Stephen Wagner – 9 historias reales de encuentros con ángeles

Diana Martinez

Personas de todas partes del mundo han reportado encuentros con seres misteriosos. Ellos parecen traer mensajes importantes o brindar asistencia muy requerida, y luego desaparecen sin dejar rastro. ¿Pueden ser ángeles, o incluso ángeles guardianes?.

Algunas de las historias inexplicables más fascinantes y conmovedoras son aquellas que las personas consideran un milagro. A veces toman la forma de oraciones respondidas, o son interpretadas como las acciones de ángeles guardianes. Estos eventos y encuentros resaltantes proporcionan consuelo, fortalecen la fe, y hasta salvan vidas. Además éstos parecen siempre ocurrir cuando se necesitan más.

¿Son realmente del Cielo, o son el resultado de la interacción de nuestra consciencia con el misterioso universo? Sin importar cómo las veas, estas experiencias de la vida real merecen nuestra atención.

La mano guía de un ángel

Jackie B. cree que su ángel de la guarda vino en su auxilio en dos ocasiones para ayudarla a evitar heridas serias. De acuerdo a su testimonio, ella físicamente sintió y escuchó su fuerza protectora. Ambos encuentros sucedieron cuando era niña.

Su primera experiencia se desarrolló en una colina popular, donde Jackie disfrutaba el día con su familia. La pequeña niña decidió tratar de deslizarse por la parte más empinada de la colina. Cerró sus ojos y comenzó el descenso.

—Aparentemente golpeé a alguien mientras bajaba y di vueltas sin control. Me dirigía a una barandilla de metal. No supe qué hacer —dijo Jackie—. De repente sentí algo que presionaba mi pecho. Llegué a menos de media pulgada de la barandilla, pero no impacté contra ella. Pude haber perdido mi nariz.

La segunda experiencia de Jackie tomó lugar durante la celebración de su cumpleaños en el colegio. Ella corrió por el parque para colocar su corona en una banca. Mientras corría de regreso a sus amigos, tres niños tropezaron con ella.

El parque estaba lleno con objetos metálicos y astillas de madera. Jackie voló por los aires y algo la golpeó justo debajo del ojo.

—Pero sentí que algo me haló hacia atrás cuando me caí —asegura Jackie—. Los profesores dicen que me vieron cayendo hacia adelante y luego hacia atrás al mismo tiempo. Mientras me llevaban apresurados a la enfermería, escuché una voz desconocida que continuaba repitiendo: “No te preocupes. Estoy aquí. Dios no quiere que nada le pase a su bebé.

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El ángel lector

Es increíble cómo muchas historias de ángeles provienen de experiencias en el hospital. Tal vez no sea tan difícil de entender el porqué al recordar que hay lugares con emociones confusas, oraciones y esperanza.

Una mujer entró al hospital en 1994 con un agudo dolor causado por “un tumor fibroide del tamaño de una toronja” en su útero. La cirugía fue un éxito, pero más complicada de lo esperado y sus problemas no habían finalizado.

Ella recuerda que el dolor era horrible. Tuvo una reacción alérgica a la morfina que le administraron, y los doctores intentaron contrarrestarlo con otros medicamentos. Esto empeoró la mala experiencia. Ella acababa de tener una cirugía mayor, y ahora estaba lidiando con el dolor de una grave reacción del medicamento.

Después de recibir más medicina contra el dolor, ella fue capaz de dormir unas horas.

—Me desperté en la mitad de la noche. Según el reloj en la pared, eran las 2:45. Escuché a alguien hablando y me di cuenta de que estaba junto a mi cama —dice—. Era una mujer joven con cabello marrón corto y vestía el uniforme blanco del hospital. Ella estaba sentada y leía en voz alta la Biblia. Le pregunté: “¿Estoy bien? ¿Qué hace aquí conmigo?

La mujer que la visitaba dejó de leer, mas no alzó la mirada.

—Ella simplemente dijo: “Fui enviada aquí para asegurarme de que estés bien. Vas a estarlo. Ahora deberías descansar”. Empezó a leer de nuevo y me dormí.

La siguiente mañana, le contó su experiencia al doctor, quien la revisó y respondió que ninguna trabajadora del hospital la visitó en la noche. Le preguntó a todas las enfermeras y ninguna supo dar razón de dicho visitante.

—Hoy en día —afirma—, creo que esa noche fui visitada por mi ángel de la guarda. Ella fue enviada para consolarme y asegurarme que estaría bien. Sorprendentemente, la hora que marcaba el reloj esa noche, 2:45 a.m., es el tiempo exacto según mi certificado de nacimiento en el que nací

Rescatado de la desesperanza

Quizá más doloroso que cualquier herida o enfermedad es la sensación de desesperanza; el desespero del alma que conlleva a pensamientos suicidas.

