¡ Prosperidad! Desarrollando Intimidad Divina

Ha pasado un mes completo desde el lanzamiento de la Activación del Código de Prosperidad y todavía hay aspectos que continúan revelándose cuando abordamos la cuestión central de la carencia desde la perspectiva del ser individual.

Durante esta fase, profundizamos nuestra comprensión del Principio Divino y el papel que juega para asegurar una existencia abundante y armoniosa para cada uno de nosotros. La aplicación práctica del principio en nuestra vida es una piedra de soporte esencial para una realidad próspera y sostenida.

Estas dos últimas semanas han sido muy instructivas ya que hemos examinado muchas de las barreras que limitan nuestra prosperidad y que persisten en nuestra conciencia. Nuestro trabajo requiere nada menos que la mayor honestidad y voluntad de observar imparcialmente y con compasión todas esas partes de nosotros mismos que se han mantenido escondidas gracias a las astutas apariencias del ego.

La Necesidad de Intimidad y Adoración  

Vivir en base al Principio Divino es saber y tener una relación íntima con tu fuente de vida… tu amado más querido y amigo más confiable.

Muchas personas, incluso quienes dicen que han despertado espiritualmente, viven sin este tipo de cariño. Ésta es la razón principal por la que experimentamos carencia. Al estar separados de nuestro Creador, simplemente no estamos operando con una vida completa.

En lugar de guiarnos por esa intimidad, a menudo nuestra inteligencia asume el mando cuando se trata de comprender conceptos evolutivos. No podemos ir muy lejos con una mente ambigua, eventualmente la puerta se cierra y no podremos dar el salto destinado hacia una dimensión más amplia.

Se requiere profundizar plenamente en el cuerpo sentimental para conocer realmente a nuestro único y verdadero guardián, reconocido por muchos de nosotros como la ‘Presencia Yo Soy’. Ésta es la flama de vida que se encuentra individualizada dentro de cada uno de nosotros, como el núcleo de todo nuestro ser. Es a lo que hemos querido regresar por milenios de vidas, el gran Yo Dios, quien nunca utiliza indebidamente la energía de la vida.

 Cuando conocemos y experimentamos nuestra unidad con esta identidad eterna, toda la duda se desvanece y podemos vivir en un ritmo sagrado con el flujo universal de la abundancia. Milagros aparentes comienzan a suceder, incluyendo manifestaciones instantáneas, transformaciones espontáneas y conocimiento absoluto.

Mediante la adoración constante dada a esta Presencia imperecedera y permanente, llegamos a comprender de forma incuestionable la Ley de Suministro.

Definición de Intimidad Divina

Intimidad Divina se puede definir como la relación profundamente amorosa y reverente que tenemos con la Gran Presencia que produce y sostiene nuestra vida. Este amor reverente se expresa a sí mismo como un firme compromiso de permanecer, por sobre todas las cosas, en unión con este espíritu permanente.

Tener una relación íntima con la Presencia Divina podría ser como tener los padres más maravillosos que te puedas imaginar. Puedes compartir cualquier cosa con la Presencia Divina sin miedo a ser juzgado o rechazado. Cada una de tus necesidades es satisfecha en el momento oportuno.

Jamás se presenta el sentimiento de abandono o soledad porque esta inteligencia sumamente amorosa siempre se encuentra contigo, alentándote a que busques tu mayor potencial. Podemos sentir esta intimidad en lo profundo de nuestros sentimientos como una sensacióninquebrantable de confianza y entendimiento.

La intimidad divina no debe confundirse con el concepto tradicional de lo que significa ser íntimo. En lugar de buscar fuera de uno mismo, penetramos el centro de nuestro ser para tener la experiencia directa de comunión con nuestra benevolente fuente de vida.

Existe una enorme cantidad de amor a nuestra disposición en todo momento. Reconocer este amor es el regalo profundamente conmovedor de la intimidad divina.

Intelectualizar la Presencia Divina es Un Obstáculo para la Intimidad

Uno de los mayores desafíos que algunos de nosotros enfrentamos en nuestro confuso cuestionamiento, es intelectualizar la divinidad en lugar de experimentarla auténticamente.

Aún existe adhesión al dogma y a las numerosas especulaciones de la verdad alrededor de la idea de lo que es la Conciencia de Unidad y lo que significa estar Auto realizado.

A pesar de que las enseñanzas espirituales y filosofías son útiles para el progreso de nuestra comprensión intelectual, no son capaces de proveernos con la experiencia tangible de la energía suprema que realmente está haciéndose cargo de nosotros. De hecho, corremos el riesgo de hacernos demasiado dependientes de la información externa en lugar de basarnos en la relación íntima y profunda con la única fuente verdadera de sabiduría.

La Presencia omnisciente, nunca será revelada a través del intelecto humano. Intentar que suceda, solamente nos dejará defendiendo creencias personales basadas en las ideas y las teorías de los demás.

