Las 26 llaves y la Mente holográfica

Jorge Gomez (333)

Somos la proyección (fractal) más densa de un conjunto de superconsciencias (7 consciencias andrógenas unidas, también llamados hijos creadores paradisíacos) y esta creación o imagen más densa de esas consciencias, se rige por las emociones y sentimientos que genera y con las que interactúa, o sea, formas pensamiento que construyen realidades y atraen experiencias a nuestra vida cotidiana.

Estas formas pensamiento generan procesos psíquicos y bioquímicos que acaban cristalizando o materializándose en decisiones o acciones, que a lo largo de todas nuestras encarnaciones, generan lo que llamamos memoria celular y consecuentemente trastornos y enfermedades, por no decir que es el concepto de lo que se llama infierno y que cuando morimos seguimos viviendo directamente con esas cocreaciones que Dante llamó purgatorio y que nosotros conocemos como umbral o infradimensiones.

Esta memoria celular tiene diferentes capas o procedencias:
– cocreaciones psíquicas personales.
– memoria genética estelar.
– memoria genética ancestral.
– memoria mórfica o consciencia colectiva.

Aunque en todos los casos hay un trasfondo de manipulación y experiencia galáctica ya sea de evolución racial o de colonización, al principio era sólo un abuso de poder individual por parte del chamán o hechicero de turno, ahora se trata de un colectivo. Esa memoria celular, es la base de la manipulación que desde 1920 ha sido objeto de estudio por parte de los gobiernos de todo el mundo a través de los mas media y todas sus herramientas (anuncios, películas, música, videojuegos, alimentación, tendencias, tecnología, educación, medioambiente, ocio, etc.). Cada una de esas memorias es controlada con determinadas frecuencias. Hasta hace unos 10 años, los estudios y trabajos se «limitaban» a controlar esta realidad a través de la recodificación de los hemisferios y cerebro reptiliano, utilizando nuestro sistema nervioso y campo energético. Ahora, que el nivel de consciencia ha aumentado, van más allá, intentando manipular a través de la pineal y de los centros taquiónicos, nuestra consciencia superior y de ahí hacia niveles todavía más superiores.

Tened en cuenta que nuestro patrón mental original no es con base 8 como nos hacen creer, sino con base 7; y nuestra codificación bioquímica no es con base 10, es 9. El 8 es un bucle (algo que se repite una y otra vez). El granito de arena que quiero aportar es mostrar mi punto de vista sobre esta información a la que tengo acceso, para poder evitar este tipo de manipulaciones, volviendo a conseguir nuestra codificación original y volver a ser consciencias libres que han cumplido su etapa experimental en esta densidad, ayudándonos también a entender quienes somos, de donde venimos y qué tenemos que hacer, recuperando nuestro poder y permitiéndonos iniciar el retorno a casa. Lógicamente, el regreso a casa es dejando el cuerpo y no volviendo a venir mediante la rueda encarnacional que es otra gran manipulación, unida a todas las creencias religiosas.

También es verdad que con el conocimiento adecuado, una disciplina correcta y un intenso trabajo interior, se pueden saltar todas estas leyes y teletransportarse físicamente a otros niveles energéticos superiores o paralelos, como hacen en las películas de ciencia ficción con la ayuda de la tecnología; igual que hizo el pueblo maya, que actualmente está en otra realidad paralela y con quienes nos encontraremos cuando se unifiquen las líneas de tiempo y se reparen las grietas temporales (paradigmas) ocasionados por los experimentos militares de moverse en el tiempo. Todo es posible, en nuestras células está el conocimiento, no se necesitan máquinas ni fármacos ni nada, nuestro cuerpo es capaz de segregar todas las substancias y todo lo necesario, sólo hay que saber cómo y trabajarlo.

