Aceptacion (Jupiter-Venus-Neptuno)
Introdución
En los textos espirituales se utiliza mucho la palabra aceptación, como aquel paso previo antes de poder ahondar con mayor efectividad en la auto-conciencia y su posterior reflejo en las experiencias de la vida.
En este articulo vamos a procurar pofundizar sobre dicho concepto, intentando relacionar sus aspectos mas psicológicos con sus diferentes expresiones astrologicas.
Jupiter – Venus -Neptuno
Estos tres planetas, sagrados, presiden en un horoscopo todo lo relacionado con la calidad-cualidad de nuestras emociones. Ellos son los encargados de darles “color” a nuestra emoción, ellos la sensibilizan e idealizan (Neptuno), la hacen generosa y incluyente (Jupiter), y la armonizan generando belleza (Venus).
Los aspectos mas basicos de nuestra personalidad, (Luna – Marte), son nutridos y motivados por ellos tres, condicionando y enriqueciendo así, a traves de las muchas vidas, nuestra sensibilidad, deseos, aspiraciones y valores.
Las cualidad sagrada de estos 3 planetas es la que ofrece profundidad a la emocion lunar, y al agresivo deseo marcial, conviertiendo a estas 2 fuerzas mas basicas en algo cada vez mas “noble” (mas receptivo y menos agresivo).
§ Jupiter (Rayo II) : muestra la expansión del Amor, su cumplimiento por generosidad y comprensión incluyente.
§ Venus (Rayo V): está en el centro, relacionando con su Luz mental las dualidades, y expresando con su sabiduria la belleza en la forma.
§ Neptuno (Rayo VI): es la base, el plexo solar donde se genera el poder motivador. La imaginación creadora que genera el sentimiento idealizado, antesala de la acción.
ACEPTACIÓN
Aceptación es una palabra relacionada con el aspecto emocional de la existencia. Aceptar algo implica comprender desde el corazón, pero esto es muy facil de decir y muy dificil de aplicar.
La palabra aceptación esconde tras ella algun tipo de frustración que, necesariamente nos aboca a aprender una nueva actitud mental, comprensiva y silenciosa, que sea capaz de pacificar nuestro convulso mundo emocional, atrapado en el deseo insatisfecho o excesivo.
Como sabemos, en la carta natal la principal dificultad generadora de frustración, viene escrita por Saturno, que nos muestra el tipo de patron mental-emotivo que se inmiscuye, una y otra vez, en el logro de lo deseado, como un impedimento.
Ahora bien, todo y que sabemos que la aceptación es una comprensión-empatica hacia nuestras dificultades y, que dicha comprensión nos debe conducir al silencio antes que a la acción, tambien sabemos que el nivel de dicha comprensión, dependerá mucho del tipo de conciencia que experimenta la dificultad.
Tipos de conciencia
Con animo de profundizar en el analisis de dicho concepto, enfocaremos nuestra reflexión en dos tipos conciencia muy diferentes, sin olvidar por eso, que entre los dos extremos hay muchos matizes.
§ Conciencia de Alma: “el Hijo prodigo retorna al Padre”.
El Ser incluyente – desapegado ejerce su dominio sobre los cuerpos instintivos. Manda el deseo de ejercer servicio altruista.
§ Conciencia de Personalidad: “el Hijo prodigo se aleja del Padre”.
El Ser egoista – centralizado condiciona a la conciencia.
Manda el deseo de la adquisición de experiencias materiales.
Fijemonos que los dos hijos son el mismo, pero uno esta polarizado en “tener (poseer) para el si”, y el otro, en “tener (ofrecer) para el Tu”. Se podria decir, en honor a los “dos hijos en Uno”, que para poder decir “yo soy tu”, primero hay que saber decir “yo soy”.
El Alma necesita a la Personalidad para expresar el amor incluyente, y la Personalidad necesita al Alma para purificar su poder activo.
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“el hijo que retorna”
Para la conciencia de Alma, el impedimento, es entendido como la «piedra angular», (oportunidad), que permite polarizar nuestra mente hacia las responsabilidades que nos genera nuestra sensibilidad o percepción del entorno.
La aceptación, en esta conciencia, es vivenciada como el silencio interior que acoge la comprensión de las necesidades mas inmediatas de nuestro medio ambiente. El aquí y el ahora, nos permite no pensar en el que será.
La responsabilidades hacia familares, amigos, necesitados, grupos espiritual …, se vuelven, gracias al silencio logrado, vitalmente dinámicas, y esta actitud, todo y constatar las dificultades, permite a la auto-conciencia identificarse con un deseo mas descentralizado e incluyente.
El deseo generador de frustración, pasa a un segundo plano, por no decir casi al olvido, y su posterior cumplimiento o incumplimiento no dependerá tanto de la lucha por conseguirlo, como de su derecho divino a ser manifestado. Este derecho divino, como se podria pensar, no tiene tanto a ver con la Ley del Karma, sino con el devenir de una comprensión profundamente honesta del significado de la frase de Jesus el Cristo: “primero realizad a Dios y lo demás se os dará por añadidura”.
