Permitir y Observar – Por Geoffrey Hoppe
Me encanta Permitir. Me encanta enseñar el taller del Permitir Cuántico, y me encanta Permitir en mi vida personal. Me he convertido en un Feliz-Bobo Permitidor. La premisa de Permitir es simple: – Soy un ser Soberano de Conciencia, pasando por una experiencia humana. – Mis experiencias humanas están llenas de limitaciones extremas y desafíos, así como de brillantes descubrimientos e ideas. – Todas mis experiencias humanas son destiladas en sabiduría pura por mi alma, sin juicio ni remordimiento.
– La Iluminación es la integración total de lo humano y lo divino, así como todos los aspectos y el alma. No hay partes o piezas de mi Ser que se queden atrás, o no sean amadas. – La integración es un proceso natural del alma. El aspecto humano no es responsable de la iluminación; el ser humano sólo necesita Permitir la pasión del alma. – Ahora puedo tomar una respiración profunda y simplemente Permitir.
La Iluminación ya está aquí, ahora solo puedo Permitir para que se realice. Mi alma sólo me pide que seamos Conscientes (Con Conciencia), sin fuerza ni resistencia. – Me permito todo lo que YO SOY. ¡Ah, Permitir! Así de sencillo. Así de elegante. Así de… desconcertante. Es desconcertante porque es casi demasiado fácil. Tengo un extraño deseo de trabajar en mi iluminación porque he tenido que trabajar en todo lo demás que tiene valor en mi vida. Tengo un aspecto que es adicto a trabajar duro para los logros. Siento que tengo que hacer algo, cualquier cosa, para seguir adelante.
Hace muchos años medité y me gustó, hasta cierto punto. La mejor parte acerca de la meditación es que me daba 30 minutos al día para mí mismo. Lo peor de todo fue que me daba 30 minutos al día para mí mismo. Tuve buenos días de meditación cuando todo se acomodaba y malos días de meditación cuando mi mente y mis aspectos me masticaron en pedazos no importa cuánto ohm y respiración hacía. (Recientemente me encontré con esta descripción de la meditación de Jeff Foster: «¿Qué es la meditación? Estar despierto y vivo en un momento precioso».
O como Tobias me dijo hace años, «La meditación no es algo que se hace, sino que está en cada respiración, en cada paso y en cada pensamiento, en cada día.») Permitir no es una meditación. No se trata de aquietar la mente o tratar de encontrar una voz suave y apacible adentro. Es sólo Permitirme ser yo. Permitir no tiene nada que ver con cualquier otra cosa. Algunos Shaumbra tienen una noción errónea de que se trata de ponerse al día o «permitir» agendas de otras personas y alimentarse de energía (es decir, basura). Me parece que con mi propio Permitirme estoy en realidad menos tolerante de las agresiones y manipulaciones de los demás.
Cuando me Permito ser todo lo que Yo Soy, ya no permito que otras personas jueguen juegos de energía conmigo. Permitir es sólo acerca de mí mismo. No se trata de permitir a los ángeles o espíritus o guías o consejeros angélicos o incluso al Espíritu. No estoy pidiendo el universo hacer nada por mí. Simplemente estoy Permitiendome a Mi Mismo. A pesar de la belleza y sencillez de Permitir, me encontré con que nos lleva a un notable y a veces petrificante tema: Confianza. Para mí estar en un lugar puro, en un descarado Permitir: tengo que dejar de lado todos mis controles internos, compromisos y defensas. Tengo que Permitir, abierta y libremente, de lo contrario sólo estoy engañándome a mí mismo.
Esto plantea preguntas como: «¿Qué sucede si dejo ir, sólo para ser devorado por la oscuridad?» Esto trae a colación el tema, «¿Realmente me gusta lo suficiente como para permitir más de mí?». También está el tema de las expectativas. Permitir no tiene expectativas, pero el ser humano, sin duda las tiene. En el Permitir desde la pureza, tengo que liberar todas las expectativas. Eso puede ser un reto, porque tengo una expectativa inherente de iluminación de algún tipo si Yo permito.
Pero por supuesto que la expectativa se basa bastante desde lo humano, y que de verdad es mucho más profundo de lo que el ser humano puede incluso imaginar. Permitir se ha convertido en algo cercano y querido para mí. Cuando me encuentro en un atolladero mental o psíquico simplemente tomo una respiración profunda y permito, antes de luchar con mis pensamientos.
Cuando me siento perdido o confundido tomo una respiración profunda y permito. Cuando estoy conscientemente permitiendo, me siento libre e iluminado. Incluso cuando no lo estoy haciendo conscientemente, puedo sentir el trasfondo sutil de Permitir en los niveles internos más profundos. Finalmente, después de incontables vidas de búsqueda, simplemente estoy Permitiendo. Permitir no es una herramienta o programa.
No es un remedio de rescate. No uso el Permitir para tratar de encontrar un lugar en el estacionamiento. No uso el Permitir para tratar de hacer mi cuenta bancaria más grande. No uso el Permitir para sanar mi cuerpo o hacerme más inteligente. No uso el Permitir para salvar el planeta o traer de vuelta a los ancianos de Lemuria. Estas serían manipulaciones de la pureza del Permitir. Yo sólo me Permito a mí mismo… el Ser Soberano de conciencia que Yo soy. Nada más y nada menos. Recientemente filmamos el taller del Permitir Cuántico™ en el Centro de conexión del Círculo Carmesí en Colorado. Me encanta facilitar la experiencia del Permitir Cuántico. Adamus estaba en plena forma (porque me lo permití), la música en vivo de Yoham era divina, y los asistentes estaban totalmente sintonizados y se palpaba la energía en la sala; estaba llena, dorada, cálida y armoniosa
. El taller fue una de esas ocasiones especiales con la firma de Adamus en línea, «Todo está bien en toda la creación,» fueron más que palabras. Era la realidad. Así que antes de seguir leyendo este número de la Revista Shaumbra, tomar una respiración profunda y Permita. Permítanse ser Tú.
Articulo de la Revista Shaumbra Febrero 2015
Traducción: Hector Santos Ramallo