Todo esto es lo que llevo desarrollando y trabajando conscientemente desde el 2001, año en que decidí priorizar mi crecimiento interior  desarrollando herramientas y ordenando conceptos y teorías a las que desde pequeño tenía el privilegio de acceder sin comprender su sentido práctico. Crecí con un sentimiento que seguro que muchos de vosotros también habréis tenido alguna vez: de ser diferente, de que no eres de aquí y de pasarte todos los años intentando recuperar tu memoria sobre quien eres y cómo salir de aquí. Lógicamente, como vosotros, me he topado y sigo, con las limitaciones sociales, gubernamentales y la desaprobación familiar, que todavía, en el 2012, sigue pensando que debería dedicarme a otra cosa más «real». No entienden que es algo que brota de mi interior, una forma de vivir, una formar de sentir, una forma de ver.

El resultado son las 13 coronas, su base teosófica y todos los soportes que desarrollo como es el caso de las 26 llaves de la nueva consciencia y que ocupa la atención de este artículo. Las 26 llaves, son una codificación maestra (tonos magnos) para acceder a niveles de información y para conectar a unas determinadas consciencias superiores que tienen pactado un trabajo de guía, ayuda y protección al proceso que actualmente vivimos en el planeta Tierra.

Entonces, cada una de las llaves conecta con un determinado grupo de consciencias, templos etéricos, órdenes sagradas, maestros, rayos cósmicos, naves, etc. En este momento, está disponible el juego para adultos y está en proceso de corrección el de los niños. El objetivo de estas 26 llaves, a parte de ayudar al crecimiento consciencial de las personas, es volver a activar una energía que desde los tiempos de la Lemuria y la Atlántida fue sellada por las jerarquías de la luz debido al mal uso que se hizo, de ahí por ejemplo que los arquetipos de los arcanos mayores del Tarot se limiten a 22 y el zodiaco a una matriz genética de 12 arquetipos en lugar de los 13, creando toda una base conceptual nefasta entorno al número 13.

Esto que acabo de decir, es importante que quede claro, pues antiguamente el conocimiento sobre el manejo de la energía y su manipulación (alquimia) era la base de las sociedades y civilizaciones. Esto conllevaba saber biofísica, matemática fractal o cuántica, geometría sagrada, cosmología, etc. y ese conocimiento quedó relegado a unos pocos quienes para protegerlo dejaron un material alterado. Debido a influencias, experimentos genéticos y problemas políticos de otras razas estelares, se entró en un abuso de poder y en un uso incorrecto de la energía, de ahí la extinción de la Lemuria y la destrucción de la Atlántida. Entonces, la jerarquía de la luz decidió esconder el conocimiento del pentagrama al inverso, dejando que sólo llegaran a el aquellas personas realmente aptas y preparadas psíquica y consciencialmente; lo que dejó campo abierto a que esta simbología fuera enteramente utilizada y manipulada por las energías anticrísticas. De ahí que sólo se conozca la coodificación 666, que en realidad es un código genético de un ser llamado Anhotak, que representa la evolución anticrística.

El anticristo, al margen de toda versión religiosa (que lógicamente es una manipulación), es el desarrollo de un ser fuera de lo que representa evolucionar por el cristo interno. Su opuesto es otra matriz cuyo código es 676 y cuya evolución es a cargo de Micah (Jesús Cristo o Sananda, en otros niveles energéticos superiores). Esto es lo que las religiones y sus manipulaciones han inculcado en todos nosotros con los conceptos morales de el bien y el mal, la luz y las tinieblas; pero no es así, son diferentes maneras de evolucionar: una a través del amor (paz) y otra a través del sufrimiento (dolor).

Esto nos lleva a entender otro factor importante, porque fue colocada la luna, para anular y manipular la codificación de la matriz 676 a través de las alteraciones emocionales y hormonales. Realmente, el pentagrama es el acceso al uso de 2 tipos de energías, pero no las que en un principio se piensan. La primera (punta central hacia arriba), activa lo que conocemos como las 9 jerarquías angélicas (Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Virtudes, Potestades, Principados, Arcángeles, Ángeles) y la segunda (punta central hacia abajo), activa las falanges dévicas
(genios de la naturaleza a través de los 4 elementos).

