que entre ellos tan solo existe el vacío. Constituye una de las primeras referencias al vacío de las que disponemos.
Año 320 antes de Cristo
Aristóteles no admite las hipótesis de Demócrito y adopta las de Empédocles mediante las que se afirma que las sustancias se forman a partir de los elementos de la tierra, del agua, del aire y del fuego, añadiendo un quinto elemento, el éter, llenando así el vacío de Demócrito.
Una hipótesis contra otra.
Año 300 antes de Cristo
Estamos con Euclides y nos dice que no elige ni una ni otra, sino que prefiere el método deductivo y la experimentación práctica, dando así a la humanidad unos conocimientos que van a constituir el libro de texto en enseñanza durante más de 2.000 años. Sin embargo, sus seguidores son llamados los disputadores, porque están reduciendo el arte de la dialéctica a la disputa formal. Comienza a introducirse otro método, el inductivo, basado en la curiosidad más allá de la experimentación, haciendo admisibles hipótesis basadas en razonamientos lógicos.
Año 200 antes de Cristo
La obra De rerum natura (La naturaleza de las cosas) de Lucrecio permite trasladar al imperio romano gran parte del conocimiento helénico, adoptando las hipótesis de Demócrito vigentes durante cinco siglos, tal es así que en el año 1.483 el Papa Sixto IV ordena copiar íntegramente al latín.
Puede observarse un largo período de tiempo en el que es escasa la formulación hipotética debido a que es el mundo árabe el que desarrolla especialmente la química, atendiendo a excepciones tales como el alemán Libau o el suizo Paracelso, aunque los alquimistas europeos durante
Los anomeos dejan sentir su influencia sobre todo en el cristianismo, al sostener que el Verbo es de distinta naturaleza a la del Padre, idea basada en Arrio que, por los siglos V y VI, afirma que el Verbo posee tan solo una divinidad secundaria y que encontró esta hipótesis en Orígenes (siglo III) cuando proclama que el Hijo tiene distinta sustancia de la del Padre. Arrio fue presbítero en Alejandría y excomulgado, pero sus hipótesis o doctrinas tienen muchos seguidores, tantos que el emperador Constantino convocó el Concilio de Nicea para condenarle,dejando resueltas las diferencias afirmando imperativamente en mayo del año 325: “Jesucristo, Hijo único de Dios, es nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero, engendrado y no creado, consustancial al Padre y que por Él fueron hechas todas las cosas”
En España no se zanja la controversia hasta el año 587 en el III Concilio de Toledo en el que el rey visigodo Recaredo, su esposa y toda la corte tienen que abjurar con la intención de acabar con tanta guerra entre hispanoromanos y visigodos. Una vez más contemplamos la imposición de unas hipótesis sobre otras mediante la autoridad que establece las creencias que le convienen, siendo la ignorancia y el interés particular sus instrumentos.
Hasta el siglo XVII
Los pensadores griegos se sienten atraídos hacia dos tipos de filosofía, la natural y la moral. De
Sobre el año 250 de nuestra Era se protagoniza un desarrollo místico en exceso a través del neoplatonismo y las formulaciones de Plotino. En Europa se rigen básicamente por
En 1.543 Nicolás Copérnico publica un libro revolucionario, pues afirma que hay que considerar al Sol como centro del Universo y no a
Encontramos a un genial publicista, convincente lógico y que está acabando con todas las teorías aristotélicas, Galileo Galilei, gran narrador que describe sus experimentos de forma tan clara e irrefutable que está conquistando a la comunidad erudita europea. El aspecto revolucionario de Galileo estriba en la sustitución del método deductivo por el inductivo, es decir, en lugar de que las conclusiones sean deducidas a partir de unas generalidades, hay que observar para poder hacer la generalización, o sea el axioma.
El verdadero éxito del pensamiento humano empieza a producirse cuando se establece un principio fundamental “el libre intercambio y la cooperación”, algo tan obvio en el presente y que provocaba grandes recelos en el pasado, así, los pitagóricos formaban una sociedad secreta, los alquimistas de
Se va produciendo una interrelación científica sin paralelo en el aspecto espiritual que continúa recluido y aislándose cada vez más, de manera que actualmente la ciencia está formada por una comunidad con mayor relación y comunicación que el que se produce en los diversos sectores del aspecto espiritual. Ello conlleva quizás, a una mayor separación.
En este orden de cosas, los adelantos del mundo árabe empiezan a ser adoptados en Europa y se construye el primer microscopio óptico con una lente de vidrio y que precisa de la luz del día para observar los objetos.
Isaac Newton se establece en el mundo científico con gran autoridad postulando su teoría corpuscular de la luz. Por su parte, Christiaan Huygens, físico neerdanlés, formula otra hipótesis respecto de la luz, la teoría ondulatoria afirmando que la energía se propaga mediante ondas y no partículas, negando que sea más rápida en el agua que en el aire, es decir contradiciendo en todo a Newton.
