Bitácora de la Tierra del 12 de Noviembre de 2008 por Celia Fenn
Los Vientos del Cambio y la Espiritualidad de la Tierra Una…….: Estoy realmente feliz de estar de vuelta en mi hogar, en África, disfrutando de un tiempo de tranquilidad en mi propia casa. Desde luego son muchas las cosas que están cambiando en el mundo ahora mismo, es un tiempo emocionante para estar viva y asistir a estos giros y vuelcos. Por supuesto, la noticia más importante de la semana pasada fue la elección para la Presidencia Norteamericana de Barack Obama. Como en uno de esos reportajes del tipo: «¿Donde estaba usted cuándo…?», diré que me enteré de la victoria de Obama en las elecciones a bordo de un avión de Lufthansa, sobrevolando algún lugar del África Central, camino a casa. ¡Por alguna razón, parece apropiado! El piloto nos habló por el intercomunicador para decir que quería informarnos de que la oficina central de Lufthansa le acababa de comunicar la victoria de Obama.
De momento, como parte de mi descanso, estoy leyendo el libro de Obama «Dreams from my Father», que trata de su vida y de su relación con su herencia africana. Hay dos cosas de Obama que me llaman poderosamente la atención. La primera es el modo en que evita que lo «etiqueten» o definan. Cuando crees que ya lo tienes catalogado, sale por algún lado absolutamente diferente. Creo que él sabe de elección, de flexibilidad y de estar en el momento. Sabe fluir con la energía y realizar elecciones por el bien más elevado. Por supuesto, a los que están acostumbrados a funcionar a la antigua, esto les puede resultar confuso. Otra cosa que me asombra de la historia de su vida, tratándose de un negro criado en el seno de la América «blanca», es lo mucho que se parecen sus experiencias a las mías como africana «blanca» que vive en la Sudáfrica negra surgida tras el apartheid. Es todo un arte ingeniárselas para «encajar», así como descubrir el verdadero significado que cobra la palabra «comunidad» cuando hay responsabilidad y compromiso. Bien, a Obama el viaje le llevó hasta la Casa Blanc0a y los desafíos que deba confrontar en ella. A mí me ha conducido a lo que llamo «La Espiritualidad de la Tierra Una» o «Espiritualidad de la Nueva Tierra». El conocimiento de que somos Una Tierra y Una Familia, hacia las que avanzaremos encontrando esa «comunidad» en nuestra diversidad y nuestras diferencias.
Este conocimiento ha surgido de los años que llevo trabajando con la Ascensión y el Gran Salto de la Conciencia. He visto cambios, tal vez de una manera más cruda que otros porque he vivido como sudafricana blanca el viaje desde un estado policial y dictatorial hasta una democracia incipiente. He visto que el odio y la guerra se pueden evitar si la gente habla partiendo de una base común. He visto que se puede formar una comunidad cuando cuenta con personas comprometidas y con visión. Y he visto que nosotros, como Colectivo Humano, estamos naciendo a una forma de Espiritualidad que apoyará y alimentará nuestro viaje hacia «Una Tierra, Una Familia», la próxima parte de nuestra travesía colectiva. Nosotros, como Trabajadores de la Luz, como los espiritualmente Despiertos, estamos aprendiendo a asumir nuestro poder interno mediante el Amor y la Gratitud, a ser una fuerza poderosa en la conformación de una nueva sociedad basada en la Compasión, la Gratitud y el Amor Incondicional. Se requiere de nosotros que despertemos a los demás a la energía del Amor y de la Compasión, para que podamos crear así una Nueva Tierra y un nuevo modo de vida que nos sostenga a todos. Ahora nuestra preocupación por alcanzar un futuro diferente, un futuro sostenible en el que honremos la Tierra y nuestra conexión con ella, está convergiendo con la corriente dominante de preocupación por la paz y la estabilidad económica. Todos estamos elevando nuestra conciencia sobre nuestra necesidad egoísta de seguridad, porque estamos aprendiendo a ver la conexión que hay entre esa seguridad nuestra y la de todos los que vivimos en la Tierra, ya que, en esta sociedad global emergente, todos estamos conectados.
Con esto, aquí tienen algunas imágenes de los últimos días de mi gira europea, en la que fuimos de España a Portugal para celebrar en Lisboa el último de nuestros eventos. Viajamos por carretera desde Madrid a Lisboa atravesando Extremadura y Portugal. Nos detuvimos en Mérida para ver las famosas ruinas romanas de esa zona. Aquí tienen una imagen que saqué en el anfiteatro de Mérida:
Fue estando aquí cuando tomé conciencia de la forma en que ha ido desarrollándose el Plan Divino para la Tierra a lo largo de los siglos en los que la Tierra ha ido avanzando hacia su punto de «Unicidad» y de Unidad en su Conciencia Colectiva. Vi a los pobladores romanos atravesando Europa hasta asentarse en esta localidad de su extremo occidental en lo que hoy es la Mérida española. También vicómo María Magdalena trajo las enseñanzas de la Conciencia Crística al Sur de Francia como parte de esta expansión de la conciencia humana por todo el planeta. Y, cuando llegué a Lisboa, al Océano Atlántico, vi cómo se despertó en aquellas gentes el espíritu de exploración y de aventura que les impulsó a aventurarse en los mares, a cruzarlos y explorar lo que llegaría a ser el «Nuevo Mundo» de Las Américas. Por eso este año se ha completado el círculo para mí, ya que inicié mi gira del «Campo Mundial de Paz 2008» en Sudamérica, en ese «Nuevo Mundo» que fue «descubierto» y colonizado desde esas mismas costas sobre las que me encontraba en aquel momento en compañía de un grupo de Trabajadores de la Luz de la actualidad que estuvieron colaborando con el Plan Divino para crear Unidad y Armonía.
Nuestro grupo de Portugal fue pequeño, pero estuvo formado por personas entusiastas y comprometidas. Celebramos nuestro evento en un seminario católico, en lo que para mí supuso algo inédito. Como nunca había trabajado en un edificio católico con anterioridad, al cruzar la entrada para celebrar un encuentro con Trabajadores de la Luz me pareció de lo más extraño encontrarme con un retrato del Papa. Sin embargo, esto encajó perfectamente con el tema del perdón y la reconciliación que se ha convertido en una cuestión central de esta gira. Además, después de que me echaran de una iglesia luterana en Berlín acusándome de ser una «falsa profeta», fue un gesto de amabilidad que los católicos permanecieran imperturbables ante nuestras actividades. Esto nos permitió anclar los códigos para la Paz y la Abundancia y la Ciudad de Luz de Lisboa en ese local.
Después nos marchamos a la playa para la culminación de nuestra Ceremonia de Agua, justo cuando el sol empezaba a ponerse sobre la inmensidad del Océano Atlántico. Aquí tienen una imagen del grupo de Trabajadores de la Luz portugueses sacada en la playa durante la ceremonia.
En esta otra imagen estamos ofrendando el Agua Sagrada al Océano…al reflujo que la llevará a internarse en Él y a surcarlo hasta alcanzar el «Nuevo Mundo»:
Mirando al otro lado del Océano, hacia las costas de otro continente, a otro tiempo de nuevas aventuras…estamos a punto de emprender la exploración de las nuevas márgenes de la conciencia humana, orillas similares a las que exploraron nuestros antepasados en su descubrimiento del Nuevo Mundo. ¡Seamos conscientes de que esta vez podemos hacerlo prescindiendo de la agresión y la violencia nacidas de la dualidad y de la intolerancia. Esta vez podemos elegir la Unidad, la Paz y la Armonía. ¡Es nuestra Elección!
STARCHILD GLOBAL
UNA TIERRA…..UNA FAMILIA…
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© 2008-9 Celia Fenn y Starchild Global
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