¿Conoces cuál es tu Misión en la Vida?, por Roberto Pérez – Comentarios por Gisela S.
En el siguiente artículo les traigo un tema que me parece sumamente importante. Seguramente ya habrán escuchado hablar sobre la misión en la vida o visión, o tal vez ya se lo habrán preguntado en algún momento de su ciclo vital. Pero considero fundamental volver a retomar estos temas, ya que muchas veces con el paso del tiempo nos vamos olvidando de muchas de nuestras reflexiones o justamente de nuestra misión en la vida. Les comparto esta mirada, esta conferencia del Antropólogo Roberto Pérez, porque cada palabra que dice esta plagada de enseñanzas muy profundas y ricas. Es por esto que hoy les traigo esta reflexión que tanto nos importa y nos convoca. Espero que les sea de mucha utilidad como así lo fue para mi.
Ideal y Misión de Vida
Para quien tiene la misión de ser formador, justamente, lo único que desea uno es que aquello que aprendió lo transmita adecuadamente y esto es lo que deseo hoy. Compartirles algo que ojala lo puedan retransmitir y por eso el tema que hoy tenemos es quizás uno de los temas mas lindos para transmitir. Y desde este lugar quiero que hablemos del ideal y la misión en la vida. Un tema que no se habla y que incluso a veces por una deformación pensamos que se refiere a un tema específicamente a lo espiritual o religioso. Y no entendemos que el enfoque del tema que voy a hablarles es absolutamente propio de la condición humana. Entender la misión y visión de alguien es algo que nos constituye como personas.
Bueno vamos a empezar con esta idea, miren. En algún momento, cualquiera de nosotros nos podemos preguntar esto o ya lo hicimos: ¿De que nos diferenciamos unos de los otros? ¿Qué es lo que diferencia a uno con respecto a los otros? ¿Cuál es el criterio central de distinción? ¿la edad? ¿la condición social?¿los títulos adquiridos? ¿Cuál es el punto? ¿el sexo? ¿Cuál es el punto central de distinción entre nosotros?
Esa respuesta nos lleva a esta pregunta de fondo y cuando nos replanteamos internamente ¿En que somos distintos entre todos?, podemos llegar a entender que lo que radicalmente nos distingue es como estamos plantados en la vida, en como realmente estamos asentados en la vida. Y para responder que significa eso, les quiero poner algunas anécdotas.
Escena 1
Primero, allá en Argentina en Buenos Aires, en los alrededores de la capital hay muchos lugares que son barrios cerrados, countrys, los cuales se caracterizan por ser sitios que tienen un perímetro determinado y poseen una entrada en común donde allí hay guardias que te dejan pasar. Dentro de él, hay casas que generalmente tienen su pileta de natación y vivienda. Vive un grupo de personas que tienen sus casas de familia, es casi residencial. Esta experiencia de los countrys paradójicamente, de tanto entrar y salir de ellos, una noche entre tantas, me ocurrió algo que me impresiono. A la entrada de estos lugares, había un cartel que cuando uno llegaba de noche con el auto, al entrar a este lugar, siempre había un cartel que para mí muchas veces fue irrelevante y lo pasaba de largo. Y una noche como tantas, entrando y esperando porque lo coches que estaban por delante estaban demorados, y yo llegaba tarde a una reunión de matrimonio. En esa inquietud, en ese estado de pronto veo que el cartel que siempre estuvo y que lo ignoraba decía todo lo que yo enseño en filosofía, de pronto me cayo la cuenta de que lo que estaba diciendo allí, es a todo lo que yo dedico mi vida. Digo no lo puedo creer, parecía una metáfora que me ponían delante. Les cuento que decía el cartel, imagínense en el coche entrando en el lugar. El cartel decía esto «apaga las luces exteriores, encienda las interiores, apague el motor e identifíquese». Toda la filosofía, dejen de vivir para afuera, apaguen las luces exteriores, encienda la interior, ponga luz en el interior de usted, apague el motor e identifíquese. Y mientras yo digo esto es lo que yo enseño y cuando los autos siguen pasando llega el guardia del lugar y cuando me pongo al lado me mira y me hace las tres preguntas de la filosofía: identifíquese, ¿quien soy?, ¿para qué estoy? y ¿a donde voy?. Se dan cuenta, dije: «este hombre es un filosofo, me esta haciendo las preguntas fundamentales. ¿Quien soy?, ¿para que estoy? y ¿a donde voy’.
Y estas tres preguntas tienen que ver con, en realidad una de ellas, con algo que quiero hablar esta noche, quien soy en mi definición de la vida. Y es una pregunta, y aparte en ese orden bien de filósofo. Como puedo saber a donde voy, si no se quien soy. ¿Para que estoy? es mi misión en la vida. Y ¿a donde voy? es mi aspiración en la vida. ¿Que sueño tengo?, ¿Qué anhelo del alma tengo? Eso es ¿adónde vas?, ¿que es lo que soñas? ¿en que queres contribuir con tu vida aquí?, ¿en que queres servir? o tu paso en la vida, ¿a donde vas? Las tres preguntas, y miren como hago, como un juego del tiempo, los llevo de esta escena en el tiempo a otra escena.
