La mente sana, por el maestro Beinsá Duno
Conferencia dada por el Maestro Beinsá Dunó, el 26 de agosto de 1923,
en Cherni Vrah – Vitosha.
Los pensamientos Divinos crecen en condiciones determinadas. Y los pensamientos buenos crecen en condiciones especiales, en un terreno especial. A veces, por falta de este terreno, el hombre no puede entender y aplicar la verdad. Por eso exactamente y los frutos de la verdad no prosperan bien. Esto se refiere a aquellos que se han atrasado en su desarrollo. La subida por los sitios altos fortalece la circulación sanguínea, fortalece la actividad de los centros cerebrales. Aquella gente que vive exclusivamente en los sitios bajos, deben hacer grandes esfuerzos para el desarrollo de su mente y corazón. Mediante esfuerzos, ellos llegarán a los resultados de la gente de los sitios altos. La oración es un esfuerzo del espíritu, para que suba al sitio alto. Así se adquiere un influjo de energía mental. Con esto se facilita el trabajo de la vida consiente del hombre. Cuando el hombre sube por alturas, aparece entumecimiento de las extremidades, por causa de la fuerte acción de la electricidad y el magnetismo. Tal entumecimiento sentís y vosotros ahora. Si tenéis armonía dentro de sí, el entumecimiento va acompañado con un calor agradable. Si la armonía falta, aparece enfriamiento, de lo cual las extremidades se endurecen. En general entre la electricidad y el magnetismo debe haber cierta correlación, o sea, que se armonicen. Ahora es bastante frío, puesto que la electricidad arriba y abajo es positiva. Nosotros nos encontramos entre estas corrientes, cuyas ondas se repelen.
Frecuentemente se habla de cosas ciertas e inciertas. La gente se pregunta qué cosas son ciertas y qué inciertas. ¿Cómo se distinguen las unas de las otras? Ciertas son estas cosas que existen en la Naturaleza. La Naturaleza viva, razonable, tiene imágenes de las cosas ciertas, verdaderas y reales. Por lo tanto, esto lo que no podemos encontrar en la Naturaleza, no es real. Esto es un producto de la mente humana. ¿Qué dirá, por ejemplo, el botánico sobre las flores? Él dice que las flores son medio conscientes, o sea, seres irrazonables. Aún así, él mismo no puede explicarse el porqué unas flores son blancas, otras – azules, terceras – rojas, etc. Entonces ¿qué diréis: por qué el hombre y la mujer, como seres razonables, se visten en ropa de color diferente? ¿Por qué llevan gorros en colores diferentes? El color determina dos cosas: cómo debe ser la flor y de qué manera puede desarrollarse ésta. A la flor blanca la Naturaleza le dice: “Tú debes trabajar en pureza”. Mientras trabaja así, la flor es blanca. Cuando logre la pureza necesaria, esta flor empieza a trabajar en otra dirección – la de guardar su pureza. Cuando guarda su pureza, la Naturaleza da un color amarrillo a la flor y le dice: “Ahora necesitas de inteligencia”. Luego, cuando la flor adquiera estas cualidades, la Naturaleza le dice: “Tú necesitas del color azul, para que adquieras la materia necesaria para la siembra de la verdad”. Los colores de las flores son el alfabeto de la Naturaleza. El color amarrillo, por ejemplo, indica la inteligencia de una flor dada, pero ésta no tiene órganos como el hombre para expresar esta inteligencia.
Cuando hablo de las flores y el hombre, hago una analogía entre el hombre y los ángeles. Al respecto de los ángeles, los hombres son flores. Entonces nuestras virtudes y defectos, positivos y negativos, aparecen en su reino como flores. Los ángeles estudian al hombre por su color. No penséis que en el mundo angelical, el hombre tiene tal imagen como en la Tierra. Ahí él es una flor que se conoce por su color. Si alguien os dice que las flores tienen ojos, nariz, orejas como la gente, vosotros os reiríais. Así se reiría un ángel si se le dijera que el hombre tiene ojos, nariz, boca, orejas. Muy naturalmente, delante de los ángeles el hombre no tiene tal imagen como la que nosotros conocemos. Ellos concientizan que estas flores-hombres están evolucionando, y dicen: “Un día, cuando lleguen a nuestra posición, adquirirán una imagen como la nuestra”. Los ángeles son más prudentes que nosotros. Ellos pueden comunicarse con nosotros, cuando nosotros podemos entrar en conexión con las flores. Nosotros las cortamos, pisamos, sin sospechar que les estamos haciendo daño. Los ángeles estudian nuestra vida mejor de los que nosotros estudiamos las flores. Nuestro cerebro, como y nuestra conciencia, deben transformarse, porque hay ciertos centros que están todavía en un estado embrionario. Las nuevas ideas que vienen ahora, necesitan de terreno, y éste debe crearse de alguna manera. – ¿De dónde vendrá este terreno? Del cristianismo. Éste prepara a la gente para las condiciones nuevas, para el terreno nuevo.