Todo deseo no realizado siempre esconde un desequilibrio, un excesivo apego hacia las fuerzas «viejas», consideras ya caducas, frente al poder que ejercen las «mas nuevas». Esta relacion, genera muchos desajustes vividos en el reflejo de una personalidad desequilibrida. Lo «nuevo» demanda mayor atención y flexivilidad por parte de lo «viejo» y, en la medida en que el orden es establecido, asi puede ser vivida la dificultad como una oportunidad.
El impedimento es la posibilidad de integrar las «nuevas» energias que, demandan mas predominio de la mente inteligente frente al exceso de deseos materiales, o/i mas empatia amorosa frente al exceso de emoción centralizada, o/i mas actividad incluyente frente al exceso de acción idividualista. Lo «viejo» ya no es tan valido y es menester reflexionar antes de actuar.
La autoconmiseración, (sentido de propia culpa, complejo de inferioridad), en este tipo de conciencia, es un “peligro” que debe ser evitado, aplicando, con constancia, una actitud dinamico positiva hacia el entorno. La conciencia en constante atención, sabe que en la curación del hermano esta la propia curación.
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“el hijo que se aleja”
Para la conciencia de Personalidadel impedimento es vivido como una derrota, que permite, gracias al amor propio, reconducir las fuerzas hacia una personalidad cada vez mas centralizada.
La aceptación, en este caso, es entendida como el descanso o retirada para poder recargar pilas y volver a intentar lograr lo deseado mas tarde. La actitud, aquí, nos muestra una gran rebeldia inconsciente, pero por otro lado, esta inconsciencia es entendida como un derecho, una libertad necesaria, que ofrece el poder de seguir intentandolo.
En esta actitud repetitiva-compulsiva, el patron mental saturnino se inmiscuye una y otra vez, frustrando la acción, y generando, en la conciencia personal, la sensación de que la dificultad esta retando su amor-propio. Hay que ser valiente y no desfallecer, se dice a si misma este tipo de conciencia, mientras continua su lucha, motivada por su necesidad de adquirir poder de auto-expresión. Esta tozudez, por otra parte tan natural en ella, es la que le ofrecerá tarde o temprano la experiencia necesitada.
Hemos de pensar, por eso, que todo triunfo de un acto personal, experimentado en el momento y entorno adecuado, tiene todo el derecho a ser manifestado.
El rencor y la resignación, en este tipo de conciencia mas personal, es el “peligro”. Para evitar lo, la personalidad debe esforzar-se por encontrar su verdad: el noble deseo que permite obtener sus experiencias creadoras, y no fijar-se tanto, en enemigos imaginarios que impiden la realización, o, en prestar atención, (bajar los brazos), al miedo a la repetición del fracaso.
Cuando la mayor ejerce su poder incluyendo a la menor.
Visto desde un punto de vista mas elevado, la Conciencia del Alma, incluye a la conciencia personal, ya que, en sus reflexiones, el Alma no es separatista, teniendo en cuenta, para sus actividades, tanto las necesidades del entorno como las suyas mas propias, incluidas las personales.
El Alma sabe que la personalidad debe ser respetada, el Alma, necesita para su expresión una personalidad equibrada e integrada, y por tanto, en la medida en que las necesidades de esta dejan de ser excesivamente egoistas, el Alma las incluye es sus planes de expresión.
Desde al Alma, y tambien en cierta medida desde la personalidad, la aceptación es elevar los poderes del plexo solar al corazon, a traves de la correcta actitud mental.
Hay que recordar que en el plexo solar, es donde reside el cerebro animal, y su poder reactivo-defensivo. Aquí, es donde el poder de Venus se deja notar, ofreciendo con su luminosa mente, (la mente luminosa es la mente condicionada por el Alma – el analisis incluyente), un plexo solar masneptuniano y menos marcial, mas sensible y menos agresivo, donde los deseos mas emotivo-agresivos se convierten en poderosas devociones e ideales a seguir que paulatinamente iran llamando a la puerta del corazón-Jupiter, para expresar desde allí, la generosidad innata, expansiva e incluyente, de toda Alma desapegada de los deseos mas egoistas de su personalidad.
En Neptuno – Venus – Jupiterse esconde la energía capaz de matizar la emoción, ofreciendole un nuevo hogar, donde serán acogidas todas las tristezas y llevadas a la Luz de la Comprensión Empatica. El lugar donde el sentimiento es la expresión de la intuición.
Finalizamos con unas palabras de Alice Bailey, que como siempre sintetizan muy adecuadamente la problematica expuesta:
“… han de amar a sus semejantes, pero no como la persona de sexto rayo**, con devoción separatista, sino como la de segundo rayo con una apreciación cabal de la humanidad, un corazón comprensivo, más una mente analítica, que ama firmemente a pesar del error constatado, con una clara percepción del «haber y el debe» de un individuo o de una raza ..”
“Espejismo (Glamour)”Pag: 172
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**la cualidad del 6Rayo, en si misma no es negativa, lo que ocurre es que muy a menudo el exceso de identificación con las emociones o devociones mas personalistas, genera actitudes muy alejadas de la verdadera luz de este rayo. El 6R bien entendido es la luz del ideal sensible, la luz del valor divino que nos hace avanzar, el crecimiento del arbol que busca la luz solar.
David C.M. ( logos.astrologiaesoterica@gamil.com )