La Diferencia Entre Estar Centrado y Estar en El Centro
Solemos decir, muy ligeramente, que estamos (o no) centrados y/o que necesitamos ir a nuestro centro sin ser conscientes del verdadero significado de ambos conceptos. Que siendo ambos igual de importantes para nosotros, tienen vías de acceso diferentes
ESTAR EN EL CENTRO
Si somos concretos y precisos, ESTAR EN EL CENTRO significa que nos desplazamos a ese espacio interior en el que nada ni nadie nos puede perturbar.»
>Y aunque suena muy bien eso de estar en un lugar (interno o externo) en el que nada ni nadie te perturba… ni es sano para nosotros ni es realista a largo plazo.
No podemos vivir eternamente metidos en nuestra burbuja interior. No sólo porque dejaríamos de interactuar con el Mundo, cuestión importante por si misma. Permanecer siempre en el CENTRO sería contraproducente porque:
–Significa que estamos completamente desconectados y desapegados del entorno.
–Porque la paz del centro interno es relativa. Sólo dura lo que permanecemos en ese momento de recogimiento pero poco nos sirve en la vida diaria.
ESTAR CENTRADOS
En cambio, ESTAR CENTRADO significa que estamos aquí y ahora, presentes en nosotros mismos. Presentes en lo que sea que estemos haciendo en vez de enfocados en el pasado, en el futuro o en cualquier otra dimensión.
Estar centrados, aquí y ahora, es lo que nos permite mantener un intercambio sano con nosotros mismos y con nuestro entorno, siendo conscientes plenamente del momento.
LAS AGUAS BRAVAS Y LAS AGUAS MANSAS
Y aunque, repito, estar en el CENTRO INTERNO es revitalizador y sanador, también es un momento sumamente frágil y volátil. En cambio, estar centrados (aquí y ahora) aunque no evita las crisis y los imprevistos…
Sí nos permite enfocar esos momentos con perspectiva, evitando así ser engullido por las aguas bravas del día a día.
ESTAR CENTRADOS Y CONECTADOS EN NUESTRO CENTRO
Todo y que no lo es lo mismo meterse en una burbuja para aislarse de todo que vivir en el presente, tanto visitar nuestro CENTRO INTERIOR como ESTAR CENTRADO son imprescindibles para nuestra salud, confort y comodidad emocional.
En una sociedad acostumbrada a la sobreestimulación de los sentidos y al flujo constante de información, dedicar unos minutos al día para visitar nuestro CENTRO INTERIOR nos ayuda a reencontrarnos con nosotros mismos, desde el silencio.
Vivir centrados en el momento presente es la clave tanto de la felicidad como de la plenitud, porque nada puede ocurrir si no es en el momento presente.
CONECTAR CON NUESTRO CENTRO INTERNO
Conectar con nuestro CENTRO INTERNO es tan sencillo como complicado. Aunque se trata de mantener la mente en silencio ¿Quién está acostumbrado a callarse interiormente si lo que solemos hacer es estar todo el día hablando con nosotros mismos?.
A diferencia de la meditación propiamente dicha, llegar a nuestro CENTRO INTERNO no requiere tanto que dejemos pasar los pensamientos como el hecho de MANTENERLOS EN SILENCIO.
Para ésto, para empezar a aprender a silenciar los pensamientos, hay trucos la mar de sencillos como divertidos y efectivos.
Uno de esos trucos consiste en imaginar que tenemos un regulador de volumen en las orejas y que podemos bajarlo a placer como si se tratara de un mando a distancia. Aunque éste truco requiere algo de perseverancia, es un anclaje perfecto para decirle a nuestra mente que es el momento de callar.
Otra manera de acostumbrarse a silenciar la mente los breves minutos que vayamos a nuestro CENTRO INTERIOR es anotar todo lo que se nos pase por la mente durante los momentos previos porque… es habitual que, justo cuando te vas a preparar para silenciar la mente, la mente se ponga a disparar tareas varias. Y ésta bien que lo haga, es parte de sus funciones, pero no es lo que deseamos si queremos ir a ese espacio en el que nada ni nadie nos perturba. Una vez anotado todo lo que nuestra mente nos recuerda que tenemos que hacer: soltamos el papel y el boli y desconectamos. Desconectamos sabiendo, y diciendo a nuestra mente, que en varios minutos volveremos a estar operativos. Como la práctica hace al maestro, todo y que nos puede costar un poco acostumbrarnos al sistema, con perseverancia y ganas, con el tiempo lograremos acceder a nuestro CENTRO INTERNO con rapidez y fluidez.
