Ya no es tiempo de orar, sino de traer el paraíso a la Tierra, por Domingo Díaz Asensio

Jorge Gomez (333)

Celestialom
Querid@s herman@s:


Si 2008 fue un año de rápida disolución de la dualidad del mundo y de entrada triunfante de la Unidad y en la Unidad, en este planeta, 2009 es el año en que los seres humanos conscientes tenemos que reconocer completamente, aceptar plenamente e integrarnos con todas las consecuencias en esa Unidad-Dios a la que siempre hemos pertenecido. Esa Unidad que nos hace unos con el Uno-Dios aquí , sin necesidad de regresar a ninguna fuente (por ahora), que pone de manifiesto nuestra divinidad recién reconocida, aunque siempre estuviera ahí, esperándonos, que disuelve nuestra dualidad interna humana, y, en el mismo proceso, modifica las condiciones externas a «nuestra nueva imagen y semejanza» divina.


Ya no es tiempo de orar. Cuando se ora, se le pide o alaba a Jesucristo, a la Virgen María, a Buda, etc, a cualquier deidad de cualquier credo religioso o espiritual. Eso implica que internamente consideramos que nosotros estamos a un lado y Dios (por resumir) a otro. Este hecho es un claro reconocimiento de que la dualidad humana, incluso una dualidad espiritual, está aún anclada en nuestras mentes, en nuestros sistemas de creencias, y ya no es momento de eso. Repito con todas las consecuencias: Ya no es momento de orar. Es momento de decretar.


El decreto, sea emitido externa o internamente, es un acto claro, firme y rotundo de creación, de ejercicio consciente de nuestra recién reconocida, aceptada e integrada divinidad. Es el acto de un Dios con forma humana, mediante el cual ese Dios define las condiciones en que quiere que se desarrolle su vida y la de su entorno, desde el más próximo hasta la totalidad planetaria. Desde mi divinidad defino y establezco mis condiciones de vida al completo, re-ordeno el mundo para que sea el que quiero que sea, y donde mis deseos ya no son mis deseos humanos sino la emanación del Amor y la sabiduría que están en mí como consecuencia de esa recién estrenada condición divina.


Así pues, es el momento de decretar como un Dios humano poderoso, de re-ordenar la vida y sus circunstancias, de ejercer el Poder de nuestra divinidad con responsabilidad, consciencia y amor, y con la suprema convicción de que todos los decretos serán cumplidos a la mayor brevedad posible.


La fuerza y el poder del decreto tiene su origen en la fuerza y el poder de nuestra propia convicción en lo decretado, y esta convicción no solo se pone ejecuta a la hora de decretar, sino que también se ejecuta a partir del instante en que se termina el decreto. A partir de ese momento uno debe vivir como si el decreto ya se hubiera cumplido cabalmente, y debe hacerlo con todas las consecuencias. Si uno decreta pero no vive de acuerdo con el decreto es porque, en su fondo, no cree en el decreto que acaba de realizar. Cuando creo, «creo. Este creer consciente es el crear divino, el verdadero origen del poder creador del Dios que somos todos.


Los tiempos que vienen son denominados por muchos comunicados de internet para el mundo espiritual (no me atrevo a considerarlos canalizaciones), los tiempos finales. Yo decreto que son los tiempos finales para crear el Paraíso en la Tierra y nada más. No hay otra posibilidad, mi humano-Dios lo decreta. Decrétalo tú también apelando a tu poder interno creador si eso es lo que en realidad surge del fondo de tu corazón, de la esencia más profunda de tu divinidad. Decrétalo tú también con fuerza y convicción y vive de acuerdo a ello cada minuto siguiente de tu vida.


Si quieres el Paraíso en la Tierra para estos «tiempos finales», decrétalo ya, a tu forma y estilo, con las palabras con que lo verbalice tu convicción interna. No aceptes aquello que no quieras para ti ni para la humanidad.


¡¡¡ Decreta ahora la Condición de Paz Mundial plena, externa e interna, y vive en paz interna desde el minuto siguiente!!!.

¡¡¡ Decreta ahora la Condición de Abundancia Plena, y vive con valor como aquel que no le falta de nada!!!.

¡¡¡ Decreta ahora la Condición de Paraíso en la Tierra, y empieza a disfrutarla desde el primer día!!!.


Somos Dioses.


En servicio y con amor.


Domingo Díaz Asensio

Coordinador General

AMYCS – Amor y Consciencia

Escuela de Iniciación y Crecimiento Espiritual

info@amycs.es – (+34)649102212 – www.amycs.es

POR FAVOR, DISTRIBUYE ESTA INFORMACIÓN A LOS CUATRO VIENTOS SI ASÍ LO SIENTES. Muchas gracias por adelantado.


3 comentarios

  1. ¡Gracias a ti , por ya haber decretado el paraiso en la tierra !

    yo creo profundamente en el decreto ,cada decreto es divino

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

xxx