Antigua leyenda sobre Dios y la creación del Universo, por el Prof. Saile Selbor

Claudio Alvarez

Cosmos
Dice una poco difundida Leyenda Hermética, que hace miles de millones de años, nuestro actual Universo no era lo que es, pues este estaba constituido por una especie de inmensa pecera rectangular en cuyo interior funcionaba una estructura físico-energética bien organizada.

En el interior había un inmenso y descomunal planeta, alrededor del cual giraban siete maravillosas Estrellas.

Estas y el Planeta a su vez lo hacían alrededor de otra Estrella cuyo volumen y fuerza era millones de veces superior al conjunto del Planeta y las siete Estrellas.

Dicho Planeta estaba habitado por millones de pequeñas Energías que eran regidas por las siete Estrellas o Energías Superiores. Todas a su vez dependían de la Energía Superior o Estrella-matriz a la que muy bien se la podría definir por: Concepto Dios.

La vida de estos Seres era Eterna. Su desgaste energético era directamente absorbido de cualquiera de las siete Estrellas:

La primera Estrella poseía la Fuerza.

La segunda la Sabiduría.

La tercera la Información.

La cuarta la Coordinación.

La quinta el Poder.

La sexta la Materia. Era ésta última la responsable de crear medios para que dicho Planeta, las pequeñas Energías y las siete Estrellas en su conjunto estuviesen en cada momento en perfecto equilibrio con la Energía Superior o Fuerza Universal y Cósmica.

Por último, la séptima, era una Estrella pasiva, aunque tenía una misión muy importante: tener informada a la Estrella Superior de cualquier anomalía que surgiese si ésta ponía en peligro el equilibrio o armonía de todo el conjunto.

Vivir en aquel lugar resultaba maravilloso, no existían formas físicas, carecían de necesidades biológicas, no conocían el sexo, y lo compartían todo, sabían lo que era amor, disfrutaban de la amistad, eran inmensamente leales y todos se consideraban iguales y a la vez diferentes, eran profundamente libres y su poder de improvisación era tal que podían en determinados momentos sentirse ave, pez o caminante sólo por el simple impulso de desearlo. Ellas amaban a la Energía Superior. Ella los adoraba y todos tenían claro que eran parte de Ella.

Eran conscientes de que lo podían poseer todo a pesar de que nada les pertenecía. Había Energías que sobrepasaban el billón de años y otras que apenas si tenían días, aún así, todas disfrutaban de inteligencia plena desde el primer momento de ser creadas por la Energía Superior. Para ellas, vivir era maravilloso y como era de esperar, lo bueno no es eterno, fue la séptima Estrella conocida en nuestro Mundo como “Ángel de los Abismos”, la que motivada por su eterno aburrimiento, decidió pensar algo que le permitiese llamar la atención de la Energía Superior, para que Esta a su vez recapacitara y le diese responsabilidad para hacer frente a su infinito aburrimiento.

Fue trabajando con ideas y experimentos a las otras seis Estrellas y a multitud de aquellas pequeñas Energías. Pudo convencer a la primera, la quinta y sexta estrellas. La segunda, tercera (Akhineht) y cuarta, informaron a la Energía Superior y se pusieron bajo su control. La Energía Superior intuyó la autodestrucción de su Creación y reaccionó como era de esperar: Construyó un Universo Paralelo (Gloria) y, a Él se trasladó, no sin antes ordenar a sus tres Estrellas que reabsorbiesen Energéticamente a todas y cada una de esas pequeñas Energías del Gran Planeta.

A las otras tres Estrellas esa actitud las llamó la atención y comenzaron a hacer lo mismo. Como era de esperar, llegaron confrontaciones energéticas. Y Fueron tan terribles estas reacciones que llegaron a generar un impacto en dicha multidimensional pecera, equivalente a la explosión de miles de millones de bombas atómicas. Esto fragmentó al Planeta y lo hizo de tal forma, que dice la leyenda que nuestro actual Universo es su resultado.

La Energía Superior no permitió que los Espíritus Inferiores, a los que sus tres Estrellas no pudieron rescatar, que quedasen inmersos eternamente en los Abismos del Universo. De común acuerdo con Ellas y el resto de sus Guardianes leales del Universo Ella dio opción a la Microenergía que lo deseara, para que durante un determinado período esta pudiese lograr eliminar la influencia negativa que durante su permanencia en los Abismos de la Oscuridad, esta podía haber absorbido.

Para conseguirlo decidió introducir a los que lo desearan, en microscópicos fragmentos de materia de aquel disperso e inmenso Planeta. Con ello creó lo que muchos de nosotros entendemos por Seres Vivos. Si lo aceptaban quedaban limitados. El estableció un período máximo de permanencia físico energética de unos setecientos años. La única condición que impuso, fue que sólo Él, a través de sus tres Estrellas o, de sus Guardianes controlaría dichos ciclos.

