La Acción del Discípulo II

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Mensajes Canalizados de los Maestros de Luz

En portugués el original.

¡Que la fuerza de las energías superiores, de la verdadera acción divina, ilumine vuestros cuerpos!

El verdadero posicionamiento de un discípulo está basado en una acción que revoluciona.

La acción interna de un verdadero discípulo tiene que revolucionar su vida, su camino, su mente, su conciencia. Esta acción interna debe reflejar la verdad que dirige sus pasos.

Una ley espiritual y un conocimiento espiritual son asimilados cuando son vividos interiormente.

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El discípulo camina dentro de la unidad. Cada paso dado lo hace más fuerte dentro de esa unidad y disminuye su dualidad. Sus acciones son una con el alma y con el espíritu. Él no puede tener una mirada hacia un horizonte y una acción hacia otro horizonte, sus sentidos están al unísono con su acción interna; por eso, su acción revoluciona porque se realiza dentro de la unidad interna que él es, como también dentro de la unidad externa planetaria, solar y cósmica, donde está inserto.

Vuestra acción espiritual tiene que revolucionar vuestra vida, despertar amor en vuestros corazones, expandir vuestra conciencia y también vuestra realización interna y externa.

Un discípulo no vive una vida escogiendo en qué lado quiere quedarse. O es discípulo de la Luz, o es discípulo de las sombras, no hay término medio. Su acción no es paliativa, es directa; su acción no sirve de subterfugio, es real. Su acción siembra, planta, espera que los frutos un día nazcan, su acción es íntegra, es completa.

Un discípulo aprende a observar las energías que trabajan sus cuerpos, sus chakras, su mente, su conciencia. Sólo puede donar, con la mente, la conciencia y el corazón en unidad con el alma.

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No hay término medio para una acción, o es acción o es estancamiento. No hay media transmutación o media transformación. Las acciones del alma, del espíritu, las acciones de las energías superiores, de las energías divinas son plenas y bien definidas.

Tienen que ser testigos de vuestra experiencia, agentes de vuestra propia transformación, transmutación y renovación.

No hay un salvador, o aquel que los premiará con la iluminación, con grandes iniciaciones y grandes conquistas.

Vosotros sois agentes del propio camino, tenéis que redescubrir vuestra propia fuente, ir a la fuente, buscar los recursos que están en vuestra alma, reaprender y dar la oportunidad a vuestra personalidad de oír y de asimilar.

Buscad considerar vuestra personalidad como una semilla que aún no ha florecido, que necesita cuidados, y precisa que la dirijan para emerger con toda su fuerza hacia la Luz, después de germinar en su interior los Principios Trinos de la vida divina y unificarlos con el alma y el espíritu.

¡Es ahí donde se encuentra vuestra unidad más grande!

Vuestra acción interna es la que os dirige hacia la verdadera sabiduría y la que os pone en condiciones para alcanzar determinados horizontes espirituales, para ascender en la Luz, para alcanzar iniciaciones.

¡Vuestro universo interno es rico de gran belleza divina!

Vuestros orígenes dignifican vuestros pasos, vuestra caminata y jornada en la Luz.

Así, sois los agentes de la propia caminata, los evaluadores de cada paso dado y de su significado; es la experiencia que os conducirá a diluir las dudas.

Sólo la experiencia concreta la búsqueda y la transforma en camino.

Pero, ¿qué experiencia es ésta?

Es la experiencia con vuestro propio ser. Es el constante buceo en la divinidad, en la naturaleza divina que está dentro de vosotros, es buscar aquella fuerza, aquella belleza que Dios-Padre y Dios-Madre infundirán en vuestro ser en evolución.

En el Camino de la Luz no hay utopías, no hay idealismos; en él toda acción revoluciona, dinamiza, transforma, renueva, innova, purifica, unifica, suma y multiplica.

No necesitáis el conocimiento que imagináis para tener sabiduría, necesitáis vivenciar el universo interno para que la sabiduría os dé el conocimiento.