El apóstol Pablo dice: “No por las obras de la ley se va a salvar el hombre, sino por la fe” (Efesios 2:8,9 – n.d.t.). Entonces, cuando los hombres comprendan las Leyes de Dios, entonces se salvarán. Entonces el mundo se arreglará y llegará a ser un lugar de una cultura más elevada. En las comprensiones presentes no es así. No es cuestión que se tomen las palabras de Pablo literalmente. “A través de fe y obras” – éstas son dos escuelas. La fe lo da todo, ella no es muerta, sino viva. Debes saber las leyes de la mente. La fe viva está relacionada con la mente. Tocas una piedra y dices que está muerta. Si sabes las leyes, de la piedra puedes sacar pan, agua. Ves que la piedra está cubierta con musgo. ¿De dónde vino este musgo? La conciencia dura – la piedra ¿cómo sacó el musgo? Entonces y ésta es razonable. En ella se esconde una fábrica pequeña que produce musgo. ¡Conocimiento es necesario para esto!
La gente contemporánea, como y vosotros, educados en el espíritu viejo, esperáis vuestra salvación de una manera milagrosa. Esto es salvación sin mente. El que entre en el camino Divino, debe desarrollar su inteligencia, como también y su corazón. La mente humana ha alcanzado a cierto nivel de desarrollo, por lo cual una gran parte de la raza humana ha llegado a un alto nivel de inteligencia. Los seres superiores, que han adelantado a la gente presente en su desarrollo, abogan por sus hermanos pequeños y trabajan sobre sus corazones. Así se crea la cultura del corazón. Como estáis ahora, vuestra mente no puede ennoblecerse. Vosotros tenéis inteligencia, pero os falta suavidad. Ahora la mente humana está retorcida. Cualquier cosa que se diga a un hombre con tal mente, él siempre se va a contraponer. Él no tiene suavidad y una comprensión sana. Cuando te vea, él no piensa en hacerte bien, sino que buscará una manera de cómo utilizarte. Él se dice: “He aquí un científico que puedo utilizar. Tiene hijo, hija, y a ellos los puedo utilizar”. – Esto no es cultura.
Coges un caballo, le tocas por aquí, por allá y dices: “¡Un caballo muy bueno! – ¿Es para carro o para trabajo?” Si coges dos caballos, te dirás: “He aquí, con ellos puedo trabajar dos decáreas de tierra”. Una inteligencia que utiliza solo las condiciones económicas, no es verdadera. Los órganos mentales deben transformarse internamente, o sea, su materia debe recrearse de raíz. No os hagáis ilusiones de que el tiempo, las condiciones, van a cooperar para esta transformación. Éstos solo preparan el material; otras fuerzas vendrán, éstas realizarán el trabajo. Por ejemplo, pensar en Dios, esta es una fuerza interna en el hombre que trabaja sobre él y lo transforma. Dices que crees en Dios. Hazte positivamente la pregunta ¿qué es Dios? Cuanto te haces esta pregunta, como que si tu mente se vacía. Deben entrar en ésta fuerzas de la Naturaleza y comenzar a trabajar. – ¿Qué son las fuerzas de la Naturaleza? Esto no se puede determinar. ¿Cómo vas a determinar qué es la inteligencia? Si quieres dar una cierta explicación, tú introducirás en tu mente cosas inciertas. – ¿Qué es Dios? ¿Existe Él? – Esto se puede determinar de la siguiente manera: Tienes una úlcera en tu pierna. Llamas a médicos, pero nadie puede ayudarte. Tu vida está colgada en un pelo. Finalmente te volteas hacia Dios con las palabras: “Señor, en Ti está toda mi confianza. Ayúdame, envíame Tu ayuda, para conocer que existes, que eres un Dios de los vivos y que a todos ayudas. Prometo servirte, dedicar mi vida a Ti”. Si eres sincero y mantienes tu promesa, Dios te ayudará, y en poco tiempo estarás sano. ¿Qué prueba más queréis sobre la existencia de Dios? Él es omnifuerte, a todos ayuda.
