Amada Kwan Yin – Diosa de la Misericordia – Acerca de la Dispensación de la Llama de la Misericordia – La Llama Violeta – ¡preparáos!

Amados Corazones,

He esperado durante mucho tiempo para que comprendáis quién sois en Dios y así yo pueda atravesar el velo y traer la Misericordia Divina que tanto se necesita en vuestro mundo. Sí, aquí estoy. Yo soy una Bodisatva y estoy aquí en la Tierra, decidida a quedarme con cada hijo e hija de Dios, con cada niño de la Luz, hasta que éstos logren su ascensión.

Sin embargo yo, como una representante Divina de la Misericordia, debo hacer lo que es más misericordioso para el alma. Y esto es retirarme y permitir que las fuerzas que vosotros habéis desencadenado en vuestras vidas os venzan, para que podáis ver cuáles son las carencias o necesidades de vuestro ser.

Muchos de vosotros habéis estado en el sendero espiritual durante muchos años. Algunos de vosotros durante casi toda vuestra vida. Algunos de vosotros os habéis unido recientemente pero, siempre habéis estado en el sendero, incluso cuando no teníais una percepción externa de haberlo estado.

El sendero de la Vida consiste en vivir y todos vosotros estáis viviendo. Pero, ¿en qué medida estáis viviendo? Esa es la pregunta. Algunos de vosotros vivís en los niveles más bajos del ser, manejando problemas de subsistencia mundanos -consiguiendo las provisiones para comer, un techo sobre vuestras cabezas y manteniendo vuestro estándar físico de vida.

Pero el sendero es mucho más que las provisiones físicas del cuerpo y el entretenimiento de la mente y de los deseos. Sois un Alma Viviente, porque vuestra alma fue creada luego de la caída en la conciencia de la dualidad. Sin embargo, esa alma es el potencial de la belleza interior de la Luz de la Madre dentro de vosotros. Allí, en esa Luz de la Madre, existís como un Alma Viviente. Sin embargo, muchos de vosotros habéis dejado de alimentar y nutrir vuestras partes vivientes. Gastáis tiempo nutriendo vuestras necesidades físicas, las necesidades externas, ¡mientras que abandonáis al Verdadero Vosotros interior!

Llamo vuestra atención al hecho de que he venido porque he venido a nutrir al alma. Vuestro cuerpo físico tiene necesidades y este cuerpo está al final de la cadena en la espiritualidad. Si tenéis un problema físico es porque tenéis un problema en los cuerpos superiores. O bien vuestros deseos están torcidos o vuestra mente está fuera del control del Ser Divino. Entonces, vengo a vosotros en este momento con la esperanza de que estéis listos para escuchar lo que tengo que decir y que retoméis el tema desde donde lo dejamos hace muchos años, cuando entregué mi Rosario a la Madre de la Llama, Elizabeth Clare Prophet, en el Summit Lighthouse. Ese Rosario fue entregado para permitir que la plena capacidad de la Misericordia Divina llenara el cuerpo, la mente y el alma de cada uno de los que hiciera ese Rosario. Y funcionó, por un tiempo, hasta que la Misericordia Divina empezó a funcionar como un retiro de la Luz de la Misericordia para aquellos que mal-utilizan esa Luz.

Porque no sería misericordioso de parte de Dios que os colocara en las manos un don que creara más karma para vosotros. La idea del don de la misericordia consiste en permitir que el alma trascienda las limitaciones de la mente carnal y del cuerpo del deseo desenfrenado y que tome de nuevo el comando de los cuatro cuerpos inferiores. Para muchos de vosotros, el alma no está en control de vuestros cuatro cuerpos inferiores. Para ayudar al alma, se entregó a la Madre de la Llama la dispensación de los Rosarios de la misericordia con el fin de que, bajo su guía, el alma pudiera ser instruida por Dios sobre lo que se requiere para retomar el control de los cuerpos.

La meta es la entrega La dispensación fue un éxito para aquellos que la utilizaron y quisieron utilizarla para obtener la victoria de su propio Ser Divino. Tristemente, la mayoría de aquellos que utilizaron mi Rosario aún continúan atrapados en la conciencia de la dualidad que rige sus mentes. Estas personas no pudieron colocar de nuevo el control en manos de su alma, quien, en últimas, tiene como meta entregarlo a las manos de su Director Divino, su Presencia YO SOY.

Pero de aquellos que utilizaron mis Rosarios y los utilizaron para que el alma retomara el control, unos pocos llegaron al estado de entrega del alma al YO SOY. Y es por esos pocos que yo puedo venir hoy a compartir con vosotros la esperanza de que, de nuevo, se me otorgará una dispensación que permitirá utilizar a la Misericordia Divina para liberar a vuestras almas de ataduras. Sin embargo, debo tener la plataforma para obtener esa dispensación. Una dispensación es otorgada cuando un Ser Cósmico pide que nuestros logros obtenidos sean utilizados como un colateral para que se pueda intervenir en beneficio de las almas que están evolucionando.