Por esa razón enfatizamos la extraordinaria importancia de desarrollar este profundo nivel de intimidad interior, sin el cual lo único que queda es el raciocinio intelectual de la mente vinculada a los sentidos. Esta dependencia excesiva del intelecto, lanza el cuerpo sentimental directamente a la emoción egoísta, dando como resultado una nube sombría de percepción distorsionada.

Para evitar esta distorsión, debemos liberar al corazón y la mente de las influencias dualistas de atracción y aversión. Sólo entonces seremos capaces de irrumpir a través de la ilusión que nos mantiene apartados de la felicidad que proviene del conocimiento de nuestra naturaleza divina.

Cómo Desarrollar Intimidad Divina

* Una Devoción Madura es la Llave que Abre la Puerta

Nuestra meta al desarrollar intimidad divina es establecer un enfoque inquebrantable de amor con nuestro  Creador como una Presencia individualizada. Este simple enfoque requiere que nos ofrezcamos    completamente y en total humildad a este grandioso aspecto del Ser.

La devoción profunda y libre de espejismos idealistas, es la llave que abre la puerta a la verdadera intimidad. Al  cultivar la madurez de nuestra devoción, descubrimos que la Presencia Divina remueve rápidamente nuestras deficiencias y deseos equivocados. Todo el pesimismo que intenta filtrarse en nuestra vida se eclipsa instantáneamente cuando tomamos la decisión de buscar primero lo que es Divino.

Este tipo de devoción se manifiesta en una gran variedad de formas incluyendo la meditación profunda, el baile extasiado, el canto sagrado, cantar, escribir poesía, las conversaciones informales con la Presencia y la comunión con la naturaleza entre otras. Estas formas de expresión creativa mantienen la devoción en nuestro interior como una experiencia directa, en lugar de dar poder a las cosas y situaciones externas.

Cualquier lugar en el que te sientas íntimamente conectado, es el espacio ideal para que entres en comunión con perfecta libertad.

Mientras la flama de la devoción se extiende para envolver nuestra vida en comunión sagrada, nuestro amor por el Principio más extraordinario de la vida toma el escenario principal en nuestros asuntos cotidianos. Nos embebemos en este gran amor, ya sea que estemos limpiando la cocina, en camino a nuestro trabajo o dedicando tiempo en meditación silenciosa.

Vacíos de nosotros mismo y llevando solamente nuestras aletas mágicas, nos sumergimos cada vez más profundo en el océano de devoción… para ser guiados gentilmente a casa en ese momento eterno en donde habita el amor sin límites de la Presencia.

* Comienza el día con amor.

* Llena el día con amor.

* Pasa el día con amor.

* Termina el día con amor.

* Meditación – Entrada al Templo de Silencio Interior

La meditación concentrada sobre la Inteligencia Divina es una de las formas en que podemos eludir los engaños de la mente sensorial. Permanecer aquietados nos ayuda a anclar esta conexión. El Espíritu Eterno nos habla a través del silencio.

Si estamos en constante actividad con emociones turbulentas y pensamientos ruidosos, ahogamos la delicada respuesta de la silenciosa Presencia. Esta respuesta nos llega a través de los paisajes interiores, expresándose en forma de pensamientos intuitivos, sentimientos y visión divina. Cuando tenemos calma interior, somos como una antena de radio o un satélite, captando incluso las impresiones más sutiles.

La primera señal de que la Presencia Divina se está comunicando con nosotros durante la meditación, es el surgimiento de una imperturbable sensación de paz. Esta paz ES Espíritu Santo. Esta paz vive dentro de nosotros todo el tiempo, simplemente tenemos que voltear hacia ella y permitir que se exprese a sí misma.

Meditación es el constante llamado a la puerta del templo de silencio interior. Continúa llamando con toda la devoción de tu corazón y recibirás una respuesta. Atiende este momento con el más sincero aprecio y reverencia.

Es un hecho que tu vida cambiará de la manera más profunda.

* Comunión Diaria con tu Primer Amado

Intimidad Divina significa estar en comunión constante con la presencia espiritual omnipresente que nos provee de todo lo que tenemos y lo que somos. Sin embargo, algunas veces existe confusión acerca de cómo reconocer verdaderamente la Presencia trabajando en nuestras vidas.

En nuestra comunión diaria, llenamos los espacios vacíos entre nuestras responsabilidades materiales con pensamientos de naturaleza divina. Es realmente un estado de conciencia. En este contexto de vibración del conocimiento, amamos a esta Presencia e incluso hablamos con ella todo el tiempo, ya que se nos presenta constantemente.

Todo el suministro externo y literalmente todo lo que sucede en nuestras vidas, es una manifestación de la Fuente. Esto significa que cuando comemos, hablamos con nuestros amigos o llevamos a cabo nuestras actividades diarias, hay en juego un elemento de comunión mientras participamos en la alegría de apreciar la dimensión externa de esta influencia espiritual.