Digo: Lo que prometes, lo cumplirás. No hablo de la promesa que dio un gitano. Cuando estaba enferma su mujer, él prometió que va a encender en la iglesia una vela grande, para agradecer a Dios. Cuando sanó su mujer, él se dijo: “¡A lo mejor daré, a lo mejor no!” Debes ser positivo. Prometes algo, lo cumplirás. Si eres positivo, la enfermedad pasará. Sentirás un estado específico del alma, un calor interno específico, el cual se expandirá de tal manera que todo alrededor de ti cambiará. Sentirás una gracia interna y una silenciosa voz interna te hablará: “¡Perdona a tus deudores! ¡Corta sus pólizas!” Si escuchas la voz, Dios te bendecirá. Si no estás listo de hacer esto, tú cortas las pólizas, pero luego recoges los trozos, les pegas y de nuevo buscas a tus deudores. La voz te dice: “No actuaste bien”. Tú actúas según la ley de Moisés. El deudor, por su lado, debe ser honesto. Si no puede pagar su deuda, irá al Señor para que le acredite. Algo desde dentro le dice: “Ten cuidado, muchas veces has mentido, por eso llegaste a esta dificultad”. La voz silenciosa te previene y se retira.
Y así, utiliza la riqueza que Dios te ha dado. Con ésta inmediatamente puedes pagar tu karma y llegar a ser perfecto. Si no utilizas tu riqueza razonablemente, caerás bajo otra ley y aumentarás tu karma.
En su desarrollo actual, la gente ha llegado ya hasta el fondo del infierno, donde la materia es la más densa. Desde aquí ellos deben empezar a gatear, a salir hacia arriba. Para esto se requiere una vigilia grande, que no caigan en su pasado, de repetir sus debilidades y errores viejos. ¿Por qué van a hacer los mismos errores? Ahora tienen que enderezarlos, y no repetirlos. En el despertar de su conciencia, en el cual se encuentran, el enderezamiento de los errores es fácil. Una vez cometidos, éstos fácilmente se enderecen. Cuando se enfrenta con el error, el hombre dice: “Una segunda vez no voy a errar”. Él tiene recuerdo de éste y se guarda de no errar de la misma manera. Utilizad las experiencias de vuestra vida pasada, sin repetirlas. Cristo dice: “Si Me amáis, guardaréis Mi Ley” (Juan 14:15 – n.d.t.). Verdaderamente, solo mediante la Ley del Amor el hombre guardará los mandamientos que le son dados. Solo mediante el Amor él se elevará a un mundo más alto. Solo así él saldrá de la materia densa. Esto significan las palabras de Cristo: “El que tiene oídos para oír, oiga” (Mateo 11:15 – n.d.t.). Yo sigo en este espíritu: “El que tiene mente para pensar, que piense. El que tiene corazón para sentir, que sienta. El que tiene voluntad para trabajar, que trabaje sobre sí mismo. Y Dios le bendecirá”.
Cantad la canción “Dios es Amor”.
Imaginaos que así, como estáis sentados, yo comienzo a repartir a todos por uno, por dos o más granos de trigo. A uno le doy solo un granito de trigo, a otro – dos granitos de trigo, a tercero – tres, a cuarto – cuatros, etc. A alguno le doy uno, dos, tres busheles. Vosotros os asombraréis por qué no doy igualmente a todos. Importante es, sin embargo, cómo solucionaréis vuestro deber. Todos debéis sembrar las semillitas. Un día os preguntarán: “¿Habéis sembrado el trigo?” Y aquel que recibió solo un granito, responderá de si lo ha sembrado. No le van a preguntar cuántos campos ha sembrado, sino que le preguntarán si ha sembrado el granito. ¿Cómo se va a justificar si no lo haya sembrado? La verdad hablaremos. Y el niño puede hablar la verdad. De ti se pide que hagas solo un bien y no cien bondades. El hombre ha venido a la Tierra para hacer solo un bien. Todo lo demás es una preparación para este bien. Si haces este bien como se debe, todos los hielos se derriten y la vida cobra sentido. Este es el lado interno de la vida. Dices: “Yo no puedo hacer este bien”. Esto es lo más pequeño que se pide de ti. La Verdad quiere poco, pero bien hecho. Si vives cien años en la Tierra, de ti se pide sembrar cada año un granito. ¿No puedes apartar en un año cinco minutos para la siembra de un granito? Si dices que no tienes incluso cinco minutos libres, tú no hablas la verdad. Tú esperas en la cervecería diez y más minutos para un vaso de cerveza, y no tienes cinco minutos para la siembra de una semillita. El hombre encuentra tiempo para comer y beber, pero no está listo de apartar cinco minutos para una semillita.