De nuevo la contraposición de hipótesis que, en este caso concreto se resolverá a partir de 1.864. Sin embargo, la comunidad científica se inclinó ante lo que decía Newton rechazando a Huygens durante un siglo.
Ilustramos con un sencillo gráfico ambas teorías
1.801
El inglés T. Young reafirma la teoría ondulatoria al explicar con ella las interferencias y los distintos colores del espectro. Pero queda pendiente la corpuscular.
1.803
John Dalton rescata a Demócrito al desarrollar su teoría atómica basándose en las hipótesis de dos antecesores suyos, Boyle y Proust. Por fin encontramos un axioma después de tantas hipótesis que constituye el primer enunciado atómico de la edad moderna en el que se distinguen dos tipos de sustancias, las elementales y las compuestas. Comienza una verdadera fiebre por la experimentación que obtiene resultados inexplicables de manera lógica y por las hipótesis vigentes.
1.827
Robert Brown botánico escocés, descubre el movimiento caótico y desordenado de las partículas microscópicas en un líquido calentado, de manera que al aumentar la temperatura logran superar las fuerzas que las mantienen unidas y formando parte del líquido, para pasar a un estado nuevo, el vapor. Este hecho conllevó el establecimiento de diversas hipótesis reunidas en el llamado movimiento browniano que será aprovechado por Einstein 78 años más tarde.
1.859
Comienza a ser utilizada la palabra radiación al afirmar que la energía del Sol nos llega por radiación. Los científicos Bunsen y Kirchoff logran demostrar la existencia de un espectro distinto para cada elemento químico y se constituyen como los padres de la espectroscopia actual.
Se observa que, en ocasiones, la energía que recibe un cuerpo no aumenta su temperatura sino que es utilizada para cambiar de estado, proceso que se bautiza como endoenergético. Por ejemplo, cuando hierve el agua lo hace a 100 º centígrados y al aumentar la temperatura hierve con mayor fragor, pasando más rápidamente a vapor. Ello viene a confirmar el paso de la materia desde un estado a otro cuando se le suministra la debida energía, cuya correspondencia existe respecto de los dos efectos, el de aspiración y el de servicio.
Un gran descubrimiento es el que consiste en la observación de cómo se emite la energía, que tendrá su momento álgido en 1.921 con Einstein. Hasta ahora se tiene la creencia de que un cuerpo puede emitir energía de manera infinita, sin embargo se observa que tan solo se emite bajo ciertas circunstancias que, si no se dan, desaparece la emisión energética, y esto no puede explicarlo la física clásica, por lo que se hace necesaria la reformulación de hipótesis y rechazar las vigentes.
1.864
Maxwell aporta al mundo dos enormes afirmaciones, en la primera resume toda la electricidad y el magnetismo conocidos en cuatro fórmulas, y la segunda, que la luz es un fenómeno electromagnético y no es más rápida en un medio denso que, al quedar demostrado, desbanca definitivamente la tesis newtoniana.
1.866 – 1.867
H. Hertz estudia la descarga eléctrica entre dos electrodos y observa que mejoran los resultados al iluminar uno de ellos, por lo que piensa que la luz aumenta la potencia del electrodo iluminado, con la sorpresa de que este aumento de potencial lo transmite al otro electrodo de manera inmediata.
Este experimento electromagnético desarrolla varias hipótesis que devengan en los llamados efecto fotoeléctrico y la radiactividad, que más adelante explicitaremos brevemente. Hertz junto a Hallwachs, continúan investigando con estos fenómenos basados en iluminar una placa de cinc, produciéndose ondas luminosas delante de ella.
1.895
Se descubren los rayos X observando que las fosforescencias de determinadas sustancias pueden atravesar materias opacas sin dañarlas e impresionar placas fotográficas, fenómeno al que se denomina radiactividad como efecto de una radiación o emisión de energía.
1.896
En la noche del 26 al 27 de Febrero trabajaba en el laboratorio un científico francés, A. Henri Becquerel, experimentaba con sales del uranio obtenido a partir de la pechblenda, las metió en un cajón junto a unas placas fotográficas sin impresionar y marchó a su casa. Al siguiente día se le ocurrió revelarlas observando una imagen, la de la fosforescencia del uranio. Contacta con Marie Sklodowska Curie que, junto a su esposo Pierre Curie, comienzan a experimentar con ello, observando que unas radiaciones son atraídas hacia el polo positivo de un imán, por lo que han de estar cargadas con electricidad negativa y las llaman beta, a otras las atrae el polo negativo y han de tener carga eléctrica positiva, a las que denominan alfa y otras que no son atraídas sino que se propagan en línea recta y las nombran gamma. Observan que existen elementos con mayor radiación que el uranio, como el polonio y el radio. Se les concede el Nobel a los tres en 1.903.