Si observáramos esto más de cerca, podríamos comprender que el simple hecho de que se presenten esos momentos satisfactorios, es la forma en que la Presencia Divina responde a nuestros pensamientos y sentimientos, revelando su omnipresente poder de suministro en nuestras vidas.

El alma se encuentra en comunión constante con la divinidad, respondiendo solamente a la perfección. De vez en cuando tenemos algunos destellos de ese tipo en nuestra vida, recibiendo exactamente lo que necesitamos, justo en el momento oportuno y prácticamente sin ningún esfuerzo, como si fuera un milagro.

Ahora, nuestra dicha está en darnos cuenta que este tipo de comunión se encuentra disponible para nosotros en todo momento. Cuando nos encontramos como uno en comunión diaria con nuestra Presencia, es cuando somos llevados por el camino en donde las puertas se abren constantemente.

Sincronicidad es el Lenguaje de la Presencia

Detrás de cada puerta existe una nueva oportunidad de ver la inteligencia universal actuando en tu vida. El juego cósmico de la experiencia humana puede ser bastante divertido cuando aprendes a descifrar el lenguaje de la Gran Presencia hablándote detrás del telón de la casualidad diaria.

Sincronicidad es una de las maneras más perceptibles de presenciar las brillantes pinceladas de la Mente Divina. A menudo, esto se manifiesta como una oleada de ‘coincidencias’ perfectamente organizadas que surge ‘justo en el momento oportuno’ para guiarnos hacia la próxima fase de nuestra vida, hacia algo que nunca hubiéramos podido iniciar por nosotros mismos. Con nuestra mano en el corazón proclamamos, ¡oh Dios mío, esto es DEMASIADO perfecto! ¡Es justo lo que necesitaba!

Escuchar casualmente una conversación que te proporciona exactamente la información que necesitas mientras esperas en la fila, ver por casualidad una placa automovilística que pertenece al destino turístico en el que estabas pensando, recibir un correo electrónico con información de ese destino turístico en la misma semana… nuestra vida está colmada de numerosas sincronicidades.

Estos eventos divinamente inspirados desafían la lógica de la mente lineal. Sin embargo, siempre que aparecen, sabemos de manera intuitiva y en lo profundo de nuestro corazón que de alguna manera estamos siendo guiados por un poder invisible que es infinitamente más sabio de lo que podemos imaginar. ¡Confía en la sincronicidad! Estamos siendo guiados paso a paso en nuestro camino.

Dejarse llevar por el flujo de las coincidencias significativas, es vivir en armonía con el Principio Divino. Se requiere fe para participar activamente en el proceso de atraer la sincronicidad a nuestra vida.

 Esto significa tener plena confianza en aquello que se mueve en lo más profundo de tu naturaleza, lo que ha sido mencionado anteriormente como el ‘Dios dentro de ti’. Esta presencia es la acción interior del amor y de donde fluye el gran Principio.

 En Resumen

Durante esta orientación, lo más íntimo de nuestro corazón se revela. Colocamos todo en el altar de la devoción cuando entramos en relación íntima con la Presencia Divina.

Reconocemos que el deseo detrás de todo deseo es esta Presencia. Todos nuestros anhelos externos son una expresión de nuestro más profundo anhelo de regresar a la Fuente. Estamos programados para RECORDAR.

Interiorizar nuestra conciencia es un componente vital en el proceso de auto realización. Con la atención alejada de los sentidos físicos, bebemos el néctar de la conciencia engrandecida. Después, percibimos la energía que se encuentra detrás de toda la creación como un resultado intencional y el amor que existe dentro de nosotros como Inmanencia Divina.

Todo es uno y todo se encuentra dentro del uno.

No le damos ningún tipo de energía a la percepción de carencia ni a la aparente inhabilidad de entrar en comunión con la influyente esencia espiritual en nuestro interior.

En este momento, decide que tendrás intimidad con esta conciencia eterna. Deja que tu mente se consuma con la idea de la Divina Presencia. Deja que tu corazón se consuma con amor por la Divina Presencia. Permite que tu vida sea encendida con la firme devoción para que puedas percibir esta Presencia actuando en tu vida.

La Presencia se encuentra aquí, en este momento y constantemente con nosotros. No hay a donde ir ni nada que hacer excepto volvernos conscientes de ello. Lo único que tenemos quehacer es aceptar este amor como que ya es nuestro.

Mediante comunión constante vivimos en armonía con el Principio. La fuente de todo bien responde a nuestra petición amorosa enviando coincidencias para iluminar el camino de menor resistencia. Todos los tropiezos a través del pantanoso mundo material se acaban cuando nos permitimos el ser guiados de una oportunidad hacia la que sigue.

Tener intimidad con nuestro creador es el verdadero sentido detrás de la prosperidad. Darnos cuenta de ello es como recibir las llaves de los tesoros ilimitados del esplendoroso reino dorado.

Recibe ahora este regalo increíblemente generoso.

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Origen: FUNDACIÓN HIJOS DEL SOL-(Abril 2014).

Arreglos de Silvana Fracchia.