Escena 2
Una tarde haciendo el camino del Inca allí en la zona de Cusco en Machupichu, ahí caminando al lado de un guía que es un hermano del alma para mí, lo quiero con todo el alma, un hombre de la tierra con toda su sabiduría. Le hago una pregunta a Cucho, el nombre que tiene, Cucho le digo «decime una cosa ¿Por qué las formas trapezoidales?, ¿de donde sacaron estas culturas el hecho de poner las ventanas en forma trapezoidales, las construcciones con una cierta inclinación trapezoidal?, ¿de donde saco la cultura Inca hacer como triángulo antisísmico?. ¿De donde lo sacaron?», entonces me mira como diciendo «este pibe no sabe nada con toda la filosofía que sabe», y entonces me dice: «pero ¿no te das cuenta Roberto?» No la verdad que no, no entiendo de donde sacaron esa idea le respondo, entonces estábamos caminando y me dice: «párate un segundo». Me paro ahí recto y me agarro y me empuja y me corre y se ríe, y me dice: «ahora abrí las piernas» (parado recto con las piernas abiertas pasando ambas piernas la línea de la cadera) y me quiso empujar y no me pude caer. Me dice: «¿te das cuenta? cuando abriste las piernas así estas bien plantado. Las construcciones son antisísmicas porque la cultura de aquí entendió que cuando las personas están bien plantadas, es más difícil que se caiga. La clave seria que, así como las construcciones siguen la posición de la persona, la pregunta es ¿que significa estar bien plantado en la vida? no solamente tener los pies abiertos, sino estar bien plantado en la vida es, me dice el a mí, «saber quién sos, saber para que estas y a donde vas». Y de pronto me quede duro, me estaba dando las tres respuestas que, como les digo, había escuchado en ese momento cuando entre en el country.
¿Como nos distinguimos unos de otros?
Creo yo, y ahora entrando a fondo, que todos nosotros nos distinguimos uno de otros de acuerdo con la profundidad que tiene la respuesta a estas tres preguntas. Y en realidad son respuestas que no se dan de una vez para siempre. A lo largo de la vida, vas ahondando en esas respuestas. Incluso cuando te sorprende el paso de esta vida hacia la otra, te encontrara con un determinado nivel de profundidad. Mas aún la consistencia que vamos a tener frente a las crisis de la vida que vivimos o llegarán, dependerá de la respuesta que has dado a esas preguntas. Así como un terremoto no destruye las construcciones incaicas y las coloniales se vinieron todas abajo. Quizás en la vida, en las crisis y en los terremotos que tenemos, quizás, no nos derrumben si aprendemos a estar bien plantados, si aprendemos a tener profundidad en esas tres respuestas y creo que en eso nos distinguimos unos de otros en el nivel de profundidad que damos a esto.
Lecciones de las Comunidades Antiguas
Y ahí aprendí algo también, en las comunidades antiguas, ellos tenían este criterio en la pedagogía de la formación de los jóvenes. Había dos planteos fundamentales con sus jóvenes, y era lo siguiente:
Por un lado, los que hacían de maestros, de guías, sacerdotes o formadores. Lo que les interesaba era que los jóvenes podían tener claro dos cosas. La primera cual era su misión en la vida ¿por que? Porque ellos entendían que si la persona no sabe cual es su misión en la vida, es como no saber tocar su propio instrumento musical y termina o haciendo ruido o tocando la música del otro. Y lo que ellos enseñaban es que cada uno viene a tocar su propia música, por eso es están importante que cada uno descubra cual es su misión, lo que viene a apostar.
Y por otro lado, la segunda clave en la formación de los jóvenes, era que eligieran bien a aquel que iba a ser su compañera o compañero de viaje en la vida. Y para ello se preocupaban de que cada uno eligieran, de que encontraran el mejor compañero o compañera posible. No es que los casaban, eso era otra época posterior. En los momentos mas ricos de las culturas antiguas sobre todo en las grandes culturas había una forma para que ella y el aprendieran a ver si eran el uno para el otro. ¿Por que? Porque la idea es que ella lo ayude a el a cumplir su misión en la vida y el la ayuda a ella a cumplir su misión en la vida. El proyecto de la familia que era lo que los unía, no implicaba que cada uno tenia una misión propia, no sea que por unirte a este hombre en vez de ayudarte a cumplir tu misión es un obstáculo, no sea que por estar al lado esta mujer, en vez de encontrar una compañera de viaje que me ayuda a cumplir mi misión en la vida como persona es todo lo contrario. La idea es que nos apoyemos mutuamente para que cada una, como persona, cumpla su propia misión en la vida, esa era la idea.
Por lo tanto a partir de ahí me fui dando cuenta de que el trabajo de ver ¿Cuál es mi ideal y misión en la vida? era un tema central y empecé a tratar de encontrar antropológicamente algunos criterios que me permitieran hablar del tema. Y para eso entonces pasaré entonces a una parte que es más teórica.
Sabiendo lo que les digo, que en eso consiste estar plantado en la vida la pregunta que nos conviene es ¿Qué significa el ideal de vida, Roberto? y ¿Qué es la misión en la vida?, ¿Qué queres decir cuando decís eso? Entonces para tratar de definir esto necesito que me sigan, y vamos de nuevo a Grecia, nos trasladamos en el tiempo y vamos a tratar de entender el pensamiento de los griegos, como ellos entendían la ética y desde ahí sacar claramente que decimos cuando hablamos de misión e ideal de vida.
¿Cómo entendían los Griegos a la Ética?
Los griegos tenían una preocupación clara que es tratar de ver como el comportamiento humano tenía que ser para que fuera realmente un desarrollo pleno hacia la plenitud, ¿Cómo es la clave? ¿Cuáles son las claves que permitían que una persona en su comportamiento pueda ser plenamente persona? ¿Cuál era lo bueno? ¿Qué criterio de bien había que tener para el comportamiento ético? Y empezaron a usar ETHOS, que significa ética y que significa el estudio del comportamiento humano. Cuando los griegos empiezan a estudiar esto, enseguida entienden que hay dos maneras de entender el comportamiento humano.
Dos maneras de entender el comportamiento humanos según la ideología griega
De una manera lo acentuaban de forma normal, ÉTHOS, y de otra manera con un acento circunflejo ÊTHOS. Estas dos acentuaciones, estaban marcando decididamente dos maneras de entender el comportamiento humano.
