"Vivimos un momento de amor, soltemos ya las ataduras al dolor", por María Magdalena
Siento el dolor en mi corazón. Es como una herida abierta en canal, de arriba a abajo, en la zona del esternón. Siento la hipocresía en el mundo, en el que hombres y mujeres conviven, pero no se entienden ni comprenden.
Siento pena y la pena sobrepasa la alegría ¡Es tanto el dolor que se acumula y no puede salir! Grande es mi corazón y grande así la herida en él, donde el amor incondicional abraza hasta la última célula de mi SER.
Mi alma llora de pena, mi alma sufre la miseria, mi alma ni siquiera sabe cómo aliviar ni aligerar el dolor. Es tanto el sufrimiento por amor, que invade mi alma por completo. Cabalga mano a mano con el dolor, el amor infinito que alberga mi corazón y aun así, no es capaz de liberar tanta carga.
El proceso es doloroso. Duele ver que todo es mentira, que nadie mira ni ve con el corazón, es una farsa de vida. Es una mera invención mental para subsistir, para soslayar eventuales momentos de alegría, solapados y tapados momentos de sufrimiento y dolor.
Hermanos diríjanse a su corazón y con la mano puesta en él, traten de sentir su latir, su vida, su calor.
Es tanta la herida, que es la crucifixión en vida. Es tanto el reparto que resulta muy difícil sostener la vida en amor. El dolor y la herida supera todavía al amor incondicional.
Han sido tantas las puertas cerradas hacia mi SER, que todavía aún hoy, es incapaz de mostrar quién es. Ayúdame Padre en este proceso de amor, donde muchas son las oportunidades de mostrar amor y bien pocas, contadas con los dedos de la mano, en los que se ve reflejada tu maravillosa Presencia de Paz y Amor. Muchos los inconvenientes, muchos los peros, muchos los presentes incompletos.
Yo María Magdalena, en mi camino glorioso de Ascensión, pido calma, serenidad y vida en el corazón, ahora más que nunca, necesitamos calmar nuestra sed de amor.
Muchos son los acontecimientos que se muestran en el planeta, en donde no reina todavía el amor y tanto es así, que mi alma sufre y llora, para transmutar todo el dolor de la polaridad en amor.
Ángeles de luz, a todos os digo, que envolváis con vuestras alas, regiones extensas y lugares para cubrirlos de amor.
A todos los seres de luz, respirad en conciencia de amor, para superar todas las dificultades.
Momentos dolorosos son en el planeta, donde las gentes sufren el colapso de los sistemas creados en tercera dimensión.
Abierta está la vía, el paso para la Ascensión.
Muchos de vosotros disponéis ya los canales abiertos.
A todos os pido máximo amor para sostener todo el dolor.
Ahora más que nunca, necesitamos insuflar amor al Planeta Tierra, pues sufre mostrando las heridas abiertas.
Vías de escape son necesarias, como en cualquier cuerpo terrenal, es por eso que se acentúan los procesos de liberación volcánica, movimientos de Tierra y muestras de caos en el planeta.
Todos sufrimos el dolor, compartimos el mismo canal de amor. SOMOS UNO, es por eso tanta la implicación.
A todos hermosos seres, os agradecemos vuestra colaboración, en este gran proceso de amor a la Humanidad.
Participad siendo conscientes de que YA HEMOS COMENZADO UNA NUEVA ERA.
Estamos en un período de transición, donde todos los hechos muestran los pasos en la escalera. Actos necesarios, consecutivos hechos que nos aproximan cada vez más al amor en UNIDAD.
Para todos aquellos que aún lo niegan, pronto llegará también la comprensión a sus corazones. Benditos todos sois, pues los acontecimientos así lo revelan.
Yo María Magdalena, cubro con mi manto de amor todo cuanto me rodea y aún así, no es suficiente, pues aquel que tiene el corazón dolido, la puerta cierra y respetando su libre albedrío, posponemos entonces su despertar en la Nueva Era.
Es tanto el desengaño en el planeta, que muchas puertas están entreabiertas. Sólo es un resquicio de tu corazón el que se muestra, ¿dónde está tu otra parte? ¿dónde permites que se muestre tu SER? Permanece oculto todavía por miedo; miedo al dolor, miedo al temor de perder, pero una cosa te diré, nada hay más dificultoso para la vida, que vivir con el corazón cerrado al amor incondicional, pues la semilla de la vida no puede brotar como debería.
Analiza tu caso, mira tu corazón, cómo se encuentra, investiga y siente cuál es la forma, para que tu corazón diga SÍ A LA VIDA.
Cambios en el planeta, reflejan cambios en nuestro interior, es por eso que tantas almas resuenan con la conciencia de la Tierra y así se permite su Ascensión.
Vivimos un momento de amor, soltemos ya las ataduras al dolor, al sufrimiento y a las experiencias traumáticas.
No más muertes en vida, pues la muerte no existe sino la vida. Vida eterna cambiando de envase, muestra de amor eterna, experimentando situaciones de amor día a día.
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Canalización recibida el 6 de marzo de 2013
Fuente: María Magdalena – Canalizado por: Ana Jesús Murillo
http://proyectobiviendohumanidad.wordpress.com/
Gracias infinitas y que las bendiciones de nuestros seres Amados nos sigan sosteniendo para seguir expandiendo las conciencias individuales.abrazo del alma