Las Pleyades y La Rosa de Maria Por Émanuel-Ãchinox
Saludos a la entrada de vuestro corazón de espíritu.
Bendigo en ustedes esta entrada en esta gran asamblea de vuestros corazones sagrados. Bendigo cada paso sobre vuestra Vía Láctea. Bendigo esta marcha nupcial donde tu corazón unido a mi corazón ha fusionado una historia de Amor y de Eternidad.
Hemos marchado juntos, hemos atravesado ríos, grandes ríos encantados, hemos escalado montañas y nos hemos dejado caer con majestad en la Eternidad. La vibración de nuestras canciones es sin cesar renovada por la nota musical de nuestros corazones sagrados.
La sonrisa que tú das al amigo de al lado es la nota última de cristal, de luz y de amor. Es un intercambio en el facial de tu Ser que permite a esta vibración abrirse y ofrecer así la más grande de las relaciones de un corazón a corazón, de un alma a un alma. Saludamos todo esto, ya que estamos nosotros también en esta puesta en marcha celestial que nos deja llevar con grandiosidad más allá de esos aquí, más allá de esos en otro lugar.
La magnificencia de vuestras auras irradia felicidad y el encantamiento de vuestros corazones estalla con dignidad y realeza, ya que rey y reina tú eres en esta asamblea, ya que tú entronas así sobre tu propia Divinidad, y que tu Unidad se reúne y se parece en un magnífico corazón para esta Humanidad.
La columna vertebral, esta columna de Luz, se coloca hoy en un alineamiento perfecto a tu espíritu. Vuestros pequeños pies están bien calzados con sus pequeños zapatillas blancas, plateadas, ya que hoy, vamos a volver a atravesar el velo y tocar a la Constelación de las Casas, la constelación de las Pléyades. Cada vez más, se acercan a nosotros; cada vez más tocan vuestra aura; cada vez más desean manifestarse en vuestra vida cotidiana, con el fin de que la Estrella, la Estrella de David, pueda en su Amor Crístico, influirlos una segunda vez, influir vuestra fe.
La energía de María está totalmente presente. Ella desea así decirles cuánto los ama, cuánto secunda cada paso del niño rey, desea enlazarlos en sus brazos de Luz y fusionar en un eterno corazón a corazón todo este Amor.
“Buenas noches mis queridos niños. Yo estoy aquí esta noche en una vibración cósmica y única. Deseo decirles que al equinoccio de otoño, del movimiento de vuestra Tierra amada, pasaré cerca de ustedes y en cada uno de ustedes. Me deslizaré al interior de vuestros corazones y me acurrucaré con felicidad en este espacio sagrado donde las Hermanas de la Eternidad han colocado para mí una cama bien mullida y han depositado magníficas flores todas más bellas unas que las otras, abiertas de felicidad, abiertas en su grandeza.
La báscula del tiempo retrocederá un cierto tiempo y cambiará la programación, con el fin de que el niño aquí presente esté sobre esta Tierra para perfeccionar un movimiento que habría debido suceder mucho antes. Los Ancianos del Día se han colocado en una gran meditación para ustedes mis niños. Yo y mi Hijo, estamos bien ahí para mirar todo esto, para amar todo esto y para emanar y difundir toda esta energía para ustedes, para nosotros, ya que el levantamiento de los velos debe ser mirado con un ojo nuevo. El levantamiento de los velos debe seguir su sentido evolutivo, con el fin de que las Casas en las Constelaciones puedan abrir sus puertas al niño aquí en la tierra.
El contacto de la conciencia unificadora, purificadora de mi Ser a vuestros Seres está en este hoy amplificada por todo esto. Es un decoro, es un benéfico Amor que yo vibro para ustedes. Es pronto la hora de la báscula del tiempo, es pronto la hora donde el reloj dará vuelta su aguja con una rapidez vertiginosa como mis Estrellas darán vuelta a gran velocidad para que los rayos puedan tocarlos así y producir en ustedes esta elevación, esta subida vibratoria en vuestras auras.