ÉTHOS (grupo 1)
En este sentido ética para ellos significaba modo de vivir.
ÊTHOS (grupo2)
Y en este otro sentido ética tenía que ver con manera de ser.
Entonces ellos inmediatamente entendían que, cuando estudiaban el comportamiento humano, un aspecto tenía que ver con el hacer y otro con el ser. Es decir que, ÉTHOS es el estudio de los actos humanos, y ÊTHOS es el estudio de las actitudes humanas. Y ellos veían que, entender esto era capital, no son lo mismo. La pregunta era ¿Cómo entender cuando los actos humanos permitían el desarrollo pleno de la persona? y ¿Cuáles eran las actitudes que permitían el desarrollo pleno de la persona de la comunidad, de la polis?
Esta distinción era fundamental al punto tal de que, cuando se entendía ética como modo de vivir (ÉTHOS) para el estudio de los actos humanos, lo que hacían era estudiar si determinado acto estaba o no conforme a la ley, a la norma. Entonces ellos terminaban entendiendo que un acto es bueno, cuando esta adecuada a la ley o norma. Y un acto no es bueno cuando no está en orden o correspondencia a la ley o norma. Y así distinguían los actos que ayudaban o no al desarrollo de la persona. Quiere decir que para entender los actos humanos tengo que tener una norma y una ley.
Pero esa no era la única manera de entender la ética, la más importante estaba acá (ÊTHOS). La ética así entendida era como una segunda piel, decían ellos, como una segunda naturaleza. Que significa que las actitudes es algo que acompaña, cualquiera sea el rol que tenemos como padre, como deportista, amigo, trabajador. En cualquier rol donde nos empeñamos, nuestras actitudes están con nosotros y entonces, hay una frase que me va a ayudar a que entendamos juntos el tema. “Las cosas no son como las vemos, las vemos como somos”. Dos personas pueden estar viendo lo mismo y están viendo cosas distintas. Por ejemplo: la persona pesimista, mira un vaso y ve la mitad vacía del vaso, la persona optimista mira el vaso y ve la parte llena del vaso. De acuerdo de su mirada uno ve una parte o la otra. Cuando voy por esta zona del Machupichu y demás, a veces muchas veces yo me siento y contemplo esa geografía y ese momento de atardecer, es un lugar tan sagrado de la comunidad andina y yo siento una Presencia, una energía que realmente me asombra, me abre el corazón y siento admiración, porque veo un lugar sagrado. Hay gene que, con todo respeto, que está al lado mío y ve ruinas y le saca fotos a las ruinas y se pone para sacarse fotos con las ruinas. Ella ve ruinas, yo veo un lugar sagrado, vivo. Ella ve ruinas donde trata de sacar recuerdos para llevar como suvenir. Somos dos personas pero vemos cosas tan distintas, “Las cosas no son como las vemos, las vemos como somos” La persona materialista ve cosas, la persona que tiene una mirada espiritual de la vida, puede encontrar la Presencia Divina en todas las cosas. La persona utilitarista ve el provecho que puede sacar de algo, la ventaja que puede tener, el interés que puede tener. En cambio la persona que es generosa, lo que está pensando es ¿Qué puedo aprender?, ¿Qué puedo dar y recibir para aprender con el otro?. Entonces depende de mi actitud interior, de mi mirada lo que veo de la realidad. “Las cosas no son como las vemos, las vemos como somos”. El arte de vivir, es el arte de aprender a mirar. Cuanto mejor miro la vida, puedo ver más profundidad. La persona superficial ve la superficie de las cosas. La persona profunda, ve más adentro.
Entonces las actitudes, que acabo de enunciar, son muy diversas. La gran pregunta que ellos se hacían sobre este tema es ¿Hay algún parámetro para entender que es lo bueno? ¿Qué es lo adecuado? ¿Qué es lo que ayuda a la persona a que crezca verdaderamente bien? ¿Cuál es la actitud sana o no en el trabajo de ser un ser humano? y ellos inmediatamente establecían esto, ellos decían en definitiva que hay dos actitudes fundamentales en la vida.
Hay dos actitudes fundamentales en la Vida
Uno puede tener una mirada cuantitativa de la vida o puede tener una mirada cualitativa de la vida. Es decir, yo puedo regir mi vida priorizando la cantidad o puedo regir mi vida priorizando la calidad. Y aquí estaba el secreto para ellos, o puedo andar por la vida con una mirada cuantitativa o cualitativa de la vida.
Y ahí distinguían algo, la persona que tiene una mirada cuantitativa de la vida ve la cantidad, y lo que prioriza obviamente es el tener y el lograr. La persona que tienen una mirada cualitativa lo que prioriza es el ser, el aprender.
Cuando uno tiene una mirada cuantitativa de la vida lo que le importa es ganar, y no perder. Cuando uno tiene una mirada cualitativa de la vida, lo que prioriza es aprender, dar y recibir.
En definitiva la persona que tiene mirada cuantitativa de la vida se rige por el interés, y la persona que tiene mirada cualitativa de la vida se rige por los valores.
Y aquí empieza un secreto.
Cuadro Sintético
ÉTHOS (grupo 1)
En este sentido ética para ellos significaba modo de vivir.
Aspecto: Hacer
En correlación con la norma/ley
ÊTHOS (grupo2)
Y en este otro sentido ética tenía que ver con manera de ser.
Aspecto: Ser
Dentro de este grupo tenemos, dos actitudes:
- Cuantitativa:
Prioriza para regir su vida: la cantidad y el interés
Ve: la cantidad
Por ende, prioriza: tener y lograr.