Existe gran expectación hacia estos fenómenos lo que provoca atención hacia los experimentos, tendencia que es denominada por otros como de materialista recluyéndose en sus espiritualidades e invirtiendo su tiempo en justificar una postura en contra, lo que da a la humanidad una considerable cantidad de conocimientos ocultistas a través de personas, mahatmas, maestros, iniciados o clarividentes.
En ambos aspectos, el científico y el espiritual, está recibiendo la humanidad una ingente cantidad de conocimientos que constituyen una verdadera joya a pesar de sus atribuladas circunstancias y tendrá que asimilarlos, transmitiéndolos de individuo a individuo, de grupo en grupo, tal como acabamos de ver en la analogía del experimento de Hertz en 1.887, si se nos permite establecer una correspondencia entre la experiencia atómica y la actividad humana.
1.897
J. J. Thomson demuestra la existencia real de unas partículas con carga eléctrica que, al ser atraídas por el polo positivo de un imán han de tener carga negativa y las llama electrones. Queda abierto el camino para experimentar con ellos y medir su carga y masa. Lógicamente se formula la hipótesis de que han de existir otras cargas con electricidad positiva y que ambas forman el conjunto atómico como unidad de la materia, que es neutra, es decir sin carga eléctrica.
Las hipótesis de Dalton en 1.803 resultan ahora insuficientes, ya que se basan en la indivisibilidad del átomo y esta creencia ya no puede mantenerse por más tiempo ante el hallazgo de los electrones como partes integrantes de una unidad atómica. Todavía existen sectores que no admiten estos hechos debido a que no se ha experimentado con ellos, por lo que aún pertenecen al terreno hipotético.
1.900
Max Planck y Albert Einstein consiguen demostrar la teoría corpuscular de la luz, llamando quantum o cuantos a los corpúsculos energéticos. Nace
1.902
Frederick Soddy deja establecido que la radiactividad es el resultado producido cuando un elemento muta hacia otro diferente quedando libre una energía.
1.905
Artículo de Einstein sobre el movimiento browniano (1.827) proporcionando a la ciencia la evidencia experimental e incontestable sobre la existencia real del átomo, otorgando un sencillo método para contarlos a través del microscopio óptico. Asimismo hermanó las dos teorías, corpuscular y ondulatoria, como explicación lógica del hecho de que se desprendan electrones de una superficie metálica iluminada o efecto fotoeléctrico. La reacción que se produce ante las hipótesis de Einstein conmocionan los ámbitos científicos, momento que es aprovechado por otros ámbitos espirituales para defenderse argumentando sobre la inexistencia del átomo.
1.906
J. J. Thomson es galardonado con el Nobel por demostrar que los electrones existen realmente como partículas materiales e integrantes de la unidad atómica, que poseen carga eléctrica negativa y masa, evidenciando la teoría corpuscular aplicada a ellos. Falta por demostrar que también se les pueda aplicar la ondulatoria. Se suceden experimentos con distintos metales sometidos a luces variadas para observar a los electrones desprendidos, es decir, el fenómeno o efecto fotoeléctrico.
1.911
Se observa que la materia se transforma cuando es sometida a la acción radiactiva experimentando sus efectos en sólidos, líquidos y gases. Rutherford llega a poder medir la masa de una carga eléctrica positiva y que es 1.836 veces mayor que la negativa o electrón, asignándole el nombre de protón.
1.915
Se consensúa una especie de acuerdo mediante el que los esotéricos y exotéricos establecen el mediumnismo como método para demostrar al mundo la existencia de lo espiritual ante tanta tendencia y atención al materialismo, entendiendo que el médium, como mediador que es y atendiendo a lo que se nos dice esotéricamente, tan solo puede penetrar en el mundo de lo etérico o etéreo porque tiene bloqueado el paso hacia otros más sutiles como el astral, debido a que sus átomos contienen hasta dos orificios de entrada energética, revelando conocimientos de carácter siempre mediático que puedan existir en dicho mundo etérico, revelaciones que nunca son propias sino ajenas.
Se propaga el ánimo de practicar una ciencia espiritual como reacción al materialismo imperante, y el hecho de negar rotundamente la existencia del átomo y de las partículas que lo componen, se observa tanto en espiritualistas como en científicos.
Todas las manifestaciones mediáticas o mediúmnicas precisan de una energía invocativa que las impulse, de una adecuada estructura atómica que las configure para expresarlas y de un objetivo que, al ser intermediado, siempre tiene el marchamo del ser o seres que se expresan y el de quien les sirve de expresión. De esta manera nos han llegado conocimientos relevantes de partes de la verdad con las tendencias o intenciones de sus impulsores, tanto occidentales como orientales, más espiritualistas o materialistas. Al observarlas podríamos esforzarnos en no atender a esas circunstancias diversas en cada época y persona, para tratar de encontrar esa parte de la verdad en su esencia. Cuanto mayor es el tiempo dedicado a justificarse argumentando razones para descalificar al otro, mayor cuidado y atención requerirá del observador que busca la esencia de la verdad. Dicha esencia existe en todas estas manifestaciones, tan solo requiere de la aplicación del efecto fotoeléctrico y de la radiactividad para desprenderlas de lo innecesario y captar el núcleo: el vacío creador.
