"El Mensajero Lunar", Luna Llena de Piscis

Rosa (Editora)

zodiaco - piscis v2

El Mensajero Lunar   Luna Llena de Piscis 2012 astrosign Signos de Transformación 8:

El Centro de la Cabeza

En el cuerpo, el signo de agua de Piscis gobierna los dos pies, pero también el punto superior, el centro de la cabeza. Allí, representan el final de la conciencia limitada y el paso a planos superiores. Piscis representa la síntesis, y el regente del sigo, Júpiter, le da la experiencia de la conciencia universal. Desde allí puede experimentarse el gran ritual de creación como un gran juego. Es por ello que el tema de El Mensajero Lunar de este mes es «Señales de Transformación 8: El Centro de la Cabeza.»

El Punto de Máxima Conciencia

Sahasrara es el punto de la máxima conciencia en nosotros; es el centro del loto de mil pétalos en la parte superior de nuestra cabeza. Este centro superior es representado como el asiento de la divinidad absoluta, sin atributos. No podemos acercarnos a ella directamente y no debemos tener la ilusión de que podemos alcanzar la conciencia del Sahasrara así como así. Sin embargo, podemos meditar sobre lo divino en este centro e imaginar cómo la conciencia y toda la luz emergen desde allí. La luz se expresa a través del centro Ajna; ilumina a nuestro sistema íntegro con todos sus centros y guía nuestra vida. Esta contemplación diaria nos hace receptivos a los impulsos de los planos superiores y nos llena con las energías del alma. Nuestra conciencia se activa reflexionando sobre esta información.

Las enseñanzas de sabiduría hablan de tres soles que deberíamos asociar entre sí en nuestro interior. El sol cósmico, Aditya, está situado en Sahasrara. El sol central, Savitri, permite que la luz superior se vierta a través del centro Ajna. Y el Sol central de nuestro sistema, Surya, irradia en el centro del corazón. Su luz dorada llena nuestro cuerpo y penetra más allá de nuestro entorno. En el centro del corazón podemos visualizar la Jerarquía Espiritual y cómo los Maestros reciben la Luz desde los centros superiores y distribuyen sus energías curativas sobre el planeta.

En el centro Sahasrara podemos meditar sobre la Madre del Mundo, a través del cual el Padre se expresa a sí mismo. En la parte superior de la frente y en el centro Ajna podemos visualizar Shamballa, el ashram oculto, que está relacionado con el centro de la cabeza. En el planeta ésta está localizada en los planos etéricos sutiles del desierto de Gobi, y Sanat Kumara reside en su centro. Podemos pedir su bendición para que algún día podamos estar en su presencia.

Dentro de su frente está la bella joya Chintamani. Ésta es la joya en el loto, Mani Padme, que es venerada con el mantra OM MANI PADME HUM. Esta joya en el loto de mil pétalos tiene el poder de la manifestación. Sin embargo, en nosotros, este centro de Chintamani está en un estado de sueño profundo, y por tanto pensamos que está fuera de nosotros. Pero nosotros somos esta joya que está en este loto y que arroja luz hacia todos lados. No es una luz en la cabeza, sino por encima de la cabeza. El loto de mil pétalos significa que contiene mil rayos, que son tan brillantes que nos deslumbran. También podemos imaginar al loto de mil pétalos como una antena parabólica con mil sensores a través de los cuales podemos captar lo que está más allá. Si los otros centros están alineados correctamente, pueden recibir correctamente el programa de la Voluntad Divina.

Más allá de la Individualidad

El centro Sahasrara es la puerta entre el macrocosmos y el microcosmos. Las inteligencias de este loto no pertenecen al individuo, sino que corresponden a los planetas, el sol, el sistema solar y el cosmos. El alma que toca este centro podría alcanzar el estado de omnipresencia. De ahí en adelante, desciende para ayudar a los hermanos más jóvenes de la humanidad en su intento de liberación. Cuando desciende nuevamente a través de la misma columna vertebral, tanto como cuando asciende, ilumina los alrededores dentro y fuera de todos los planos de existencia. Un yogui que desciende desde Sahasrara como una unidad de conciencia del cosmos se instala en el corazón y vive como amor manifiesto. Por su presencia, contacto, discurso, etc., él magnetiza e ilumina.