Muchos se niegan de sembrar su semillita, pero están listos de sembrar las semillas ajenas. No os metáis en los trabajos ajenos. Esta es la verdad. Una semilla, sembrada a tiempo, puede salvar al mundo. Siembra la semilla de manzano y no pienses. Alguien cortará una fruta de este manzano y se salvará. Quieres hacer mal a alguien. Pasas al lado de este manzano, cortas una fruta y la comes. Después de esto te niegas de tu deseo de hacer mal. Me encuentro con un conocido, converso con él, y él me dice: “Quiero dar una conferencia, sacar la verdad”. Veo su vanagloria y le digo: Tú escribe un pensamiento bonito, esto es suficiente. – “No me ocupo con trabajos minúsculos. ¡Escribiré un pensamiento! ¿Cómo será este?” – Escribe a tu amigo: “Hermano, el terreno de tu jardín es bueno. Siembra 50 árboles frutales”. – “No me interesa el jardín de mi amigo”. – Allí está todo el mal, allí están los tropiezos en vuestra vida – vosotros ignoráis los trabajos pequeños, y os ocupáis con trabajos magnos, para los cuales todavía no estáis listos.
¿Qué aplicación se puede sacar de esta conferencia de la verdad absoluta? Si tu jefe quiere saber qué opinión tienes acerca de él, ¿le dirás la verdad? He aquí lo que tienes que responderle: “Te diré la verdad, si no eres mi jefe. Mientras eres mi jefe, no puedo decirte la opinión que tengo acerca de ti”. No es prudente si me decís que siembre mis semillas en un terreno pedregoso. Os diré: “Aquí no puedo sembrar”. Hay reglas sobre dónde puedes sembrar. Te preguntarás a ti mismo de si te es permitido decir la verdad. Para la verdad se requiere poca cosa. Debéis ser prudentes. La verdad puede sacarse en la Escuela. Recordad: En la Escuela se bendicen solo estas cosas que salen de vosotros. Nosotros debemos tener una imprenta, porque lo que solos trabajaremos, será lo más bonito. Sobre nosotros ahora había nubes, pero cuando empecé a hablar la verdad, noté que éstas se quitaron. Entonces desde arriba se alegran. El que quiere decir la verdad, debe orar para que le enseñen cómo expresarla. Di: “Hermano, me da pena que debo decirte la verdad, pero estoy obligado a decirla. No tengo el deseo de humillarte ni de ofenderte”.
Digo: Debemos ser servidores de Dios, predicar la verdad. No hay nada más malo que esto, que seas privado de ayuda. – “Queremos saber la verdad, ¿hay alguna culpa en nosotros que este año no podamos tener reunión?” Yo tengo que pensar largo tiempo en si puedo deciros la verdad. Y si la digo, ¿os va a provechar ésta? Os diré solo un hecho: El año pasado un hermano dijo que esta reunión empezó a parecerse a una asamblea. El Señor dijo: “El año siguiente no vais a tener reunión”. Todos pensabais: “Este ha hecho un error, aquel ha hecho un error; este así ha hecho, aquel así ha hecho”. Hay cosas que para vosotros son importantes, y a Dios y en la mente no Le vienen. Si es asamblea, de vosotros depende que no sea asamblea, sino que sea una reunión. ¡Reunión entre Dios y vosotros debe de haber! Debéis tener vivencias internas. Yo puedo hablaros por fuera, pero si vosotros no abrís vuestros corazones para que os hablé y el Señor por dentro, todo es inútil.
Entonces ¿el hermano que se pronunció así sobre la reunión, ha expresado una corriente en la hermandad? – Sí, así es. Algunos dicen que los primeros se quedaron en un segundo plano, y los últimos salieron adelante. ¿Sabéis que con vuestra ingratitud vosotros limitáis al Señor? La elección no es mía, yo hago lo que me dice el Señor. Vosotros decís: “El Maestro puede hacerlo todo”. Esto que por la mañana una hermana se cayó y se golpeó en la piedra, muestra que el Señor quiere que enderecéis vuestra vida. Cuando se lee o habla una conferencia, siempre está presente un hermano de la hermandad negra. Cuando la gente mala quiere hacer algo malo, entonces está presente un Hermano Blanco. No podemos prohibir al hermano negro escuchar. Él es un delegado, tiene que escuchar. Los seres razonables ven nuestros defectos mientras están todavía en nosotros. Éstos fácilmente se enderezan, pero cuando se expresen afuera.