La Cruz de Akhineht

Continúa diciendo esta leyenda que hace algunos miles de millones de años, Dios, después de la autodestrucción del Universo y, después de crear la Gloria, para Él poder controlar el caos y con ello evitar que éste afectase a su nueva Creación, decidió dejar a un nutrido y variado grupo de sus Ángeles o, “Guardianes”, en los Abismos del Universo.

Como misión deberían ayudar a esas miles de millones de pequeñas Energías, las que después de la Gran Explosión quedaron dispersas por nuestro actual Universo.

Para diferenciar a estos Ángeles, de los de los Abismos o Ángeles de la Destrucción, Dios les entregó un Triángulo a través del cual Él, desde su interior sería capaz de observar y realizar multitud de cosas, si ellos se lo pedían.

Este Sagrado Objeto era un medio de conexión de los Ángeles con Dios y viceversa, así como un símbolo de protección para los Guardianes del Universo.

Fueron necesarios algunos millones de años más (muerte física de Akhineht) para que Dios decidiese añadir una cruz en el ángulo superior de dicho distintivo.

Akhineht era el nombre de una de aquellas Estrellas originales, por la cual Dios sentía una gran complacencia, hasta tal extremo, que continúa diciendo la leyenda, Él le ofrecía en determinadas ocasiones, la posibilidad de ayudar a Seres Reencarnados (Humanos) que estaban en apuros.

Akhineht, a pesar de sus privilegios y su milenaria experiencia, cometió un lógico e incoherente error: quiso sentirse humano. Ansiaba saber y entender desde dentro, como humano, el porqué de nuestra forma de ser, de hacer o sentir y lo consiguió.

Dios era ajeno a tan descabellada y peligrosa pretensión.

Como era de esperar, logró su objetivo, se hizo humano, pero fue tan grande y tan corta su experiencia que después de su terrible muerte física, su Energía y su tremenda fuerza Cósmica quedaron fragmentados y dispersos en el interior de cada uno de los Seres que pueblan nuestro rectangular y actual fragmentado Universo.

En él último instante de su vida Akhineht pidió perdón y ayuda a Dios y como era de esperar, Él se enfadó, y fue después de su comprensible enfado, cuando para premiar el inmenso amor de Akhineht hacia esos desprotegidos Seres, le concedió la oportunidad de, poco a poco, ir recuperando para Él dichos Espíritus y su propia Energía. Es por eso que dice tan curiosa leyenda que lo que en realidad cada uno de nosotros llevamos dentro, además de nuestro propio Espíritu, es un fragmento de ese maravilloso Ser, del que su audacia y amor dicen que llegaron a tanto, que por nosotros fue capaz de convertirse en humano, sufrir y morir en una cruz. Y lo consintió con un solo fin, el de entendernos mejor para podernos ayudar más.

Cuando en la actualidad alguien utiliza la Cruz de Akhineht, ésta es una forma psicológica de demostración de gratitud hacia un Ser supuestamente imaginario que por amor, dicen que fue capaz de perder su libertad.

——————————

Autor: profesor Saile Selbor (Contacto: progres.i.natura@gmail.com)

Mi reflexión: Has de pensar siempre que cada momento de tu vida será algo diferente. Intenta aprender a reflexionar y sobre todo a crear las condiciones idóneas para que ese instante no sea negativo. Piensa que la vida en sí, es un continuo aprendizaje. Que todo, en una fracción de segundo después ya es pasado. Y hasta incluso, en el último instante de tu vida aprenderás algo nuevo, que también después será pasado y con el tiempo olvido:

”Aprenderás a morirte”. Si yo no hubiese tenido relación con el descubrimiento de esta leyenda y solo fuese un lector más de esta Leyenda, te puedo asegurar que en estos momentos me lo habría leído un montón de veces y hubiese llegado a la conclusión ¿posiblemente?: la de dar más credibilidad a estas leyendas (la de Akhineht y la de Emigrantes del Cosmos) que al origen del Universo y al Diluvio Universal con el Arca de Noé incluidos.

Mi consejo: Es que si estás interesada(o) en el tema del origen del Universo y su posterior evolución e investigas, te vas a sorprender de la gran cantidad de coincidencias que te vas a encontrar entre el Dios en el que muchos creen conocer, el origen del Universo y esta curiosa y hermética Leyenda.

Blog de procedencia: http://inmensidadmental.wordpress.com

Autor: Elías Robles (profesor Saile Selbor)

Mil gracias y mi Eterna Amistad hacía Ustedes.

Elías Robles

5 comentarios

  1. Acabo de visitar vuestra página: Ley.cosmica.org y he de deciros que me ha encantado.

    Os invito a visitar la mia y a que me deis vuestra opinión y como a Bety, si teneis alguna duda sobre esta leyenda, a que me lo comenteis.

    Un cordial saludo y Paz Universal para todos vosotros.

    Elías

  2. Hola Bety: Me alegro que te agrade. Espero, si lo deseas, que me des tu opinión y me comentes tus posibles dudas sobre esta leyenda.

    Un cordial saludo y mi paz interior para todos vosotros.

    Elías.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

xxx