Nueva Geometría Sagrada primera parte

Siempre he tenido preferencia por la frase: que la inspiración te encuentre trabajando. Muchas veces me ha encontrado en espacios de ocio. Confiando en recuperar de la memoria esa información. Y tengo que reconocer que después ya no ha sido exactamente la misma que la original. Por suerte con esto que voy a compartir no me paso, y efectivamente me encontró trabajando, concretamente con la geometría sagrada. Dividiré en diferentes textos para marcar cada parte del proceso de forma diferenciada.

El concepto básico que me vino fue tan sencillo y practico como evidente, y en ese momento tuve esa sensación de obviedad de como no me había dado cuenta antes ( que fácil resulta pensar así una vez se aprende algo… ).

Trabajando en diferentes aspectos sobre la conciencia y coincidiendo con otros trabajos de geometría sagrada; me vino un impulso enorme de que algo no era del todo certero, que algo se escapaba , sabía que tenía algo delante de los sentidos por desvelar y sentí la metodología de Saint Germain, con su rigurosidad en cada paso que da, comprobando y testando cada cosa, sin pensar en un porque si y si pensando en un porque así si. Me puse en situación y me deje llevar otro camino sin retorno. Y en ese espaciotemporal me vino el famoso flash o clic según se prefiera llamar: Como puede ser que habiendo cambiado de vibración, estemos trabajando como antes Y por muchas vueltas que le di y le doy, sigo sin encontrar explicación a como algo tan evidente no se ha expandido a la misma velocidad que las nuevas vibraciones.

La única respuesta que siento es; no ha lugar. O sea, no encuentro un lugar actual donde se pueda trabajar de la misma manera que se hacía con las vibraciones de ahora. Y si lo hacemos es porque estamos enfocados hacía un lugar donde no sentimos esa perspectiva, podemos estar absortos en un porque si, porque siempre ha sido así y esa fijación nos impide observar, sentir, practicar y dejar fluir para ver si así si.

Si cojo una caja de cartón y la utilizo para guardar cosas en la orilla de la playa, me será de mucha utilidad, pero si me sumerjo en el agua, esa caja tendrá un uso muy limitado en espacio tiempo porque ya no esta en su medio. De la misma forma si cojo un ejercicio o trabajo que me ayuda con la conciencia y cambio de vibración, podrá tener unas limitaciones en ese espacio tiempo en el que me adentre.

No es lo mismo a un lado del velo que al otro y cada vez que atravesamos un velo, muchas cosas se quedan en su espacio tiempo y no nos pueden seguir. Porque ya no somos ni seremos los mismos, porque ya no pertenecen a nuestro presente y porque si miramos dentro, hemos llegado aquí gracias a nuestro camino y solo si soltamos lo que tenemos en las manos, podremos coger cosas nuevas.

Y de esta manera, empecé a ver y sentir que desde esta vibración, ya no podía trabajar la geometría sagrada de la misma forma. Ella en si ya es un lenguaje universal y lo que realmente se me había pasado por alto fue que el receptor estaba distraído, o sea, yo no escuché antes y por eso no me di cuenta. Regia mentalmente durante las terapias el uso que damos a la geometría sagrada y si bien funcionaba, sentía que le faltaba una intensidad que ahora se puede encontrar con cualquier ejercicio nuevo de cualquier precursor.

A partir de ahí empecé a dejar ir durante las sesiones y todo lo que ha venido ha sido maravillosamente intenso. Aunque en lo que más práctico ultimamente es en la geometría, siento de alguna manera que en otros campos puede estar pasando lo mismo.