Dean S. experimentó este dolor cuando atravesaba un divorcio a los 26 años. El pensamiento de alejarse de sus dos hijas pequeñas era casi más de lo que podía soportar. Pero una noche de oscuridad tormentosa, Dean fue obsequiado con esperanza renovada.

En aquel entonces, él trabajaba en una plataforma de perforación manipulando una grúa. Esa noche, estaba teniendo pensamientos serios de quitarse la vida mientras miraba hacia abajo desde la grúa de 128 pies de alto.

—Mi familia y yo creemos en Jesús, pero era difícil no contemplar el suicidio —recuerda Dean—. En la peor tormenta eléctrica que jamás había visto, escalé la grúa para tomar mi tarea de halar la tubería fuera del hoyo que estábamos perforando.

Sus compañeros de trabajo le pidieron que no escalara la grúa, diciendo que preferían perder un poco de tiempo a arriesgar la vida de alguien. Dean los ignoró y comenzó a escalar.

—Los rayos iluminaban mis alrededores, los relámpagos resonaban. Le pedí en llanto a Dios que me llevara. Si no podía tener a mi familia, no quería vivir… sin embargo, no podía quitarme la vida suicidándome. Dios me perdonó. No sé cómo sobreviví esa noche, pero lo hice.

—Un par de semanas después, compré una pequeña Biblia y viajé a Peace River Hills, donde mi familia llevaba viviendo por mucho tiempo. Me senté en la cima de una de las colinas verdes y empecé a leer. Tuve tanta calidez entrando en mí mientras el sol salía de entre las nubes y brillaba sobre mí. Estaba lloviendo a mi alrededor, pero yo estaba seco y tibio en mi pequeño lugar en la cima de esa colina.

Dean dice que esos momentos cambiaron su vida para mejor. Conoció a su nueva esposa y se enamoró. Comenzaron una familia juntos, la cual incluye a sus dos hijas.

—Gracias, Señor Jesús y los ángeles que enviaste ese día para que tocaran mi alma —exclama.

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Información de vida de un ángel

Algunas personas creen que antes de nacer, cuando nuestras consciencias o espíritus habitan en ese lugar desconocido, somos obsequiados con información sobre la vida en la que nos vamos a embarcar. Algunos dicen que incluso elegimos nuestra vida.

No muchas personas pueden asegurar que recuerdan su existencia antes de nacer, pero Gary dice que él sí. De hecho, incluso en sus cincuentas, Gary dice que puede recordar algunos detalles de una conversación que tuvo con un ángel antes de nacer.

—No tenía cuerpo, pero era consciente de que estaba en un área oscura, y que estaba solo exceptuando a la entidad que me hablaba. Yo estaba en el pie de una estructura parecida a una escalera, mirando hacia arriba, pero no pudiendo ver al ser que me hablaba. Sentí calidez y comodidad, sin embargo, también atento y temeroso por lo que iba a experimentar.

—…La entidad me hablaba y me daba una descripción resumida de cómo sería mi vida. Yo preguntaba por más información, pero él se negaba. Me dijo básicamente que mi vida no sería dura, sino que carecía de lujos y que experimentaría grandes dificultades a una edad relativamente temprana. Creo que había otros detalles pequeños, pero ya no puedo recordarlos tan claro como alguna vez lo hice cuando estaba joven. Parece que la información fue acertada, porque ahora estoy discapacitado y tengo mala salud.

La enfermera ángel

En 1998, Luke fue diagnosticado con cáncer en los huesos a los 8 años. Como a veces sucede, tuvo una infección, lo que significó visitar el hospital. Estuvo allí por alrededor de dos semanas, y en ese tiempo fue que algo extraordinario ocurrió.

Una noche, la mamá de Luke estaba sentada junto a su cama, rezando silenciosamente mientras él dormía. Una enfermera entró en la habitación para revisar la temperatura de Luke, no obstante, su mamá notó algo peculiar sobre ella.

La enfermera vestía un uniforme antiguo, del tipo que hubiese sido común 30 años antes, en los sesenta. La enfermera notó que la mamá de Luke tenía una Biblia al lado de la cama. Ella dijo que también era cristiana, y que rezaría por la salud de Luke.

La familia de Luke nunca había visto a esa extraña enfermera antes, y nunca la vieron de nuevo en el tiempo que Luke permaneció en el hospital.

—Salí del hospital completamente curado de la infección —relata Luke, quien tenía 19 años cuando contó su historia.

Cabe destacar, que actualmente ya no tiene cáncer.

—Mi mamá cree que la enfermera pudo haber sido un ángel guardián que quiso darle un poco de esperanza a ella. Si no era un ángel, ¿por qué llevaba puesto un uniforme de los años sesenta?

Un extraterrestre hermoso y extraño… o un ángel

Algunos investigadores piensan que puede haber una conexión entre los avistamientos de extraterrestres y de ángeles. Ellos dicen que los ángeles y las figuras celestiales encontradas en la Biblia pueden en realidad ser extraterrestres.

Luego de su experiencia en los ochenta con “la cosa más hermosa” que ha visto, Lewis L. tal vez esté de acuerdo con dicho argumento.

Era la mañana de un sábado en Mariposa, California, y Lewis tenía que trabajar ese día. El aire estaba fresco por una lluvia fría de la noche anterior, y el cielo de la mañana brillaba con pocas nubes.

—Estaba saliendo para dirigirme a mi automóvil ubicado en el estacionamiento trasero del complejo de apartamentos donde vivo, cuando noté a alguien arrodillado junto a él. Esta persona me vio y se puso de pie de prisa sosteniendo una palanca

El hombre joven obviamente se sorprendió por la interrupción de Lewis, y aunque Lewis sintió que el chico no planeaba nada bueno, aún no asimilaba qué hacía. Luego Lewis miró a través de la ventada del copiloto de su vehículo y vio que la columna del volante había sido despojada de su cubierta. En ese momento fue que se dio cuenta de que el hombre estaba tratando de robar su auto.

—Le pregunté qué demonios estaba haciendo —recuerda Lewis—. Él me contó una historia tonta sobre el automóvil de su amigo que fue robado la noche anterior y que el mío se parecía mucho al de su amigo y así sucesivamente. Yo no quise seguir escuchando. Le dije que iba a llamar a la policía, cosa que hice con mi celular.

Lewis marcó al 911 y dio la dirección del incidente. Después le avisó al ladrón que la policía iba en camino y le advirtió que no se fuera. El chico dijo que esperaría a la policía, pero Lewis sabía que él estaba esperando el instante preciso para huir.

—Si lo hacía, no iba a intentar detenerlo porque su adrenalina iba a estar elevada y tenía esa palanca.

Mientras Lewis interrogaba al joven, tratando de detenerlo, él empezó a notar tres nubles largas en una formación de una sola fila.

—Entonces lo vi. Un objeto brillante saliendo de la primera nube y entrando a la siguiente y luego saliendo de esa. Se movía a buena velocidad. No podía distinguir una figura en particular.

En ese momento, Lewis estaba tan distraído con el OVNI que el chico aprovechó la oportunidad para escapar. Ahí fue cuando el objeto entró a la última nube. A partir de ahí no había más que cielo abierto.

—Cuando emergió. Mi vida cambió. Ahí, contrarrestando el azul del cielo, había una forma plateada que parecía tener brazos y piernas. Era tan hermosa de mirar. Al mismo tiempo, tenía la apariencia de metal. Parecía algún tipo de barco con un diseño extraño. Era enorme, se movía rápido y no hacía ruido.

—Mientras se alejaba, me faltó el aliento y lágrimas bajaban por mis ojos. Tuvo mucho efecto en mí. Comencé a creer que quizás así se veía un ángel. O tal vez no.

El ángel del dinero

Hay tantas historias de personas recibiendo dinero que necesitan con urgencia procedente de fuentes misteriosas y desconocidas. Ellie tiene dicha historia, la cual recuerda de un verano en enero de 1994, cuando vivía en Melbourne, Australia.

Ya estaba entrada la tarde y Ellie se encontraba afuera recogiendo la ropa recién lavada de la familia. De repente hubo un pequeño willy-willy; un término australiano que hace referencia a un túnel de viento con polvo y hojas.

—Mientras pasaba junto a mí, vi algo azul en medio del polvo y las hojas y pude agarrarlo. Estuve muy sorprendida y agradecida cuando vi que se trataba de un cheque de 10 dólares.

Unos días después, Ellie estaba en el patio atendiendo su jardín de tomates, cuando detectó algo sobre el césped. Quedó impactada al ver que eran 20 dólares. No tanto tiempo transcurrió y en otra parte del jardín encontró 5 dólares, y luego otros 20 en una montaña de hojas.

—Para entonces le había contado a mi familia del “ángel del dinero”. Ninguno de ellos había puesto dinero allí, así que no cabía la posibilidad de que hubiera salido volando. Todo estuvo tranquilo por unos días, hasta que uno de mis hijos entró sonriendo y con 20 dólares que acababa de hallar en la cima de un montón de abono.

La mayoría diría que esto no fue obra del “ángel del dinero”, sino que de alguien que perdió su dinero y simplemente voló al patio de Ellie. Pero Ellie no está convencida de ello. Esto se debe a que una semana después, tuvo otro increíble hallazgo, solo que esta vez dentro de su casa.

