Los Angeles y la Cábala (II)

“Es el pensar unánime de todos los platónicos, que como en el Original, y demás ejemplares del mundo, todas las cosas están en Todo; así también en este mundo corporal todas las cosas están en Todo; así también los elementos no sólo están en estos cuerpos inferiores, sino también en los cielos, en las estrellas, en los demonios, en los ángeles y por último en el Creador y ejemplo Original de todas las cosas.”

Los primeros cabalistas dieron un carácter todavía más místico que los esenios al sistema de clasificación de los ángeles especialmente a partir del siglo XII ganando éstos cada vez más terreno hasta obtener finalmente una influencia abrumadora. En el Talmud los ángeles eran considerados como instrumentos de Dios; en la Edad Media eran considerados como instrumentos del hombre el cual estaba convencido de que llamándolos por sus nombres, o por otros medios, conseguía hacerlos visibles al ojo humano. El Talmud estaba bien informado sobre las apariciones angélicas, pero no de las rogativas, que deben distinguirse de las invocaciones a los demonios. El libro de Raziel, compuesto por varios elementos, da algunas pistas para hacer peticiones a los ángeles los cuales varían, según el mes, el día y la hora, con el fin de utilizarles con algún propósito, o también como métodos de adivinación.

En la Cábala no se conocían límites en cuanto al número de ángeles existentes. Al igual que la magia egipcia estaba dominada por la creencia de que ningún ángel podía resistir la invocación de su nombre cuando se llevaba a cabo después de ciertos preparados en los lugares adecuados y en el momento preciso. En el libro de Raziel existen millares de nombres de ángeles. Estos nombres no deben considerarse como partes integrantes de la creencia tradicional puesto que los nombres de los ángeles, y otros elementos de la angeología, son más antiguos que la literatura acerca de ellos especialmente en las obras cabalísticas de Hekalot, Akiva, Raziel y el Zohar. Dado que los nombres de los ángeles constituían el elemento más sagrado del misticismo a menudo no se escribían y mucho menos se imprimían, en consecuencia algunos de ellos siguen siendo desconocidos y los cabalistas tuvieron que utilizar la guematria para adivinar sus nombres. La mística rabínica antigua y la cábala sefardita originaron unas fuentes de angeología, además de una rica literatura demonológica, igual de importante que la del misticismo de los judíos alemanes del siglo XIII, que debido a su carácter angelical, que fuera confeccionada con tanto detalle y adaptada tan hábilmente a las necesidades de la vida cotidiana, estuvo, desde este punto de vista, más estrechamente vinculada a la mística cristiana contemporánea que todas sus predecesoras.

La Cábala, en su avance a través de los siglos acabó trayendo a Occidente y Oriente la angeología mística. Los ángeles siguen desempeñando un papel importante en los usos relacionados con el hogar y todos los ángeles que gobiernan los meses, y sus correspondientes días, se dice que sirven para esos propósitos . De esta forma vemos que el vínculo más estrecho con la astrología es la angeología y por consiguiente con las religiones monoteístas.

El avance del cristianismo hacia la Cábala fue creciendo en gran medida por la conversión de un gran número de judíos al cristianismo, religión en la que encontraron una relación más estrecha con sus puntos de vista gnósticos, y también por los cristianos que perciben que el gnosticismo podría convertirse en un poderoso instrumento para la conversión de los judios.

La Cábala en relación con el Judaismo y el Cristianismo

I – “Es el pensar unánime de todos los platónicos que como en el Original, y ejemplares del mundo, todas las cosas están en Todo; así también en este mundo corporal todas las cosas están en Todo; así también los elementos no sólo están en estos cuerpos inferiores, sino también en los cielos, en las estrellas, en los demonios, en los ángeles y por último en el Creador y el ejemplo Original de todas las cosas.”

