El Buda, el Cristo y el Festival Wesak
El Maestro Tibetano Djwhal Khul (D.K.) en el siglo pasado actuó como portavoz de la Logia Blanca Planetaria y a través de los llamados Libros Azules dio mucha información a la Humanidad, tanta… que lleva muchos años leerla y mucho más asimilarla. El libro Tratado sobre Fuego Cósmico, por ejemplo, tiene 1.000 páginas y no sólo es extenso sino que también suele ser abstruso, porque el Maestro hace analogías entre el nivel Cósmico, el nivel del Sistema Solar, el nivel de un Planeta, el nivel de un ser humano y el nivel de un átomo. Entre tantas analogías el estudiante suele perderse y el libro es dejado para «más adelante» (aquel que persista en su estudio seguramente conseguirá una gran expansión de conciencia). Por lo general se continúa el estudio esotérico con los Libros Azules más pequeños que suelen ser más entendibles, lo cual es una medida sabia. No obstante eso, hay partes de Tratado sobre Fuego Cósmico que son muy asimilables y bastante concretas. De ésas, rescatamos un párrafo que tiene que ver con el título de este artículo y puede leerse dentro de contexto desde la página 604 hasta el inicio de la 609.
Algunas aclaraciones servirán de ayuda para leer el fragmento del libro:
Bodhisattva es el término que se aplica para denominar al Instructor del Mundo, cargo o puesto de servicio planetario desempeñado actualmente por aquel Gran Maestro conocido como Cristo o Señor Maitreya (tiene otros nombres también en otras tradiciones espirituales).
El Maestro Tibetano ha dicho que cuando Ellos realizan profecías lo hacen porque «ven» lo que va a suceder, pero que las fechas suelen correrse y no son exactas pues en gran medida mucho depende de las elecciones que haga la humanidad y ello no puede preverse. Al respecto de la Reaparición de Cristo, Vicente Beltrán Anglada ha dicho que ese acontecimiento que se esperaba para fines del siglo XX ha sido postergado hasta que estén dadas condiciones más favorables. Ver al respecto su artículo El Triple Proyecto Jerárquico. Téngase esto en cuenta cuando se lean fechas precisas.
Chela es un sinónimo de discípulo y todos somos discípulos en algún grado de avance, desde aquel que colocó el primer paso en el sendero hasta el Cristo que es discípulo del Señor del Mundo.
En Tratado sobre Fuego Cósmico puede leerse:
«El misterio de los Bodhisattvas ha sido tratado por H. P. Blavatsky, y hasta que los estudiantes hayan asimilado y estudiado lo que ella ha dicho, nada más puede agregarse. Captar la verdad es un factor que siempre merece una nueva revelación.
Un período muy interesante tendrá lugar cerca del año 1966, y persistirá hasta el fin del siglo (el libro fue publicado en 1925); para ese entonces los Grandes Seres ya se están preparando. Concierne al esfuerzo que realizan cada cien años la Logia y los Personajes que pertenecen a ella. En cada siglo la Logia hace un esfuerzo en una línea determinada de fuerza, con el objeto de llevar adelante los fines de la evolución; el esfuerzo que realizarán en el siglo veinte será de mayor envergadura que el efectuado durante mucho tiempo y abarcará a un número de Grandes Seres. H. P. B. y un sinnúmero de chelas intervinieron en un esfuerzo similar durante el siglo XIX; el que se ha de realizar en un futuro inmediato involucrará a varios de los Grandes Seres y al Mismo Maestro de Maestros (el Cristo); ahora podríamos referirnos a tres de los distintos métodos anteriormente mencionados, que se aplicarán para Su advenimiento.
En la aparición del Bodhisattva Mismo, se evidenciará el misterio del Bodhisattva en su más pleno significado, y no nos corresponde extendernos aquí sobre ello. Baste decir que se utilizarán las vestiduras del GRAN SER, pero el tiempo demostrará si el Señor que viene las revestirá con un vehículo físico en ese evento particular, o si el plano astral será el campo de Su actividad. Si el estudiante reflexiona sobre las consecuencias que implica apropiarse de ellas, se arrojará mucha luz sobre los probables acontecimientos. Las vestiduras actúan con capacidad dual:
a. Por estar excesivamente magnetizadas, tienen, por lo tanto, un efecto profundo y de gran alcance.
b. Por actuar como punto focal para la fuerza del Señor Buda y establecer un vínculo con el Señor que viene, Le permitirán acrecentar Sus propios y maravillosos recursos, extrayéndolos de centros de fuerza, aún superiores, por conducto del Señor Buda.