Le importa: ganar y no perder - Cualitativa:
Prioriza para regir su vida: la calidad, valores
Por ende ve: calidad
Por ende, prioriza: ser y aprender
Le importa: aprender, dar y recibir
Cuando Roma conquista Grecia, toma la idea del ÉTHOS griego en este sentido (Grupo 1). Entonces la ética griega se transforma en lo que nosotros conocemos como mors-mores, la moral latina. Y la moral latina es tratar que todas las cosas estén en orden a las leyes establecidas. Y el derecho romano, y la moral cristiana posterior, dentro de occidente, va a estar siguiendo un criterio normativo de la manera de entender la ética.
Cuando miramos la parte de la ética como actitudes, ÊTHOS (grupo2), nos damos cuenta que estaba mucho más profundo la preocupación de mirar cómo era la actitud fundamental en la vida.
¿Qué aspecto ayudaba a crecer en la vida a las personas y a las ciudades, la actitud de Ser o de Tener?
Y ellos comprendieron esto, qué en realidad el bien en el sentido ético de esta forma (ÉTHOS Grupo 1) estaba cuando los actos se encontraban en orden a la ley pero que había un secreto en las actitudes. Que el hombre crecía, la sociedad crecía, la ciudad, las polis crecían cuando la cantidad estaba en orden a la calidad, cuando lo que estaba priorizado era el ser, y cuando el tener y el lograr estaban en función del ser. Cuando el interés estaba en función de los valores, cuando lo cuantitativo estaba en función de lo cualitativo, la persona, la comunidad, los momentos de desarrollo, de apogeo de las culturas, se daba. Pero cuando la persona, la comunidad priorizaba lo cuantitativo en detrimento de lo cualitativo, cuando lamentablemente esto estaba priorizado siempre eran procesos de decadencia. Y la persona no crecía y no se desarrollaba plenamente. Cuando por tener más, dejo de ser mejor, la persona empieza a destruirse. Cuando por priorizar la cantidad, pierdo la calidad, la persona y la comunidad se destruye. Cuando los valores están en función de los intereses, la persona se destruye. Ellos veían y constataban que cuando ocurría lo contrario siempre había crecimiento.
Mi abuela, una mujer inmigrante española, me decía una frase que ahora la veo, siempre que digo esto, la veo a ella y pienso esta idea. Ella me decía: “Robert en la vida hay dos actitudes, uno tiene que ver con la ambición y otro tiene que ver con la aspiración”. Y me decía: “Robert en la vida tenes buenas o muchas ambiciones pero grandes aspiraciones”. Ella me estaba diciendo a su manera, que pusiera siempre los intereses en función de los valores. La palabra ambición siempre tiene un sentido cuantitativo. La persona que ambiciosa quiere esto, después aquello y siempre esta insatisfecha porque quiere tener más. La persona que tiene aspiración, siempre busca crecer mejor y desarrollarse mejor. Lo que ella me quería decir directamente es que trate de poner siempre grandes valores en mi vida, y aprender a que mis ambiciones siempre estuvieran en orden a eso.
Cuando uno mira la vida de esta manera cuantitativamente, ocurre algo importante, a la larga termina viendo al otro como un competidor en la vida. Y cuando la persona tiene una mirada cualitativa de la vida, el otro deja de ser un competidor en la vida, y pasa a ser un compañero de viaje en la vida. Y entonces cuando lo considero un compañero de viaje, voy a ver qué puedo aprender de él y qué puedo compartir con él. Cuando lo veo un competidor en la vida, voy a tratar de estar a la defensiva para yo no perder y en todo caso evitar que el me gane.
Dos actitudes distintas totalmente, pero en la formación de la libertad y en el desarrollo personal, hay algo más todavía.
Cumplimiento (Cumplo y Miento) Vs Compromiso
Cuando formaban sus jóvenes, dentro de esta filosofía, pasaba lo siguiente, cuando ellos miraban esto (ÉTHOS Grupo 1) se daban cuenta que la formación ética va por el cumplimiento de la ley, y el cumplimiento de la ley era una forma de pedagogía. Pero la palabra cumplimiento me está diciendo todo. El cumplimiento termina en un cumplo y miento siempre. En realidad la persona que se maneja por cumplimento siempre cumple para que no lo sancionen, para que no lo reprueben, para no tener problemas pero, en realidad a la larga, el cumplimiento es una actitud pasiva.
Y se daban cuenta que más que el cumplimiento, cuando quiero formar la ética de alguien (ÊTHOS Grupo2) tengo que preocuparme en trabajar sobre los valores. Cuando una persona adhiere a un valor, sale del cumplimento y llega al compromiso. El compromiso es tomar ese valor, comprometerme en la vida, consagrarme a eso, y dedicar mi tiempo y energía a eso. Esa es la diferencia. A la persona que cumple la tenes que estar siempre mirando. A la persona que está comprometida no la mires porque va a estar con su corazón siempre en eso.
“Tanta libertad como sea posible, y tanta autoridad como sea necesaria”. S.A.
San Agustín tenía una frase que me encanta, cuando estudie este tema, él decía esto, en las formación de las personas eh: “Tanta libertad como sea posible, y tanta autoridad como sea necesaria”. Tanta libertad como sea posible, es decir forma la libertad de las personas, enséñales a trabajar su propia libertad ¿Cómo? Adhiriendo valores, tanta libertad como sea posible, y tanta autoridad como sea necesaria. La autoridad esta puesta con carácter supletorio, la autoridad tiene que venir cuando mal usa la libertad.
Entonces lo importante no es la autoridad para que haya cumplimiento, lo importante es que la persona educando su libertad se comprometa en valores.