1.919
Rutherford somete el gas nitrógeno a radiaciones alfa y obtiene un isótopo, quedando establecida la mutación de la materia de manera artificial. Puede crearse materia en el laboratorio.
1.921
Nobel a Einstein por su demostración práctica sobre el efecto fotoeléctrico y las aportaciones a la física teórica. Más hipótesis.
1.922
Compton demuestra que, en el efecto fotoeléctrico, un electrón necesita menos energía de la que contiene el fotón luminoso para desprenderse del átomo, apareciendo un segundo fotón con la energía sobrante. Es la reacción en cadena.
1.926
Davisson y Germen, acaban de demostrar que los electrones también cumplen la teoría ondulatoria, por lo que quedan admitidas ambas de manera definitiva como aplicables a toda la materia y no solo a la luz, aunque se admiten como hipótesis ya que todavía no se han efectuado experimentos que lo verifiquen en la práctica.
1.932
Chadwick, alumno de Rutherford, descubre una nueva partícula en el interior del átomo, sin carga eléctrica y con una masa similar a la del protón, el neutrón.
1.934
La hija de Marie Curie, Irene y su esposo Joliot, experimentan con la transmutación artificial sometiendo el aluminio a radiaciones alfa, apareciendo fósforo radiactivo con una vida media de dos minutos que degenera en silicio estable. Se admite que la radiactividad produce mutaciones en los seres vivos.
1.935
Hideki Yukawa, científico japonés, descubre otra partícula atómica, el mesón, cuya masa es 200 veces superior a la del electrón.
1.936
Se construye el primer microscopio electrónico utilizando electrones y que permite 800.000 aumentos.
1.937
Las teorías ondulatoria y corpuscular se han admitido pero no se han demostrado experimentalmente y es G. Thomson, hijo de J. J. Thomson el que lo hace obteniendo el Nobel por ello. Asimismo presenta el primer modelo de átomo que consiste en una esfera cargada con electricidad positiva en la que se incrustan por su superficie unas bolas o electrones. Se le denomina plumcake por su apariencia de pastel con pasas.
1.960
Al modelo de Thomson le siguieron otros como los de Rutherford, Bohr o Sommerfeld basados en la idea de que el electrón gira alrededor del núcleo pero en órbita estacionaria, es decir que siempre pasa por el mismo sitio a la misma hora.
N. Heisenberg enuncia su principio de incertidumbre al no poder encontrar al electrón en un lugar exacto de su órbita. Todo el sector científico se pone de acuerdo para abandonar la hipótesis de Rutherford.
1.981
Se estudia el efecto túnel consistente en la propiedad de los electrones para adquirir energía de su entorno o de otros electrones, con el objeto de abandonar la estructura a la que pertenecen. Hipótesis: los electrones forman la materia junto con el núcleo atómico, tienen tendencia a absorber energía para vencer la fuerza que les mantiene unidos y desprenderse de ella, pero energetizados.
Aplicando esta hipótesis al aspecto espiritual, podría traducirse como la tendencia de todos los seres elementarios o constructores, a absorber energía para lograr abandonar la estructura material que los cohesiona en la actualidad. Se construye el primer microscopio aplicando el efecto túnel que proporciona una visión todavía incompleta del átomo.
1.983
Heine Roher, Nobel en 1.986, fabrica otro microscopio mediante el efecto túnel que permite la observación de átomos individuales con mayor perfección que su antecesor y se le denomina STM.
1.984
E. Schrödinger y P. Dirac, establecen las bases para la física cuántica mediante el cálculo de la probabilidad de encontrar un electrón determinando su posición y movimiento, lo que ratifica la hipótesis de Heisenberg con el principio de incertidumbre. Debido a ello se dice que Einstein se equivocó, ya que intentó demostrar la inexistencia de dicho principio, sin conseguirlo. Podría pensarse, sin embargo, que la certeza de Einstein se producía en materia etérica y no en la física. No existen todavía instrumentos de medida para cuerpos etéricos y por lo tanto desconocemos el grado y plano de la certeza de Einstein, tan solo podemos certificar nuestra ignorancia.
3.—POSIBLE RELACIÓN ENTRE CIENCIA Y OCULTISMO
Al aminorar la velocidad con nuestro hipotético vehículo regresamos al presente contemplando el conjunto de observaciones. Se establecen hipótesis y se desbancan, unas se demuestran y otras no, siempre existe reacción en contra de cada una de ellas y mucho de lo que se afirma se adorna de las circunstancias del momento.
