Las Seis Paramitas o actitudes de Largo Alcance
Las seis Paramitas es uno de los temas más importantes en la cultura tibetana, de hecho las enseñan mucho tiempo después de aprender algunos otros temas como el Refugio, el Karma y el triple entrenamiento, ya que requieren de mayor compromiso y dedicación.
Se dice que las paramitas son practicadas de manera genuina por maestros avanzados, los Bodhitsatvas y los Budhas, por eso son de largo alcance, textualmente son fáciles de comprender pero difícil de practicar.
¿Cuáles son las paramitas?
Las seis paramitas en orden de desarrollo son las siguientes: Generosidad, Conducta ética, Paciencia, Esfuerzo gozoso, Meditación y Sabiduría, y en realidad al entenderlas resultan ser treinta y seis, esto es que cada paramita incluye a las otras cinco. Deben ser practicadas y entendidas en ese orden.
Por ejemplo, la Paramita de la Generosidad incluye a las otras porque cuando somos generosos debemos ser pacientes, esto es que no siempre en el primer intento logramos ayudar con resultados inmediatos a los demás, también incluye a la conducta ética cuando debemos ser generosos para actividades licitas y transparentes, también para dar a los otros no lo que ya no nos sirve sino lo que les puede ayudar sin generar apego y arrepentimiento al desprendernos de lo donado, debemos ser generosos con gozo, esto es que cuando damos algo independientemente de que lo aprecien o no, nosotros debemos sentir gozo al hacer lo correcto por los demás. Finalmente la paramita de la sabiduría que es la más importante pues consiste en saber de manera última la utilidad de lo que damos asegurándonos que se convertirá en algo que no cause un daño al que lo recibe.
preguntarnos y analizar cuidadosamente
Por ejemplo, en ocasiones cuando damos algo de manera generosa debemos preguntarnos y asegurarnos de que no dañará al que lo recibe, aunque no sea nuestra intención, cuando lo que compartes son enseñanzas espirituales debes asegurarte de que la persona que las recibe las entiende y las utilizará para su crecimiento y no para manipular resultado de una falta de la comprensión adecuada de las mismas.
Así es como cada paramita requiere que se tome en cuenta a las otras cinco. No en vano se dice que es una actividad que se atribuye a maestros realizados, budhas y bodhitsatvas, pues normalmente en la práctica tendemos a ser parciales o descuidados en el efecto que puede tener en el otro, de manera inconsciente podemos dañar a los demás o hacer que las apliquen de manera equivocada manipulando a todos a su alrededor.
generosos y a la vez sabios
Otro ejemplo, es cuando en ocasiones observamos a personas que piden limosna y no nos aseguramos de que en realidad la necesitan, algunos engañan con padecimientos que no tienen o con narraciones de situaciones graves que no son verídicas, muchos tendemos a darles dinero sin analizar toda la situación y lo que hacemos es promover que esa persona encuentre en el camino del engaño una manera equivocada para vivir. Es así cuando teniendo una intención positiva podemos hacer más daño que beneficio. Es importante tener cuidado.
El tema de las paramitas es muy extenso, lleva tiempo aprenderlo y más practicarlo sin embargo no es imposible basta con estar en el camino correcto, ejercitar cada cualidad de manera profunda incluyendo todos los demás aspectos en cada situación de nuestra vida hasta que se convierta en algo intuitivo y no solo conceptual o racional.
paciencia y gozo para progresar
En realidad nunca es tarde para comenzar a practicar y comprender que al desarrollar la primera paramita en toda su extensión ya estamos dando un gran paso en el sendero de nuestra superación, es necesario ser pacientes y mantener un esfuerzo lleno de gozo en todo lo que realizamos sin desesperar, los grandes logros requieren de una alta dosis de disciplina y perseverancia…no es así?..
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca