La Oración por Yolanda Silva Solano

Rosa (Editora)

 

Tempo Dorado

El ser humano en general, sigue acordándose de orar cuando está acosado por los problemas o una pena lo aflige, pero ha olvidado el orar y agradecer a Dios por lo mucho que tiene y cuando está feliz, Dios está poco presente en su vida cotidiana y por eso el desconcierto de su existir y esa división malévola entre la espiritualidad y su vida material “Jesús lamentaba el hecho de que se encontrara tan poco espíritu de gratitud en las oraciones y culto de sus seguidores”.

“La oración puede ser una expresión espontánea de la conciencia de Dios, o una recitación sin sentido de las fórmulas teológicas. Puede ser la alabanza estática del alma conocedora de Dios o la obediencia esclava de un mortal dominado por el miedo. Es a veces expresión patética del deseo espiritual y a veces el grito flagrante de frases pías. La oración puede ser alabanza regocijada o humilde ruego de perdón”

“Muchos recurren a la oración sólo cuando están atribulados. Es una práctica engañosa e irreflexiva. Sí, haces bien en orar cuando algo te aflige, pero también debes, como hijo, hablar con el Padre cuando tu alma está serena. Que todas tus súplicas sinceras sean siempre en secreto, no permitas que los hombres escuchen tus oraciones personales. Las oraciones en expresión de la gratitud son apropiadas para los grupos de adoradores, pero la oración del alma es un asunto personal. No hay sino una forma de oración que es apropiada para todos los hijos de Dios y es : “a pesar de todo, que se haga Señor tu voluntad”

El ideal es que la oración fuese siempre, no un monólogo para pedir, sino que fuese más bien un diálogo que reflejara «la actitud del alma, en sus relaciones conscientes con su Creador.1603» “Jesús enseñó a sus seguidores a que, después de elevar sus oraciones al Padre, permanecieran en acallada receptividad por un tiempo, ofreciendo así al Espíritu residente, una mejor oportunidad para hablar al alma dispuesta a escuchar.»pues “la oración es el aliento del alma y debe conduciros a persistir en vuestro intento de conocer la voluntad del Padre. y vivir conforme a ella.

“La oración es una expresión enteramente personal y espontánea de la actitud del alma hacia el espíritu, el rezo debe ser la comunión de la filiación y la experiencia de la hermandad. La oración dictada por el espíritu, conduce al progreso de la vida espiritual cooperativo. La oración ideal es una forma de comunión espiritual que conduce a la adoración inteligente.» teniendo siempre en cuenta que «la adoración es la técnica de buscar en el Único, la inspiración para servir a muchos.» no puede quedarse sólo en el campo intelectual o emotivo.

“Cuando estés totalmente dedicado a hacer la voluntad del Padre en el cielo, recibirás la respuesta a todas tus súplicas, porque orarás en total y pleno acuerdo con la voluntad del Padre y la voluntad del Padre, se manifestará para siempre en todo su vasto universo. Lo que desea el hijo verdadero y lo que es voluntad del Padre infinito se hace realidad. Tal oración no puede permanecer sin respuesta y no hay otro tipo de súplica que pueda ser contestada plenamente” Pero debemos tener en cuenta que el tiempo de Dios es muy diferente al nuestro y que su visión de lo que es mejor para nosotros, puede diferir de lo que estamos deseando, pero entonces es cuando nuestra confianza y amor deben primar y «poner nuestro mañana en las manos de nuestro Padre y aprender a contentarnos cualquiera sea nuestra situación.1336» refugiados en nuestra fe y perseverancia, recordando además que todo, absolutamente todo tiene un periodo de gestación y que hay que saber darle tiempo al tiempo, porque «la oración no se puede emplear para evitar las postergaciones del tiempo ni para trascender los obstáculos del espacio.»

“Si la perseverancia gana el favor de un simple mortal, imaginaos cuanto más ganará vuestra perseverancia en el espíritu, el pan de la vida en las manos generosas del Padre de los cielos. Nuevamente os digo, pedid y se os dará, buscad y encontraréis, golpead y se os abrirá. Porque el que pide recibe, el que busca encuentra y el que golpea la puerta de la salvación, se le abrirá la puerta. Vuestra perseverancia, no es para ganar el favor de Dios, sino que cambiará vuestra actitud terrestre y ampliará la capacidad de vuestra alma para recibir el espíritu.»porque la «revelación deberá siempre limitarse a la capacidad del hombre para recibirla.»

«La oración puede ser el ruego infantil de lo imposible, o la súplica madura de crecimiento moral y poder espiritual. La solicitud puede ser por el pan de cada día o por el anhelo sincero de hallar a Dios y hacer su voluntad. Puede ser un pedido totalmente egoísta o un gesto verdadero y magnífico hacia la realización de la fraternidad altruista. » todo dependerá del grado evolutivo que la persona tenga y de su libre albedrío, porque «“la oración tiene el objeto de hacer que el hombre piense menos y que comprenda más. No está hecha para aumentar el conocimiento, sino más bien para ampliar el discernimiento” “La oración contribuye en gran medida al desarrollo del sentimiento religioso de una mente humana en evolución. Es una influencia poderosa que actúa para prevenir el aislamiento de la personalidad” porque «el aislamiento tiende a agotar la carga de energía del alma, por eso la asociación con los semejantes es esencial para mantener el entusiasmo por la vida e indisensable para la propia evolución, porque el temor, la envidia y el orgullo sólo pueden ser prevenidos mediante el contacto íntimo con otras mentes.

