Enfermedades Emocionales: La conexión entre nuestro cuerpo, nuestro espíritu y nuestra mente.
«El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.»
Francis J. Braceland
La causa de tus dolores físicos eres tú.
Si, tú. No el ambiente en el cual te desarrollas, no tu genética o tus padres, ni tu dieta totalmente desbalanceada. Todo lo que se manifiesta en tu cuerpo proviene de vibraciones que se producen dentro tuyo, y que favorecen la mejoría o el deterioro en tu salud. Las emociones que sentimos van determinando nuestros procesos bioquímicos, celulares y todos nuestros estados psicológicos a lo largo de nuestras vidas. Es lo que llamamos enfermedades emocionales reflejadas en el cuerpo.
En otras palabras, la causa de la enfermedad no es algo visible y físico. Nuestra perspectiva de vida y cómo nos sentimos acerca de ella puede ser el determinante más relevante de todos.
Durante siglos, los sanadores han hablado de la conexión que se establece entre nuestro cuerpo y nuestra mente. Y recientemente, la ciencia ha comenzado a reconocer la poderosa simbiosis que ocurre con nuestra salud y nuestros sentimientos.
Se ha descubierto que nuestras emociones y nuestros patrones de comportamiento pueden contribuir a que se den estas enfermedades emocionales reflejadas en el cuerpo. Y las terapias como la hipnosis, la visualización, meditación, Yoga y la biodescodificación han empezado a ganar terreno nuevamente en lo que refiere a la promoción de la salud.
Las creencias que tienes sobre ti mismo y el mundo, tus recuerdos y hábitos pueden influir en tu salud mental y física.
Nuestro cuerpo y el equipaje emocional
Todos tenemos un historial de determinadas cosas que nos han sucedido y que han sido importantes a nivel emocional. Lo cargamos con nosotros como el viajero carga su equipaje y lo llevamos con nosotros en todo momento.
Este historial se compone de recuerdos dolorosos de tu infancia, sentimientos de pérdida, la ruptura de una relación o cualquier situación traumática de nuestra vida.
¿Quién no ha sentido el rechazo, la traición, el fracaso, la vergüenza, la culpa, la angustia?
Muchas veces creemos que este historial se puede negar, que podemos evitar sentir el dolor y no perder nada de luz y alegría en nuestra vida. Pero no es el dolor lo que nos lastima más. Es esta resistencia al dolor lo que nos agota. Huimos del dolor, lo ignoramos, intentamos enterrarlo y luchamos contra él.
Al final perdemos más energía almacenando ese dolor que confrontándolo. La tensión y el esfuerzo de mantener cerrado ese equipaje emocional eventualmente comienza a ser traducido en todo nuestro ser.
Esto sucede porque nuestros sistemas nervioso, endócrino e inmune comparten el mismo lenguaje químico, lo que permite la continua comunicación entre nuestra mente y nuestro cuerpo.
Enfermedades emocionales
Emociones como el enojo, el miedo, la culpa, la ansiedad, tristeza, resentimiento, celos, depresión y estrés pueden manifestarse desbalanceando el equilibrio del cuerpo. Y cada una de estas emociones actúan en diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, se ha notado una conexión entre el miedo y los problemas digestivos, o la tensión y los dolores de cabeza.
Los científicos han creado un mapa de emociones para determinar qué áreas del cuerpo se activan cuando las personas sienten diferentes emociones. Eso ha favorecido el estudio de estas enfermedades emocionales.
Las emociones estancadas o reprimidas parecieran ser las principales causas de daños en nuestra salud física. Estudios han demostrado que las personas que reprimen sus emociones tienden a favorecer desequilibrios en la hormona de cortisol, que es la principal hormona del estrés.
Con el tiempo, el estrés crónico puede modificar la manera en que nuestro cuerpo funciona a nivel inmunológico y hormonal. De esa manera, contribuye al desarrollo y progreso de enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Ahora bien, esto también tiene una contrapartida.
Y es que si aprendemos a controlar el estrés, podremos asegurarnos un mejor bienestar y desarrollo evitando las enfermedades emocionales reflejadas en el cuerpo.
Patrones de Pensamiento
Debido a esta conexión que se da entre nuestra mente y nuestro cuerpo, la manera en que nos sentimos y pensamos contribuyen a un determinado desarrollo físico. Por lo tanto, podemos elegir explorar y enfrentarnos a esas emociones dolorosas para evitar que se establezca en nuestra vida un estado de ansiedad, depresión y enojo.
