S O S Niños por Gustavo Fritz

“Nos han hecho creer que ser buenos padres es estar en condiciones de dar la mejor educación, la mejor casa, la mejor ropa y los mejores eventos a nuestros hijos. Sólo olvidaron un detalle, lo que más necesitan es AMOR.” GF

Dicen que el Kaiser Guillermo el Grande de Alemania, muy amante de las artes y las ciencias, quiso saber cómo se expresarían los niños si jamás se les enseñara a hablar. Para ello ideó un terrible experimento con los bebés abandonados al nacer, que eran enviados a un hogar especial. Las personas encargadas de cuidarlos tenían que procurar alimentarlos debidamente, asearlos, vestirlos y abrigarlos, pero no podían hablarles, sonreírles ni mostrarles afecto alguno.

 El gran Guillermo no pudo saber cómo se comunicarían esos niños, porque todos, todos sin excepción, murieron.

Aunque parezca mentira, los lactantes, los niños entre cero y doce meses, pueden sufrir depresiones graves. En ellos la enfermedad depresiva se manifiesta obviamente de una manera muy distinta a como lo hace en el adulto, que puede hablar y expresar sus sentimientos. Los lactantes cuando se deprimen muestran apatía por el entorno, negativa a comer, desnutrición, falta de desarrollo psicomotor e infecciones frecuentes que acaban con la muerte.

Todos pensarán a estas alturas lo atroz de este experimento, pero salvando las distancias es el experimento que venimos haciendo desde la gran revolución industrial y la búsqueda de “igualdad” entre el hombre y la mujer.

Hoy día la economía logró casi triplicar la oferta laboral de mano de obra gracias a la inclusión de la mujer y los jóvenes (incluso niños prácticamente) en empresas de líneas de producción masiva y logrando ante semejante oferta de mano de obra bajar los salarios al punto que ya olvidamos (los que pasamos los 40) que hubo un tiempo dónde era NORMAL que al niño lo cuide y lo eduque su mamá. Hoy, gracias a eso que creímos eran “conquistas sociales” en mas del 70% de los hogares dos de sus miembros trabajan, y uno de ellos tiene dos trabajos la mayor parte de la veces. La cantidad de niños por familia se redujo drásticamente también.

Y nos sorprendemos luego de un niño desaprensivo, desinteresado, hiperactivo???

Es nuestra “Creación” no es una “Enfermedad de nuestro tiempo”. Está claro que no podemos o no queremos modificar la economía mundial, si bien todo cambio que empieza por uno puede volverse el GRAN cambio como sucedió para que sin darnos cuenta estemos donde estamos.

Entonces Sí estamos a tiempo de recapacitar, de cambiar la idea de un par de horas extras por la de un par de horas de afecto a ellos.

Hagamos que en el tiempo que disponemos sean nuestra prioridad, no nos cansemos de escucharlos, abrazarlos y besarlos !!!

Como dicen James y Jongeward :

“La mayoría de las personas tiende a centralizar las opiniones y tradiciones en el

estado Padre del yo; los datos basados en hechos y cálculos, en el Adulto; y los sentimientos naturales y adaptados en el Niño. ………Los niños no nacen con sus sentimientos ya programados en relación con los objetos y las personas; cada u no aprende hacia quién y hacia qué puede mostrar afecto; aprende también hacia quién y sobre qué sentirse culpable; a quién y a qué temer; a quién y a qué odiar”.

Aunque cada niño experimenta todos los sentimientos, cada uno de ellos se adapta finalmente a un sentimiento favorito: aquél que con más frecuencia experimentaba cuando las cosas se ponían difíciles en la casa”.

Ellos necesitan más que nada en el mundo de nuestro afecto y presencia. La privación de ello será una “desnutrición afectiva” con consecuencias tan o más severas que las desnutriciones físicas que los Organismos internacionales de defensa del niño tanto tratan de suplir y los Gobiernos gestionan políticas complejas para reducirla al mínimo posible.

Para que ellos sean buenos padres, nosotros debemos serlo !!!  Aunque sea démosle la chance de nuestro mejor esfuerzo.

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