Aspectos Femeninos de la Psique humana – Parte 1
Este artículo estará basado en las enseñanzas de Robert Johnson, quien a partir del mito de Eros y de Psique intentó ejemplificar los aspectos femeninos de la psique, tanto en hombres como en mujeres. Por lo que este escrito consistirá en transmitir el funcionamiento de la psique humana acentuándose en los aspectos femeninos a partir de la ejemplificación con un mito.
Este magnífico escritor tomó a los mitos y a las escrituras antiguas como claves para el entendimiento tanto de nuestro mundo exterior como, y fundamentalmente, de nuestro mundo interior. De esta manera, Robert Johnson demostró con sus enseñanzas como otros grandes autores reconocidos han tomado de las leyendas muchos aspectos para referirse a sus teorías sobre la mente del ser humano y otros aspectos del mismo. Uno de los autores a los que hizo alusión fue sobre el psicólogo y psiquiatra austriaco Carl Gustav Jung quien mediante los mitos hallo una forma de explicar la base estructural de la mente humana, ya que descubría en ellos la expresión de pautas psicológicas básicas.
A partir del mito de Eros y Psique, Robert Johnson intenta explicar y ejemplificar el funcionamiento de la personalidad femenina. No obstante eso, considera que la femineidad se encuentra tanto en los hombres como en las mujeres. Parafraseando a Robert Johnson quien comentó que Jung “mostró que, así como genéticamente todo hombre posee cromosomas y hormonas femeninas recesivas, así también toda mujer posee un grupo de características psicológicas masculinas que constituyen en ella un elemento minoritario. El doctor Jung llamo ánima al lado femenino del hombre y ánimus al lado masculino de la mujer”. (R. Johnson, 1996)
Es así como Robert Johnson advirtió que cuando en sus enseñanzas hace referencia a los aspectos femeninos del mito de Eros y de Psique, se refiere no solamente a las mujeres sino también al ánima del hombre, en otras palabras, a su lado femenino.
Mito de Eros y Psique
En un lugar cualquiera existe un rey, una reina y sus tres hijas. Las dos primeras (hermanas mayores son princesas comunes). Sin embargo la tercera hija es la expresión exacta del mundo interior, no por nada su nombre es Psique, cuyo significado es alma. La gente empezó a notar el gran poder de esta princesa extraordinaria y comenzó a decir: “aquí está la nueva Afrodita, esta es la nueva diosa que ocupara el lugar de la antigua, la erradicará de su templo, y la reemplazará por completo” (R. Johnson, 1996)
Hasta ese momento y desde el principio de los tiempos Afrodita era quien había reinado y era la diosa de la femineidad. No obstante eso, ahora con la aparición de esta bella princesa, Afrodita comenzó a sufrir insultos ya que las cenizas de los fuegos sagrados de sus templos se enfriaban por la ausencia de devotos, mientras veía como la devoción a esta muchacha crecía exponencialmente peligrando de esta manera su lugar. Esta situación era intolerable para Afrodita por lo que sus celos y rabia, tal como expresa Robert Johnson, “fueron apocalípticos y todo el curso de nuestra historia se determina en este momento. ¡Provocar las iras de una divinidad o exigirle cambios, equivale a conmocionar los mismísimos cimientos de nuestro mundo interior!” (R. Johnson, 1996)
Una de las diferencias entre estas dos diosas, las cuales encarnan dos principios femeninos distintos, es el nacimiento
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Afrodita, llamada por los romanos Venus, nació del mar, su poder es prístino y oceánico. Su origen data desde los principios de los tiempos y su comitiva se haya en el fondo del mar. Si lo observamos en términos psíquicos, ella reina el inconsciente, el cual está representado en las leyendas por las aguas del mar. Este ilustre psiquiatra estadounidense, Robert Johnson, comentó que, en términos comunes de la consciencia, ella es casi inaccesible en el sentido de que es muy difícil entablar un vínculo con ella. Afrodita puede ser venerada, admirada o puede aplastar al otro en un vínculo, es por eso que relacionarse con ella es como enfrentarse a un maremoto.
Por su lado, Psique nacida humanamente a partir de gotas de roció que cayeron desde el cielo, tiene como tarea relacionar y atenuar el arquetipo femenino oceánico, es decir a Afrodita, al inconsciente.
