Historia del Arcángel Gabriel
Para las religiones abrahámicas, aquellas fes monoteístas que reconocen una tradición espiritual identificada con Abraham, como en el cristianismo, el judaísmo y el islamismo, el término Gabriel significa “fortaleza de Dios”. Pero, ¿qué más saber sobre el Arcángel Gabriel? Conozcamos brevemente su historia.
Gabriel es nombrado en el Antiguo y en el Nuevo Testamento de la Biblia. En el Antiguo Testamento se le aparece al profeta Daniel y en el Evangelio de Lucas a Zacarías para anunciarle el nacimiento de Juan el Bautista y, más adelante, hace aparición ante María, para anunciar el nacimiento de Jesús.
Historia del Arcángel Gabriel en las diversas religiones
Al Arcángel Gabriel se le llama «el hombre Gabriel» en el libro de Daniel, en tanto que en el Evangelio de Lucas se le designa como el «Angel del Señor».
En la Biblia no se le menciona como si fuera un arcángel, aunque de esa forma es llamado en el Libro de Enoc y en las demás obras del período intertestamentario, aproximadamente entre los años 200 a.C. y los 50 d.C.
Los Católicos Romanos, los Anglicanos y los Ortodoxos le tratan de arcángel y de santo, junto con Miguel y Rafael.
En el Islam, Gabriel es el arcángel que envió Dios para hacer revelaciones a muchos profetas, incluido Mahoma. En el capítulo 96 del Corán, al-Alaq, se relata la primera revelación hecha por Gabriel a Mahoma.
En el Judaísmo, los rabinos le llaman el «hombre vestido de lino» por sus lecturas en el Libro de Daniel y en el Libro de Exequiel.
Las tareas o funciones desarrolladas por Gabriel, que figuran en el Libro de Daniel, fueron las de interpretar las visiones de ese profeta. En cambio, en el libro de Exequiel, se presenta a Gabriel como un ángel enviado por Dios para destruir Jerusalén.
Tomando en cuenta lo escrito en la Enciclopedia judía, Gabriel toma la forma de un hombre y se sienta a la izquierda de Dios.
En la Cábala, Gabriel es identificado con Yesod y juega un papel muy importante como uno de los arcángeles de Dios responsables de la propia escritura de la Cábala.
A Gabriel no se le reza. Solamente Dios tiene la potestad de responder a las oraciones y es el que envía a Gabriel como su representante.
En el Jardín del Edén, de acuerdo con la mitología judía, existe un árbol de la vida, también llamado árbol de las almas, que cuando florece ofrece nuevas almas y que van a caer en el Guf o «Tesoro de las Almas».
Allí aparece Gabriel que es el responsable de sacar del Guf la primera alma que tiene a la mano para entregársela a Lailah, el Ángel de la Concepción, que vigilará al embrión hasta su nacimiento.
Literatura intertestamentaria
El período intertestamentario produjo abundante cantidad de textos en donde predominaba el género apocalíptico. Los nombres y grados de ángeles y demonios eran ampliamente divulgados en las poblaciones y se aclaraban cuáles eran sus deberes particulares y su estatus frente a Dios.
Relevante es lo que se relata en el Libro de Enoc. El Arcangel Gabriel, Miguel, Uriel y Sariel, comprobaron que había mucha sangre derramada sobre la tierra y escucharon a todas las almas de los hombres llorar y rogar para que su causa llegara ante el Altísimo.
Gabriel es el encargado de decírcelo a Dios que responderá: «… proceded contra los bastardos y los réprobos, contra los hijos de la fornicación y destruidlos. Enviadlos los unos contra los otros para que puedan destruirse mutuamente en la batalla, así ya no se prolongarán sus días en esta tierra.»
En esta etapa histórica, Dios define quiénes son sus ángeles y se lo dice a Enoc de la siguiente manera:
«El primero es Miguel, el misericordioso y gran sufridor. El segundo es Rafael, que está por encima de todas las heridas y enfermedades de los hijos de los hombres. El tercero es Gabriel, que está sobre todos los poderes existentes. El cuarto es Phanuel, que está sobre el arrepentimiento y la esperanza de los que heredan la vida eterna.
Y esos son los cuatro ángeles del Señor de los Espíritus y las cuatro voces que yo oí en estos días».
Importantes intervenciones del Arcángel Gabriel
1ra. Buena Noticia
Un ángel hizo su aparición frente a Zacarías cuando estaba rezando en el templo, para anunciarle que su esposa Isabel iba a tener un hijo, que sería Juan el Bautista.
«No temas Zacarías pues tu petición ha sido escuchada y tu mujer Isabel te dará un hijo a quien le pondrás de nombre Juan. Conseguirá llenarte de gozo y alegría y todos quienes te rodean se pondrán muy felices con su nacimiento.
Será grande a los ojos del Señor, no beberá vino ni licor. Estará pleno del Espíritu Santo desde el vientre materno y convertirá a muchos israelitas al Señor su Dios».
Zacarías le respondió al ángel con desconfianza: «¿Qué garantías me das de que eso sea posible? Yo soy un anciano y mi mujer Isabel es de edad avanzada».
El ángel contestó: «Yo soy Gabriel, que sirvo a Dios en su presencia y fue quien me ha enviado a hablarte para darte esta Buena Noticia. Pero por no haber creído mis palabras, quedarás mudo y no podrás hablar hasta que eso se cumpla».
2da. Buena Noticia
Dios envió al Gabriel a una pequeña ciudad de Galilea llamada Nazaret para que encontrara a una virgen, llamada María, que se le había prometido a un hombre de nombre José, perteneciente a la familia de David.
Gabriel se presentó ante María y le dijo:
– Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
– ¿Qué clase de saludo es ese?, preguntó asombrada María.
– No temas María, le dijo el ángel, gozas del favor de Dios y darás a luz un hijo al que llamarás Jesús. Será el más grande, su título será el de Hijo del Altísimo y el Señor Dios le ofrecerá el trono de David para que reine sobre la Casa de Jacob para siempre y que su reino no tenga nunca fin.
– ¿Cómo sucederá eso si no convivo con ningún hombre?
– El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así será que el consagrado nacerá y llevará el título de Hijo de Dios.
Tu pariente Isabel ya ha concebido en la vejez y aun considerándose estéril ya hace seis meses de ello. Nada es imposible para Dios, le dijo el ángel.
– Yo soy la sirvienta del Señor, respondió María, que se cumpla en mi tu palabra.
La fiesta del Arcángel Gabriel
El día de San Gabriel Arcángel fue exclusivamente celebrado en día 18 de marzo, según variadas fuentes entre los años 1608 y 1921. Con excepción de una fuente publicada en el año 1856, (The Catholic Directory, Ecclasiastical Register an Almanac) que indica su conmemoración el día 7 de abril.
La fuente más antigua que se conoce es la publicada en 1608, luego existe una actualización en el año 1794 que ratifica el día 18 de marzo.
Otra fuente fechada en el año 1910 (Manual of Christian Doctrine) vuelve a citar al 18 de marzo como la fecha conmemorativa de Gabriel.
Finalmente, en el año 1969, fue transferida al 29 de septiembre para que se pudiera celebrar simultáneamente con el día de San Miguel y San Rafael.
Visto en About Español, por Pedro, redactor de la Hermandad Blanca
Me ha gustado mucho la historia, está muy bien narrada. Yo siempre he tenido admiración por Gabriel y no sé porqué.Gracias por estar