II – “Entre las estrellas también algunas son de fuego, como Marte y el Sol; aireadas, como Júpiter y Venus; acuosas; como Saturno y Mercurio, y terrosas, como el habitante de la Octava Orbe; y la Luna, que a pesar de muchos se considera acuosa, y es la que atrae hacia sí misma las aguas celestiales con las que está embebida, que por razón de su cercanía a nosotros podemos comunicarnos con ellos”.

III- “También se encuentran entre los signos del zodíaco algunos de fuego, algunos terrosos, algunos aireados y algunos acuosos. Los elementos que rigen también en el cielo son los siguientes al principio, al medio y al fin: para Aries los principios del Fuego; para Leo el progreso y el crecimiento y para Sagitario el final”.

IV – “Tauro es el comienzo de la Tierra, el progreso es Virgo y Capricornio es el final. Géminis es el comienzo del Aire; Libra el progreso y Acuario el final. Cáncer el comienzo del agua; Escorpio el medio y Piscis el final. De los mezclados tanto de estos planetas y signos, junto con los elementos están los cuerpos hechos. Además los Demonios también se distinguen el uno del otro, por lo que algunos son llamados de fuego, otros terrosos, otros airosos y algunos acuosos. De ahí también los cuatro ríos infernales: Phlegethon (ardiente); Cocito (airoso); Styx (acuoso) y Acheron (terroso).”

V – “También en el Evangelio leemos que el fuego del infierno, y el fuego eterno, es al que mandaron al Maldito; y en el Apocalipsis leemos sobre un lago de fuego, e Isaías habla de los condenados que el Señor mandará a corromper el aire. Y en Job vendrán a saltar de las aguas de la nieve al extremo del calor y en el mismo leemos que la tierra en tinieblas está cubierta por la oscuridad de la muerte y la oscuridad de las miserias. Por otra parte también estos cuatro elementos se colocan en los ángeles en el cielo, y las benditas inteligencias, hay en ellos una estabilidad de su esencia, que es una Virtud terrenal, que es el asiento firme de Dios, también su misericordia y la Piedad es una Virtud de limpieza acuosa”.

VI .. “También de acuerdo con las órdenes de ángeles, algunas son de fuego, como Serafín, tienen autoridad y poderes; son terrosos como los Querubines; son acuosos, como los Tronos, y los Arcángeles, aireados como los Dominios y Principados. Se habla de que lo mismo son una fuente de agua viva para la limpieza y la regeneración. Por lo tanto los elementos se encuentran en todas partes y en todas las cosas según su costumbre, nadie puede negarlo: en primer lugar en estos cuerpos inferiores y gruesos, y en los celestiales más puros y claros, pero en todas las vidas puesto que están bendecidas en todos los aspectos. Los elementos ejemplares en el mundo se producen en las Inteligencias, que están en los Cielos y son virtuosas, y en el mundo inferior los órganos humanos tienen formas groseras”. Heinrich C. Agrippa.

La creencia en la unidad de Dios fue reemplazada por los diez sephiroth que fueron considerados como sustancias divinas. Al no abordar oraciones directamente a Dios, sino a los sepiroth, nació el verdadero culto a ellos. Los cabalistas despreciaban al Talmud porque lo comparaban con una roca dura que no daba fruto y que cuando es golpeada produce solo escasas gotas que el final se convierten en motivo de controversia, mientras que el estudio de la Cábala es como un manantial que brota continuamente y cuyos los contenidos son innovadores. También fue abandonado el estudio dela Biblia ya que no era estudiada por su propio bien, sino por el bien de encontrar el sentido de la Voz más alta por medio de las reglas herméticas místicas. Incluso los rituales estaban modificados, refundidos y diversificados.