Estén bien atentos de esto, ya que cada día yo coloco mi Amor ahí. El momento presente está en ciernes de ser la llave preciosa de vuestro corazón sagrado. Yo he preparado así con las Hermanas de las Pléyades un libro donde te dejo el encargo de escribir una página de vida como tú amarías que sea en este hoy. Ustedes son aquí numerosos en lo visible y lo invisible, ya que de vuestros espíritus, de vuestros hilos dorados, escribirán así la conexión divina con lo sagrado. La felicidad hace su entrada, la felicidad hace su magia y las energías danzan de placer y vibran al unísono de todas las maneras.
Los siete Principados, Hermanas de Eternidad, han elegido en esta asamblea colocarse, han elegido elevar en cada uno de ustedes un grano de mostaza para que la fe sea aumentada. En ese grano de mostaza que se vuelve en este jardín el árbol más majestuoso donde los pájaros van a anidar para encontrar refugio, encontrar compasión, encontrar amor, alegría, libertad, armonía, purificación y la unificación a ese tronco. El grano de mostaza es una explosión en cada uno de ustedes. Y hoy, tu fe se declara así para sembrar de felicidad en el esplendor.
En este instante presente, yo cubro vuestros brazos de piedras preciosas más bellas las unas que las otras, más brillantes las unas que las otras y esas piedras son los regalos que son entregados aquí en vuestra aura y que activan un movimiento como una llave encantada. Sean para recibir y recoger toda esta abundancia de piedras preciosas que viene a adornar vuestro cuerpo de Luz, pero también vuestro cuerpo de carne.
El resplandor de vuestros templos sagrados, de vuestras iglesias interiores, toma amplitud e irradia de fervor en la ternura y el candor de una madre. No esperen los brillos de supremacía. Estén en la humildad y la bondad hacia vuestro prójimo, sean la mirada dulce, la sonrisa maravillosa, y la bondad de los dioses vendrá a mirar vuestro gran coronal de estrellas y vendrá a depositar el cáliz sagrado, ya que tú mismo te has promovido así cuando has decidido venir a encontrar tu Unidad, ya que tú mismo te has colocado sobre esta Vía Láctea para recibir y para recibir todas esas Realezas.
En este gran universo blanco donde se oye el estallido de vuestros zapatos estrellados, estamos ahí para aplaudir delante del niño que osa avanzar y reconocer su grandiosidad. Yo estoy ahí todavía con los Ancianos del Día para mirar minuciosamente y dar vuelta cada página en lo Divino y la Majestad de nuestro Amor, este Amor que tenemos el uno por el otro, este Amor de Eternidad, este Amor que enlaza y abraza, este Amor que hace vibrar al niño sobre su trono dorado.
Ustedes son de esos, son de esas que han elegido avanzar y ser luminosos y compasivos para el amigo de al lado. Y en eso mis niños queridos, yo los estrecho contra mi corazón y los abrazo de este Fuego voraz que habita así mi alma hasta tu alma. Yo ardo de Amor por ustedes, los Universos arden de Amor por ustedes y los Ancianos están para inclinarse delante del niño que animadamente, alegremente, avanza en su destino.
Los Pleyadianos han decidido acercarse a ustedes, los Pleyadianos de esos millares de estrellas fugaces abren su canal para que sus niños estén alegremente comunicando con esta energía. Nosotros no tenemos forma, nosotros somos la forma. Somos fluidos, somos límpidos, somos vibraciones, somos resonancias vibrancias en confianza con vuestro corazón sagrado.
No nos precipitamos, sino avanzamos al instante hoy, ya que la hora ha llegado donde el niño de aquí y el niño de otro lugar debe reconocer que en los confines del Universo, que en los confines de las Constelaciones, las puertas están abiertas y las Casas están listas para recibir y para recogerlos en su corazón.
Deseamos desde nuestra sabiduría enseñarles el Amor, la felicidad de ser Sí. Engrandecemos en este instante presente un espacio. Nosotros liberamos, nosotros liberamos, con el fin de que la apertura esté en el hilado de la conjetura de nuestras Estrellas amadas a vuestra Estrella amada.
En este hoy, en este momento sagrado, donde múltiples Delegaciones han venido a reunirse con ustedes, han venido a aclamarlos y a felicitarlos de permitir esta entrada del espíritu, en la gran bendición de la comunión unificadora de María. Ella es el Esplendor, ella es este Espacio donde todos los niños que se dan la mano toman sitio.