Según el sistema de creencias que se profesa y el nivel de entendimiento, uno sin saber como explicarlo, puede hablar de una fuerza o algo, que a veces te protege. La realidad, es que todos tenemos una gran cantidad de seres sutiles (no físicos) a nuestro alrededor que hacen las veces de guías, tutores o protectores y que median la manera más armónica para recibir los aprendizajes que nuestras almas encarnadas necesitan experimentar, para evolucionar en este plano. En esa evolución, lógicamente ellos también están incluidos, ya que hay una estrecha relación y compromiso de cada alma encarnada con esos seres asignados con total conveniencia e intención, formando lo que se llama jerarquía o familia cósmica. Esos seres de luz intentan lidiar con todas las formas pensamiento (envidia, rabia, odio, celos,ego, etc.) que generamos o que nos mandan, sin tener en cuenta otros obstáculos en nuestro caminar como pueden ser: magias, nanotecnología o otros seres con una fuerza lumínica más baja que quieren que estemos a su mismo nivel.

Si uno sigue la línea del chamanismo, verá a esos seres como hermanos de la naturaleza: el hermano oso, el lobo, el jaguar, el ciervo, el águila, etc. Cada uno de ellos, con una cualidad ponderante; son los llamados Tótems o animales de poder. Si se sigue la línea del Taoísmo, se hablará de los ancestros.  Si una persona cree en el cristianismo conectará con los ángeles, las vírgenes y los santos; si lo hace con el judaísmo con los 72 ángeles de la cábala hebrea; y así sucesivamente.

Pero ¿cual es la verdadera raíz?, ¿su verdadera cara?, ¿Cual es su origen? La verdad, al igual que todo lo creado y manifestado en el universo, todo es luz, luz en una frecuencia más elevada que la nuestra y la cual intentamos interpretar y racionalizar para entender en lugar de simplemente sentir y conectar. Es según esa consciencia con el prisma con el que se ve la vida y se atrae lo que se decide experimentar y como hacerlo.

Cuando uno tiene una capacidad sensitiva más elevada, conecta con determinadas frecuencias y realidades, teniendo lo que se llama estados alterados de consciencia. A veces, en esos estados se conecta con una realidad o con uno de esos seres y la información que se recibe igualmente sigue estando en total resonancia con nuestro estado interno; pasando a nuestro consciente, y por consiguiente ayudando a configurar nuestra realidad. El futuro no existe, es una ilusión, una distracción. Hay alternativas a una elección, y en función de la misma se crea nuestra consecuente realidad.

Con las drogas se tiene el mismo resultado, ya sean sintéticas como naturales (utilizadas en la línea chamánica); la persona entra en un estado alterado de consciencia viviendo o sintiendo una experiencia según vibre la persona, pudiendo sanar un bloqueo o conectar y vivir su peor pesadilla. En cualquier caso, es abrir una puerta sin tener una certeza cierta de con qué o quien se va a contactar y que en la mayoría de los casos deja un buen agujero en vuestros campos energéticos o información basura gravada en vuestros cuerpos sutiles.

Es conveniente por vuestra salud psíquica, emocional y energética que uno aprenda a desarrollar de manera natural estos estados, que lo único que alteran son vuestras glándulas; teniendo un mejor control de todos los procesos. Para aquellos que conectan con realidades nefastas o apocalípticas, deciros una vez más, que el universo es luz y amor; aunque todavía no entendáis la plenitud de estos conceptos. Sois luz y todo en el universo es creación, no destrucción, así que todo lo que aparezca bajo esa bandera es una manipulación holográfica, un obstáculo en vuestro desarrollo que debe ser recalibrado desde el entendimiento, con amor y compasión hacia vuestro propio ser; pues vosotros lo habéis atraído a vuestra realidad igual que seleccionáis la película o el canal que queréis ver o escuchar.