El mismo es el caso con la noción de la Creación. Cuando la primera tríada de los Sephiroth (Corona, Sabiduría e Inteligencia) se refería a las tres personas de la Deidad, su relación no era la que enseña el cristianismo. Los tres Sephiroth sólo representan tres potencias de Dios o tres formas de Su emanación; los demás sephiroth son también los poderes divinos y las formas. Así se puede decir con razón que la Cábala enseña no la Trinidad, sino el Diez-Unidad de Dios (1 = principio; 0 = fin). También las otras características son diferentes; por ejemplo cuando el Zohar atribuye a Dios tres cabezas, o cuando se habla de un Dios-Padre (ABBA) de un Dios-Madre (IMMA) y de un Dios-Hijo, o cuando se nos dice (Zohar, III, 262a, comp 67a. ) que “hay dos, y uno se conecta con ellos, y ellos son tres; y esos tres son uno”; esto no coincide en absoluto con la doctrina cristiana de la Trinidad.

En la tradición cristiana podemos leer:”el copto, el abisinio, el griego y las iglesias romanas adoptaron la invocación de los ángeles en su liturgia y desde el siglo X toda la tierra se ha dividido entre los diversos ángeles tutelares y los santos”. (Cor.II:6-8)

En el Corán las angeologías judías y gnósticas están mezcladas. Se habla de los ángeles e hijas de Dios, el Jefe de los arcángeles es Gabriel (Yibril); Miguel viene a continuación; Israfil (Sarafiel) toca la trompeta de la resurrección y Azrael es el ángel de la muerte. En lugar de cuatro hay ocho ángeles que sostienen el trono de Dios (Corán-Sura XLIX:17)

A partir de entonces la gente de los países cristianos de Occidente empezó a tomar conciencia de los ángeles a los que consideraban más cercanos, además de seres superiores, que velaban por ellos independientemente de la religión que se profesaba.

Nueve jerarquías celestiales de ángeles

El teólogo griego Dionisio el Areopagita (siglos V y VI) fue el primero en establecer los coros de los ángeles que luego fueron aceptados por las iglesias cristianas. En esa clasificación nos encontramos con que los Arcángeles están en el octavo lugar de los nueve coros por encima de los Angeles y por debajo de los Principales, y los jefes de los coros se llaman Metatrón, Miguel, Gabriel, Rafael, Barachiel y Barciel, aunque de ellos Miguel se menciona más como líder de los siete cielos y actúa como gobernante de los Coros Celestiales.

Primera Esfera y más alta Jerarquía:

Coro de los Serafines: (los más cercanos a Dios)

Los Serafines son sin lugar a dudas los que están más cerca del cielo y también del trono de Dios, y su función principal es dar la vuelta al hermoso trono como forma de adoración perpetua al Señor. De acuerdo con Enoch cada Serafín tiene seis alas, lo cual está corroborado por Isaías en VI:1-3.

Los Serafines son las criaturas angélicas que rodean el trono de Dios. Son los que regulan los movimientos de los cielos y tienen responsabilidades incalculables en la administración del infinito universo de Dios. Son los consejeros celestiales, los guardianes de la luz por todo el universo y tienen poco contacto con los seres de la Tierra. Son los que mantienen los registros celestiales.

La versión original dada por los sumerios indica que eran entidades de aspecto relativamente feroz que tenían el cuerpo de un buey, o caballo, y la cara de un hombre con una barba muy larga y alas. Se suponía que habían sido enviados para proteger el Arbol de la Vida en el Jardín del Edén.

Los Angeles que gobiernan la sephirah número uno (Kether) son:

Seraphiel – Metatrón – Miguel – Vehuel – Uriel – Nathanael – Jehoel – Chamuel (Kemuel, shemuel) – Lucifer (antes de su caída) – Abaddon – Asmodeus (antes de su caída) – Astaroth (antes de su caída) – Samael – Semyazza y Satán (antes de su caída).

Su aspecto es de color rojo ardiente y oro como símbolo del fuego. La Gracia de Dios fluye a través de los Serafines a los ángeles inferiores disipando las tinieblas y purificando el universo. Fue de esta Orden de donde salió Satanás. Antes de su caída en desgracia estaba considerado como el ángel que eclipsaba a todos los demás.

