"El Mensajero Lunar", Luna Llena de Acuario 2012
El Mensajero Lunar Luna Llena de Acuario 2012 astrosign
Signos de Transformación 7:
El Centro Ajna
El signo de aire de Acuario rige en nosotros el sendero desde el centro Ajna al punto superior de la cabeza. Se describe como el pasaje donde la aparente nada se transforma en algo evidente. Este pasaje misterioso conduce al alma a través de la muerte hacia la existencia pura y de la existencia pura de regreso al estado consciente. Es por ello que el tema de El Mensajero Lunar de este mes es Señales de Transformación 7: El Centro Ajna».
Más allá de la Dualidad
En nosotros hay una corriente de energías hacia lo sutil y una corriente hacia lo físico-denso. La corriente de la energía hacia los mundos sutiles se llama Pingala en yoga; fluye de la derecha. La otra corriente, de lo sutil a lo denso, se llama Ida; fluye de la izquierda.
Las escrituras esotéricas llaman a Ida «Ganga» o «Ganges»; Pingala es «Yamuna». Así tenemos ambos ríos en nosotros. Ir a las riberas del río Yamuna significa desplazar el énfasis de lo denso-material a lo sutil. Se dice que el Señor Maitreya se sienta siempre en una isla entre los dos ríos que vienen de la derecha y la izquierda. Esta isla es el centro Ajna. Por su naturaleza, la corriente del Ida es lunar; también se le llama la Madre. La corriente de Pingala es solar o el Padre. Se encuentran en el centro Ajna con la corriente central de Sushumna que es ardiente por naturaleza y se le llama el Hijo. En el centro Ajna y sobre él, las tres corrientes son una. Su unión en la frente se representa también en las escrituras del Oriente como los tres ojos de la Madre del Mundo. También se describen como Soma (el fuego lunar o por fricción), Surya (el fuego solar) y Agni (el fuego cósmico). La separación de las energías en varón y hembra solo ocurre debajo del centro Ajna; por encima, el Padre y la Madre son uno. Más allá del Ajna apenas podemos percibir algo; el mismo Ajna es receptivo para el centro superior.
El sonido semilla de Ajna es HAM; es el sonido del movimiento ascendente, de modo que el YO SOY pudiera unirse con ÉSE. Por medio la meditación en el Ajna nos elevamos sobre la dualidad y encontramos así la unidad y la eternidad de la existencia. A través de Ajna invocamos la «Luz del Mundo» o la «Madre del Mundo». Es también el centro del Sol en nosotros. Podemos visualizar como, de este punto, la luz del sol fluye a través de los canales de los Nadis hacia dentro de todos los seis centros del cuerpo y los ilumina. Cuando somos receptivos a la luz derramándose desde Ajna, los chacras (discos de energía) en nosotros florecen en lotos. Se dice que en Ajna están incluidos todos los otros centros y que así como tratándose de la electricidad, este centro es el interruptor principal a través del cual todo recibe luz.
El Centro del Sol
Cuando meditamos en el centro Ajna podemos visualizar un loto blanco abriéndose o un disco de sol desde el que irradia la luz y lo llena todo con luz dorada. También podemos meditar el azul en Ajna, el azul del cielo en un día claro. Éstas son las aguas azules del espacio en el centro superior de la frente que se vincula a Acuario.
Ajna está al Este en nosotros, donde nace el sol de la mañana. Al despertar, la conciencia se eleva de la profundidad del centro del corazón al centro Ajna donde se ubica durante las horas de vigilia; así, tomamos conciencia de nosotros mismos como «YO SOY». Cuando nos preguntamos en el momento de despertar: «¿Quién soy yo, de dónde me he despertado, qué me ha despertado, y dónde estoy?,» establecemos la conexión consciente con el origen y comenzamos a aprehender nuestra vida conscientemente. El término «Ajna» significa orden, regulación; es el centro de comando desde donde debemos conducir nuestra vida. Allí debemos establecer la conciencia diamantina. Diamantina significa radiante, fuertes, y existiendo permanentemente. En la luz de la a conciencia diamantina podemos recibir el plan del alma.