Esta fuerza se expresará en el plano astral, produciendo vastos resultados de naturaleza tranquilizadora, trayendo, por acción refleja, paz en la tierra. La transmutación del deseo en aspiración y la transformación del deseo inferior en superior constituirán algunos de los efectos, mientras que el resultado de la fuerza que afluye producirá grandes reacciones en los habitantes dévicos de ese plano. Mediante la vibración así iniciada muchos tendrán oportunidad (que no hubieran tenido de otro modo) de recibir la Primera Iniciación. Luego, a fines del ciclo mayor, el Avatar que viene volverá a emplear las vestiduras y todo lo que ello implica, y tomará un cuerpo físico, demostrando así en el plano físico la fuerza del Logos al aplicar la Ley. Cuando Él venga al final de este siglo y haga sentir Su poder, lo hará como Instructor del Amor y de la Unidad, y Su tónica será regenerar por medio del amor. Debido a que actuará principalmente en el plano astral, Su trabajo se manifestará en el plano físico, estableciendo grupos activos en toda ciudad, grande o pequeña, y en todo país, que trabajarán intensamente para lograr la unidad, la colaboración y la fraternidad en todos los sectores de la vida -económico, religioso, social y científico.
Dichos grupos obtendrán resultados imposibles de lograr ahora, debido a la retención de la fuerza búdica, pero más tarde esta fuerza será liberada sobre la tierra por intermedio del Gran Señor, que actuará como un aspecto del Logos y un punto focal para la conciencia y la energía del Buda.
Ésta es la probabilidad inminente que se tiene en cuenta al celebrarse anualmente, durante un siglo, el Festival Wesak. Sería conveniente que los estudiantes apoyaran los fines de la Jerarquía oculta concentrándose en forma similar, en el período del festival, iniciando así corrientes mentales de gran atracción, en el sentido oculto de este término.
Un indicio de la proximidad de este acontecimiento lo constituirá la opción que se iniciará durante los próximos veinte y cinco años contra la delincuencia, el sovietismo y el radicalismo extremos, que en la actualidad están siendo empleados por ciertas potestades para lograr objetivos contrarios a los planes del Señor. Se inaugurará la era de paz, agrupando en la tierra a las fuerzas que patrocinan la construcción y el progreso, y reuniendo consciente y deliberadamente los grupos que personifican en cada país (hasta donde puede ser visualizado) el principio de la Fraternidad. Estén atentos a los signos de los tiempos, y no se desanimen por el futuro inmediato. La aparición del Gran Señor, el Cristo, en el plano astral (seguida o no por Su encarnación física) tendrá lugar al celebrarse determinado Festival Wesak, en él Buda pronunciará un mántram (conocido sólo por aquellos que están por recibir la séptima Iniciación), liberando esa fuerza que permitirá a Su gran Hermano, el Cristo, cumplir Su misión. Por eso sería conveniente que en Occidente, en forma gradual, se haga conocer el Festival Wesak y su verdadero significado, ofreciéndose así la oportunidad a todos aquellos que están dispuestos a situarse en la línea de esta fuerza, a fin de ser vitalizados por ella y preparados para servir. La reacción mencionada se producirá también debido a la presión que ejercen los niños de hoy, muchos de ellos son chelas y algunos iniciados. Han venido para preparar el camino que han de recorrer Sus Pies.
Cuando llegue el momento (cinco años antes de la fecha de Su descenso) se los hallará cumpliendo plenamente su servicio y sabiendo cuál es su trabajo, aunque ignoren lo que el futuro les depara.
Cuando llegue el momento habrá casos (aunque ya han habido algunos) en que se observará la actuación de esta influencia, manifestándose de tres maneras. En todas las naciones de Oriente y Occidente habrá discípulos preparados y hombres y mujeres muy evolucionados desempeñando su tarea en las líneas asignadas, ocuparán puestos destacados, que les permitirá llegar hasta los muchos; poseerán también cuerpos suficientemente puros para ejercer influencia. Esto sólo será posible en aquellos que se han consagrado desde la infancia o han servido a la raza durante todas sus vidas o, por el karma generado en vidas anteriores, han adquirido ese derecho. Esta triple manera de ejercer influencias se manifestará:
Primero. Plasmando en el cerebro físico del hombre las ideas, proyectos de trabajo, ideales e intenciones que (aunque emanan del Avatar) se los considerará sin embargo como propios, quien los ejecutará ayudado inconscientemente por la fuerza que afluye. Esto constituye literalmente una forma de telepatía mental superior, actuando en niveles físicos.
Segundo. Influenciando al chela mientras desempeña su trabajo (por medio de conferencias, escritos y enseñanzas), e iluminándolo para que preste servicio. Será consciente de ello aunque incapaz de explicarlo; inspirado por Su Señor tratará de estar cada vez más dispuesto a servir, ofrendándose con total desinterés. Esto se llevará a efecto por medio del Alma del chela, la fuerza que fluye a través de su átomo astral permanente, siendo sólo posible realizarlo cuando se ha abierto el quinto pétalo.