Dios es generoso y tú debes utilizar esto lo que te ha dado. La abundancia tiene su lugar. Todos tenéis deseos buenos, pero debéis saber la manera de cómo manifestarlos. Por ejemplo, alguien tiene el buen deseo de invitarme de visita en su hogar. Él prepara mucha comida, una empanada, frutas. Cuando vengo, yo tomo conmigo unos cuantos amigos, para que se coma todo esto, que os bendigáis. Puede quedarse algo – una decena de nueces, unas manzanas, tanto como para bendecir a los niños. ¿Qué ocurrirá si he comido antes de llegar? Yo desearía que lo que hacéis por mí, lo hagáis y para los demás. Esto me alegra. Debéis saber la ley de que siempre no os podéis reunir. Hay tiempos cuando visitantes no pueden venir a vosotros, y vosotros no podéis ir de visita. Si os aferráis al Señor, y con un cañón no pueden destruirlos.
Mas la reunión y este año ocurrirá. Nosotros le encontraremos el tiempo. No es solo el día 19 de agosto, hay días todavía más bonitos (Según el Maestro el Año Nuevo físico comienza el 1 de enero, el Año Nuevo espiritual – el 22 de marzo, y el Año Nuevo Divino – el 19 de agosto – n.d.t.). Hoy hacemos una preparación para la reunión. Aquí hemos venido alrededor de cien personas. Si el Señor no está con nosotros, ¿para qué nos hace falta una reunión? Debemos venir de nuevo aquí, porque hay bonitos lugares magnéticos. Todo en la naturaleza son símbolos. Lo bonito hoy son las nubes en el cielo. – Éstas se parecen a una lana que se puede hilar. Sí, hay que hilar. He aquí cómo se puede utilizar la excursión. Cuando regreséis a la ciudad, cada uno escribirá una carta bonita en la provincia. No es importante si escribirás a un hermano o hermana conocido.
Vosotros queréis que yo siempre esté gozoso, dispuesto. Yo a veces lucho con el lobo, saco la oveja de él, le pego. Vosotros decís: “El Maestro está indispuesto”. ¿Cómo puedo estar dispuesto? Otra es la cuestión de si estoy en el jardín y recojo frutas. Digo: Venid para que os dé. Veis que un hermano está indispuesto. Él ha descendido abajo. Reuníos 5-6 personas, enviadle buenos pensamientos y así le elevaréis. Esto por lo menos podéis hacerlo. La Escritura dice: “Orad uno por otro” (Santiago 5:16 – n.d.t.). Muchos seres de la hermandad negra quieren venir arriba, pero ellos no son capaces de entenderlo todo. Esta mañana, por intensidad de la electricidad, nosotros estábamos a más de 7000 metros de altura. De otra manera la altura aquí es de 2520 metros. La hermana que se sintió mal en la mañana, no se enfermó, pero no pudo aguantar esta altura y tenía que comer. El enfriamiento de los rostros, el teñirse de azul, se debe a la intensidad de la electricidad. Y 2520 metros es una altura ordinaria. Notad que cuando orabais, algunos no pudieron sostener sus manos hacia arriba. – Entonces nosotros estábamos a la misma altura a la cual Moisés recibió los mandamientos en el monte Sinaí. Entonces y a nosotros se nos puede dar algo. Y otro, a una altura de más de 7000 metros nosotros estábamos y en Agarta. Entones y desde allí podemos recibir algo. – Sí, estabais y allí. La conferencia que os hablé arriba, viene de allí. El viento venía desde el Este. Los caballos que hemos visto en Cherni Vrah estaban a nuestra disposición. El caballo posee fuerzas magnéticas.
¿Cuántos de vosotros tenéis buenas condiciones internas para ir a Musala? Primero, se requiere una profunda disposición interna, que no haya ninguna bifurcación. Luego, que no tengáis ningunos obstáculos domésticos. ¿Cuántos días desearíais quedarse allí? – “Por lo menos cuatro días”. – ¿Sabéis que allí hace frío?, insomnio habrá. Voluntad se requiere para esto. Debéis tener y ropa caliente. ¿Estáis contentos hoy? – “Estamos muy contentos.” – Y yo veo que estáis muy contentos.
Los sitios más altos son eléctricos. Aquí, donde hemos parado – bajo Rezniovete, es un lugar magnético. Hay hondonadas magnéticas. Este lugar es ideal para reunión. O la reunión puede suceder en el desierto de Rila, donde el altar. Allí es ideal, hay bosques, leños, agua y camino. Allí podemos organizar excelentemente la reunión. Podemos hacerlo.
En el mundo espiritual una cima baja puede ser alta, y la cima alta puede ser baja. Esto depende de la intensidad de las fuerzas que actúan allí. – “Entonces, es recto donde dicen que la cima más alta es el Gólgota, porque allí se vivieron los sufrimientos más intensos”. – Sí, en su tiempo allí Cristo solucionó una de las tareas más importantes. Tal conferencia, en el salón no se puede hablar.