Debemos recordar que el dolor es una combinación de la sensación física que experimentamos, la emoción que sentimos y el significado que le damos a esa suma.
Podemos entonces reducir el padecimiento de enfermedades emocionales si aprendemos a darle a toda nuestra experiencia un significado diferente, y desde ahí modificar nuestro sentimiento hacia ella.
Nunca nos han enseñado la importancia que tiene el poder de nuestros pensamientos. Así que nunca hemos estado en control de ellos. De esa manera, cuando algo negativo entra a nuestra vida, no nos damos cuenta la conexión que se establece entre la vibración de nuestro pensamiento y el efecto que tiene sobre nosotros. Los pensamientos inspiradores nos permiten elevar nuestra consciencia y atención, los malos pensamientos tienen la capacidad de arrastrarnos hacia el fondo.
Cada parte de nuestro cuerpo vibra a una frecuencia específica. Los pensamientos que no están en armonía con nuestro cuerpo, causan impedancia. Todos nuestros órganos, nuestros tejidos, membranas, glándulas, células vibran a una frecuencia que es la de un cuerpo sano. Los pensamientos positivos, inspiradores y generosos están en armonía con esas vibraciones físicas y ayudan a mantener el cuerpo en perfecta salud. Con la circulación de la sangre por todas partes de nuestro cuerpo y la digestión funcionando de manera perfecta, el cuerpo puede eliminar fácilmente las toxinas y los desechos que se producen en él.
Sanando las enfermedades emocionales
Para sanar estas enfermedades emocionales reflejadas en el cuerpo se requiere una combinación de prácticas físicas, espirituales y emocionales.
Son muchas las actividades que pueden ayudarnos a procesar nuestras emociones y desarrollar un estado de paz interior y bienestar físico.
Para evitar la producción de emociones tóxicas, deberás permanecer presente y consciente. Prestar atención te permite identificar las emociones en la medida en que se van despertando, para luego procesarlas y elegir cómo reaccionar. Una manera efectiva de expresar y sacar tus sentimientos afuera es hablar acerca de ellos. Esto puede hacerse en con un amigo de confianza o un terapeuta, o en papel llevando un diario.
La meditación es otra valiosa herramienta práctica que involucra nuestra mente y nuestro cuerpo, y que nos permite aprender a estar más presentes y centrados. Una práctica regular de meditación es muy efectiva para ayudar a nuestro cuerpo a generar respuestas emocionales más benévolas.
Otras técnicas que pueden ser de ayuda son el Yoga, el Pranayama o cualquier ejercicio de respiración consciente, el Tai Chi y la hipnoterapia.
Todas estas pueden ser herramientas valiosas para incrementar nuestra consciencia del cuerpo y sus procesos biológicos, como el latido del corazón y los patrones de respiración.
Unidad y Armonía
Para cada efecto hay una causa, y cuando hay suficiente intención y energía puesta en la salud, el amor y el respeto hacia nosotros mismos, los demás y la naturaleza, podemos generar un mundo mejor y una vida meritoria para todos los habitantes de la Tierra.
Se debe comenzar por uno mismo, y la búsqueda de quién eres y por qué estás aquí experimentando esta vida. No hay coincidencias.
Eres el diseñador de tu vida, así que debes tomar responsabilidad por tu maravillosa creación.
Si deseas modificar tu experiencia, modifica el mensaje que estás enviando al universo, y observa cómo él te responde.
AUTOR: Lucas, redactor de la gran familia de hermandadblanca.org
FUENTES:
- https://chopra.com/articles/mind-body-connection-understanding-the-psycho-emotional-roots-of-disease
- http://www.enlightenedfeelings.com/body.html
Si bien las emociones afectan a la salud física, es necesario comprender que muchas emociones están arraigadas en un hecho traumático (ocurrido tal vez en la niñez) y, por lo mismo, para mucha gente es difícil cambiar su estado emocional.
Por ende, si este hecho no es subsanado, seguirá siendo la raíz emocional de la manifestación física de una enfermedad.
Con esta comprensión, en la Medicina Tradicional Andina, vamos a la raíz (causa) , rescatando los componentes anímicos perdidos en el hecho traumático, para transformar el estado emocional, y la enfermedad física desaparece, pues queda sin el sustento emocional negativo.
Bendiciones.
gracias, me ha encantado la explicación, saludos
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