¿ Y si me encuentro en el Silencio?
Sí es verdad que no parece lógico en estos tiempos de agitación el pensar o considerar por un momento que en realidad nos podemos ver a nosotros mismos en el silencio.
buscamos una personalidad o identidad…..
En la mayoría de las ocasiones buscamos una personalidad o identidad en nuestra familia, en el trabajo o en nuestros grupos sociales…pero ¿en realidad nos encontramos de manera genuina a nosotros mismos en esos lugares?…la respuesta es no.
En el mundo actual de televisión, juegos de video, internet y dispositivos móviles de comunicación, orientamos comúnmente nuestra atención hacia el exterior, a una cantidad enorme de estímulos sensoriales que nos distraen.
ausentes y distraídos…..
Por ejemplo, en ocasiones podemos caminar en un hermoso parque y vemos personas enviando mensajes de texto, escuchando música en los audífonos…. evitando a toda costa el estar consigo mismos. Es en ése momento que podemos hacer silencio y dejar que nuestra mente perciba todo lo que está ahí en dónde aparentemente no hay nada y que parece que asusta.
Cuando algunos maestros recomiendan que escuchemos al silencio parece una contradicción porque damos por sentado que el silencio es nada y eso nos da miedo, reducir nuestra importancia personal y actividades agitadas no es fácil, cuando la realidad en el fondo es que es muy sanador.
El consejo inicial para escuchar al silencio es el de la contemplación, esto es concentrarnos atentamente en algo y observar cuidadosamente lo que acontece. Por ejemplo, podemos contemplar a una flor, percibir sin juzgar y sin conceptualizar su color, si la mueve el aire, si luce fresca o marchita, si es grande o pequeña, si existen otras plantas alrededor…claro que esto a simple vista luce como a perder el tiempo y no es así.
refinando nuestra atención…..
Si hacemos éste ejercicio por unos minutos de manera seria y concentrada estamos refinando nuestra atención consciente, estamos aprendiendo a percibir nuestro entorno en claridad y en un segundo plano, por así decirlo, estamos abriendo el espacio para escucharnos a nosotros mismos.
La contemplación es el primer paso hacia la meditación, por supuesto que en ésta se encuentra el silencio de manera más nítida cuando cesa el diálogo interior.
descanso mental y paz….
El silencio es descanso mental, es paz, atención refinada y consciente, los grandes maestros en oriente recomiendan los retiros de silencio que son todo un reto para los practicantes occidentales que sin el ruido de las grandes ciudades nos sentimos perdidos ó fuera de tono.
Una frase común de los abuelos es “Amable y silencioso ve por la vida hijo”…y qué razón tienen, en otras palabras nos están recomendado transitar por la vida de manera prudente, generosa, atenta y asertiva.
Si somos honestos ¿Qué encontramos en el bullicio?.. gran distracción y neurosis…una mente agitada y fuera de foco.
sanar en la tranquilidad…..
Por supuesto que no se trata de aislarnos y no socializar, el punto aquí es darnos tiempo para observar cuidadosamente nuestro desempeño, corregir o reafirmar nuestro rumbo, sanar en la tranquilidad y aunque parece difícil de creer está probado que las personas que están atentas a sus actividades y no se distraen con todo tipo de estímulos externos son más acertadas y productivas.
La recomendación es como siempre probar por unos minutos el permanecer en silencio, es más difícil de lo que pensamos pues descubrimos, la mayoría de las veces, al enemigo que llevamos dentro, pero nos damos a la vez la opción de encontrar al ser que somos de manera desnuda y sin fabricación, es ahí donde aparece la oportunidad de crecer hacia nuestro universo interior…lúcidos, pacientes y generosos. Así es.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca
Que lindoooo! así es.