Raúl: Historia de Vida Real, Trágica y Profunda, ¡la venganza en todo su esplendor!

(Si te miras interiormente, te darás cuenta de que el apetito de venganza solo posee raíces en el ser humano)

Raúl, nace en el seno de una familia humilde y trabajadora, su madre ama de casa, y su padre agricultor, ganadero y pescador.

Ocupa el segundo puesto de una familia compuesta por tres hijos, dos hombres y una mujer.

La primera infancia de Raúl fue envuelta en juegos tradicionales, consumo de “marihuana”, y trabajo pesado en el campo. Le gustaba cultivar la tierra, alimentar el ganado, y recoger las cosechas, en especial, la producida por el cultivo de “marihuana”.

Así creció Raúl, con figuras de autoridad claras, pero con evidentes brotes de ausencia de norma y claridad en el ejercicio de la autoridad.

El suceso trágico

A sus nueve años, mientras sus padres y hermanos se preparaban para dirigirse al pueblo más cercano, el horror de la guerra tocó violentamente las puertas de su humilde y trabajadora familia.

Aquel sábado 23 de noviembre, un grupo armado ingresó a su casa, y de modo perverso y trágico, empezó a fusilar despiadadamente, uno a uno, los integrantes de aquella familia.

Gracias al Universo y al Todopoderoso, por un rápido descuido de uno de sus captores, Raúl logró evadirse y esconderse en un lugar velado para sus verdugos.

Desde aquel lugar, observó como uno tras otro, fueron ajusticiados cada integrante de su familia. ¡Qué tristeza tan traumática!, Raúl estaba que estallaba del desespero y la impotencia, sin embargo, logró contenerse por amor a su propia vida.

Cuenta Raúl que allí permaneció oculto hasta la madrugada del día siguiente, tiempo en el que, de modo sigiloso, logró abandonar aquel sitio e introducirse en las frías y heladas aguas del caudaloso río “Cauca”, y alejarse lentamente hasta encontrar ayuda en unos pescadores.

Asegura Raúl, que mientras huía, la única visión que sostenía en su mente eran su madre, su padre, su hermano mayor y su hermana menor, quienes eran amarrados por sus pies y arrastrados por cuatro caballos, ¿hacia dónde?, no se sabe, cuenta Raúl que hasta hoy sigue siendo un misterio.  

La nueva vida

Ayudado por varios campesinos, Raúl permaneció en un caserío por varios meses.

Allí, casualmente, conoció un grupo armado que combatía al grupo insurgente que asesinó a su familia; así que, sin pensarlo dos veces, decidió aceptar vengar la muerte de su familia y militar con toda su fuerza en este grupo.

Pasó muy poco tiempo para que Raúl empezara a convertirse en el principal consejero y “mano derecha” del comandante de la zona.

Entrenó con toda pasión y entusiasmo, su deseo principal se fundamentaba en lograr vengar algún día la muerte de toda su familia; así mismo, recuperar el territorio que por derecha le correspondía.

Poder y Venganza

Conocidas las capacidades de mando y liderazgo con las que contaba Raúl, los comandantes de la zona, a sus escasos 17 años, le asignaron un escuadrón de combate, un ejército a su disposición.

Ya con 35 hombres a su mando, Raúl empezó a programar y planear estratégicamente la venganza de su familia.

Se percató que su grupo de combatientes estuviera bien entrenado, que fueran soldados de excelente disciplina y obediencia, que fueran decididos y que no tuvieran temor a la hora de disparar sus fusiles en contra de otras personas.  

Llegó el día esperado por más de 10 años, Raúl a sus 19 años logró recuperar las tierras que le correspondían; con el apoyo de su ejército, asesinó despiadadamente a quienes se creían fueron los que sentenciaron a muerte a los integrantes de su familia.

La mirada de Raúl

A esta altura de nuestra conversación, Raúl se muestra muy complacido de sus logros, asegura que la tarea que persiguió cumplir por tantos años llegó a su pleno esplendor.

Sin embargo, Raúl se observa en total desdicha, no logra superar la muerte violenta de los integrantes de su familia, evidentemente, no es feliz.

Ante mi pregunta, ¿qué harás con tu vida?, Raúl asegura que nunca abandonará la milicia, que jamás dejará a quienes le tendieron la mano cuando estaba sufriendo.

Finalmente, me pide que concluya nuestra conversación.

(Cuando la venganza se cumple, verás como las ansias, el alivio soñado, la valentía y el sentido de vida, se empiezan a desvanecer lentamente)

Seguramente a Raúl no me lo vuelva a encontrar; tal vez, y ojalá que así no pase, tenga sus días contados, la vida que eligió existir como proyecto personal y profesional es la antesala a la muerte.

Lo que sí me queda claro, más allá de otro montón de enseñanzas que podemos extraer de esta historia de vida, es el poder tan supremo que ejerce en nosotros la sed de venganza.

La Venganza

Te invito para que hablemos un poco de la venganza, ¿tú que piensas de ella?, ¿existe la venganza en tu trabajo, en tu familia, en tu barrio o en tu país? Reflexiona tus respuestas.

Son muchas las veces que he escuchado que la “venganza es dulce”, ¿será esto cierto?

La venganza actúa de modo desmedido, quienes la practican creen dar sentido a todas sus expectativas, creen ingenuamente que irán a equilibrar la balanza de todos sus sufrimientos aguantados, están seguros de que con el desquite todas las heridas producidas sanarán, que surgirá la justicia y aplacará todo aquello que ha estado mal.

Si te miras interiormente, te darás cuenta de que el apetito de venganza solo posee raíces en el ser humano. Lo que indica que para erradicarla o dominarla, sólo y exclusivamente, necesitaremos de remedios e intervenciones humanas. Aquí, usaremos la razón como el principal aliado.

Algunas personas aseguran que la solución a la venganza está en el olvido, otros dicen que, en el perdón, pero… ¿existe el perdón sin olvido?, ante situaciones que ameriten venganza, ¿existe el perdón y el olvido?

La razón, por el contrario, ha de guiarnos en la lucha contra la violencia que involucra la venganza. Recobrar el sereno, permanecer en las tres esferas de orientación: persona lugar y tiempo.

La venganza va a consumirte de modo mental y físico, te llenará de obsesión violenta, te destrozará tu vida.

Cuando la venganza se cumple, verás como las ansias, el alivio soñado, la valentía y el sentido de vida, se empiezan a desvanecer lentamente. En el corazón humano queda un hueco oscuro que nunca se cierra y que continúa supurando desdicha, desconsuelo, desamor y odio. El desquite no es más que una irrealidad.

Definitivamente, ni a ti ni a mi nos conviene la venganza, lo que la razón no logra lo consigue el olvido. Ya lo dijo Jorge Luis Borges en una de sus obras: “Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”

¿Cómo te pareció la historia de vida y la reflexión? En cuanto a la venganza existe mucho que escribir, sin embargo, por lo pronto deseaba que pensaras un poco sobre este violento acontecimiento y sus consecuencias.

Te invito para que hagas lectura del Artículo “¿Sabes cómo limpiar y purificar tu alma? Voy a enseñarte los 6 pasos más importantes para lograrlo”, aprenderás extraordinarias enseñanzas para tu vida.

Autor: William Hernán Estrada Pérez, Redactor en la Gran Familia de hermandadblanca.org