Nos hermanamos con vuestros queridos Ángeles, nos hermanamos con ustedes y vibramos este mismo diapasón. Deseamos que nuestros Mundos puedan comunicar, deseamos tocar vuestro espíritu para que ustedes puedan tocar nuestro espíritu en la gran ciencia, en la conciencia perfecta de todo lo que es. No estamos presionados pero debemos bien un día hacer nuestra entrada.
Tú que estás aquí hoy en esta gran meditación, estás sentado así para recibir el canal luminoso que te abrirá así un cielo sembrado de estrellas donde esos millares de Conciencias de Amor vendrán en la forma de un diamante brillante a colocarse en lo hondo de tu corazón sagrado, ese diamante que siempre cuidarás de sacar brillo a las facetas, con el fin de no dejar el polvo y que el velo vuelve a colocarse.
Abrimos hoy para ustedes la posibilidad, desde luego si lo desean, la posibilidad de contactarnos y eso en un abandono de vuestro cuerpo de carne. En una meditación, honraremos esta promesa y vendremos a discutir con ustedes y nos enseñaremos el Amor y miraremos esta Tierra amada y elevaremos cada parcela de ella, con el fin de que su elevación sea Tierra Cielo.
Dejamos la energía vibrar y descender dulcemente en vuestro corazón sagrado, en vuestra aura bien amada para que el amigo de al lado pueda tocar así a todo lo que se dice. La hora no es más para las escondidas, la hora es para la revelación de lo que tú eres verdaderamente, un Ser de Amor, un Ser de Luz, un Ser venido a perfeccionar una marcha sobre su Vía Láctea, un Ser que abre sus brazos a todo esta fe, a todo lo que hay en sí. Ustedes tienen la posibilidad, tienen la realeza de eso”.
Dejamos a María terminar con un Yo te amo, un Yo te amo de Amor, un Yo te amo de preciosidad, un Yo te amor lleno de piedras preciosas, un Yo te amo niño querido, niño bendito de esta entrada majestuosa en este hoy.
“Yo soy la vibración que viene más tiempo a colocarse para que cada uno de ustedes pueda encontrar esta esencia sagrada del femenino y que la fusión de la unión esté en una igualdad perfecta y que tú estés para abrir tus brazos y recibir todo eso como un niño que recibe muchísimos regalos y que en una gran alegría sonríe de poder volver a dar todo esto a esta Tierra amada.
Ustedes no son egoístas, son de esos niños elegidos, benditos, que un día, han vuelto a dar en el compartir equitativo lo que son, y han hablado, verbalizado con el Verbo Amar, utilizando mi esencia misteriosa, mi esencia preciosa en vuestra aura bien amada.
Cada uno, cada una de ustedes es portador de mi energía; cada uno, cada una de ustedes es portador de todo esto y de todo eso, ya que los Universos han elegido abrir en ustedes por nosotros este pasaje glorioso del niño sobre su gran travesía mágica y hadada. Un caballo blanco les fue dado, un regalo precioso suplementario para que tú puedas galopar más rápido sobre tu Vía Láctea.
Los Universos escuchan el golpe de los cascos y saben que el niño ha abandonado el trote y que el galope está como en el viento portador de todo este tiempo. Y he aquí que hoy, todo se coloca por magia.
Yo los dejo en un adiós, ya que volveré una noche para recibirlos a cada uno de ustedes individualmente, con el fin de que mi energía de Madre Divina pueda colocarse así en el encuentro de sus rebaños.
Ustedes son Amor Celebridad, son Amor de Eternidad. Yo los amo niños queridos y los dejo en este adiós”.
He aquí que los movimientos continúan atravesando, que la vibración en la gran fluidez pasa y vuelve a pasar en vuestra aura. Reciban todo esto en esta elevación, reciban todo esto y reciban todo esto para volver a dar todo esto, con el fin de que la fluidez sea sin cesar renovada por todas esas energías de amor, de compasión, de paz, de alegría y de eternidad para que toda pueda por fin circular en toda libertad.
He aquí he dicho. Sean benditos, ya que yo así lo soy.
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Sean benditos de compartir libremente www.achinox.blogspot.com
Mensaje de Emanuel en Marie-Line, 19 sept 2013
TRADUCIDO POR: A.I.
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Mil gracias virgen santa…