Pero atención, “Enseñamos lo que sabemos, pero contagiamos lo que vivimos”. Los valores se contagian no se predican, “los valores son atmosféricos” decía mi querido profesor de ética, “los valores son atmosféricos Roberto, se respiran”. Cuando vos llegas a un lugar o hay calidez o no hay calidez. Cuando vos llegas a un lugar reina la a mistad o no. Los valores se respiran, están. Por eso, es tan importante decía, la tradición que forma sobre la axiología, que es el estudio de los valores, que: “Los valores se adhieren a través del contacto con personas cargadas de valores”. Los valores no se adhieren por imponerlos, no se imponen, son imponentes. De lo que se trata, es de acercar a los jóvenes al encuentro de esos valores. Y entonces de lo que se trata es que la persona adhiera una mirada cualitativa de la vida porque se contagia de las personas que lo estamos viviendo. Por eso la formación ética (ÊTHOS Grupo2) pasa por aprender adherir esos valores fundamentales.
Entonces si me siguieron este razonamiento ahora estamos llegando a lo que yo quería, al fondo de esto (ÊTHOS Grupo2). Toda la atención, todas las neuronas acá. La persona que tiene una mirada cuantitativa de la vida lo que va a priorizar es el éxito. Y para eso va a poner toda su energía porque eso va a ser lo que le permitirá lo que quiere. El éxito va a ser lo fundamental.
La persona que tiene una mirada cualitativa de la vida, lo que va a priorizar es el ideal de vida. Y ahora entramos en tema. Ustedes me podrían decir: “Roberto así como lo decis pareciera que el éxito es malo y el ideal de vida es bueno”. ¡No! Cuando el éxito está en función de un ideal de vida, ese éxito siempre es beneficioso para todo. Cuando busco el éxito, sin importarme ningún ideal, ningún valor superior. Cuando busco el éxito para mí, es probable que los demás no se beneficien, el éxito por el éxito siempre lleve al individualismo. Cuando aspiro al éxito por el éxito, lo cierro en mí. Cuando en cambio yo pongo mi éxito en función a un ideal de vida, seguramente que el éxito mío va a ser algo que va a beneficiar a muchos. Y este es el secreto. Bendito sea que las personas que tienen ideales en la vida sean exitosas. Bendito sea que las personas teniendo valores fundamentales en la vida, teniendo altos ideales, tengan mucho éxito. No debemos renegar de un éxito, lo que debemos renegar es de un éxito que solamente quede para provecho de uno eso sí, porque eso no beneficia a nadie. El planeta esta como esta por este problema ¡eh!. Cuando el éxito está en torno a un ideal de vida, en lo que sea nos beneficia a todos. Y por eso la pregunta será ¿Qué significa el ideal de vida?, ¿Qué queres decir cuando hablamos de ideal? Haber de nuevo. Vean, vean esto (señala el aspecto cualitativo del grupo 2)
Ustedes me podrían decir: “Cuando hablas de ideal de vida algo me hace ruido también Roberto, no te llego a entender bien. ¿Qué diferencia hay entre ideal de vida y proyecto de vida, es lo mismo? En el orden del hacer, una cosa son a los que llamamos proyectos de vida y otra cosa es el ideal de vida. Una cosa son los proyectos de vida y otra es el ideal de vida.
¿Qué es el Proyecto de Vida?
Ustedes me podrían decir: “¿a que llamas proyectos de vida Roberto, son meros objetivos que me pongo en el tiempo?”. Los proyectos de vida son: objetivos que tengo que cumplir en determinado tiempo. También se lo suele llamar vocaciones, pero no tiene con la carrera universitaria o un estado de vida, es algo más profundo. Vocación o proyecto de vida tiene que ver con objetivos que me coloco en el tiempo para cumplir. Por ejemplo, ser abogado es un proyecto de vida, y hay proyectos más profundos, más fáciles, más cortos, más largos. Leer un libro es un proyecto, pero no es tan importante, pero eso no importa. Las vacaciones que vamos a tener en el próximo verano es un proyecto. Los proyectos de vida son determinadas cosas que me pongo en el tiempo para cumplir y alcanzar.
¿Qué es el Ideal de Vida?
En cambio el ideal de vida es un valor, un valor superior que rige mi vida. A ver si soy claro en lo que digo, tener una familia ¿es un proyecto de vida o un ideal de vida? Tener una familia siempre, siempre es un proyecto de vida. Ahora como sea esa familia, ¿de qué depende? Del ideal de vida de las personas que lo forman. El proyecto de vida, como el caso de tener una familia es siempre un anhelo que puede o no darse. Tendré que conseguir la persona ideal para mi vida, la persona que sea mi compañera o compañero, tendré que tener niños si Dios quiere. Se tendrían que dar una serie de factores, tendría que hacer determinadas cosas. Pero ¡atención! como sea esa familia va a depender del ideal de vida de las personas, los valores de esa familia van a estar pendiente del ideal de vida, de ese hombre y de esa mujer que pusieron ese proyecto. ¿Quiere decir que cuanto más claro sea el ideal de vida de esos hombres de esas personas, padre, madre más rico va a ser ese proyecto de vida? ¡Sí! ¿Quiere decir que cuanto más comprometido estén ella y el en ideales de vida fuertes, mas van a impregnar a esa familia de valores?. ¡Sí! ¿Quiere decir que si yo digo que ser abogado es un proyecto de vida, como sea como abogado va a depender de mi ideal de vida como persona? ¡Sí! ¿Cuánto más comprometido este con mi ideal de vida como persona, mejor voy a hacer como abogado o profesional? ¡Sí! Por lo tanto, trabajar sobre mi ideal de vida, favorece los valores de mis proyectos de vida. Entonces si me siguieron, a ver si me siguen ahora.
Los proyectos de vida, nos dan satisfacción.
Y de hecho cuando logro un proyecto de vida logro satisfacción y cuando no lo logro a ese proyecto me siento insatisfecho porque puse mucho esfuerzo, tiempo, energía. Repito el cumplimiento de los proyectos de vida nos dan satisfacción o no si no lo alcanzamos. Yo quería aprender tal cosa, bueno por x razón no pude, no se dio, y me perdí la oportunidad de aprender eso. O quería hacer un viaje y se frustro. Entonces lo logro o no lo logro, me dan o no satisfacción.
