Meditación: Shamatha o Atención Sostenida

Más que un tema de moda como es actualmente el “Mindfullness” que básicamente es la atención plena, la realidad es que la meditación que impacta nuestro desarrollo espiritual, va más allá de atender al momento. La Meditación que tiene impacto estructural en nuestra mente y conducta desde el punto de vista de Oriente, es parte de lo que se conoce como el triple entrenamiento en la parte correspondiente a la ciencia del Samadhi.

Cuando hablamos de Samadhi estamos refiriéndonos a familiarizarnos o lo que se conoce como “Gom”. Pero ¿Familiarizarnos con qué?…pues con estados mentales y emocionales edificantes, puntos de vista virtuosos y conducta correcta.

En la ciencia del Samadhi encontramos dos principales: el Shamatha que se refiere a la atención sostenida y concentrada que puede ser con o sin objeto de soporte y el Vypashana que comprende al análisis profundo y discriminativo de los diferentes aspectos de la realidad para cambiar de fondo y de manera intuitiva hábitos y tendencias no constructivas.

Lo importante aquí es empezar por tener un maestro calificado, es de vital importancia evaluar las opciones seriamente pues cuando hablamos de meditación estamos hablando de nuestra mente y es verdad que no dejamos nuestro cuerpo o cosas materiales a nadie sin investigar y tener una razón justificada para hacerlo, pues tomemos en cuenta que aquí en la meditación estamos confiando al otro nada más ni nada menos que nuestra mente.

En casos pocos afortunados y cuando no estudiamos profundamente a nuestro maestro corremos el riesgo de ser guiados a desarrollar estados neuróticos, visiones equivocadas y una acentuación de nuestro YO o importancia personal. Así es que en realidad estaríamos trabajando en sentido contrario de lo que se pretende con la meditación, pues se trata en realidad de disminuir y erradicar todo lo anterior de nuestra mente y personalidad.

Después de conseguir una guía adecuada el segundo paso es aprender a relajar y sentir de manera atenta todo nuestro cuerpo, las sensaciones auditivas, olfativas, táctiles, visuales, gustativas y mentales. Después comenzar a atender lo que acontece en nuestra mente, esto es, si es un pensamiento lo observamos, si es un recuerdo lo observamos, si es una imagen la observamos….es así que estamos en todo momento atendiendo a todo lo que acontece en nuestro interior.

Una vez que ya atendimos a lo que no acontece comenzamos a observar de manera sostenida a un objeto, que básicamente es la respiración ya que es un proceso neutro en nuestra mente, de manera que el reto es permanecer el mayor tiempo posible atendiendo a la respiración cuando inhalas y exhalas….hasta este momento todo suena fácil pero no lo es, porque sobre todo cuando empezamos a meditar la mente esta agitada los pensamientos pasan en nuestra mente como cascada y nos distraen…el punto es permanecer en la respiración hasta que los pensamientos ya no son una cascada, se vuelven un río tormentoso y con el tiempo un río tranquilo que se agita pero vuelve a su estado pacífico una y otra vez.

Es importante destacar que lleva tiempo calmar nuestra mente, no es ponerla en blanco es simplemente permanecer atentos a lo que acontece en nuestra mente sin engancharnos, y descansar en su espacio y todo lo que ahí acontece.

En realidad no es una práctica meramente de ver al cuerpo, es más allá, es  conocer los pensamientos, emociones y sentimientos y generar conciencia de cómo en realidad están en  nuestra mente.

Una vez más no olviden conseguir un maestro calificado y les puedo asegurar que con la meditación empezando con el Shamatha se logran muchos estados mentales saludables, los resultados no son inmediatos pero una vez que insistes y lo tomas como una disciplina entiendes que ya no es necesario estar tanto tiempo criticando o juzgando tu exterior, pues con trabajar en tu interior y tu mente ya es un gran y constructivo trabajo.

No pierdan la oportunidad de integrar la meditación a su vida, su cuerpo, su mente y toda la gente que les rodea  lo van a agradecer. Nunca es tarde para trabajar con nosotros mismos y nuestro bienestar personal.

AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca