Astrología y los cinco elementos
La Astrología: un lenguaje de la Energía
Aunque a la astrología se la describió en términos de simbolismos, karma, Sincronicidad, funciones psicológicas, «rayos» planetarios, y demás, los astrólogos, en su mayoría, descuidaron lo fundamental en que se basa la astrología: la energía. En realidad, toda la vida física y mental es una manifestación de energía. Cuando el gran astrólogo Dane Rudhyar escribió » Los planetas de un mapa representan modos de actividades funcionales dentro de una totalidad organizada», se refería a las energías específicas que operan en cada uno de nosotros. Probablemente, la razón de que hayamos descuidado la base energética de todos los fenómenos astrológicos es el hecho de que es demasiado evidente. A veces parece más fácil desarrollar acabados esquemas y teorías que abrir nuestros ojos a lo que esta directamente frente a nosotros.
Los Signos Zodiacales como Pautas Energéticas
Los cuatro elementos de la astrología (fuego, tierra, aire y agua) son los básicos bloques de construcción de todas las estructuras materiales y tonalidades orgánicas. Cada elemento representa un género básico de energía y consciencia que ópera dentro de cada uno de nosotros. Tal como la física moderna demostró que la energía es materia, estos cuatro elementos se entretejen y combinan para formar toda la materia. Cuando la chispa de vida abandona un cuerpo humano al morir, todos los cuatro elementos se disocian y regresan a su estado prístino. Es sólo la vida misma, que se manifiesta en una totalidad orgánica y viva, la que mantiene juntos a los cuatro elementos. Esos cuatro están en toda persona, aunque cada persona este conscientemente más armonizada con algunos tipos de energías que otros.
Una Perspectiva Espiritual
Todo lo que vemos con los ojos físicos constituido por uno o más de los cinco elementos, a saber, tierra, agua, aire, fuego y éter; y todos estos cinco elementos son enemigos entre sí. Pero con la ayuda del alma, o debido a esta…, los cinco elementos están contenidos y activos en el cuerpo humano, manifestandolos cada uno según sus propios karmas -en esa proporción, pero todos los cinco elementos están activos, en un grado mayor o menor, en cada cuerpo humano.
El Elemento Fuego – Aries, Leo. Sagitario
El elemento fuego se refiere a una energía radiante universal, una energía que es excitable, entusiasta y que, a través de la luz, aporta color al mundo. A este elemento C. G. Jung lo correlaciono con la esencia dinámica de la energía psíquica, la energía que fluye espontáneamente de modo inspirado, automotivado. Marc Edmund Jones equipara al fuego con «la experiencia centrada en la identidad personal», y esto explica por que las personas con los signos de fuego dominantes en sus mapas son tan auto concentradas y habitualmente más bien impersonales. Se creen canales de «vida» y no pueden ocultar fácilmente su orgullo acerca de este hecho.
Los signos de fuego son ejemplos de espíritus elevados, gran fe en sí mismos, entusiasmo, fuerza sin fin y honradez directa. Necesitan mucha libertad a fin de expresarse naturalmente, y por lo común se aseguran ese espacio mediante tenaz insistencia en su punto de vista. Los signos de fuego pueden también dirigir su energía conscientemente (aunque no siempre con coherencia) mejor que otros signos. Su voluntad de ser y de expresarse libremente es más bien infantiloide en su simplicidad, cualidad que a veces parece cautivar a los demás, pero que en otras ocasiones parece ofensiva para los más cautos y sensibles. Los defectos de los signos de fuego se manifiestan raras veces como resultado de malas intenciones, sino más a menudo simplemente a través de falta de control personal y sensibilidad hacia los demás. Aparecen más bien como tozudos, hasta abrumadores en ocasiones, abalanzándose sobre las cosas con tal apresuramiento que sin intención causan destrucción o hieren sentimientos de los demás.
El Elemento Aire – Acuario, Géminis y Libra
El elemento aire es la energía vital que se asoció con la respiración y con los que los yogis denominan «prana». El reino del aire es el mundo de las ideas arquetípicas detrás del velo del mundo físico, la energía cósmica concretada dentro de las pautas específicas del pensamiento. Se asocia con líneas geométricas de fuerza, que funcionan a través de la mente, la energía que modela las pautas de las cosas venideras. Mientras los signos de fuego se interesan por querer que algo sea, los signos de aire enfocan su energía en ideas específicas que aún no se materializaron, y -concentrandose en estas ideas- aseguran que a su tiempo se materialicen. De allí que, aunque a los signos de aire a menudo se los acuse de soñadores sin practicadad, representan un papel en la concreción de la creación en el más amplio nivel social, pues sus ideas pueden a su tiempo entrar en contacto con las vidas de millones de personas.
Marc E. Jones escribe que los signos de aire se ocupan de «la experiencia en su interés por las relaciones teóricas». El énfasis sobre la teoría y sobre los conceptos de la vida por parte de las personas de signo de aire conduce a que encuentren el modo más compatible de expresión en el aire, en las palabras y el pensamiento abstracto. Los signos de aire tienen la aptitud de desapegares de la experiencia inmediata de la vida diaria, permitiendose así obtener objetividad, perspectiva y un enfoque racional de todo lo que hacen. Este desapego también les permite trabajar con eficacia con toda clase de personas, pues no creen necesario comprometerse mucho con las preocupaciones o emociones de los demás personas. Los signos de aire son, de hecho, los demás sociables de todos en el sentido de que pueden apreciar objetivamente los pensamientos de otras personas sin entrar a considerar si están de acuerdo con ellas.
Naturalmente, si los signos de aire se ocupan en demasía de sus ideales abstractos y teorías, pueden desequilibrarse mentalmente y entregarse a toda clase de excentricidad y fanatismo. A menudo carecen de emoción profunda y de aceptación de las limitaciones del cuerpo físico. Pueden sobrevalorar la competencia intelectual y rehusar enfrentar el hecho de que las ideas deben ser puestas a prueba para determinar si funcionan, antes de que puedan atribuírseles gran valor. El pensamiento es una fuerza tan dominante en las vidas de los signos de aire que son más fácilmente amenazados si se ignora sus opiniones o desacredita la calidad de su intelecto.
El Elemento Agua – Piscis, Cáncer y Escorpio
Los que tienen el elemento agua fuertemente activado en sus mapas advierten desde el nacimiento que varios factores intangibles representan un papel mayor en la vida de lo que comúnmente se cree. Los signos de agua están en contacto con sus sentimientos, armonizados con los matices y las sutilezas que muchos otros ni siquieran advierte. El elemento agua representa el reino de la emoción profunda y de las respuestas sentimentales, abarcando desde pasiones compulsivas hasta miedos abrumadores, y una aceptación y un amor omniabarcantes de la creación. Puesto que los sentimientos, por su naturaleza misma, son parcialmente inconsciente, los signos de agua están simultáneamente al tanto del poder de la mente inconsciente y ellos mismos son inconscientes de mucho de lo que realmente los motiva. Cuando están armonizadas con las dimensiones más profundas de la vida con plena consciencia, son los signos más intuitivos y psíquicamente sensitivos. En este caso, los signos de agua están en contacto con la unidad de toda la creación y son capaces de ayudar a los demás por medio de una sensibilidad empatica hacia los sentimientos de los semejantes. Sin embargo, cuando, no están plenamente al tanto de sus propios sentimientos, se encuentran acuciados por deseos compulsivos, miedos irracionales y gran supersensibilidad ante la más leve amenaza.