Cuando adoramos con regularidad al Dios Solar en el centro de las cejas, la energía de Kundalini asciende en nosotros. Con este fin, el mantra de Gayatri también es cantado por la mañana, porque la energía del amanecer tiene una gran influencia sobre el centro Ajna. Su significado esencial es, » Que la Luz que viene más allá del Sol me alcance y me abrace, me satisfaga y me despierte.» Así, nuestro ser se carga de energía a través del centro Ajna. Es la energía del alma con su calidad triple: Voluntad, Amor y Luz. Entra en nosotros desde arriba a través del puente luminoso del que habla el Maestro CVV, «Inicio del Puente Superior». Una orilla del puente está en Ajna, la otra no tiene orilla, porque es infinito, ESO. Pero ESO puede construir un puente hacia nosotros y alcanzarnos. No podemos alcanzar el sol, pero un rayo solar puede venir a nosotros. Debemos sentir esta energía; de lo contrario, todo sigue siendo simplemente una actividad mental.
Los Centros en la Frente
Por medio del centro Ajna, la conciencia del espacio que nos rodea también entra en nosotros; de esta manera, el Dios que vive dentro y el Dios más allá de nuestro sistema se encuentran en Ajna. La línea vertical entre el centro de las cejas y el centro superior de la frente pertenece a la energía de Urano. En esta línea hay varios centros:
El centro entre las cejas es el punto más elevado al cual la conciencia humana, es decir, la personalidad, puede elevarse. Está conectado con la pituitaria y no debe ser confundido con Ajna; su nombre en sánscrito es Bhrumadhya. Bhru significa las cejas, Madhya el centro. Nos elevamos al centro de las cejas aplicando la sabiduría en vida y transformando nuestra naturaleza inferior con la disciplina de Saturno.
Ajna es un loto de dos pétalos en el centro de la frente y se le llama también el tercer ojo. Este centro está conectado con la glándula pineal; es el asiento del alma desde donde dirigimos nuestra vida.
Entre los centros de las cejas y Ajna hay un punto que se llama el lugar de nacimiento de INDRA en los Vedas. INDRA es el regente y el protector de los mundos creados. Los Puranas describen como INDRA lucha contra los diablos. Su trabajo consiste en proteger la personalidad, que está abierta a la dualidad, de la invasión de tendencias diabólicas, y en mantener su integridad.
Así, el alma desciende del centro Ajna al lugar de nacimiento de INDRA y se encuentra allí con la personalidad para trabajar a través de ella en el mundo. También llamamos a esto la personalidad infundida por el alma. Cuando el puente se construye entre la pituitaria y la glándula pineal, este punto central entre el alma y la personalidad se activa y se crea la Luz. La unión de los centros de las cejas y Ajna manifiesta la Luz, el nacimiento de INDRA. Si ya no hay necesidad de acción, el alma vuelve al tercer ojo.
No deberíamos creer que ya hemos abierto el Ajna cuando simplemente nos sentamos y pensamos en el ojo. Primero debemos haber establecido relaciones horizontales correctas en la vida por medio de la acción correcta; entonces podemos ascender verticalmente. Cuando se abre el tercer ojo, se dice que la persona se ha convertido en un adepto y que conoce totalmente el plan en todos sus detalles, como se ha desenvuelto en el pasado, desde el principio, y como es planeado por los Devas para el futuro.
El Ojo de Shiva
Sobre el tercer ojo del hombre hay un tercer ojo de Dios en nosotros; se llama el «Ojo de Shiva»; el nombre sánscrito es Pala Lokshana. Pala significa la frente, Lokshana, el ojo. El Ojo de Shiva es por mucho superior al tercer ojo que nosotros podamos desarrollar. Está en la parte superior de la frente, directamente debajo del borde del pelo. El Ojo de Shiva no es para nosotros, sino para Él. Se abre cuando la energía cósmica decide revelarse y funcionar a través de una unidad humana. Entonces este centro se estimula y ocurre el descenso de la energía cósmica para reforzar a un alma individual, antes de expresarse a través de todos los centros y así manifestarse ella misma.
Infrecuentemente, La energía cósmica llamada Shiva utiliza este centro en el ser humano para hacer descender la energía. Cuando el Ojo de Shiva se vincula con el tercer ojo, el hombre conoce el secreto del paso a la existencia pura a través de la muerte, y del paso de la existencia pura al estado consciente. Éste es el paso de Acuario a partir del cual todo se manifiesta. También representa el paso entre una creación y la siguiente, donde toda la creación es absorbida y luego se diseña nuevamente. Así es como Acuario es considerado el último de los signos solares antes de una disolución importante y el primero cuando la creación va a ser.
Fuentes: K.P. Kumar: La Cruz de Acuario / Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta España. (www.worldteachertrust.org).