Hay doce jefes serafines:

I – Angeles históricos : dirección de los asuntos de cada generación y procedencia de las razas

II- Ángeles de progreso: iniciación del proceso evolutivo de las criaturas

III- Guardianes religiosos: ángeles de la iglesia, actuación política directa.

IIII – Angeles de la vida nacional: ángeles de las trompetas

V – Ángeles de las razas: trabajan para la conservación del proceso evolutivo

VI – Angeles del futuro: pronostican y predicen el futuro

VII – Ángeles de la iluminación: la educación planetaria, formación mental y moral

VIII – Angeles de la salud: angelicales cuerpos para la sanación

IX – Angeles del hogar: preservación y promoción de los hogares.

X – Angeles de la industria: promueven el desarrollo industrial

XI – Angeles de la diversión: el juego, el humor, el descanso y el ocio

XII – Los ángeles del ministerio sobrehumano : ángeles de los ángeles.

Su relación con la sephira número uno, (Kether):

Arcángel Metatron

Orden Angélica: Hayyoth (Las Santas Criaturas Vivientes)

Demonios: Satanás y Moloch

Orden demoníaca: Thamiel (los dos Contendientes)

Esfera Celestial: Primum Mobile

Parte del hombre: la cabeza

Coro Celestial: Querubines

Los Angeles que gobiernan la sephirah número dos (Chokmah) son:

Queribuel – Gabriel – Ophaniel – Raphael – Uriel – Zophiel – Azazel – Beelzebub (antes de su caída) – Berith – Lauviah – Marou – Salikotal – Samsiel y Sata antes de su caída.

Son los ángeles de los registros, los que toman nota de todo lo que pasa en la Tierra, y también los guardianes de la gloria de Dios. A través de los años los Querubines han sufrido transformaciones radicales; desde el monstruoso león asirio, criatura guardiana alada del Antiguo Testamento, a un bebé rollizo con alas azules que empezó a aparecer hacia el año 1.600. Originalmente los Querubines estaban representados con plumas de pavo real de múltiples ojos como símbolo de su personalidad puesto que todo lo saben y todo lo ven. Son los primeros ángeles que se mencionan en la Biblia. Dios colocó a los Querubines al este del Jardín del Edén para guardar el camino de entrada del Arbol de la Vida. Son también los conductores de los carros de Dios y portadores de Su trono.

Su relación con la sephira número dos (Chokmah):

Arcángel: Raziel

Orden Angélico: Ofanim (Las Ruedas)

Demonio: Beelzebub

Orden demoníaca: Ghogiel (los que obstaculizan)

Esfera Celestial: Zodíaco

Parte del Hombre: Cerebro

Coro Celestial: Tronos (Aralim)

Los Angeles que gobiernan la sephirah número tres (Binah) son:

Bodiel – Ophaniel – Jophiel – Zaphkiel – Oriphiel – Raziel – Astaroth (antes de su caída) – Gressil – Focalor – Forneus – Murmur – Nelchael – Phenex – Purson – Raum – Samael – Lucifuge (antes de su caída) – Sonneillon y Verrine.

Son conocidos por tener forma de ruedas aladas que giran continuamente envueltas en fuego y cuyos bordes están llenos de ojos. Estos ángeles sostienen el Trono de Dios y consideran la forma en que deben manifestarse las decisiones del mismo. Su misión es llevar a juicio al karma individual y a la sociedad como un todo.