Entonces la pregunta es esta: la felicidad ¿es un proyecto de vida o un ideal de vida?
Quiero que se den cuenta, los estoy llevando hacia un determinado razonamiento pero a veces en esta zona uno tiene una sensación de inestabilidad. Ahora quisiera que lo sigan conmigo, miren esto. En realidad siguiendo este esquema, la felicidad no es ni un proyecto de vida ni un ideal de vida. ¡Atención por favor! La felicidad es la vivencia de un ideal de vida. Cuando me acerco y vivo ese ideal de vida, soy feliz. Y cuando me alejo de ese ideal de vida, no lo soy. La felicidad es un estado del alma, más que un estado anímico.
Cuando cumplo un proyecto tengo un estado anímico de satisfacción, cuando estoy viviendo mi ideal tengo un gozo interior que me viene porque estoy viviendo mi ideal de vida, la felicidad es la consecuencia de vivir mi ideal de vida. Cuando una persona está viviendo su ideal y su misión en la vida, es feliz. Y es una felicidad que no tiene nada que ver con la satisfacción de o por haber logrado algo, y todos los que están aquí, los que estén viviendo lo que digo me entienden. Cuando uno está viviendo su ideal y su misión siente un gozo en el espíritu que no tiene nada que ver con la sensación de un proyecto cumplido, es la sensación de que la vida vale la pena. Hay un autor que decía “tener un ideal es tener una razón para vivir”.
Ese ideal es un valor que cuando lo puedo vivir y encarnar en mi vida, siento un gozo enorme.
Pero va a pasar algo, van a tener que seguir el razonamiento. La persona que no tiene una mirada cualitativa de la vida, y que por lo tanto no tiene un ideal de vida claro, en el cual pone todo su ser, la persona que no tiene esto, sino que tiene una mirada cuantitativa de la vida, y que sigue el éxito, va a idealizar los proyectos de vida pensando que ellos le dan la felicidad. Y va a creer, la persona que tiene una mirada cuantitativa, que la felicidad va a depender del logro de proyectos y lamentablemente ningún proyecto lo va a hacer feliz. Increíblemente los proyectos de vida te van a dar siempre satisfacciones pero nunca la felicidad profunda.
Más aún la persona que idealiza los proyectos de vida, termina siendo adicto de eso.
¿Cómo es eso? Vamos a poner un ejemplo empresarial y después les presento un ejemplo personal.
Pongamos una persona con una visión materialista de la vida, que tiene un emprendimiento como empresa personal, y que tiene una mirada absolutamente cualitativa de la vida. Es más, descalifica a la otra mirada porque piensa que la gente con esa mirada se muere de hambre así que no le interesa. Entonces con esa mirada de la vida obviamente cree que ese proyecto, que es que su empresa se posicione primera en el mercado, eso lo va a poner feliz, es decir haber logrado ese éxito y pone toda su campaña en eso.
Pueden pasar dos cosas, que no lo logre o que lo logre. Si no lo logra, como él está pensando que eso le va a ser feliz, si no lo logra se va a sentir frustrado. Pero que va a pasar si sucede al revés. Supongamos que llega a ser la empresa número uno, lo que va a sentir es una gran satisfacción pero no va a sentir una plenitud y una felicidad como el soñaba. Entonces ahora quiere que su empresa a nivel nacional lo sea a nivel latinoamericano, y después a nivel internacional, y si quiere diez, quiere cien y, si quiere cien, quiere mil y, si quiere mil, quiere un millón. Lo que tiene es hambre de poder, va a querer estar en la presidencia y después otro cargo más y así. Y va a querer quedarse toda la vida en la presidencia. Es decir que los proyectos de vida que no me dan la felicidad, me hacen pensar que para que me den la felicidad tengo que dedicar más y más y más. Y crezco en la ambición del tener o la ambición del poder. O la ambición de cualquier cosa. Lamentablemente, no me dan la felicidad porque si la dieran, con todo respeto, el mundo estaría lleno de gente feliz. Si diera la felicidad el cumplimento de proyecto, toda la gente exitosa que vemos cuantitativamente serian bárbaras y uno ve cada lio. Algo no cierra. ¿Saben que pasa? Que el tema fue idealizar el proyecto de vida y no entender que el ideal es un valor superior al cual pongo mi vida en servicio.
La palabra ideal etimológicamente significa idea motriz. El ideal es algo que mueve, el ideal es un valor que me mueve en la vida. Y el ideal de vida de una persona es, en una escala de valores, el valor más alto que tengo en la vida. Eso es el ideal de vida. Es aquel valor por el cual yo daría la vida.
Más aun, imaginemos que en el cementerio los epitafios de las tumbas dijeran esto: “aquí yace el cuerpo de una persona que a lo largo de toda su vida intento….esto”. El ideal de vida es algo que anhelamos, un valor que anhelamos vivir plenamente en nosotros. Ese valor superior que esta sobre el resto, ese valor que llamamos ideal de vida es lo que nos mueve en la vida. Más aún, como papá lo digo, no hay cosa más linda que un día, cuando pasen los años y los chicos crezcan y se vayan de al lado de uno. Y además cuando uno ya no esté más acá, lo que uno más desea como padre, no es que nos recuerden porque le dimos muchas cosas o porque los quisimos mucho. ¡Qué lindo seria que nos recuerden por nuestro compromiso en nuestros propios ideales! ¡Qué lingo que dijeran: “mi padre es una persona que lucho por esto o dio su vida por esto otro. Mi madre era una persona que amaba esto y entrego todo su tiempo y energía en esto”! ¿No sería más lindo que nos recuerden por nuestros compromisos en esos ideales? Por supuesto que nos va a gustar que nos recuerden por lo que le dimos y por el afecto nuestro que tuvieron, pero lo más importante es que recuerden nuestro compromiso y dedicación a esos valores. ¿Saben por qué? Porque si logramos eso, si le contagiamos eso, algún día ellos también tomaran otros ideales, no los míos. Y pondrán su vida a servicio de eso y habremos contribuido a la humanidad. No saldremos en la tapa del diario, no seremos famosos por nada pero, habremos sido famosos en el sentido de haber sembrado en el corazón de nuestros hijos el compromiso por un ideal.
