El Sol se encontrará en Capricornio del 22 de diciembre al 20 de Enero

CAPRICORNIO
(22 Diciembre – 20 Enero)

Luna Llena: Hora exacta 2:15 del lunes 24 de Diciembre
Luna Nueva: Hora inicio fase: 11:27 del lunes 7 de Enero

Lema: «Estoy perdido en la Luz Suprema y a esa Luz doy la espalda»
Rayos: 1, 3 y 7
Regente Exotérico: Saturno (3er Rayo)
Regente Esotérico: Saturno (3er Rayo)
Regente Jerárquico: Venus (5to Rayo)

Capricornio nos anuncia el solsticio de invierno, donde los días comienzan a alargar y empieza un nuevo ciclo. Es el recorrido que va de Capricornio a Cáncer considerado como el periodo entre el crepúsculo y el amanecer llamado «El Divino arco Sagrado», esto ocurre las horas de media noche del 21 al 22/12 de cada año.

También anuncia diariamente el amanecer, la entrada de la luz, las horas donde se puede recibir más energía. Y en nuestra conciencia representa el «nacimiento de Cristo», «El nacimiento del niño», «La iniciación», «El renacimiento», siempre y cuando estemos preparados para tal acontecimiento, entonces nuestra conciencia a superado la noche, la oscuridad de la inconsciencia, se han superado las pruebas de Saturno (su regente), cuya misión es preparar al aspirante con continuas pruebas (nuestras propias limitaciones), y solo cuando se han superado nos abre las puertas del Templo «La iniciación». Por eso el nacimiento del gran Maestro Jesús esta en sintonía con este gran ritual del tiempo, y también por eso se le llama «El Salvador».

Este signo en todas las culturas y civilizaciones, ha sido siempre muy venerado, por la energía de la oportunidad que nos ofrece, para morir en lo material y renacer en lo espiritual. Ya en Egipto este signo estaba representado por el Dios «Annubis» (El Dios de los muertos) era el encargado de pesar el alma a los difuntos y ver la cantidad de materia/sutilidad que tenían. En Grecia era el Dios «Pan» con cuernos y patas de macho cabrio que mas tarde los templarios lo llamaron «Baphomet», y los Cristianos lo convirtieron en «Satán», toda esta simbología expresa los aspectos mas densos de la materia que corresponden a las vibraciones mas bajas de Saturno, por eso el principal trabajo en Capricornio es el deseo de liberarse de las ataduras de los cuerpos inferiores para llegar a adquirir la túnica blanca (el cuerpo de luz).

Capricornio es el opuesto de Cáncer y ambos signos constituyen las dos puertas del nacimiento. En Cáncer es el nacimiento a la materia, la encarnación en este mundo y Capricornio es el nacimiento espiritual «La iniciación», por eso lo que en Cáncer es instinto en Capricornio es inspiración que en el camino correcto se convierte en intuición. Cáncer representa la madre, y Capricornio el padre.

Según el nivel de evolución este signo esta representado por 3 símbolos:
-La cabra: Es el hombre dominado por la ambición personal y por el deseo a las cosas materiales, su expresión está en la tierra y está regido por Saturno en sus vibraciones mas básicas.
El cocodrilo: su expresión está en el agua y en la tierra. La tierra ata con los deseos materiales y de los sentidos, y el agua con las emociones y nuestros valores de la vida. El trabajo de este nivel es controlar la personalidad, y el regente también es Saturno.
El Unicornio: Símbolo del iniciado, el cuerno expresa la uní dirección, tiene decisión, determinación y voluntad, aquí el regente es Venus (porque cuando se han superado las pruebas de Saturno, este nos entrega al Venus elevado), es en este punto donde se cumple la nota clave del signo «Estoy perdido en la luz suprema, y a esa luz doy la espalda» porque si nos quedamos en la luz esta nos puede cegar y perdernos en los espejismos, hay que dar la espalda para poder llevarla como un reflejo a los demás a través del servicio a la humanidad y así poder mostrar el camino hacia su cumbre, como hacía el M. Jesús, «el Salvador».
Capricornio ocupa la casa 10 el punto más alto de la carta, tal como pueden llegar a ser nuestras altas metas espirituales. También el punto más alto al que hemos llegado, o sea un final de ciclo, porque luego al descender comenzamos otro ciclo, un nuevo estado de conciencia, así es como debemos interpretar el paso del año viejo al año nuevo regido por este signo. El nº 10 también es el nº del equilibrio de la perfección, al igual que el amanecer los rayos del sol llevan el equilibrio de la materia y el espíritu, de oscuridad y de luz, de masculino y femenino, como tal representa el perfecto estado del hombre definido como «Yogui».