Su relación con la sephira número tres (Binah):

Arcángel: Tzaphkiel

Orden Angélica: Aralim (Los Tronos)

Demonio: Lucifuge (Lucifer)

Orden demoníaca: Ghogiel (Los Correctores)

Esfera Celestial: Saturno

Parte del Hombre: Corazón

Segunda Esfera : Sacerdotes-Príncipes de la Corte Celestial

Coro Celestial: Dominios – Hasmallim (los Resplandecientes)

Los Angeles que gobiernan la sephirah número cuatro (Chesed) son:

Zadkiel, Zacharel, Muriel y Astaroth (antes de su caída)

Estos son los ángeles encargados de las enseñanzas y del desarrollo de la intuición. A través de ellos se manifiesta la majestad de Dios. Llevan un cetro y una espada que simboliza el poder que les han dado sobre toda la creación y deciden lo que hay que hacer para satisfacer las necesidades de Dios. También regulan las tareas de los ángeles para garantizar que el universo siga funcionando debidamente. Aparecen con forma humana y llevan una triple corona que representa su estatus sobre la forma física. Se los puede ver llevando un cetro con una cruz y/o una espada que simbolizan el equilibrio entre las fuerzas activas y pasivas.

Su relación con la sephira número cuatro (Chesed):

Arcángel: Tzadkiel

Orden Angélica: Hasmallim (los Resplandecientes)

Demonio: Astaroth

Orden demoníaca: Agshekeloh (los Aniquiladores)

Esfera Celestial: Jupiter

Parte del hombre: Brazo Derecho

Coro Celestial: Virtudes – Serafín (las Ardientes Serpientes)

Los Angeles que gobiernan la sephirah número cinco (Gevurah) son:

Gabriel, Miguel, Uzziel, Tarshish, Sabriel, Peliel y Asmodeo (antes de su caída)

Basándose en la fuerza que Dios les ha dado para hacer milagros en la tierra los “seres resplandecientes” son los ángeles de los milagros, el estímulo y las bendiciones. Ayudan a reforzar sus virtudes a la gente que está luchando con su fe. Tienen cuatro alas con plumas azules y una armadura de guerra reluciente. A menudo se pueden ver portando un cetro, alabarda, espada y / o un escudo de protección. Y cada una de estas armas están adornadas con las emociones (o pasiones). Trabajan mano a mano con los Tronos a la hora de otorgar la gracia y la recompensa a los que han superado las dificultades en sus vidas físicas.

Su relación con la sephira número cinco (Gevurah):

Arcángel: Kamael

Orden Angélica: Seraphim (las Serpientes Ardientes)

Demonio: Asmodeo

Orden demoníaca: Golohab (los Pirómanos)

Esfera Celestial: Marte

Parte del hombre: Brazo Izquierdo

Coro Celestial: Las Potestades – Malachim (los Reyes)

Los Angeles que gobiernan la sephirah número seis (Tipheret) son:

Camael, Gabriel y Verchiel. Belphegor y Satán antes de sus caídas.

Esta es la primera Orden de ángeles creada por Dios para evitar que los ángeles caídos se apoderen del mundo y mantener el universo en equilibrio. También llevan el poder del intelecto en materias tales como matemáticas, geometría, astronomía y así sucesivamente, haciendo de ellos buenos profesores y educadores.

Su relación con la sephirah número seis (Tiphareth):

Arcángel: Rafael

Orden Angélica: Malachim (Reyes) (significa mensajeros en lengua hebrea)

Demonio: Belphegor

Orden demoníaca: Tagiriron (Los Conflictivos)

Esfera Celestial: el Sol

Parte del Hombre: Pecho

Tercera Esfera : Principados

Coro Celestial: Elohim (Dioses)

Los Principados se colocan por primera vez en la tercera tríada de ángeles (con los arcángeles y ángeles) y ocupan el séptimo lugar general. También se les llama Príncipes ya que estos ángeles son los primeros del resto de los coros más preocupados con lo que ocurre en la tierra y se ofrecen voluntarios para conseguir el papel de cuidadores de cada nación, provincia, municipio, distrito, ciudad, pueblo, aldea y la casa; además del trabajo junto con los ángeles guardianes que están asignados a cada lugar y persona. Aunque esto parezca duplicar la burocracia en la actividad angelical, se puede argumentar en su favor que la función de estos ángeles es de tutoría como protectores angelicales de cada persona, mientras que los Principales son los escribanos administrativos o burócratas.