Los signos de agua, como la naturaleza del agua misma, no tiene solidez o forma propia. Por ello son más felices cuando su fluidez se encauza y recibe forma de otro, particularmente de los signos de tierra que tienen la solidez en la que el agua puede confiar y apoyarse. Los signos de agua tienden a no gustar de los jactanciosos o de las personalidades fuertes, como los signos de aire y fuego. Se sienten muy cómodos con quienes sean más bien reservados y reprimidos, lo cual les brinda una mayor sensación de protección y seguridad. Esta cualidad reserva de los signos de agua, de paso, es más bien engañosa; pues, aunque estén calmos por fuera, constantemente hay tormentas que se preparan en niveles más hondos y ocultas napas que pueden arrastrarlos hacia abajo. De hecho, los signos de agua pueden ser a veces sensacionalistas, pues inconscientemente cultivan tormentas y agitaciones emocionales si sus vidas se vuelven demasiado monótonas.
La sensibilidad de los signos de agua es tan grande y tan pronunciada su vulnerabilidad que, si las reacciones emocionales no se controlan y encauzan apropiadamente, eso puede llegar a un estado de inestabilidad emocional y una predisposición a ser demasiado fácilmente influidos por el más leve viento que sople. La sensibilidad de los sigos de agua no debe considerarse debilidad sin embargo, pues el agua tiene gran fuerza y poder penetrante durante un largo periodo, especialmente cuando se encauza de modo concentrado.
Por último, el elemento agua corresponde al proceso de ganar consciencia a través de una comprensión lenta pero segura de los más hondos anhelos del alma. Los signos de agua conocen instintivamente que deben protegerse de influencias externas a fin de asegurarse la calma interior necesaria para la reflexión profunda y la sutileza de la percepción. La comprensión de la naturaleza verdadera de sus emociones y anhelos es un proceso lento y a menudo doloroso, pero en la medida en que quieran enfrentar sus verdaderas motivaciones, tienen la seguridad de acrecentar el contento interior con el curso de los años.
El Elemento Tierra – Capricornio, Tauro y Virgo
Una armonización de este elemento indica que el individuo esta en contacto con los sentidos físicos y la realidad de aquí y ahora del mundo material. Los signos de tierra tienden a confiar más en sus sentidos y su razón práctica que en las inspiraciones, consideraciones teóricas o intuiciones de los demás signos. Están armonizados con el mundo de las «formas» que los sentidos y la mente práctica consideran como reales, y su comprensión innata de como el mundo material funciona da a los signos de tierra más paciencia y autodisciplina que los demás signos. Raras veces hay que decirles como adecuarse al mundo de ganarse la vida, proveer a las necesidades básicas y persistir hasta alcanzar una meta. Todas estas cualidades le llegan naturalmente a los del elemento tierra.
Aunque el elemento tierra es uno de los elementos pasivos o «receptivos», este elemento, como el agua, tiene fuerza de resistencia y persistencia que permite que los signos de tierra siempre tengan cuidado de sí mismos. Aunque no sean parcialmente afirmativos, se manifiestan cuando «lo de ellos» esta en peligro o esta amenazada su seguridad. Y debido a su eficiencia, son aptos no solo para manifestarse sino también para actuar de modos más bien concretos para asegurarse de que aquello por lo cual trabajaron no se los quiten. El elemento tierra tiende a ser cauto, premeditado, más bien convencional, e insólitamente confiable. Por lo general, son recelosos o dubitativos respecto de personas más vivaces o mentalmente ágiles, y reaccionan ante los signos de aire con algún grado de reserva, aunque estos algo los fascinen.
El comprometerse con el mundo práctico puede limitar a menudo su imaginación si confían demasiado en las cosas como son o parecen ser. Esto puede llevar a una perspectiva estrecha, a una afición a la rutina y al orden, y a una falta total de aptitud para ocuparse de los reinos abstractos y teóricos de la actividad. Más que nada más, los signos de tierra necesitan franquearse a la realidad del mundo invisible y comprometerse en ideales específicos como guías de su actividad.
Texto del libro, Astrologia Psicologia y los cuatro Elementos.
Fuente:www.pneuma.es