Ejercicios para aplicar el concepto del karma

Con la mayoría de las palabras tenemos conceptos no bien delimitados. Tal vez la palabra karma es una de las usadas en múltiples sentidos y se ve como un término traído de los países orientales y que no tiene mucho sentido en el mundo occidental.

Sin embargo, desde el tiempo de los griegos se afirmaba que las acciones humanas tenían consecuencias. Que las relaciones de causas y efectos no se limitaban al mundo físico, sino que las intenciones tenían consecuencias morales y que no era igual una persona sin escrúpulos que otra que se regía por sus principios éticos.

Sobre este tema  no solo escribieron Platón y Aristóteles, sino que se escribieron obras de teatro que enseñaban al pueblo el valor de actuar siguiendo principios morales y las consecuencias negativas si les faltaba carácter.  La obra de Sófocles Antígona se refiere a una mujer noble que tiene que enfrentar a la autoridad familiar y del Estado por cumplir con sus principios.

Antígona es una mujer noble que tiene que enfrentar a la autoridad familiar y al Estado por cumplir con sus principios.

Todas las religiones han tenido formas de expresar que los deseos y las acciones inmorales tienen repercusiones sociales e individuales. De igual manera, ofrecen maneras de regresar al bien y restablecer el equilibrio.

La mejor manera de desarrollar un concepto es adquiriendo experiencia. Podemos preguntarnos, ¿Cómo se adquiere experiencia para desarrollar el concepto de karma?

Dentro del esoterismo, varios autores recomiendan la revisión de nuestra vida para comprender que hemos hecho y como esas acciones tienen repercusiones en nuestra vida. Esta es una manera de comprender lo que es el karma, al tiempo que avanzamos en el conocimiento de nosotros mismos.

Veamos algunos ejercicios para aplicar el concepto del karma que nos pueden ser muy útiles.

Max Heindel  propone este ejercicio como una manera de purificarnos.

1. Este ejercicio se hace en la noche después de acostarse y relajarse. Se van recordando los sucesos del día en orden regresivo, es decir, desde el momento de acostarse hasta lo realizado en la mañana al levantarse. El autor señala que la retrospección en sí mismo es un ejercicio que cumple parte del trabajo de restauración que se logra con el sueño. También se adquieren conocimientos que estaban destinados para vidas posteriores. Además limpiamos nuestra mente subconsciente, con lo cual podríamos estar listos para conocer los mundos internos.

Hay otros ejercicios propuestos por Rudolf Steiner:

Consiste en hacer una lista de todo lo que hemos recibido, independientemente de que los otros lo hayan hecho con buena intención o no. Es reconocer en los demás lo que nos han aportado. Lo que nos ha permitido aprender. Este ejercicio nos hace comprender que aprendemos de todas las personas y, lo más importante, que debemos reconocer que tenemos que estar dispuestos a compensar lo que hemos recibido.

Una de las ventajas de este ejercicio es comprender que aquellos que han sido obstáculo para nuestras metas, también cumplen un rol en nuestras vidas y que en vez de perder nuestra energía deseándoles mal estamos en la obligación de aprender de esas experiencias y desearles el crecimiento espiritual.

Ejercicios para aplicar el concepto del karma

Como un complemento al ejercicio anterior, podemos centrarnos en quienes nos han tratado de manera injusta y comprender la situación como dirigida por nosotros.  La idea es imaginar que todo ocurrió porque lo planeamos.

Este ejercicio, nos quita los miedos y las emociones de odio. Es buscar porque nos convenía que ocurriese de esa forma y porque no evitamos que esa situación ocurriera. Es importante aclarar que no estamos diciendo que vamos a reconocer que la situación ocurrió por nuestra culpa (la culpa nos quita energía, ya que es una emoción), es más bien tomar el control de la situación y reconocer que así como esa situación ocurrió por nuestra responsabilidad, al hacernos responsables tenemos el control para crear las nuevas circunstancias que queremos.

Otro ejercicio que nos puede ayudar a conocernos mejor es hacer dos listas sobre nosotros, una con todas nuestras cualidades y otra sobre lo que no nos gusta de nosotros, pero que no podemos cambiar actualmente. Vamos a trabajar con nuestro yo negativo, que está en la lista de lo que no nos gusta de nosotros. Vamos a hacer un esfuerzo para comprender que ese ser negativo lo creamos en vidas anteriores y por eso es tan resistente a nuestro intento por ser diferentes. Estamos haciendo referencia a los aspectos de nuestro carácter que reconocemos como dañinos.

Esta es una vía para comenzar a comprender que las relaciones de causa-efecto o de  nuestro karma, no son consecuencia de nuestra vida actual, sino que tiene un fondo más profundo. Necesitamos paciencia, constancia y buenas estrategias pata modificar los aspectos negativos de nuestro carácter.

El primer ejercicio propuesto por Max Heindel se puede extender. Es decir, además de ese ejercicio diario que él propone, hacer un ejercicio cada tres meses, en el que revisamos todo lo que hemos hecho desde el presente hasta lo que comenzamos tres meses antes.

La importancia de este ejercicio es que además se ser útil para comprender el concepto del karma, nos permite comprender hasta qué punto estamos cumpliendo con nuestros planes. En todo caso, lo importante es que descubramos que los responsables de lo que nos sucede somos nosotros mismos, incluso en los casos en que permitimos que otros se pasen de los límites que no nos atrevemos a señalar.

Si recorremos un río desde la desembocadura hacia su nacimiento, nos vamos a asombrar sobre como ese gran río que vimos al principio, puede comenzar como una pequeña fuente. Es este caso, vamos a entender que las situaciones que tenemos actualmente, nos agraden o no, comenzaron con pequeñas decisiones que tomamos.Una persona que ha aprendido un idioma que lo usa para ganarse la vida puede ir hacia atrás y ver cómo hace años comenzó de manera torpe.

Si recorremos un río desde la desembocadura hacia su nacimiento, nos vamos a asombrar sobre como ese gran río que vimos al principio, puede comenzar como una pequeña fuente.

Es importante comprender que el concepto de karma, casi siempre se entiendo como consecuencia, pero no se ve como responsabilidad. Estos ejercicios que se ofrecen aquí tienen como objetivo observar el karma a partir de nuestra propia experiencia. No como un juicio a los demás, sino como una forma de conocernos a nosotros mismo.

Cuando se considera la vida en términos de karma, estamos refiriéndonos a que somos responsables de desarrollar nuestro carácter. Este desarrollo del carácter es nuestro trabajo. Lo único que nos queda a través de las diferentes vidas es nuestro carácter.

La propuesta es tener una comprensión más elaborada de lo que es el karma y usar este concepto para conocernos mejor. Para ver como es la propia dinámica en nuestra vida. Los conceptos son vivos cuando podemos aplicarlos en nuestra vida y nos permiten darle sentido a todo lo que hacemos. El concepto de karma debe estar relacionado con las metas. En todo lo que hacemos debemos tener metas.

Los ejercicios anteriores nos van a ayudar a ver si nuestra vida tiene dirección o si estamos actuando en la dirección que nos señalan los demás. No podemos llegar a ningún sitio, sino sabemos dónde vamos. La retrospección es una forma de ver si en el origen había un sentido. Cuando no sea así, podremos detenernos y ver las correcciones que debemos hacer para llegar al buen puerto.

Max Heindel. Concepto Rosacruz del Cosmos. Kier. Buenos Aires

Rudolf Steiner. Relaciones Kármicas. Editorial Rudolf Steiner. Madrid.

AUTOR: José Contreras, estudioso del tema sobre karma y reencarnación. Escritor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org

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