La oración para que sea efectiva, debe estar acompañada de la acción pues al igual que no basta que » las corrientes de aire sean ascendentes, el pájaro no podrá volar a menos que extienda sus alas.» nosotros tampoco obtendremos lo que deseamos si no ponemos todo nuestro esfuerzo y dedicación para conseguirlo. “No seas tan perezoso como para pedir a Dios que solucione tus dificultades, pero no vaciles jamás en pedirle sabiduría y fuerza espiritual para guiarte y sostenerte mientras atacas con resolución y valor los problemas que te aquejan” “La oración no debe prostituirse nunca, hasta el punto de volverse un sustituto a la acción. Toda oración ética es un estímulo a la acción y la guía progresiva por obtener los fines idealistas del logro del yo superior”

“La oración no es una técnica de escape de los conflictos sino más bien para crecer, al enfrentarse al conflicto mismo. Ora tan sólo por valores, no por cosas, por crecimiento, no por gratificación” La oración eleva al hombre, porque es una técnica de progresar mediante la utilización de las corrientes espirituales ascendentes del universo. La oración genuina aumenta el crecimiento espiritual, modifica las actitudes y produce esa satisfacción que proviene de la comunión con la divinidad. Es una explosión espontánea de la conciencia de Dios” “La oración más verdadera, es en realidad una comunión entre el hombre y su Hacedor” y por eso Jesús “estaba particularmente en contra de orar en público”. “El, enseñó a los doce, que debían orar siempre en secreto, que debían alejarse a solas, en la serenidad de la naturaleza o encerrarse en sus cuartos para orar «

Debemos orar con nuestras propias palabras y sentimientos, porque «“Jesús advirtió a sus seguidores que las oraciones no se volverían más eficaces mediante repeticiones elegantes, una fraseología elocuente, ni por el ayuno, la penitencia o los sacrificios. Exhortó a sus creyentes a que emplearan la oración como un medio para llegar a la verdadera adoración, mediante la acción de gracias” . y la comunión íntima con Dios, pero a sabiendas que «sólo un individuo con espíritu infantil puede pensar en intentar persuadir o presumir de cambiar a Dios”, pero si puede cambiar nuestra perspectiva de abordar los problemas que nos afligen, “recordad que, aunque la oración no cambia a Dios, muy frecuentemente efectúa grandes y duraderos cambios en el que ora con fe y confianza. La oración ha sido el antepasado de mucha paz mental, alegría, calma, valor, autodominio y justicia entre los hombres y las mujeres de las razas en evolución”

“El Maestro, no aprobaba plenamente la práctica de pronunciar oraciones establecidas y formales” porque “la oración es la técnica por la cual, más pronto o más tarde, toda religión se torna institucionalizada y con el tiempo se asocia con numerosas agencias secundarias, tales como los sacerdotes, los libros sagrados, los ritos de adoración y las ceremonias” el medio se toma como un fin, distorsionando así la verdadera oración transformándola en un rito.

Nuestras oraciones también deben ser coherentes con la realidad, no es posible ir a la luna en bicicleta por eso » Jesús nunca enseñó que pudieran obtenerse conocimientos y artes específicas humanas, mediante la oración. Pero si enseñó que la oración contribuye a ampliar la capacidad del ser, para recibir la presencia del espíritu divino. Cuando Jesús enseñó a sus asociados a que oraran en el espíritu y en la verdad, explicó que eso significaba orar con sinceridad y de acuerdo con el esclarecimiento de cada cual, orar de todo corazón, con inteligencia, con honestidad y con constancia” .

“Cuando oréis por los enfermos y los afligidos, no esperéis que vuestra súplica reemplace los cuidados amantes e inteligentes que estos seres afligidos necesitan. Orad por el bienestar de los familiares, amigos y compañeros, pero especialmente por los que os maldicen y haced súplicas amantes para los que os persiguen. Pero no te diré cuando debes orar. Sólo el espíritu que habita dentro de ti, te puede instar a que pronuncies las súplicas que mejor expresen tu relación íntima con el Padre de los espíritus” porque en la medida que en forma volitiva abramos el canal de comunicación con Dios. «la corriente constante del ministerio divino a las criaturas de los mundos, se hace inmediatamente disponible. Cuando el hombre escucha las palabras del espíritu de Dios dentro del corazón , existe inherente a esta experiencia el hecho de que Dios escucha simultáneamente la súplica del hombre”

Basado en las enseñanzas del Libro de Urantia.

Les comparto algo que me acaba de llegar «por casualidad» y que resume muy bien lo que he tratado de comunicarles acerca de la oración, pertenece a Martha Snell y dice:

A veces no oro con palabras

tomo mi corazón en mis manos

y lo alzo hacia el Señor

A veces no oro con palabras

mi espíritu se postra a Sus pies

y con Su mano sobre mi cabeza

nos comunicamos en dulce silencio

A veces no oro con palabras

pues estoy cansada y deseo reposar

y mi corazón encuentra todo lo que anhela

reposando sobre el dulce regazo de Jesús.

http://www.gabitogrupos.com/ElLibrodeUrantiaunCaminodeEvolucion/admin.php

http://www.egrupos.net/grupo/urantiachile

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

xxx