—Estaba limpiando bajo la cama y saqué un par de zapatillas, y descansando arriba de una de ellas había una moneda de 50 céntimos.

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Las advertencias del accidente

¿Está predestinado nuestro futuro, y así es cómo los psíquicos y profetas pueden ver el futuro? ¿O el futuro es solo un grupo de posibilidades infinitas, un camino que puede ser alterado por nuestras acciones?

Una mujer escribió sobre cómo recibió dos advertencias separadas y resaltantes sobre un posible incidente en el futuro. Quizás éstos salvaron su vida.

Una noche, alrededor de las 4 de la mañana, su hermana la llamó. La voz era temblorosa y estaba cerca del llanto. Como su hermana vivía del otro lado del país y era tan temprano, obviamente se preocupó.

—Me relató que tuvo una visión de mí estando en un accidente automovilístico. No dijo si moría o no en él, pero el sonido de su voz me hizo pensar que lo creía, mas tenía miedo de contarme. Me pidió que rezara, asegurando que ella también lo haría. Me dijo que fuera cuidadosa, que tomara otra ruta al trabajo, cualquier cosa que pudiera hacer. Le respondí que le creía y que llamaría a nuestra madre para que rezara con nosotras.

Cuando la mujer salió del trabajar, estaba “aterrada, pero fortalecida en espíritu”. Ella trabajaba en un hospital y tenía pacientes que atender. Mientras abandonaba la habitación, un señor en una silla de ruedas le pidió que se acercara.

—Fui con él esperando alguna queja contra el hospital. No obstante, él me dijo que Dios le había dado el mensaje de que yo estaría en un accidente automovilístico. Aseguró que alguien que conducía sin prestar atención me golpearía. Yo estaba tan sorprendida que casi me desmayo. Dijo que rezaría por mí y que Dios me amaba.

—Con las piernas temblando, dejé el hospital. Conduje como una señora mayor mientras observaba cada intersección, cada señal de alto, y cada semáforo. Cuando llegué a casa, llamé a mi mamá y hermana y les dije que estaba bien.

Los papeles de avión

Una relación salvada pueda ser casi tan importante como una vida salvada. Otra lectora relató cómo un pequeño “milagro” pudo haber salvado su matrimonio en crisis.

Para ese tiempo, ella hacía uso de todo su esfuerzo para arreglar su relación con su esposo. Planificó un fin de semana largo y romántico en las Bermudas. Cuando las cosas comenzaron a salir mal, parecía que sus planes habían sido arruinados… hasta que “la fe” intervino.

Su esposo estuvo renuente sobre ir al viaje. Cuando llegaron a Filadelfia, se les notificó que el clima estaba evitando que los aviones aterrizaran correctamente, por lo que estuvieron en el aire un tiempo esperando.

Cuando aterrizaron, su vuelo a las Bermudas ya estaba siendo abordado. Como muchos pasajeros han experimentado, fue una locura dirigirse a la próxima puerta de embarque. Quedaron devastados cuando se dieron cuenta de que la puerta de embarque acababa de cerrar justo cuando llegaron. La persona que estaba atendiendo les informó que todavía podían ir a Bermuda, solo que les tomaría dos conexiones más y 10 horas adicionales.

—Mi esposo dijo: “Eso es todo. Ya no seguiré con esto”, y empezó a caminar fuera del área y, simplemente sabía, que fuera de nuestro matrimonio. Yo estaba totalmente devastada —recuerda.

—Mientras mi esposo se alejaba, la chica vio en el mostrador (y juro que no estaba allí cuando nos chequeamos) un paquete. Ella obviamente se molestó de que continuara allí. Resultó ser el paquete de papeles de aterrizaje que el piloto debía tener abordo para aterrizar en otro país.

—Ella rápidamente llamó para que el avión regresara. El avión había estado en la pista listo para darle poder a sus motores. Regresó a la puerta por los papeles y nos permitieron (y a los otros) subirnos.

El tiempo que pasó con su esposo en Bermuda fuera maravilloso. Ellos pudieron resolver sus problemas y continuaron juntos. Aunque han enfrentado otros malos momentos desde entonces, siempre recuerdan ese momento en el aeropuerto.

—Sentí como si mi mundo hubiera colapsado y se me hubiese regalado un milagro que nos ayudó a mantener unido nuestro matrimonio y familia.

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Traducido por: Diana Martínez, redactora y traductora en la gran familia hermandadblanca.org 

Canalizado por: Stephen Wagner

Página original: https://www.liveabout.com/angel-encounters-true-stories-2593644

 

 

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