Existe una corriente tan antigua como el origen mismo de la tierra en el continente llamado África, que recoge y explica estas energías de amor, una fuente fiable para nuestro crecimiento  y entender, en un momento de gran dualidad en la tierra y con la quienes nos ayudarán a mediar, en función de la actitud interna que tomemos en cada pensamiento, acción y manifestación, ya que ellos son el puente entre la materia y las jerarquías estelares. Fiable lógicamente si se sabe buscar una buena fuente de la que beber, aunque es importante colgar las creencias y los dogmas en la puerta para poder realmente recibir este conocimiento y poder asimilarlo.

Son los llamados Orixás. Una premisa importante para vuestro caminar: no busquéis nada desde la necesidad, pues así será lo que atraigáis hacia vosotros. El propio significado de la palabra Orixá, de la antigua lengua Yoruba es: la luz que habita sobre tu cabeza; haciendo referencia a ese estado de gracia y conexión con lo divino y del cual todos formamos parte. El equilibrio de estas dos estrellas de 5 puntas forman la quinta  esencia, la raza primordial el Adan Kadmon, el llamado humano perfecto, que es el puente de unión entre el cielo y la tierra, creando un puente arcoiris de conexión.

Todos estos códigos están dentro de nosotros, en nuestra memoria y por los procesos planetarios que estamos viviendo, es hora de volver a activar este conocimiento, utilizándolo con senso, pues ya hemos aprendido las consecuencias del mal uso durante estos últimos 13.000 años, ¿verdad? Trabajando diferentes frecuencias energéticas en diferentes niveles (color, sonido y forma) manipulamos la mente holográfica y su cristal de carbono (nuestro cuerpo físico). Al trabajar la codificación del campo eléctrico a través de los chacras y su valor cromático, actuamos sobre el campo de resonancia magnético y a través del sonido y la reverberación de los cristales de cuarzo de nuestros huesos, aumentamos su vibración a silicio. Trabajando las secuencias y frecuencias psíquicas del Tzolkin, accedemos al ADN etérico de 12 hilos; y trabajando la forma (geometría) activamos los emisferios cerebrales, creando con todo ello, una maya energética que se reprograma biofractalmente, recodificando la información de todos nuestros cuerpos, ayudando a unificar sus diferentes consciencias y consecuentemente, la manifestación de nuestro verdadero ser; dando paso al acceso de información en las realidades paralelas (interdimensionales) y niveles de consciencia superior (multidimensionales).

La conexión interdimensional es interesante para movernos conscientemente en la línea de tiempo, ayudado y amparado por nuestras jerarquías espirituales y merkabas personales, para sanar y limpiar procesos de otras vidas que por desconocimiento o manipulación, interfieren en nuestra vida actual, impidiendo nuestro avance y desarrollo.

Las 26 llaves están disponibles contactando a través de mi cuenta de correo antoniotirado@13coronas.com o in situ en las charlas que vengo  realizando en algunas provincias de la península como: Galicia, Barcelona, Madrid, Bilbao y Valencia.

En estas charlas no sólo amplio la información que aquí presento, sino que además realizo una meditación de conexión.

Autor: Antonio Tirado (25 de marzo de 2012)
Nota: Este mensaje puede ser difundido siempre y cuando no se altere su contenido y se
respete y mencione el origen y su fuente. Muchas gracias!

2 comentarios

  1. hace mucho tiempo q percibo algo mas de lo q nos han inculcado,no podemos seguir asi,estamos destruyendo nuestro planeta,elevemos nuestra conciencia y
    salvemoslo,quiero conectarme y ser uno mas ,gracias x hacerlo publico.

  2. Esto es muy interesante para mi crecimiento en mi familia soy la rara o bruja siento que no encajo o que no soy de este planeta pero aun no encuentro mi camino creo que esto me puede ayudar gracias por ponerlo al alcance.

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