Tercero. Colaborando conscientemente en este tercer método de influenciar, el chela se ofrendará a sí mismo (con pleno conocimiento de las leyes de su ser y de su naturaleza), y abandonará y entregará su cuerpo físico al Gran Señor o a uno de Sus Maestros. Esto sólo es posible cuando el chela ha alineado sus cuerpos inferiores, aunque todavía debe desarrollar el sexto pétalo. Por un acto de voluntad consciente entrega su cuerpo y se mantiene apartado durante determinado tiempo.
Estos métodos de ejercer influencia serán empleados principalmente por el Gran Señor (el Cristo) y Sus Maestros al finalizar el siglo y, por esta razón, en todos los países encarnan discípulos que tienen la oportunidad de responder a la necesidad de la humanidad. De allí la urgencia de entrenar a hombres y mujeres a fin de que reconozcan científicamente el psiquismo superior, la verdadera inspiración y la mediumnidad. Dentro de cincuenta años será muy grande la necesidad de verdaderos psíquicos y médium conscientes (como H. P. B. por ejemplo), si se llevan a la fructificación los planes del Maestro y se inicia el movimiento de preparación para el advenimiento de Áquel a Quien todas las naciones esperan. Muchos deben desempeñar su parte en esta tarea siempre que posean la perseverancia necesaria.
Lógicamente, el primer grupo será el más numeroso pues no necesita poseer mucho conocimiento, pero implica mayor peligro que los otros dos -peligro de que tergiverse los planes y acontezca un desastre al ente implicado. El segundo grupo será menos numeroso, y el último consistirá en sólo un puñado o dos o tres en ciertos países. En este caso, resultará verídico que, por el sacrificio, el Hijo del hombre nuevamente recorrerá los caminos de los hombres, y Su encarnación física será un hecho. Muy pocos estarán a Su disposición porque la fuerza que Él posee, requiere de un instrumento particularmente flexible, pero ya se está haciendo la debida preparación.
También algunos Maestros e iniciados emplearán el método de encarnación directa por el proceso de:
a. El nacimiento físico.
b. La apropiación de un vehículo o cuerpo adecuado.
c. La creación directa por un acto de voluntad. Esto será muy raro.
El segundo método, o intermedio, será el más frecuentemente empleado. Seis Maestros, cuyos nombres son completamente desconocidos para el estudiante ocultista corriente, han encarnado físicamente -uno en la India, otro en Inglaterra, dos en América del Norte y uno en Europa central, mientras que otro ha hecho un gran sacrificio y tomado un cuerpo ruso en el deseo de actuar como centro de paz en ese desviado país. Ciertos iniciados de la tercera Iniciación han tomado cuerpos femeninos -uno en la India, que a su debido tiempo hará mucho para emancipar a las mujeres de la India, mientras que otro tiene un trabajo peculiar vinculado al reino animal, e igualmente está esperando el día de Su aparición.
El Maestro Jesús tomará un vehículo físico y, con algunos de Sus chelas, llevará a efecto la reespiritualización de la iglesia católica, derribando la barrera que separa las iglesias Episcopal y Griega de la Romana. Si los planes progresan, como es de esperar, esto podrá suceder alrededor del año 1980. El Maestro Hilarión también vendrá y se convertirá en un punto focal de energía búdica en el vasto movimiento espiritista, mientras que otro Maestro está trabajando en el movimiento de la Ciencia Cristiana (Christian Science) a fin de inducirla a adoptar líneas más sólidas. Es interesante observar que dichos movimientos han puesto un fuerte énfasis sobre el corazón o aspecto amor, por lo tanto, podrán responder con más rapidez a la fuerza que afluirá durante el advenimiento, que los demás movimientos considerados muy avanzados.
La «mente puede matar» el reconocimiento de lo Real, pues el odio entre hermanos aleja la corriente de la fuerza de amor. Los tres Maestros, estrechamente vinculados con el movimiento teosófico, ya están haciendo Sus preparativos y actuarán también entre los hombres, reconocidos por Sus seguidores y por quienes tienen ojos para ver. A esos chelas que están sometidos a la necesaria disciplina se les ofrecerá la oportunidad de trabajar en el plano astral y, si ellos así lo eligen, de encarnar inmediatamente, siempre que hayan logrado la continuidad de conciencia. El Maestro conocido como D.K. tiene proyectado restaurar -por medio de Sus estudiantes- algunos de los antiguos y ocultos métodos de curar, y también señalar:
a. el lugar que ocupa el cuerpo etérico,
b. el efecto que produce la fuerza pránica,
c. el desarrollo de la visión etérica.
Nada más puede decirse sobre los planes de los Grandes Seres. Su aparición no será simultánea, pues los pueblos no podrían resistir la enormemente acrecentada afluencia de fuerza; el reconocimiento de los Maestros y de Sus métodos dependerá de la intuición y del entrenamiento de los sentidos internos. No los anunciará ningún heraldo, y sólo Sus obras los proclamarán.»
Fuente: Tratado sobre Fuego Cósmico, pág. 604 / 609.
–Visto en: Sabiduría Arcana