Las energías de Dios-Madre están trabajando los jardines internos, los canteros interiores en los niveles físico-etéricos, emocionales, mentales y búdicos.

La Gran Madre está trabajando vuestra tierra interior para conduciros a ver con los ojos del alma y del espíritu, a utilizar los sentidos espirituales, vuestros dones, vuestras facultades.

Hay semillas que estallarán en vuestra tierra interior, pero si no os conduce a una vivencia con estas energías, si no buscáis sumergiros en las energías traídas por Dios-Madre, ¿cómo sabrán en qué dirección estas semillas os llevarán?

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Las energías del Cristo están sedimentando un nuevo cimiento en vuestra mente.

– Pero, ¿cómo sabréis, si no buscáis dentro de vosotros el reencuentro con estas energías Crísticas?

Es hora de redescubrir el verdadero lenguaje de vuestro ser, desapegarse poco a poco de las formas que están condicionadas, de los dogmas, de los patrones, de los conceptos y prejuicios, y entonces buscar dentro de esa naturaleza interna viva su verdadero lenguaje.

Sólo a través de ella os reencontraréis con vuestra unidad interna y sintonizaréis esta acción que revoluciona, esta voluntad que revoluciona. Es así que redescubriréis la fuerza del Amor Trino y Uno que vive en vuestro ser.

Tendéis a aprender, o reaprender a alimentar vuestro ser de Luz, abrir vuestros corazones para recibir de modo que, alimentados y reconstituidos energéticamente, podáis donar. No podéis donar lo que no conocéis, no podéis donar el resultado sólo del conocimiento registrado en vuestro cerebro. Es necesario que vivencien las energías internamente para que podáis donar de manos llenas, de corazón lleno.
Es necesario crear una unión real entre vuestra conciencia y vuestro sentimiento, a fin de que no seáis engañados por las vanidades y los orgullosos de personalidad. No podéis servir hoy al alma y mañana servir a la personalidad, sus vanidades e ilusiones.
– ¡Esto no es la vida de un discípulo!

Tendéis a discernir vuestros pensamientos, aquellos que sirven al Camino y aquellos que destruyen vuestros pasos.
Es necesario utilizar la palabra y el pensamiento para construir, para sumar; necesitáis aprender a consultar a vuestra fuente interna más veces, crear la facilidad de bucear y buscar en el altar interior, en vuestro santuario cardíaco, las fuerzas necesarias para solucionar los problemas del día a día, para transformar las dificultades en acciones que elevan y que llevan a todos devuelta a tener conciencia y evolucionar.
Necesitamos construir acciones internas que os encaminen a una evolución real. Tenderéis a evaluar los cambios que vuestra vida espiritual ha proporcionado para favorecer una evolución real, evaluar los frutos de vuestra búsqueda, o los frutos de vuestra experiencia.

Si vuestra vida continúa igual, si los bloqueos y las dificultades son los mismos, entonces no se han sumido en la fuente, aún no estáis caminando en la senda correcta; debéis cuestionar lo que buscáis: una acción que revolucione vuestra vida, o el estancamiento, la acomodación, la ilusión.

La acción del verdadero discípulo siempre es tan importante para él como para los demás.