“Toda mujer alberga en sí misma una Afrodita. Es reconocida por su arrolladora femineidad y por su vasta, impersonal e intangible majestad” (R. Johnson, 1996)
Se sabe que Afrodita tenía una sirvienta la cual tenía en su poder un espejo para que Afrodita pueda observase constantemente cuando así lo deseará. La domestica tenía como tarea estar siempre por delante para que Afrodita pueda verse a sí misma en aquel espejo de manera asidua. Es celosa y no soporta rivalidades de ningún tipo.
“Afrodita es el principio que refleja toda experiencia hacia nuestra consciencia, como un espejo”. (R. Johnson, 1996)
El espejo de Afrodita representa aquel lugar donde podemos ver nuestra naturaleza, y que sin su ayuda solo la proyectaríamos afuera y nunca podríamos observarla, es decir tomar consciencia de nuestra verdadera esencia. De esta manera, este elemento es una herramienta a partir de la cual podemos interrogarnos sobre aquello que refleja y comenzar un camino de comprensión sobre nuestra propia naturaleza. Es así como no nos encontraremos atascados en una telaraña emocional. Robert Johnson nos explica que es importante “entender que muchas cosas de nuestra naturaleza interna se enmascaran como sucesos exteriores cuando su reflejo debería volver al mundo subjetivo donde emergió… Cuando alguien se enamora y ve en la persona amada cualidades de dios o de diosa, es Afrodita quien refleja nuestra inmortalidad y nuestras cualidades divinas”. (R. Johnson, 1996). Lamentablemente nos cuesta tanto ver nuestras fortalezas y debilidades, que en vez de mirar el espejo, pasamos años y años tratando de esconder a nuestra consciencia y a nuestros amados ojos del alma, todo aquello que poseemos tanto las virtudes como las culpas. Todo ese tiempo que gastamos en ocultar esto, se convierte en un sufrimiento prácticamente crónico. Entonces la tarea de Psique es claramente ese largo camino entre el descubrimiento de su naturaleza/inmortalidad, y su enamoramiento de Eros.
Generalmente a las mujeres modernas les es muy difícil reconocer su Afrodita interior y las artimañas arcaicas que pueda practicar.
Por ejemplo, Afrodita puede ser muy déspota y pensar que, como ella ve su mundo, así es el de los demás, por lo que su visión es la ley que rige para los demás. En la vida cotidiana, usualmente cuando aparece un nuevo tipo de femineidad en la gama evolutiva, por ejemplo la nuera, la antigua diosa se cargará de ira. Por lo que utilizara todo lo que tenga a su alcance para vencer a su oponente. Es necesario observar que muchas veces hemos caído presa de nuestra propia Afrodita y estar atentos en el futuro por si esto sucede.
En resumen la energía de Afrodita es necesaria para el crecimiento, para que lo viejo le dé lugar a lo nuevo, en otras palabras, que antiguos hábitos y estilos de comportamiento le den lugar a los nuevos y de esta manera permitir que emerja una nueva consciencia. Es una energía que está al servicio del crecimiento tanto personal como de todo aquel que la rodee.
Debido a la complejidad y hermosura de las palabras de R. Johnson traigo un fragmento para concluir este artículo: “A menudo, cuando ocurre un nuevo crecimiento, parecen suceder las cosas más terribles, pero luego vemos que eran exactamente lo necesario. Afrodita, que es criticada en todo momento, hace todo lo necesario para que sea posible la evolución de Psique. Después del hecho resulta fácil ser optimista; pero mientras está sucediendo es endemoniadamente doloroso. Durante tal periodo se produce una especie de caótica guerra revolucionaria interna. El estilo antiguo, la naturaleza de Afrodita, es regresivo. Arrastra a la mujer de nuevo a la inconsciencia, mientras al mismo tiempo la fuerza hacia la una nueva vida – a veces bajo grandes riesgos. Puede ser que la evolución se logre de otra manera o puede ser que a veces Afrodita sea el único elemento que pueda promover el crecimiento. Por ejemplo, hay mujeres que no crecerán a menos que padezcan la tiranía de una suegra o de una madrastra.” (R. Johnson, p. 19, 1996).
CONTINUA EN:
PARTE 1: https://hermandadblanca.org/aspectos-femeninos-de-la-psique-humana-parte-1/
PARTE 2: https://hermandadblanca.org/aspectos-femeninos-de-la-psique-humana-parte-2/
REDACTORA: Gisela S., redactora de la gran familia de la Hermandad Blanca.
FUENTE: Johnson, R. A. (1996). She: para comprender la psicología femenina. Era Naciente.
muy interesante espero parte 2
muy bueno espero la parte 2 pues aunque trate de abrirla no abrio