EL DECRETO – Conny Méndez


«Cada palabra que se pronuncia es un decreto que se manifiesta en el exterior. La palabra es pensamiento hablado».

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Cada palabra que se pronuncia es un decreto que se manifiesta en el exterior. La palabra es pensamiento hablado.

Jesús dijo dos cosas que no han sido tomadas en serio. Uno: «Por tus palabras serás condenado y por tus palabras serás justificado». Esto no significa que los demás nos juzgarán por lo que decimos, aunque esto también es cierto; como ya habrás visto, el Maestro enseñó metafísica, solo que la raza aún no era lo suficientemente madura como para entenderla. En varias ocasiones le advirtió diciendo que aún le quedaban muchas otras cosas que decir, pero que no se podían entender. En otras ocasiones dijo que el que tenía oídos para oír debía escuchar. La segunda referencia que hizo al poder de la palabra fue: «No es lo que entra por su boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de su boca; porque lo que sale de la boca, procede del corazón». Más claro no se puede expresar.

Te propongo que prestes atención a todo lo que decretas en un solo día. Recordemos: «Los negocios son tan malos». «Las cosas van muy mal». «La juventud está perdida». «El tráfico es imposible». «No dejes eso ahí fuera porque te lo van a robar». «Los ladrones están robando cada esquina». «Tengo miedo de salir». «Mira que te vas a caer». «Ten cuidado de que te mates». «Vas a ser atropellado por un auto». «¡Vas a romper eso!» «Qué mala suerte tengo». «No puedo comer eso porque me duele.» ―»Mi mala memoria…», ―»mi alegría…», ―»mi dolor de cabeza…», ―»mi reumatismo…», ―»mi mala digestión…». «¡Eso es un bandido!» – «Eso es un miserable». «Tenía que serlo, cuando no». No te sorprendas ni te quejes si cuando lo expresas ves que sucede. Usted lo ha decretado. Has dado una orden que tiene que cumplirse. Ahora recuerda y nunca olvides, CADA PALABRA QUE PRONUNCIAS ES UN DECRETO. Positivo o negativo. Si es positivo, se manifiesta bien. Si es negativo se manifiesta en el mal, si es contra el prójimo es lo mismo que si lo estuvieras decretando contra ti. SE TE DEVUELVE. Si eres amable y comprensivo con tu prójimo, recibirás bondad y comprensión de los demás hacia ti. Y cuando algo molesto, negativo, desagradable te sucede, no digas: «¡Pero si no estuviera pensando o temiendo que esto me iba a pasar a mí!» Ten la sinceridad y la humildad para tratar de recordar en qué términos te expresaste como vecino. ¿En qué momento saltó de tu corazón un concepto muy antiguo, arraigado allí, que quizás no sea más que una costumbre social como la generalidad de las mencionadas anteriormente y que realmente no tienes ganas de seguir usando?

Como la emoción que acompaña a un pensamiento es lo que más firmemente lo graba en el subconsciente, el Maestro Jesús, que nunca usó palabras superfluas, lo expresó muy bien cuando dijo: «LO QUE SALE DE LA BOCA, VIENE DEL CORAZÓN», y esto nos da la clave inequívoca. La primera emoción que nos enseñan es el miedo. Nos lo enseñan nuestros padres, primero, y luego nuestros maestros de religión. Cuando sentimos miedo, nuestros corazones se aceleran. A menudo decimos «mi corazón casi se me sale de la boca» para demostrar el grado de miedo que sentimos en un momento dado. El miedo es lo que está detrás de todas las frases negativas que he citado anteriormente.

San Pablo dijo: «SOMOS TRANSFORMADOS POR LA RENOVACIÓN DE NUESTRAS MENTES». Cada vez que te encuentres diciendo una frase negativa, sabrás qué tipo de concepto erróneo tienes arraigado en el subconsciente, sabrás a qué tipo de sentimiento obedece: miedo o desamor, atacarlo, borrarlo negándolo de mentiroso y afirmar la Verdad, si no quieres seguir manifestándola en el exterior. Poco después de esta práctica notarás que tu discurso es diferente. Que tu forma de pensar es diferente. Tú y tu vida serán transformados por la renovación de tu mente.

Cuando estés en una reunión con otras personas, serás perfectamente consciente del tipo de conceptos que tienen y los verás en todo lo que les suceda. Cada vez que escuches conversaciones negativas, no afirmes nada de lo que expresan. Él piensa: «NO LO ACEPTO PARA MÍ O PARA ELLOS». No tienes que decírselo. Es mejor no divulgar la verdad que estás aprendiendo, no porque tenga que estar oculta, sino porque hay una máxima oculta que dice: «CUANDO EL DISCÍPULO ESTÁ LISTO, EL MAESTRO APARECE». Por ley de atracción, todo el que está preparado para ascender de grado se acerca automáticamente al que está listo para escalar al que yo puedo avanzar, para que no intentes hacer trabajo de catequista. No obligues a nadie a recibir lecciones sobre la Verdad becauPuede encontrar que aquellos que pensó que estaban más dispuestos son los que menos simpatizan con él. Esto es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: «NO DES LO SANTO A LOS PERROS, NI ARROJES TUS PERLAS DELANTE DE LOS CERDOS, PARA QUE NO LOS PISOTEEN, Y TE REVUELVAN Y TE DESTROCEN».

CONNY MÉNDEZ
De su libro

FUENTE: https://mivozestuvoz.net/2022/02/04/el-decreto-conny-mendez/

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