Este continuo hacer y deshacer, cada vez con más nobles materiales, tal como lo describe V. Beltrán, constituye nuestro proceso evolutivo. Rectificar es de sabios.
La finalidad puede situarse en el proceso del constante desprendimiento de estructuras para adquirir otras nuevas más perfectas que las anteriores, proceso contemplado tanto por la ciencia a través del efecto fotoeléctrico y la radiactividad, provocando mutación en la materia tanto orgánica como inorgánica, y asimismo en ocultismo al definir la transmutación con nombres tales como iluminación o liberación.
Saint Martin dice: “Disipad vuestras penumbras materiales y encontrareis al hombre” proceso que también está definido en las llamadas iniciaciones en ocultismo, correspondiendo a
-la transmutación de los átomos químicos que absorben la energía de la propia materia en el plano físico. Se corresponde con la sublimación de las estructuras físicas del Reino Mineral y que forman parte del Humano.
A la segunda:
-Es el Reino Vegetal el transmutado y la energía se corresponde con el plano astral.
A la tercera:
-Corresponde el Reino Animal y predominan las energías o fuegos de la mente.
A la cuarta:
-El cuerpo causal o Alma controla a los otros tres. Su transmutación consiste en facilitar el paso de mónadas animales al Reino Humano.
Puede resumirse afirmando que toda materia evoluciona hacia otra en un estado superior.
Corresponde a estas cuatro primeras iniciaciones toda la evolución material que a través de su progresivo ennoblecimiento se sutiliza cada vez más por el trabajo de seres o entidades que colaboran y aprenden junto con el ser humano. El resultado de esta íntima y estrecha colaboración entre dos evoluciones paralelas, la humana y la angélica, es la luz, para lo cual se requiere entendimiento y diálogo de manera que el hombre pueda oír el color y el ángel ver el sonido. Es otra forma de expresar la transmutación.
La hipótesis o propósito constituye la electricidad unipolar positiva que manifiesta
En la quinta iniciación continúa el proceso, y ya vimos que es la primera vez que la naturaleza humana puede realizar el efecto de aspiración, consistente en el paso o transmutación desde el Reino Humano al Espiritual, la 5ª Jerarquía Creadora. Corresponderá a las cuatro primeras iniciaciones la totalidad del efecto servicio y que abarca toda la materia en posible manifestación para nuestro actual 2º Universo.
Podría quedar ilustrado la totalidad del proceso en el siguiente gráfico:
Es entre la cuarta y quinta iniciaciones cuando el alma, controlando a la personalidad que la ha envuelto hasta entonces, ha de desprenderse totalmente de esta envoltura, proceso conocido en ocultismo como la destrucción del cuerpo causal y que en lenguaje simbólico o místico se exclama “Padre, por qué me has abandonado”. Supone el vacío en su máxima expresión y en su acepción más absoluta, es la noche oscura del alma de Juan de
Cuando el proceso radiactivo impelido por el alma humana transmuta la totalidad de átomos materiales que estructuran sus cuerpos mental, astral y físico, tan solo quedan los núcleos habiendo culminado su proceso de evolución material en este sistema solar y continuará evolucionando más allá de la materia en la actual manifestación. En el momento en el que el último de los electrones absorbe la energía del núcleo del que forma parte y logra desprenderse, la estructura humana se constituye únicamente por los núcleos atómicos, es decir, la pura esencia de lo que fue materia y energetizados al máximo de su capacidad, constituyendo la más elevada de las manifestaciones de
Es a partir de la quinta iniciación pues, que se evoluciona únicamente con la electricidad de polaridad positiva o Fuego de Fohat en su prístina pureza,
Esotéricamente estamos enunciando el experimento que llevaron a cabo los científicos Hertz y Hallwachs en 1.886-7 de la absorción energética por parte de un electrodo iluminado que cede inmediatamente le energía absorbida al otro.
Veamos una ilustración del efecto fotoeléctrico:
La luz ilumina la placa metálica que está formada por átomos con cargas positivas o protones y negativas o electrones. Los electrones absorben la luz energetizándose hasta que logran vencer la fuerza que los mantiene formando el metal. Comienzan a desprenderse y cuando lo hayan hecho todos, se habrá producido un cambio en la estructura del metal ya que tendrá una composición distinta de la original, habiendo pasado hacia otro estado menos másico o de menor densidad y ya no será el mismo que teníamos antes.
El desprendimiento de los electrones produce la radiación y vimos al viajar en el tiempo que produce cambios en todo tipo de materia, recordemos lo observado en los años 1.911 y 1.934 que se obtuvo silicio a partir del aluminio.