Si cuando no este acá, mis dos hijos que adoro, me recordaran por toda mi entrega y dedicación, que siento que es mi misión, mi misión está cumplida. Si además hay otras personas que nos recuerdan por lo mismo, bendito sea. Pero si a esos dos seres, que en mi caso estuvieron al lado mío, le pude contagiar el valor de eso, ¡bendito sea!
Por eso el ideal de vida es un valor superior. Algo que está marcando una aspiración profunda personal.
Pero ustedes me podrían peguntar: “Roberto ese ideal de vida del que vos hablas ¿qué es? porque yo me miro adentro y si me preguntas ahora cual es mi ideal de vida no tengo la más mínima idea. No me preguntes porque me voy a sentir mal. ¿Qué es el ideal de vida?”.
Voy a jugar con las ideas para que me sigan. En un dicho de oriente un discípulo le pregunta al maestro: “miro el horizonte y veo que cuando camino diez pasos, veo que el horizonte se me aleja diez pasos, y cuando camino otros diez pasos el horizonte se me aleja otro diez pasos. ¿Para que esta el horizonte maestro?” Y el maestro le contesta: “para eso, para caminar”.
Los ideales nos convocan a buscar alcanzarlos.
Y un autor tiene esta frase: “la grandeza de un ideal no está en alcanzarlos sino en luchar por él, alcanzarlo simplemente es una recompensa”. De modo que como el horizonte, el ideal es algo que me llama a buscarlo plenamente. Difícilmente en la condición humana viviremos un valor fundamental de manera total, plena, definitiva. Pero nuestra lucha por eso, nuestro afán de eso, eso tiene valor. Eso es importante.
Entonces el ideal es algo que nos convoca pero ¿lo vamos a alcanzar?
Un autor dice así: “los ideales en la vida de las personas son como las estrellas, en la noche los navegantes, aunque no la pueden tocar a las estrellas, observándolas pueden llegar a destino”. Entonces a veces a los ideales no los alcanzamos, pero mirándolos podemos llegar a la meta que queremos.
Entonces ustedes me podrían peguntar: “¿el ideal de vida es un valor, Roberto?” ¡Sí! Un valor que es algo que nos convoca, “pero no entiendo” me volverían a decir: “hay algo que me hace ruido ¿Qué diferencia hay entre tener un ideal y ser idealista? Suena parecido, ¿es lo mismo?” ¡No! Todos en la adolescencia fuimos idealistas, o sea soñábamos un mundo mejor. No molestaba este mundo concreto de todos los días, y soñábamos con un mundo distinto. Nos costaba este mundo real y buscábamos otro. Con el tiempo se supone que, si maduramos bien, dejamos de ser idealistas y pasamos a tener ideales.
Entonces ¿Cuál es la diferencia entre tener un ideal y ser idealista?
El idealista ve lo que sueña y le molesta lo que es, el que tiene un ideal ama lo que es, ama lo que hace, ama eso porque quiere transformarlo para que sea mejor. El que tiene un ideal se compromete con la realidad, el idealista sueña otra realidad. El que tiene un ideal pisa tierra, el idealista está a un metro de la tierra.
Hay un autor que dice esta frase: “Quien tiene un ideal sabe lo que quiere, el idealista quiere lo que sabe”. Y hay dichos populares más lindos todavía. “El que no sabe lo que quiere, termina donde no quiere”. O dicho en un refrán más náutico dice: “para el que no sabe dónde va nunca soplan viento favorables” es decir, sí yo no sé a dónde voy, todo me molesta, todo viento me molesta, pero sí sé a dónde voy, se colocar el velamen para que los vientos favorables me lleven y a los otros vientos los aprovecho también.
Cuando no sé cuál es mi ideal de vida, voy en la vida a tumbos y la pregunta es, cuando tengo claro mi ideal, entonces ¿puedo ordenar las cosas para aprovechar el tiempo y saber a qué decir que si y a que decir que no?.
“Pero Roberto sigo sin sentir como juega el ideal en la vida”, ustedes me dirán. En la metafísica de Aristóteles hay un axioma fundamental que van a ver la aplicación practica que tiene. Este axioma dice así: “lo que es último en el orden de la ejecución es primero en el orden de la intención”. Entonces un escultor que se pone a hacer una estatua, la estatua terminada esta al final de la ejecución, pero esa estatua estaba desde antes, desde que comenzó a esculpir su estatua estaba ya en la persona, en el escultor, de modo que la estatua terminada esta al final, pero la estatua en sí estuvo al comienzo en la intención. Así juega el ideal en la vida. Alcanzar un ideal plenamente es algo que está mucho más adelante, pero ahora esta acá, acá en mí en cada cosa que estoy haciendo, hasta cuando me lavo los dientes, hasta cuando abro el agua para ver que me cae. En cada instante de mi vida cotidiana, mi ideal esta ahí, mi opción en cómo te miro, en cómo te hablo, en cómo me planto en la vida, en cómo utilizo las cosas. Todos los días está en mí acá detrás, el ideal esta acá en mí.
