La Terapia del Espejo: Un Reconocimiento a Nuestra Esencia Divina
Dedicado a las Amadas Maestra Nada y Madre Kwan Yin
Hermanos,
Quiero compartirles una epifanía que tuve hace algunos años, mientras conversaba un día con Montse, mi amorosa hermana de luz, quien me decía que se sentía «espesa», sin mucha claridad y desanimada por ver que no lograba amarse. Me di cuenta de que nuestro gran problema era la dificultad de vernos verdaderamente como somos.
Fue en ese momento de reconocimiento de nuestro estado de ánimo que la epifanía inició su proceso de iluminación, y la amorosa Nada, nuestra sabia maestra, se manifestó al enviarme la imagen del espejo y nuestro rostro reflejado en él.
En ese instante las palabras de Nada resonaron en mi interior:
Tenemos que mirarnos en el espejo y lograr vernos con los ojos del alma, es la forma de poder ver cuán bellos somos, así como lo son nuestros Padres de Amor que nos crearon.
Quedamos tan motivadas por la epifanía, que nos pusimos manos a la obra y partimos al día siguiente, la idea era contemplarse al espejo, no simplemente mirarse, como cuando nos peinamos o nos maquillamos, sino dedicarse a observarnos en el espejo.
No fue fácil hacerlo, debo admitir, pero a pesar de la dificultad inicial, el simple hecho de «enfrentar» el espejo fue una gran prueba, cuyo resultado, para nosotras, fue impresionante. Realmente no tengo palabras, descubrimos que estábamos siendo guiadas por Nada y Kwan Yin, que nos ayudaron a crear la valentía y la fuerza de mirarnos en el espejo y mientras iban pasando los minutos y los días, cada una tuvo su propia experiencia.
En mi caso, Kwan Yin, la amada madre de Oriente, me reveló que mis ojos son un reflejo de los suyos, y esto más tarde fue confirmado por una amorosa hermana, Rosita, de esta Hermandad Blanca, que ni siquiera me conocía en aquel entonces; ella, sin haberme visto, sabía que mis ojitos achinaditos eran una dádiva de la amada maestra.
Esa revelación tan especial me ayudó en un momento en que me sentía absolutamente disminuída, pequeñita, ínfima en este mundo, y curiosamente (sincrónicamente más bien), hacía meses que quería saber quién era esa Diosa de la Misericordia, y pude, en el reflejo del espejo, reconocerme como su pupila. Mi felicidad fue infinita.
El gran trabajo pendiente es con nosotros mismos, por eso es vital que nos podamos mirar, reconocer, admirar y sanar todo aquello que haya que sanar, para que podamos avanzar en nuestro camino espiritual, por eso les comparto esta terapia del espejo y los invito para que nos veamos tal cual somos, hermosos y sagrados.
No tengo dudas de que en esta dinámica estarán siendo guiados por las amorosas maestras Nada y Kwan Yin, llámenlas e invítenlas a realizar junto a ustedes este ejercicio de reconocimiento pleno.
La Terapia del Espejo
Una de las cosas que más nos cuesta en la vida es mirarnos al espejo, no sólo me refiero al espejo interior, sino al propio espejo material. Y es por este ejercicio que empezaremos esta terapia, mirarnos al espejo y encontrarnos divinos, sin miedo a serlo.
Primer día
Reserven un momento, incluso puede ser en el baño, donde ustedes puedan estar a solas con ustedes mismos, por no más de 5 minutos, empecemos por algo corto, pues a veces las resistencias del ego nos pueden hacer desistir si lo hacemos por más tiempo.
En esos 5 minutos que serán sólo para mirarnos en el espejo, prestemos atención a lo siguiente:
1.- Qué vemos en el espejo,
2.- A quién vemos
3.- Cómo nos vemos
4.- Por qué nos vemos de una determinada manera
5.- Cómo nos gustaría mirarnos en el espejo
6.- Qué nos gustaría ver en el espejo
7.- Qué sienten que pueden hacer ustedes para poder ver en el espejo nuestro verdadero ser
Mientras estemos frente al espejo, tratemos de recordar estas preguntas y una vez que nos hayamos visto, escribamos en un papel las respuestas del cuestionario y anotemos también qué sentimos luego del ejercicio. (Lo de anotar tuvo su dificultad, pero lo logramos, así es que esto forma parte de los pilares de Serapis, la Voluntad y la Disciplina, pero si no pueden responder todas las preguntas no importa, interesa verdaderamente estar atentos al vernos, tomar conciencia sobre qué vemos con los ojos materiales y anotarlo.)
Segundo día
Nos miraremos al espejo, los mismos 5 minutos, y prestaremos atención a lo que nuestra mente nos dice, qué nos dice… no tratemos de bloquear nada, dejemos que hable, distanciémonos de ella y prestemos atención a lo que dice. Una vez pasado el tiempo, vuelvan a escribir lo que la mente dijo, y escriban cómo se sintieron una vez que escucharon lo que ella decía.
Tercer día
Nos miraremos al espejo con los ojos cerrados y veremos con los ojos del alma… presten atención a si logran ver alguna cosa, apenas eso, qué ven con los ojos cerrados. Escriban qué vieron, si no vieron nada también anótenlo, y nuevamente escriban qué sintieron.
Cuarto día
Nos miraremos al espejo con los ojos cerrados y visualizaremos a nuestro Yo Superior, cómo es… se parece a nuestro rostro del espejo material… cómo es ese Yo Superior… qué tiene de diferente, se parece a nosotros, todo lo que vean lo anotan y luego cómo se sintieron haciendo la experiencia.
Quinto día
Miraremos al espejo con los ojos abiertos y recordaremos todas las bendiciones que hemos recibido en esta encarnación y luego las escribiremos, agregando qué han sentido en esta vida, qué deseamos cambiar. Cuando tengamos esta respuesta, recordaremos la imagen de nuestro YS y le pediremos que se encargue de hacer la transmutación correspondiente.
Ésta es una forma que siento nos puede ayudar a:
Primero, controlar la mente inferior, transmutarla y
Segundo, conectarnos con nuestro Yo Superior, con la esencia misma de nuestra fuente creadora, nuestro ser crístico.
La Terapia del Espejo es nuestra gran posibilidad de vernos y no destruirnos al mirarnos al espejo (como solemos hacer cuando el pesimismo o la tristeza nos invaden), es la oportunidad de correr los velos y VERNOS con los verdaderos ojos, con los del Alma Plena.
Gracias de corazón por aceptar esta invitación y que tengamos una linda terapia y, si pueden, y lo sienten así, compartan con nosotros cómo ha sido cada ejercicio al mirarse al espejo.
Un abrazo con mucho amor para ustedes,