Observemos el proceso de mutación atómica por efecto de la radiación:
Cuando el electrón ha absorbido del núcleo la suficiente energía como para poder desprenderse liberándose de la estructura atómica, se rompe el orbital, y siendo el mismo que era, pero ahora cargado energéticamente al máximo, se transforma mutando a una carga del mismo potencial pero positiva y adoptando el papel de núcleo a partir de este momento, solo que en un nivel material de expresión logoica distinto al que se encontraba y de mayor densidad.
De esta manera, un nivel material puede absorber la energía que le suministra otro nivel inmediatamente superior, de forma que lo que evoluciona construyendo en un nivel pasará a otro inmediato inferior a realizar hipótesis. Si quien realiza las hipótesis o proposiciones es el hombre en la 4ª Jerarquía y quien las construye es el elemental angélico, al efectuarse este proceso, el ángel será el creador de hipótesis en una Jerarquía inmediata inferior, la 3ª, es decir en el Reino Animal o mónadas animales, que serán humanizadas por el efecto servicio.
Al considerar la transmutación del núcleo definida por el efecto aspiración, y cuando se ha energetizado al máximo, de forma similar a como lo hace el electrón, cambia su polaridad a negativa convirtiéndose en electrón que busca un núcleo para revestirlo formando nueva materia. Debido a que la masa del protón es menos densa que la del electrón, la nueva materia será más sutil que la anterior. Si seguimos el proceso ininterrumpidamente, comprenderemos cómo se va espiritualizando cada vez más la materia a la vez que se intercambian sucesivamente los papeles de humanidad y elemental constructor, ya que el núcleo se ha convertido en electrón para dar forma y construir otras hipótesis más complejas que las que venía idealizando, es decir, lo que es humanidad en la 4ª Jerarquía será constructor en la 5ª o Reino Espiritual, pero estructurando materia de mayor sutilidad.
La humildad, en su sentido más absoluto para los humanos, podría derivarse de este proceso transmutador si realmente admitiésemos que lo más elevado de nuestro 4º Reino será lo menos elevado en el siguiente, el 5º, de manera que el fin de algo coincida siempre en el principio de otra cosa, jamás puede perderse la continuidad y en ello puede consistir el proceso evolutivo.
El mencionado proceso de transmutar hacia el estado inmediato superior supone la concepción del vacío, que en realidad supone plenitud porque se ha alcanzado la perfección arquetìpica en un plano, y la misma creación supone el acto de realizar como el de idealizar, pero como la conciencia no puede estar en dos planos a la vez, cuando se ha de idealizar no puede realizarse y viceversa.
Si esquematizamos gráficamente lo antedicho, podría aplicarse tanto a una unidad atómica como a un sistema solar, galáctico o cósmico, constituyendo en todos los casos un germen en primer lugar, formado por la hipótesis o Voluntad de que algo se pretende realizar y que constituye un núcleo eléctrico positivo que por atracción, formará un átomo cuando encuentre un electrón de su misma carga eléctrica pero de signo negativo, siendo el momento en el que algo se ha creado en un plano material y objetivo.
La reciente creación evoluciona imparable e inevitablemente a través del doble proceso de servicio y de aspiración, ya que la conforman una dualidad, y el proceso evolutivo es radiactivo, la radiactividad produce transmutación tanto en la materia sutil como en la densa …. y el paso que supone el fin de algo hacia el principio de otra cosa, es el vacío, pero un vacío creador. Y así sucesivamente repitiéndose en el infinito este proceso y que proviene del infinito, tanto si es considerado a nivel Logoico como humano o atómico, es decir, macroscópico o microscópico.
Todo ser constructor proviene de una humanidad en otra expresión logoica y su labor se manifiesta en la locución mística del “pedid y se os dará” mientras que todo ser humano tiene como destino convertirse en luz a través de innumerables procesos en los que ha conseguido que sea realizada su proposición, es decir que la polaridad positiva de su hipótesis se corresponda con la negativa de la sustancia para manifestarse en la materia. Cada hombre tiene un ángel y cada ángel un hombre. Cuando su polaridad positiva es máxima o máxima es la complejidad de su hipótesis, supone la utilización de toda la sustancia para manifestarse en la más perfecta de las materias exigiendo un ángel tan experto y puro como lo sea la hipótesis, uniendo la pureza de intención con la perfección estructuradora de formas en sus máximas expresiones. Este es el momento de máxima luz en el que se exige al ser humano “déjalo todo y sígueme”, es el vacío y la transmutación.
Habremos de considerar la existencia de propósitos humanos egoístas, es decir densos y por tanto de escasa potencia eléctrica positiva, lo que comporta la atracción de constructores también densos y poco potentes cuyas sustancias se acercan más a las del plano físico que a otros más sutiles, por lo que debido a las grandes densidades de ambos, las materias resultantes son de lo inferior del reino humano e incluso pertenecientes a reinos inferiores como el animal, vegetal o mineral. Así observamos, desgraciadamente, comportamientos humanos que tienen que ver con los del reino animal. Cuando seamos capaces de no efectuar proposiciones propias de reinos inferiores, todos los elementales constructores del reino animal y que todavía están activos en el humano, transportarán al reino animal la energía que han absorbido en el humano para convertirse en quienes realizarán las hipótesis, es decir, en la humanidad que subyace en el reino animal. Tal es el efecto servicio.