Los Angeles que gobiernan la sephirah número siete (Netzach) son:

Amael, Nisroch, Haniel y Baal (antes de su caída)

Estos son los protectores de las religiones, los ángeles guardianes de las ciudades, las naciones y los gobernantes. Son los encargados de vigilar a las naciones y tratar de inspirar a sus líderes a tomar decisiones sabias. Se les representa a menudo llevando vestimenta y sandalias de soldados y son vistos con formas humanas. Ellos proporcionan fuerza a las tribus de la tierra para mantener su fe.

Su relación con la sephirah número siete (Netzach):

Arcángel: Haniel

Orden Angélica: Elohim (Dioses)

Demonio: Baal

Orden demoníaca: Noga (Los Carroñeros)

Esfera celeste: Venus

Parte del hombre: Pierna Derecha

Arcángeles

Coro Celestial: Bene Elohim (Hijos de Dios)

Los Angeles que gobiernan la sephirah número ocho (Hod) son:

Metatrón, Raphael, Miguel, Gabriel, Barachiel y Jehudiel

Adramelec y Satán (antes de sus caídas)

Son los Príncipes-Angeles que llevan el mensaje de Dios a los seres humanos y también que están a cargo de Sus ejércitos de ángeles en la perpetua batalla con los “Hijos de la Oscuridad”. Se ocupan de los asuntos de la humanidad y actúan como ángeles de la guarda de los líderes de los movimientos mundiales. Estos son los ángeles que están de pie alrededor del trono de Dios dispuestos a llevar a cabo lo divino y los más importantes decretos a los seres humanos. Según el libro de la Apocalipsis hay siete arcángeles que están en presencia de Dios, pero sólo cuatro son mencionados en el Antiguo Testamento: Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel (Ariel). La identidad de los otros tres sigue siendo objeto de debate.

Los tres Arcángeles reconocidos en la tradición judeocristiana son: Ragüel, Jofiel y Chamuel. Otros probables serían: Ariel (Uriel), Azrael, Camael, Haniel, Jeremiel, Metatron, Raziel, Sandalphon y Zadkiel.

Su relación con la sephira número ocho (Hod):

Arcángel Miguel

Orden Angélico: Bene Elohim (Hijos de Dios)

Demonio: Adramelec

Orden demoníaca: Samael (los Delatores, levantan Falsos Testimonios)

Esfera Celestial: Mercurio

Parte del hombre: Pierna izquierda

Angeles

Coro Celestial: Querubines

Los Angeles que gobiernan la sephirah número nueve (Yesod) son:

Gabriel, Chayyliel, Phaleg, Adnachiel y Lilith (antes de su caída).

Estos son los seres celestiales más cercanos a los seres humanos y son los intermediarios entre Dios y los mortales. Han sido asignados por Dios a cada ser humano en el momento de su nacimiento para ayudar en todos los aspectos de cada vida. Se centran en las acciones de la vida cotidiana y actuan como fuente de información, de conocimiento y de comunicación entre la humanidad y Dios.

Estos ángeles tienen la forma de los cuerpos humanos; también llevan alas y van vestidos con diversas prendas en función de las tradiciones de los humanos a los que han “sido asignados”. En realidad los ángeles no tienen cuerpos humanos, las alas o la ropa, porque están hechos de energía y amor. Lo único que no hacen los ángeles a los seres humanos es ayudarles a destruirse a sí mismos, al planeta y a otros seres humanos puesto que los ángeles siempre son una fuerza para todo lo que es positivo, bueno y verdadero.

Arcángel: Gabriel

Orden Angélica: Querubines

Demonio: Lilith (la Seductora)

Orden demoníaco: Gamaliel (los Obscenos)

Esfera celeste: Luna                  

Parte del cuerpo humano: Genitales

Jerarquía angélica Cabalística

Así como algunas iglesias cristianas mantienen que hay nueve Coros Celestiales la tradición cabalística dice que hay diez arcángeles y que cada uno de ellos gobierna uno de los Coros de ángeles que corresponden a cada uno de los sephirot. Las Jerarquías que mantienen los hebreos son las mismas que las de los cabalistas.

