Enseñar a los aprendices visuales
Hace tres años, una joven gaditana llamada Miriam Reyes Oliva colgó en internet el cuento “El calzoncillo de José”, que había elaborado, junto con otras personas, para un familiar con autismo. Dicho relato infantil estaba compuesto principalmente por pictogramas, debido a que las personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista) son “aprendices visuales”. Es decir, su ruta preferida para el aprendizaje es la ruta visual, lo cual está relacionado con la habilidad, superior a la media, que muestran para el dibujo. Muchos padres y profesionales le agradecieron a Reyes que compartiera el cuento en un blog, ya que no es fácil encontrar material educativo de este tipo. De este modo, se inició el camino que condujo al nacimiento de “Cuentos para Aprendices Visuales”.
Este proyecto sin ánimo de lucro plantea la creación, producción, distribución y difusión de cuentos infantiles para niños con dificultades de aprendizaje. “Los cuentos están diseñados especialmente para niños con autismo, porque son aprendices visuales; de ahí que empleemos los pictogramas como base. Pero se podrán utilizar también con otros muchos colectivos con necesidades especiales de aprendizaje, como los niños con Síndrome de Down o parálisis cerebral, por ejemplo. La razón es que lo visual es siempre un refuerzo del aprendizaje y todo lo explicado por esta vía se entiende mejor”, explica Reyes a Noticias Positivas.
El proceso de elaboración de estos cuentos se está desarrollando con un marcado carácter colaborativo, en el que destaca la intervención de multitud de agentes. Actualmente “Cuentos para Aprendices Visuales” mantiene contactos con las asociaciones de autismo españolas. También participan padres, psicólogos, pedagogos y médicos especializados con el objetivo de que los relatos infantiles estén desde un primer momento pensados y adaptados a las necesidades de los niños con autismo.
Todo el contenido que produzca “Cuentos para Aprendices Visuales” se difundirá bajo licencia Creative Commons, que permite la libre copia y distribución de los cuentos, que además serán personalizables. Es decir, gracias a esta licencia abierta, los profesionales y familiares podrán descargar y adaptar los cuentos a cada niño (por ejemplo, cambiando el nombre del personaje por el nombre del niño o adaptando el número de pictogramas al nivel de comprensión adecuado).
El proyecto presentará dos colecciones de cuentos: “Disfruta”, enfocada al entretenimiento de los que tienen menos dificultades o se encuentran en un nivel de comprensión más elevado; y “Aprende”, donde José explicará a los niños rutinas básicas del día a día, como lavarse las manos, ir al baño, cómo comportarse en el colegio o la identificación de las emociones básicas.
Próximamente se producirá el lanzamiento del primer cuento digital de “Cuentos para Aprendices Visuales”, llamado “El Oledor Explorador”. Ya se puede conocer el contenido prácticamente definitivo del mismo, a falta de los últimos retoques, en la pestaña “Disfruta” de la web. Durante los cinco meses que han estado colgadas en el portal las sucesivas versiones del relato infantil, este ha recibido ya unas 15.000 visitas.
“Estamos buscando un patrocinador para financiar la impresión de ejemplares físicos, que tienen la ventaja de que permiten al padre o al profesional trabajar con el niño a través del cuento. También estamos desarrollando una aplicación para que el cuento se pueda leer en los móviles”, destaca Reyes. Otro de los objetivos del proyecto es que todos los cuentos dispongan de aplicaciones interactivas “para que el niño pueda interactuar con el cuento”.
Amplio apoyo en poco tiempo
En los dos años que lleva en marcha, “Cuentos para Aprendices Visuales” ha recibido ya importantes reconocimientos, como el Premio Nestlé Caja Roja a la Solidaridad, el Premio Andaluces del Futuro, la Beca Jóvenes con Ideas, el Premio Jóvenes Emprendedores de la Universidad Europea de Madrid, o el Premio 100 ideas que cambien el mundo de la Junta de Andalucía.
A todo esto hay que unir la concesión, hace apenas dos meses, del Global Fellows, un galardón dedicado a las veinte iniciativas más innovadoras de emprendimiento social en todo el mundo, seleccionadas entre 500 candidaturas.
Todo ello logrado por un proyecto cuyo objetivo último es contribuir a la normalización de las personas con TEA. Colectivo que supera los 200.000 afectados solo en España, y los 67 millones en todo el mundo. “Creemos en el máximo desarrollo de las personas con autismo. Cada niño, al margen de sus dificultades, puede trabajar y evolucionar. Nosotros simplemente queremos ayudar a que todo el mundo tenga las herramientas adecuadas para desarrollar al máximo todo su potencial”, concluye Reyes.
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