Todos estos pensamientos y reflexiones nos deben acompañar en este mes de Capricornio.
Feliz y consciente entrada de año.

SATURNO
REGENTE ESOTÉRICO DE CAPRICORNIO

Hasta el siglo XVIII, Saturno marcaba el límite del Sistema Solar y se le ha considerado desde la antigüedad el planeta de la limitación.

Rige la forma, el esqueleto, la concentración y la restricción, esto está representado por los anillos que rodean a Saturno, así que su expansión es hacia dentro por ello inhibe nuestra expresión, nuestra expansión.

Saturno nos estructura, disciplina, representa el deber, la obligación, estabiliza, allí donde está pone orden. Dónde está Saturno nos hace parecer inadecuados para que desarrollemos la confianza en nosotros mismos y así sobrepasemos nuestros límites. Allí dónde esté surgen obstáculos que es preciso superar y comportaran un verdadero crecimiento, con Saturno no se nos regala nada, es la manera de realizar algo que permanezca. El dolor y el aprisionamiento son las herramientas de Saturno. Los límites y controles actúan como protección y a medida que desarrollamos el entendimiento los límites se van ampliando. Nosotros mismos, nuestra mente construye los muros, lo que no nos gusta, los puntos de vista de la personalidad es la limitación de Saturno, hasta no estar centrados en el Alma no podremos ver toda la Verdad.

Hay que trabajar con Saturno y no contra Saturno, si lo vemos como frustración se volverá negativo para nosotros. Saturno es el Maestro y sólo es efectivo si hacemos los «deberes». Saturno siempre enseña alguna lección y si no se diesen circunstancias difíciles no aprenderíamos, así pues se vuelve, con el tiempo, riqueza adquirida, lo que ganamos permanece, ya es nuestro. Lo que no podemos evitar hemos de aceptarlo y disfrutar si podemos. Saturno es el señor del tiempo. Sentimos demora porque esperamos que ocurra algo y no llega… cuando hay expectativas tenemos decepción, desilusión y los obstáculos, que son el agente externo. Aceptar es el modo de trabajar con Saturno, si nos enfadamos, nos deprimimos… además de no solucionar nada, perdemos energía. El tiempo encierra las soluciones a los problemas. Todo tiene un tiempo. Tenemos que esperar.

Aceptar lo que nos llega. Practicar cada día la Ley de Aceptación en los asuntos de la vida.
Saturno es un planeta sagrado que trasmite la energía del 3er. Rayo de Inteligencia Activa, es el regente exotérico y esotérico de Capricornio y el regente jerárquico de Libra en cuyo signo está exaltado.

Saturno es el planeta del discipulado y de la oportunidad, es el cincel para construir el carácter, integrar la personalidad y conducirnos al Yo Superior.

«Los discípulos que están en el sendero del discipulado son fuertemente influidos por Mercurio y Saturno: Uno trae iluminación, el otro ofrece oportunidades.

Saturno es el Señor del Karma, el que impone la retribución y demanda el pago de todas las deudas, por lo tanto, nos condena a la lucha por la existencia, tanto desde el aspecto forma como desde el aspecto alma… el poder de Saturno termina totalmente y su trabajo queda realizado cuando el hombre (el hombre espiritual) se ha liberado del karma o del poder de las dos cruces, la Común y la Fija. Esotéricamente Saturno no puede seguir al hombre hasta la Cruz Cardinal.

Saturno es el planeta del discipulado y de la oportunidad; está hoy extremadamente activo, presentando al discípulo mundial esas situaciones y crisis difíciles que demandarán una libre elección, discriminación precursora, respuesta inteligente y correcta decisión, produciendo así la destrucción de lo que obstaculiza, sin abandonar los verdaderos valores de los cuales puede ser consciente la humanidad. El discípulo individual ha enfrentado siempre estas circunstancias condicionantes y liberadoras, y la humanidad se encuentra hoy en la misma situación. (Astrol. Esotérica A. A Bailey).