Esta dispensación debe establecerse de un modo tal que no sólo ayudará a las almas sino que también elevará la conciencia de todo un planeta. Y así veis cómo fue entregada a Guy Ballard y al movimiento YO SOY la dispensación de la Llama Violeta. Hasta ese entonces, la Llama Violeta era conocida por adeptos que habían logrado un cierto nivel de conciencia y podían tener acceso a los planos superiores para recibir sus dispensaciones personales.

La Llama Violeta es un regalo. Es un regalo del más alto orden. No existe otro regalo en este planeta que pueda hacer tanto con tan poco esfuerzo.

¡Y cuánto gozo produce hacer llamados de Llama Violeta y complacerse en esa Llama y sentir el fuego quemando la densidad, las impurezas y los deshechos que encierran vuestros cuatro cuerpos inferiores y la Tierra! Es una Llama gozosa. Es una Llama que transmuta. Es una llama de misericordia. Y es ahí donde yo entro a jugar mi parte. Yo entrego el aspecto de la misericordia de esa Llama. Yo Soy la Misericordia Divina. Ese es mi cargo y mi Ser. Yo dispenso misericordia donde sea y cuando sea necesitada bajo la dirección del YO SOY. Pero, no la entregaré donde, en últimas, un daño mayor pueda llegar a resultar. Y esta es la razón por la que el Director Divino del YO SOY en vosotros y en mí es capaz de dirigir esa Llama y nosotros no necesitamos dirigirla. Tan sólo necesitamos Serla.

Existe una diferencia sutil entre hacer y ser. Y la diferencia sutil puede sacaros del sendero de la rectitud y llevaros hacia el sendero de la oscuridad, el cual no os conducirá de regreso a vuestro hogar. De eso se trata la Llama de la Misericordia. Deseo veros regresar a vuestro hogar. Vosotros deseáis retornar a vuestro hogar. La Llama de la Misericordia os llevará allí. Pero la Llama de la Misericordia no hará el trabajo por vosotros. En eso no consiste la misericordia. La misericordia es la intercesión Divina que permite a las fuerzas que os asaltan, las fuerzas que vosotros desencadenáis y que no son inspiradas por Dios, que sean dejadas de lado para que vosotros podáis apreciar lo erróneo de vuestros caminos y toméis la decisión de detener ese error y seguir la Voluntad de Dios. Pero si utilizáis esa Misericordia Divina para ayudaros a dejar vuestros errores y luego continuáis cometiéndolos de nuevo una y otra vez, sería muy inmisericordioso permitir el continuo abuso y la mala utilización del regalo.

Vengo con un regalo pero, no puedo entregarlo hasta que existan recipientes para recibir ese regalo. Y lo que tiene que verse es que vuestros corazones estén deseando algo más de lo que vuestras mentes desean controlar. ¿Veis, amados? La mente es vuestro enemigo y yo no estoy hablando de la Mente de Dios. La mente de la que estoy hablando es la mente que os condujo a la conciencia del pecado, la que condujo a Caín a matar a su hermano Abel. La mente que os dice que no tenéis que escuchar al Dios YO SOY cuando os dirige sino que ella os dirigirá de manera correcta. ¿En dónde hubiese creado Dios una mente que fuera separada de Sí mismo? ¡No lo hubiese hecho! Y esa mente está separada de Él. Sólo existe la Mente de Dios. En esa Mente existen ciertas leyes y principios que mantienen el orden y la paz bajo la dirección del Legislador. El Legislador es la Voluntad. Todo proviene de esa Voluntad. Si os salís de esa Voluntad, os salís del Ser Divino. ¿Y cómo podéis estar por fuera de Dios? Simplemente, os salís de su Voluntad.

El Vacío
Existe la oscuridad externa. Existe un espacio en Dios donde Su Luz se aisla, creando un espacio para llenar a través de la Voluntad deseando Más. Para llenar ese espacio, la Voluntad es guiada hacia qué crear a través del desear Más. Y esa creación llena el Vacío, llena el espacio de Dios Siendo. Pero si os salís de esa Voluntad, no estáis en la creación, estáis en el Vacío. Estáis en el espacio vacío sin el Ser. En consecuencia, estáis por fuera de Dios Siendo. Estáis por fuera del Amor de Dios, de la Luz de la Madre, de la Llama del Siendo YO SOY. En ese Vacío no existe la Luz, no existe el Amor, no existe el Poder. Podéis existir en ese Vacío por un tiempo pero, eventualmente, la Luz alcanzará al espacio y llenará ese espacio y seréis consumidos por la Luz. Y si no estáis Siendo, el Siendo os consumirá porque la única identidad en Dios es el Siendo. Por consiguiente, dejaréis de existir y seréis tragados por la Luz del Siendo YO SOY.