De manera análoga, los que evolucionamos como humanidad en el actual 2º Universo, procedemos de alguna Expresión Logoica de
Esotéricamente se afirma que el destino de la humanidad es convertirse en un cuerpo de luz, así también en el ámbito científico se reconoce que somos hijos de la luz.
Visto con este criterio, hemos creado el mito de Dios rebajándolo a la condición humana pero con inalcanzables e imposibles virtudes, mientras que al Diablo le hemos cargado con todos nuestros defectos y vicios situándolos fuera de nosotros y designándole como culpable. Todo ello pueden constituir nuestras creencias y responsabilidad de cada cual es saber aquello en lo que cree o continuar sumido en la ignorancia.
Cuando en un laboratorio se ha conseguido aislar un protón “aparece” un electrón con su misma carga eléctrica pero de signo negativo para formar un nuevo átomo, creando materia artificial. Lo sorprendente es que la “aparición” del electrón se produce al azar y sin la posibilidad de que el científico pueda controlarlo para decidir cuándo o cómo ha de aparecer. Existe, experimentalmente comprobado, una Ley Universal mediante la que ante una carga eléctrica positiva aislada aparecerá otra negativa para formar materia. Las cargas positiva y negativa son distintas sustancias que al combinarse producen la materia a la que llamamos “cosas”. Si el protón o propósito humano es egoísta atraerá a su homólogo negativo o sustancia constructora para producir una materia que será agradable y satisfactoria a su creador, pero desagradable y perjudicial para los demás, por lo que acabamos de crear la maldad correspondiente a ese deseo egoísta. No es el diablo quien incita y gesta el mal, sino nosotros mismos, los seres humanos a través de nuestras hipótesis personalistas y separadoras.
“Demon est Deus inversus” (El Demonio es la inversión de Dios), dice un antiguo comentario. Es el ser humano quien a través de nuestras ignorantes, intencionadas y egoístas proposiciones, hemos separado la labor del Diablo de la que realiza un Arcángel, cargando al Diablo con todo el mal hecho y por hacer. De la misma manera que el Arcángel realiza los designios de Dios sin cuestionarlos, porque carece de conciencia para juzgar, el Diablo hace lo mismo respecto del ser humano y no tiene posibilidad de entender si satisface o hiere al hombre. La conciencia es al ser humano como la realización es al ángel, y una de las manifestaciones posibles de la conciencia humana es juzgar. Al hombre le corresponde decidir.
Si nos metemos otra vez en el laboratorio, podríamos observar ahora con el microscopio STM a un átomo. Fijémonos en el electrón: su carga eléctrica es justo el doble de la que podría tener una esfera material con su misma masa y cargada eléctricamente, ello es debido quizás a que efectúa DOS VUELTAS alrededor del núcleo para completar UN SOLO ORBITAL. En la primera vuelta parece que tantea el espacio pretendiendo captar algo y en la segunda vuelta lo ejecuta, adaptándose a lo captado en la primera. Nunca se mueve por el mismo sitio ni a la misma velocidad –de ahí el principio de incertidumbre de Heisenberg, 1.960- es decir que el electrón o ángel interpreta la voluntad humana procedente del núcleo atómico para ejecutarla inmediatamente, tanto a nivel atómico o microcósmico como en el macrocósmico, llegando así a la configuración material de un átomo, de un hombre, de un planeta, de un sistema solar o del propio e infinito cosmos.
Parece irresponsable por nuestra parte el acusar al Diablo de maligno, cuando no hace otra cosa sino cooperar en la ejecución de la voluntad humana y siendo inconsciente de la bondad o maldad del resultado.
La determinación de que una hipótesis puede ser realizada, supone un equilibrio entre la voluntad de realizar o polaridad positiva y la de ejecución o polaridad negativa, que tan solo este equilibrio puede producir la luz, que la luz ilumina a la materia para iniciar el efecto fotoeléctrico y la radiactividad, que la radiación transmuta a la materia en otra nueva, que la nueva materia puede suponer mayor polaridad negativa que la anterior, que al aumentar la polaridad negativa tendrá que hacerlo la positiva para restablecer de nuevo el equilibrio, que el nuevo equilibrio producirá más luz que antes, al haber aumentado las polaridades, (“la luz dentro de la luz”), a mayor luz se producirá un efecto fotoeléctrico de mayores efectos, si aumentan los efectos aumentará la radiación … etc. … etc., deducimos que el vacío o sentido absoluto del silencio puede ser debido a que esencia o núcleo y sustancia o electrón forman la materia, que si la materia transmuta para adquirir mayor perfección es porque cambian su esencia y sustancia en el mismo sentido y este proceso no tiene principio ni fin lógicos porque no pertenecen al tiempo.
