Emanuel Swedenborg: vida de un místico
Que existen muchos planetas, y gentes que los habitan, y espíritus y ángeles en ellos, es bien sabido en la otra vida, pues en esa vida, a quienquiera que lo desee por amor a la verdad y uso consecuente, le es permitido hablar con lo espíritus de los otros planetas (Emanuel Swedenborg, Tierras en el universo).
Emanuel Swedenborg (1688-1772), filósofo y teólogo protestante, estudioso de las ciencias y místico, es una de las figuras más fascinantes de la historia moderna europea. Su búsqueda personal encarna la lucha ilustrada por crear armonías entre la precisión calculada del análisis científico y la necesidad íntima de conectar con Dios.
De la ciencia a la mística: apuntes biográficos
Hijo de la ciudad de Estocolmo, Swedenborg fue un humanista. Estudió física y filosofía, cultivó la poesía, se interesó por la ingeniería, la matemática y la mecánica, la anatomía y la fisiología del sistema nervioso. Su atracción por la religión y la espiritualidad es fruto del contexto familiar en el que creció, ya que su padre fue pastor de la iglesia luterana sueca y hombre de profundas convicciones.
Como parte de su investigación personal, a partir de 1730 busca de manera consciente elaborar una teoría que explique las relaciones entre la materia y el espíritu. Con un pie firmemente asentado en el empirismo científico que propugna la Ilustración y el otro puesto en la esfera espiritual, Emanuel Swedenborg explora el poder que ha dado lugar a la creación del universo, y llega a proponer la materialidad del alma y su estrecha relación con el cuerpo en su obra Sobre el infinito (De infinito, 1734).
A partir de 1743, y tras una profunda crisis espiritual, comienza a experimentar sueños y visiones místicas, muchas de las cuales pone por escrito en su Diario de sueños. Entre los muchos mensajes que recibe, el más significativo le llega en 1745. Mientras está en Londres, le es revelado que ha sido elegido para reformar el pensamiento cristiano, destino que el filósofo acepta y honra nominándose “Siervo del Señor Jesucristo”. Como consecuencia de esta apertura espiritual, podrá conversar con los ángeles y los espíritus celestes, y hasta los diablos infernales accederán a parlamentar con él.
Después de esa experiencia transformadora, Emanuel Swedenborg abandona su trabajo como ingeniero y se centra en el estudio del hebreo y las escrituras. El esfuerzo por penetrar en el mensaje espiritual de cada versículo se condensa en su obra La doctrina del cielo o Secretos del cielo, la base sobre la que se asienta su pensamiento teológico. En ella, el visionario sueco sostiene que el Juicio Final se había producido ya en el mundo de los espíritus como resultado de la crisis de fe del Cristianismo. Consecuencia de ese Juicio Final es la segunda venida de Cristo, un hecho consumado que se manifiesta en este caso no con la presencia de Cristo encarnado en la tierra, sino a través del mensaje revelado a Swedenborg. Por todo ello, el teólogo sueco propone un regreso a los principios del Cristianismo primitivo, que se conjugan ahora con una visión holística del mundo espiritual en el que el universo al completo aparece interconectado.
Emanuel Swedenborg moriría el 29 de marzo de 1772, tal y como había predicho en base a una revelación. Su cuerpo descansa en la catedral de Upsala.
Cielo e infierno: la vida después de la muerte según Emanuel Swedenborg
Para Emanuel Swedenborg, todo lo creado se divide en dos mundos interconectados entre sí. Por un lado está el mundo natural, constituido por el sol, los ríos, nuestros cuerpos y, en definitiva, todo lo material perceptible a través de los sentidos. Por otro, encontramos el mundo espiritual en el que habitan los espíritus. Este mundo espiritual está organizado de manera muy similar al mundo natural y físico: existen las casas, los pueblos, las ciudades, pero las dinámicas de relación y comunicación son distintas, puesto que estas funcionan a través del pensamiento. Tanto es así que, según cuenta Swedenborg, a través de la fuerza del pensamiento los seres espirituales pueden evocar la presencia de otras entidades etéreas y hacer que estas aparezcan.
En su composición Cielo e infierno, Emanuel Swedenborg describió en detalle la experiencia de la muerte y el consecuente ingreso en la dimensión de existencia espiritual. El mundo de los espíritus existiría en un punto intermedio entre el cielo y el infierno, y funcionaría a modo de antesala en la que los espíritus de los difuntos recientes esperarían su partida final bien hacia la luz celeste, bien hacia la realidad infernal. En ese lugar intermedio, el espíritu mantiene todavía muchos de los rasgos que lo caracterizaban en vida. Es probable incluso que todavía no acepte la realidad de su propia muerte. Los amigos y familiares ya difuntos correrán entonces en su ayuda, le servirán de guía y le ayudarán en el proceso de integración con el propio yo, un paso esencial para que el espíritu pueda continuar su viaje.
