¿Y si solo amamos a nuestro pasado? por Marisa Ordoñez
Somos hijos de nuestro pasado… Herederos de nuestros antepasados. Fruto de nuestras creaciones como pobladores originarios… Reflejo de las causas que nos antecedieron en la linea del tiempo humano…
Llevamos escrito todo lo que ha sido experimentado, aun en silencio, era tras era y todo lo portamos mas y menos concientemente en cada una de nuestras propias celulas. No hay modo de evitarlo… En nuestros cuerpos, en nuestras vidas, en nuestros campos se va reeditando el diseño de lo que fue configurado por el libre poder con que se nos ha dotado.
Somos una inagotable red de vida inteligente desplegando la total potencialidad infinita del Ser.
Somos el todo y la parte, a la vez. Ocupamos lugares, roles e identidades unicas, propias y originales. Por naturaleza bipolares; habitados por un choque de fuerzas positivas y negativas, yin / yan, masculinas y femeninas que actuan como motor continuo de evolucion y cambio. En lo cotidiano nos encontramos entre el impulso de tendencias creativas, armonizadoras y constructivas junto al movimiento de las mareas discordantes, destructivas y limitantes. Estamos todo el tiempo desafiados a equilibrar estos oleajes para alcanzar el despertar de la mente maestra y asuncion libre de nuestra legitima investidura como directores responsables d nuestra realidad cotidiana fisica, mental y afectiva. Tenemos la posta para diferenciar el presente del pasado sin obligacion d perpetuar lo ya creado, aunque si de honrarlo. Siempre tentados de quedar sujetos a la propia vision de lo «malo», de lo que no se puede, de lo que genera escasez y sufrimiento, debilidad y desgano por todo lo que «no fue y aun no es»… En riesgo de vivir demandando a la historia por todo lo que nos frustro, con rechazo y exclusion de los aprendizajes a los cuales la infancia nos invito… Creciendo con odio velado a nuestros padres e indiferencia o ignorando la verdadera importancia del resto de los fliares… No nos dedicamos a saber quienes son los seres que nos han acunado en nuestra prehistoria y portamos confusiones acerca de nuestra propia naturaleza… Muchas veces caemos en el vacio, en el temor por la propia vida o en el sin sentido de la existencia misma. Hoy podemos elegir santificar el uso de nuestro poder enfocando con buenos ojos a nuestro Ser Todo. Un modo de iniciarlo podria ser preguntandonos : «que dia d hoy quiero crear para mi vida, aqui donde estoy presente?», «que quiero materializar de mi experiencia corporal… La salud o la enfermedad?», » en mis relaciones a quien quiero honrar… A la fuerza del amor o a la guerra y su condenacion?»… Solo mirando con el optimismo del amor y agradeciendo a todo lo q nos antecedio, solo amando nuestro propio pasado tal cual lo hemos materializado sin pretender cambiarlo, podemos ser libres para vivir creando. Amor es sostener pensamientos claros, positivos y ordenados. En el amor todo cobra sentido pleno, no hay error. Amor es la real experiencia de la perfeccion de nuestro eterno.Ser Dios, encarnado, autoreconocido y autoiluminado.
Es urgente asumir el poder de la totalidad de nuestro ser por las instancias que se avecinan. El amor reune las partes armoniosamente y nos desafia a que solo la alegria d la paz, la dignidad de la prosperidad, la fortaleza d la solidaridad y la celebracion de la vida en libertad prevalezcan en la humanidad d la nueva era. La clave radica en preguntarnos,»Quiero poder amar todo mi pasado y de ese modo facilitar, la activacion del cuerpo de amor incondicional de quinta dimension planetario? Eso que muchos nombran cmo el Nuevo Mundo de Amor Cristico o la Segunda Venida del Mesias. En nuestras manos esta la oportunidad de finalmente poder lograrlo.
Namaste