Cuando pretendemos establecer esa lógica desde lo comprensible resultándonos imposible hacerlo con exactitud y concreción, debido a que pretendemos realizar lo irrealizable, y atreviéndonos tan solo a formular hipótesis, tiene la razón Heisenberg. Pero en cuanto seamos capaces de razonar sin el condicionante del tiempo, es decir, prescindiendo de todo lo que ya es concreto, podrá resultar posible establecer la correspondiente lógica razonada entre la hipótesis y su realización, sea en el plano que sea donde se esté produciendo la relación o combinación. Al sutilizar al máximo este último proceso ya no estaremos utilizando la mente lógica o concreta sino la abstracta, que también es lógica pero en grado sumo, ya que todavía la forman núcleos en espera de sus correspondientes electrones para constituir materia allí donde todavía no la hay: en la mente abstracta actual. Y entonces tendría razón Einstein. Parece que la historia se repite.
A medida que la humanidad forja propósitos de justicia, de voluntad al bien y fraternales, se suceden transmutaciones desde la actual materia hacia el aislamiento y soledad de los núcleos por efecto de la radiactividad. Como toda perfección empieza arriba, han de ser las materias o planos mentales las primeras en transmutar, seguidas de las del plano astral y las del físico. Al efectuarse tal transmutación y aparecer núcleos negativos que eran antes positivos, la suma de todos ellos produce un clamor invocativo o demanda en forma de capacidad para realizar, capacidad que atraerá a la correspondiente polaridad positiva más pronto o más tarde, y que supone la capacidad de idealizar. Si la demanda es potente, así será la respuesta y este podría ser el mecanismo mediante el que se realizaría
El primer plano en el que se manifestaría un Avatar es el mental, habiendo sido atraído o absorbido (hemos de utilizar expresiones que quizás no sean las más correctas) por la existencia del conjunto de núcleos atómicos mentales transmutados a negativos. Es
Si se continúa el proceso transmutador sucede análogamente en los planos astral y físico con respecto de las iniciaciones segunda y primera, efectuándose la relación directamente con el propio Avatar o a través de Sus Discípulos.
El predominio de la materia se nombra esotéricamente Kali Yuga o Edad de Hierro, y se corresponde con el plano físico, a la que se suceden otras como consecuencia del proceso de la transmutación o radiactivo, recorriendo las Edades del Bronce o plano astral y la de
Así quedaría configurado un nuevo estado material correspondiendo a una nueva expresión de
Hemos de admitir la existencia de fuerzas que se resisten a cualquier cambio y que pueden llegar a arrastrarnos cuando la energía en nuestros núcleos atómicos es débil, es decir que admitimos sus dictámenes en forma de pensamiento, sentimiento o actitud. Ello es lo único que retrasa el proceso de la transmutación, sin llegar a paralizarlo. Transmutar es progresar desde lo denso hacia lo sutil, desde lo gravitatorio hacia lo magnético, hasta que todo lo que era gravedad se haya convertido en magnetismo y culminando con el último de los procesos en la materia que consiste en la transmutación de todo lo que es magnético en eléctrico.
La suma de todas las estructuras con tendencia hacia lo gravitatorio o denso, intentando retrasar la transmutación o vacío, constituyen el llamado Guardián del Umbral, con un poder invocativo que se manifiesta de forma similar al Avatar, pero con polaridad negativa, mientras que el Avatar está constituyendo una polaridad positiva. El aumento de la potencia del Guardián del Umbral también constituye una demanda o poder invocativo y puede suponer la venida de un Anticristo.
Toda estructura que se oponga a transmutar, evitará el vacío, porque nunca quiere abandonar lo que ya posee, lo único que le aterra es el vacío ya que allí se reduce a la nada, mientras que la estructura transmutada se convierte en el todo.
El Ángel de
Al afirmar o negar el vacío se desarrollan los dos tipos de Magia Organizada y de Magos. El Agni Yoga es la consecución de
Dice Agustín de Hipona: “El mundo fue creado CON el tiempo, y no EN el tiempo”.Y dos antiguos comentarios: “Que cesen los constructores externos y que inicien su trabajo los internos”
“Cuando todo lo que existe haya atravesado
entonces ya no existirá el tiempo”.
Palabras que resumen todo lo que hemos pretendido exponer acerca del vacío.
Que la luz descienda a la tierra.
Feliz año 2.007 y nuevo estado.
Eloy Millet Monzó
ENTENDI, QUE EL VACIO ES ESTAR EN UN NIVEL POR ENSIMA DEL PLANO TERRENAL ,DONDE NO EXISTE TIEMPO,SUFRIMIENTO,PENSAMIENTO ES LA CONECCION CON EL PADRE.ES LA COMPLETA PAZ.