Por eso, cuando Miguel Ángel hizo La Piedad, uno lee la vida de él y le llevo tres noches y cuatro días hacer semejante obra de arte y la hizo así, vertiginosamente, durmiendo casi en el mismo lugar del taller para terminar la obra y sacar lo que sobraba. Y fíjense ¿Por qué pudo hacer algo muy rápido? Porque tenía muy claro donde pegar cada golpe. Y pudo realmente poner todo su ser en lo que hacía porque veía claro, veía claro lo que quería. Un escultor que comience a hacer algo sin ver nada claro y, va a pegar acá, va apegar allá, va a tardar un montón porque no sabe bien que quiere. Se parece mucho a nosotros a veces. Perdemos mucho tiempo por no saber bien que queremos. Cuando el ideal es claro cada golpe que doy, cada decisión que tomo, cada elección que hago es mucho más certera. Y si no vamos de un lado a otro y en ese devenir así, a veces acertamos o desacertamos y la vida se nos pasa por todos lados.
¿Cuando se forma el ideal de vida de uno?
“Pero Roberto todavía no se bien cuál es el ideal” me dirán. Cuando pensamos en un ideal de vida, pensamos en algo muy abstracto. “Cuando uno Roberto se forma el ideal de vida del que vos hablas, ¿Dónde se forma el ideal de vida de uno? ¿Cuándo empieza eso?”. Entre los 17 a 21-25 años es el período de la vida en la que se supone que uno empieza a formar su ideal de vida.
¡Atención! Apelo a que cada uno haga un momento de introspección para cada uno ¿a quién admirabas a esa edad? ¿A que hombre o a que mujer admirabas a esa edad de tu vida presente o de la antigüedad o de la historia? ¿Quién era tu fuente de admiración? Retene y pensa ¿a quién admiras hoy? ¿todavía mantenes la admiración por aquel o aquella persona que admiraste? Por ahí era tú padre, madre o hermano o tal vez alguien de la historia. ¿A quién admirabas?
¿Por qué esta pregunta? Porque cuando admiramos a alguien, lo admiramos porque él o ella tienen un valor, tienen algo que me conmueve. La admiración nos lleva a pensar que esa persona tiene un valor, una cualidad que yo también la quiero vivir. Probablemente esa persona que admiramos, tenga un valor que es el que yo también he decidido vivir en mi vida. Justamente, probablemente a lo largo de mi vida ese valor que admire en esa persona, yo también lo quise vivir y probablemente estuvo detrás de escena a lo largo de mi vida. Quiere decir que uno tiene, para saber cuál es mi propio ideal, tengo que ver ¿que admiraba en las personas que admiraba? “Sí”, me dirán, “pero bueno admiraba a muchas personas o si lo pienso bien había varios valores” ¿Cuál era el más importante para vos?, ¿Qué valor tenía esa persona más importante para vos? Por allí va la pista, pero todavía más.
REDACTORA: Gisela S., redactora de la gran familia de la Hermandad Blanca.
Gracias,gracias,gracias.
?? Excelente artículo. Busqué por internet sobre cuál es nuestra misión en la vida y me quedé sorprendida al final sobre el ideal de vida. Cuando era joven leí una novela: Doña Barbara y siempre la admire y ahora me doy cuenta que aun cuando no tengo los bienes materiales tengo su personalidad. Esto no es coincidencia ni casualidad. Creo que ese es el valor que les voy a dejar a mis hijas para que me recuerden. Ni yo misma lo sabía hasta ahora que leí esto. ?
gracias.
Hola Gisela,me pareció un muy buen resumen estoy escribiendo un libro sobre empoderamiento femenino,se llama el dinero y la mujer,tiene mucho que ver con la misión nueva que tenemos las mujeres para cambiar el mundo y animarnos a ser exitosas, me encantaria comunicarme contigo así podemos publicar algo para los lectores saludos !!!
Que interesante ojala podamos leerlo algun dia
Me encanto , aunque lo encontré incongruo y levemente indefinido al final, tal vez no lo haya entendido bien,,,el punto inicial era "Cual es mi mision en la vida?"
Termina hablando del ideal de vida.. significa que "mi misión reside en mi ideal?"
Gracias, muchas gracias…no creo recordar haber conseguido en un post tantas respuestas y guía como en este… Me ha llegado profundo el mensaje del ideal… Puedo sentir en cada palabra que UD. Vive su ideal… Reciba bendiciones y amor desde esta esquina..
esto es estar en sintonia con DIOS querer ser persona que ayuda al otro encontra sus pregunas intrena mil gracias
Varias afirmaciones de las aquí nos ha dejado el maestro Roberto Pérez, me las he anotado y puestas a la vista para tenerlas en cuenta en mi día a día, tienen mucha fuerza!!. Muchas gracias por su iluminación.
Todos tenemos una mision en la vida todo depende de nosotros y de la fuente.No. todos vamos a ser curas o monjas pero sí mientras no nos separemos de la fuente seremos felices.
Muchas gracias, me encantó este post, realmente se siente el gozo en el alma cuando uno está viviendo su propio ideal de vida. Muy profundo y amigable lectura.
Un agradecimiento infinito por este texto que iluminó de un pantallazo mi vida, mientras lo iba leyendo. Digno de una persona que merece ser llamada, Maestro. Lenguaje sencillo, conceptos claros. Gracias, gracias.
Gracias Roberto por tu tiempo para desarrollar esta temática.Me queda más claro y todo es muy interesante.
Saludos.
Gracias Gisela.
Muy buen artículo !.Bendiciones.
si me encanta me abre mas mi entendimiento muchas gracias ..
cuanta razon tiene la respuesta . si todos supieramos pararnos firmes como lo aconseja, otro seria nuestro vivir. muchas gracias por abrir mis ojos una y otra vez con sus enseñanzas
Roberto.gracias.muy claro tu material.magnifico.lo entendi perfecto.bendiciones.gracias.