Los ángeles de Swedenborg
Parte de la doctrina espiritual de Emanuel Swedenborg se asienta sobre la creencia de que los ángeles están continuamente presentes en la vida cotidiana. Estas concepción del mundo angélico deriva de sus propias visiones y de su contacto cotidiano con el mundo espiritual. Desprovistos de alas y halos, Swedenborg afirma que los ángeles son seres sobrenaturales que un día fueron humanos. Su juventud es perenne, y su belleza se incrementa a medida que evolucionan, que progresan en el amor, lo que les permite ascender hacia Dios. Dicho esto, Swedenborg acepta que cualquier persona pueda convertirse en ángel independientemente de la religión que profese. Así describe el autor a los seres angélicos en su obra Cielo e infierno:
En base a mi experiencia, que dura ya varios años, puedo afirmar con total seguridad que los ángeles, en su forma, son totalmente humanos. Poseen rostros, ojos, orejas, pechos, brazos, manos y pies. Pueden verse entre ellos, escucharse entre ellos y hablar entre ellos. En definitiva, son exactamente como los seres humanos, excepto por el hecho de que no poseen un cuerpo material.
Los ángeles viven organizados en comunidades similares a los pueblos y las ciudades que estructuran la vida de los seres humanos. Cada una de estas comunidades se ocupa de una tarea concreta, como guiar a las personas que acaban de morir o cuidar de los niños que han pasado ya al otro lado de la existencia. Las parejas que, unidas en la tierra, se reencuentran en el mundo espiritual, seguirán con su unión si esta es verdadera y profunda. Es más, en el cielo todo ángel tiene asignado un alma gemela, de manera que es destino que todo el mundo esté unido en el mundo espiritual.
Los vientos de la herejía en el pensamiento de Swedenborg
Los intereses espirituales de Emanuel Swedenborg no fueron bien aceptados por la iglesia luterana sueca, que aplicaba férreas leyes de censura contra cualquiera línea de pensamiento contraria a sus ideas. Aunque no fue perseguido abiertamente, sus postulados fueron discutidos e incluso se estableció, en un edicto de 1770, que sus obras contenían errores de doctrina.
Swedenborg nunca tuvo la intención de convertirse en profeta venerado ni en fundar una iglesia. Sus ideas teológicas y espirituales no se basan en ninguna jerarquía de poder, al contrario. La suya es una experiencia directa, individual y empírica de la existencia efectiva del mundo espiritual, y de la realidad inminente de la quinta y última edad de la humanidad, en la que la verdad espiritual se entendería completamente.
AUTORA: Érica, redactora de la gran familia de Hermandad Blanca.
FUENTES
– https://swedenborg.com/emanuel-swedenborg/about-life/
– https://www.gutenberg.org/files/16044/16044-h/16044-h.htm
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– https://swedenborg.com/emanuel-swedenborg/explore/spiritual-world/
Muchas gracias Erika por tan valiosa información, siento la sincronicidad de encontrar esta lectura en el momento exacto. Lleno de revelaciones y verdades a la luz. El despertar de la Nueva Humanidad.
muchas gracias por dar a conocer a estos personajes tan importantes y que abren nuestra mente…mil gracias…
Gracias a ti por mantener viva la curiosidad y las ganas de aprender, Iorna.
PASAN LOS AÑOS….Y EL DESPERTAR Y LA EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA, SE MANTIENE.
Muy cierto, Rafael. Un abrazo.
Excelente artículo, muy interesante y honesto místico. Veo que su vida demuestra que se puede ser honesto o no independientemente de la religión que se profese. Voy a buscar su obra para conocer más. Muchas gracias Érika por tu trabajo.
Muchas gracias por tu comentario, Susana. En los enlaces que aparecen al final del artículo encontrarás mucho material de lectura que te ayudarán en tu estudio. Un abrazo.
erica gracias por esa información de los mundos superiores y saber que la corte celestial están los mensajeros de Dios que son los ángeles y son nuestros protectores un fuerte abrazo de luz
Otro enorme abrazo luminoso para ti, Rodolfo.
Muy interesante saber de la existencia de este místico creible
Me alegro de que encuentres iluminante la vida de Emanuel Swedenborg, Rosario.
Que hermosura me encanta todo esto gracias maestros ascendidos de la Hermandad blaca que bello todo esto gracias gracias gracias en el nombre de Jesucristo
Gracias a ti, Nelly.