I – Keter – Chayot Ha Kadesh – Criaturas Vivientes – Metatrón

II – Chokmah – Ophanim – las Ruedas – Raziel

III – Binah – Tronos – Erelim – Tzaphkiel

IV – Chesed – Hasmallim – los Resplandecientes – Tzadkiel

V – Gevurah – Seraphim – Serpientes Ardientes – Kamael

VI – Tipheret – Malachim – Mensajeros – Raphael

VII – Netzach – Elohim – Seres Divinos – Haniel

VIII – Hod – Bene Elohim – Hijos Divinos de Dios – Miguel

IX – Yesod – Querubín – Los Poderosos – Gabriel

X – Malkuth – Issim – Almas de Fuego – Sandalfón

Su relación con la sephira número diez, (Malkuth):

Orden Angélica: Issim (Almas de Fuego)

Demonio: Nahema (El estrangulador de la Infancia)

Orden demoníaca: El Namemoth (los Dolorosos)

Esfera Celestial: Elementos

Parte del hombre: cuerpo entero

Hay otras teorías sobre la influencia que tienen los Angeles en el Arbol de la Vida y una de las más relevantes es la elaborada por el cabalista cristiano Athanasius Kircher (Alemania, 1601-1680) en su “Cabala Hebraeorum” donde podemos leer: “Los nombres de cuarenta y dos de los ángeles que están marcados con el nombre de las cuarenta y dos letras, y su interpretación, sin embargo, cuyo uso está prohibido por la iglesia por considerarlas fuente de todo tipo de supersticiones”.

“La Cabala es el secreto de las cosas divinas y humanas”.

1. Orphaniel – Angel de la Mirada Lúcida

2. Boel – Angel de Dios

3. Gabriel – Angel del Coraje

4. Iophiel – Angel de la Belleza

5. Thumiel – Angel de la Perfección

6. Tsadkiel – Angel de la Justicia

7. Kabtsiel – Angel de la Congregación

8. Raphael – Angel de la Curación

9. Gnazuziel – Angel de la Fuerza

10. Schemschiel- Angel del Sol

11. Thabiel – Angel de la Felicidad

12. Nagdiel – Angel de la Anunciación

13. Nachliel – Angel de la Posesión

14. Gaboriel – Angel de la Fuerza y el Valor

15. Daniel – Angel del Juicio

16. Iehudiel – Angel de la Confesión

17. Chebaschiel – Angel de la Sumisión

18. Schagnariel – Angel apertura de las Puertas

19. Berachiel- Angel de La Bendición

20. Tabtabiel – Angel de la Gran Felicidad

21. Rachmiel – Angel de la Compasión

22. Tsaphiniel – Angel de los Tesoros Escondidos

23. Therumiel – Angel de la Exaltación

24. Gedudiel -Angel del Campamento

25. Chaziel – Angel de las Visiones

26. Kumiel – Angel de la Resurrección

27. Bardkiel – Angel de los Relámpagos en las Espadas

28. Tahariel – Angel de la Purificación

29. Nuriel -Angel del Fuego

30. Gnamiel- Angel de las Naciones

31. Isräel – Angel de la Rectitud

32. Geriel – Angel de la Peregrinación

33. Lehabiel – Angel de la Llama

34. Phaniel – Angel de los Rostros

35. Zachariel – Angel de la Memoria

36. Kedoschiel – Angel de las Santificaciones

37. Schalgiel – Angel Blanco como la Nieve

38. Karbiel – Angel de las Garantías

39. Vauieln – Angel de la Angustia

40. Tsuriel – Angel de la Ruptura

41. Ilphiel – Angel de las Ulceras

42. Thabriel – El Angel de las Divisiones