Personalmente, hago el viaje a mi CENTRO INTERIOR imaginando que hay una burbuja a mi alrededor. En el momento en el que la burbuja está formada mi mente sabe que es el momento de estar callada.
EL TIEMPO Y LA SALIDA DE NUESTRO CENTRO INTERNO
Estar en nuestro CENTRO INTERNO es sumamente agradable, tanto que -una vez acostumbrados a alcanzarlo con facilidad- puede costar volver a la vida cotidiana, por eso, lo ideal es que le dediques sólo unos minutos, si es posible, dos veces al día.
Mi truco es usar la alarma del despertador. En vez de una sola alarma, tengo tres. La primera alarma me sirve para crear mi burbuja y meterme en ella. La segunda alarma me avisa del momento de salir de la burbuja. El espacio entre la segunda y la tercera alarma la uso para desperezarme, respirar y CENTRARME EN EL PRESENTE.
ESTAR CENTRADO
Para ESTAR CENTRADO basta estar CONCENTRADO. Y la base de la concentración no es otra que estar a lo que estás, sin nada más. Simplificado:
Cuando se lavan los platos, sólo se lavan los platos. No se lavan los platos y se está pendiente de la tele, las conversaciones, el clima, etc.
Sé, porque vivo aquí y ahora, que nos hemos acostumbrado tanto a hacer mil cosas a la vez que nos horroriza pensar en ir de una cosa en una cosa pero… No se trata tanto de disciplinarse en la monotarea como aprender a concentrarse en lo que estás haciendo para evitar, justamente descentrarse.
Porque el problema de NO ESTAR CENTRADO no es hacer una o diez cosas. El problema de NO ESTAR CENTRADO es que nos dejamos llevar por el piloto automático, y una vez en piloto automático: igual nos ponemos a pensar en la lista de la compra que igual nos vamos mil años atrás para revivir situaciones traumáticas y/o angustiarnos por cosas que aún no han sucedido (y que pueden no sucedes jamás).
Y es ahí, cuando nos vamos al pasado, al futuro o a la estratosfera, y lo hacemos desconcentrados… cuando perdemos energía, lucidez y presencia.
BENEFICIOS DE ESTAR CENTRADO Y DE CONECTAR CON EL CENTRO INTERIOR
Acostumbrados, nuevamente, a vivir en la era de la inmediatez (puedo comprar cualquier producto de cualquier parte del Mundo y tenerlo en casa a las 48 horas) saber que una tarea concreta va a requerir de nosotros práctica, paciencia y perseverancia puede resultar desmotivador ¡O no! Si tenemos claro los beneficios que puede reportarnos a corto, medio y largo plazo.
ESTAR CENTRADO y, además, visitar regularmente nuestro CENTRO INTERIOR es beneficioso:
Mentalmente porque activa nuestra memoria, concentración, lucidez y creatividad.
Físicamente nos ayuda a sentirnos más vitales y descansados porque, seamos realistas, parte del cansancio acumulado que cargamos viene, precisamente, del desgaste que nos sometemos al pensar, pensar, pensar, pensar.
Emocionalmente el mayor beneficio es que somos conscientes de nuestras emociones, por lo que no las enterramos en ningún lado, por lo que no hacen bola y porque después no hay que liberarlas.
Espiritualmente porque el silencio y la presencia son las claves de conexión con nuestro YO SUPERIOR.
LA CLAVE FINAL
No puedo acabar de hablar sobre la importancia y la diferencia entre ESTAR CENTRADO y ESTAR EN EL CENTRO sin poner un par de ejemplos como clave final.
Como nada es blanco o negro y todo tiene sus matices… meterse en la burbuja cuando enfrentamos un problema no hará que el problema desaparezca. De hecho, sólo servirá para hacer que el problema nos parezca aún mayor, más grave y de más difícil solución. Ir a nuestra burbuja, encontrarnos con nuestro silencio interno y cargar las pilas SÍ nos ayuda a resolver las problemas porque no nos aislamos, simplemente buscamos otra perspectiva.
Estar presente, aquí y ahora, es fabuloso para nuestra presencia pero si nunca nos permitimos desconectarnos y abandonarnos a las sensaciones corremos el peligro de perder espontaneidad.
Entonces, la clave es: TOMAR CADA COSA EN SU JUSTA MEDIDA.
Saber qué y cuándo es beneficioso para nosotros estar o desconectar, aislarnos o interactuar es lo que realmente nos dará la clave del bienestar. Quizás no es sencillo pero nada de lo que vale la pena lo es.
AUTORA: Virginia Moreno Median, redactora de la gran familia de la hermandadblanca.org
Hermosa explicación, gracias.
muchas gracias