Si eso es lo que deseáis, vivir en este Vacío y un día ser tragados y no ser más, es vuestra decisión bajo la Ley del Libre Albedrío. Mas no podemos daros la mano de la Misericordia si vemos que ese es vuestro deseo. Podemos ser la Luz que guía para mostraros otro camino pero, finalmente, debéis elegir si seguiréis o no esa Luz y el Sendero del Ser.

Sin embargo, aquellos que pueden estar en la oscuridad externa, en el Vacío, sin Luz, pero cuyas manos están estiradas y las vemos tratando de encontrar una salida, podemos extenderles la mano de la misericordia. Podemos enviarles la Llama Violeta. Podemos utilizar todo tipo de dispensación y de regalo porque vemos el corazón y el deseo de liberarse del Vacío. Podemos interceder por estas almas, estos seres extraviados, de manera legal, tal como hemos intercedido en el pasado. Pero incluso en esos casos, estos seres extraviados son ayudados a salir a la Luz y, algunas veces, regresan a sus viejas andanzas que fueron las que, para empezar, los llevaron a la oscuridad externa.Esa es su decisión. Pero es probable que ya no volvamos a interceder. Y si lo hiciéramos, perderíamos la oportunidad de ayudar a aquellos que realmente desean ser libres en la Luz del Ser. Tenemos que utilizar nuestra energía sabiamente. Tenemos que recibir algo a cambio. No debemos enterrar nuestros talentos en un terreno inactivo que no producirá ningún fruto.

Vosotros, amados míos, comprendéis bien por qué debe ser así. No es que nuestros corazones no sean misericordiosos. Nosotros estamos llenos de misericordia y estamos llenos, hasta el tope, de esa misericordia. Pero no debemos verter ese vino del Espíritu Viviente en un terreno estéril que no es un recipiente apropiado para contener ese Espíritu. Debe existir un vehículo que esté preparado para sostener ese Espíritu. ¿Veis amados míos? ¿Veis que el terreno no puede siquiera absorber el vino cuando está tan endurecido como una roca? Tan sólo se derramará y se irá de las áreas endurecidas y se perderá porque no tiene una dirección que indique hacia dónde necesita fluir.

Por consiguiente, debéis ser un recipiente para recibir al Espíritu Viviente y los regalos que nosotros traemos. Debéis ser como la novia que está lista con su traje de bodas de Luz, que es lo que el traje blanco de boda representa. Debéis preparar vuestro templo para que sea el cáliz que sostenga los regalos que os hemos ofrecido y que traemos. ¿Y cómo os preparáis a vosotros mismos para convertiros en un cáliz? Os moldeáis a vosotros mismos bajo la forma de un cáliz. Y, por consiguiente, tenéis que formar un recipiente que tenga una forma ahuecada para que podamos verter allí el vino. Y os excaváis a vosotros mismos renunciando a aquello que pertenezca a la oscuridad total. Simplemente lo entregáis a la Luz del Siendo YO SOY. Lográis eso mediante rituales, mediante el deseo, mediante la fuerza de voluntad. De cualquier manera que podáis imaginar, debéis vaciaros a vosotros mismos de todo lo que sea irreal, para que podáis llenar vuestros recipientes con la Luz que, muy rápidamente, consumirá toda esa oscuridad externa y ya no será más una oscuridad para sí misma.

Vendré de nuevo, pero necesito ver los corazones preparados, los recipientes preparados para mi llegada. YO SOY la Misericordia Divina. Lo que necesitáis es mi Misericordia, que es la Misericordia de Dios. Yo podré entregar esa misericordia a aquellos de vosotros que imploréis la intercesión cuando estéis llorando por el dolor y la congoja que os producen las malas creaciones de vuestra vida. Yo anhelo fervientemente interceder. Yo anhelo traer esa Misericordia. Yo anhelo traeros la liberación para que podáis ser llenados con la Luz del Siendo YO SOY.

Orad a mí, pero primero orad a Dios para que podáis renunciar al sentido de separación de Él. Orad para que vuestros cálices se preparen desocupándoos vosotros mismos. Orad a Dios por Su Paz. Porque vuestros corazones necesitan esa paz para poder entregarse a la Voluntad de Dios.

YO SOY ESE YO SOY Misericordia Divina. Os dejo con una pequeña porción de mi paz, que a lo mejor se convierte en la semilla que prenda los fuegos de la paz dentro de vuestros corazones. Nutrid esa paz. Permitidle crecer dentro de vuestros corazones hasta que seáis consumidos por la paz y nada pueda disturbar vuestro sentimiento de paz. Allí es donde hay que Ser. Allí es donde necesitáis Ser. Allí es donde YO SOY.

YO SOY Kwan Yin. Podéis encontrarme dentro de vuestro corazón. Me encontraréis en la Paz.