La acción de un discípulo está siempre ayudando a los demás, porque mientras trabaja expande su unidad interna.
Su acción ayuda a otros discípulos y hace que muchos tengan también las mismas oportunidades para crecer y evolucionar.
Su acción tiene su tónica, su fuerza, su ritmo, su movimiento, pero encaja perfectamente con las acciones de otros discípulos, no provoca choques, no choca con ningún obstáculo, sino que unifica y hace crecer la levadura de la unidad .
Es hora de desmitificar a vuestra personalidad, diluir las ilusiones y concretar una acción espiritual dentro de vosotros, unificar al alma para que la intuición se fortalezca, crezca y os conduzca en todos los pasos de la vida, de modo que vuestro sí sea firme y coherente así como vuestro no, o mejor, que ambos tengan siempre un significado evolutivo.
Si vuestras acciones internas y externas contribuyen a la expansión de la vida de esta humanidad, a la expansión de la Luz de vuestros hermanos y compañeros, penetraréis en aquella frecuencia vibratoria donde todos los discípulos, de todas las líneas evolutivas, de todas las jerarquías, los planes y dimensiones, los que trabajan para que haya una unidad planetaria, solar y cósmica; donde las acciones mueven otras acciones, traen soluciones que abren caminos y nuevos horizontes para los que se encuentran atrasados ​​en el camino porque están trabados en sus personalidades, bloqueados en sus mentes y en sus corazones.

Un discípulo es un gran conquistador, su acción siempre trae una Luz que ilumina a otros, por eso su trabajo es grupal, es decir, un trabajo con él mismo, con su alma, con su Maestro, con otros Maestros, con sus compañeros y hermanos, ya estén en el plano físico, en el plano astral o en el plano mental.


Podéis evaluar los resultados de vuestra búsqueda y de vuestra experiencia espiritual cuando ésta os transforma en seres aún mejores, más abiertos, más fraternos, más unos con los otros. La vida es una sola unidad, no hay una división entre la vida física y la vida espiritual, porque su encarnación en el plano físico tiene un objetivo que es espiritual, sus fundamentos son espirituales. Sólo encarnastes y reencarnaste porque estás en la unidad de la Luz de Dios-Padre, de Dios-Madre y de Dios-Hijo. Están en el plano físico para manifestar la fuerza de vuestros padres espirituales, para crecer como hijos y dignificar la vida en la materia.


Precisáis abrir puertas dentro de vosotros y experimentar vuestra alma. Para eso no necesitáis hacer ningún sacrificio, basta con sintonizar con estas fuerzas naturales de vuestro ser.
Así como las fuerzas naturales de la vida en la naturaleza os atraen, las fuerzas naturales de vuestro universo interno son las que os conducen en el Camino y que os impulsan, por eso podéis buscarlas.

Esta acción fortalecerá vuestra voluntad y determinación cuando redescubran vuestra naturaleza interna, que es divina. Vuestra voluntad y vuestra mente se volverán inquebrantables, porque sabéis quienes sois, a donde debéis caminar; comprenderéis vuestros hermanos y sabréis ser compasivos, pacientes, fraternos, pues la misma naturaleza divina que reside en vuestro ser también habita en todos los seres de todos los planos, de todos los mundos.
Es en esto que debéis pensar y reflexionar a fin de que seáis los agentes de la dilución de las propias máscaras, y que vuestras ilusiones puedan ser deshechas para que vuestra esencia se manifieste y con ella vuestra verdad, de modo que seáis unos y libres en la Luz Mayor Trina y Una.
Sólo así alcanzaréis la verdadera liberación, sólo así sabréis lo que es la verdadera libertad.

Las alas de la mente, de la conciencia y del alma sólo se liberan movidas por la acción de la voluntad, de la determinación, del coraje, y esta acción tiene una estructura de base que está siendo reformulada, renovada por las manos de Dios-Madre y por las manos del Cristo – Maitreya.

Que vuestros esfuerzos os conduzcan a la verdadera acción, que cada uno de vuestros pasos os acerque cada día a la verdadera acción de vuestra alma y de vuestro espíritu para que seáis células activas en el gran Cuerpo Cósmico Universal, en la Gran Unidad que es la vida cósmica .

Maestro Júpiter.
Mensaje del Libro «Falando com os Mestres»
Autores Henrique Rosa y Lourdes Rosa

TRADUCCIÓN PORTUGUÉS-ESPAÑOL: Patricia Gambetta, redactora en la gran familia de hermandadblanca.org

FUENTE:  http://www.portaldasintese.com.br/index.php?mpg=05.02.00&acao=ver&idc=105&ver=por

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