Cuando llegamos al Sahasrara ya no tenemos conciencia individual; no nos sentimos ya como un individuo sino como AQUÉLLO que se expresa a través de YO SOY: AQUÉLLO YO SOY. Mientras actúa, AQUÉLLO actúa; en contemplación somos absorbidos en Samadhi, AQUÉLLO, sin conciencia de YO SOY. La sombra del YO SOY, la personalidad, está completamente llena de luz.

Tanto para el Sahasrara como para el centro Ajna, el sonido es OM. Pero la diferencia es que el que lo emite eleva el OM al centro Ajna y entonces lo escucha. En este estado el que lo emite y lo emitido son diferentes entre sí. En Sahasrara esta diferencia ya no existe. Un bloque de hielo nadando en el agua es diferente de ésta, pero cuando se derrite es simplemente agua. Cuando llegamos así a la conciencia de Sahasrara entramos en ella y nada más existe ya. El mantra SOHAM también está conectado con Sahasrara, porque significa YO SOY ESO. Otros sonidos semilla relacionados con Sahasrara son «A» y «YAM». El color relacionado es rojo. Estas vibraciones ayudan a crear conciencia a los planos superiores.

La Tierra Indestructible

En el Oriente la conciencia de los planos superiores se denomina también Saraswathi, la Palabra Divina que se encuentra en el punto superior de nuestro cuerpo en Sahasrara. En relación con el planeta el lago Manas Sarovar cerca del Monte Kailash representa esta conciencia oceánica. Su nombre completo es Brahma Manas Sarovar y se encuentra cerca de las mayores altitudes de nuestro planeta. Se dice que en tiempos inmemoriales el río Saraswathi fluyó hacia abajo a los llanos para unirse al océano en la zona del actual estado de Gujarat. Así, en nosotros, la energía de Saraswathi fluye descendiendo también a través de la columna vertebral hasta el centro base impregnando todos los siete planos. Según otra imagen, Shiva recibe en Kailash las aguas cósmicas del espacio, Ganga, sobre su cabeza para pasarlas a los Himalayas, desde donde llegan a los llanos haciéndolos fértiles.

Toda la esfera del centro de la cabeza es descrita también como el séptimo plano o el séptimo cielo, el tejido más refinado del cuerpo humano. En relación con el planeta esto es también denominado en los Pushkara Puranas, la indestructible, Tierra Santa, la Isla Blanca que está rodeada por las aguas cristalinas del cielo en el área entre el Ajna y el centro de la cabeza. Los seres superiores del planeta viven en esta isla sutil, y a partir de ahí han surgido los otros seres. La Isla Santa en nuestro Sahasrara es una energía indestructible, la chispa del espíritu.

Los Pies del Señor

En el sendero ascendente de liberación del cuerpo, existe un punto de salida en el centro de cabeza a través del cual podemos ascender a reinos superiores. Un vórtice de energía sobre nuestro Sahasrara también trae energías de círculos superiores hacia nosotros. Por lo tanto, un maestro puede escuchar las impresiones superiores y ser impresionado por ellas. A través de sus palabras y actos de buena voluntad se expresa esta impresión. Él sabe que recibe la inspiración del interior y la expresa en el exterior. El maestro en él es Júpiter, cuyo asiento se encuentra en el Sahasrara. Podemos meditar en Júpiter en Sahasrara para lograr una expansión de conciencia. Júpiter es el maestro, incluso del sistema solar; su posición es más elevada inclusive que la del Sol, el que se expresa a través del centro Ajna. Los gobernantes en la sociedad son guiados por el Sol. Los sabios están conectados con Júpiter; sin embargo, ellos no son los gobernantes. Mientras los gobernantes escuchen los buenos consejos de los sabios, ellos reciben la protección de Júpiter. En la antigüedad, los reyes gobernaban conjuntamente con los sabios cuando querían tener éxito.

En el cuerpo, el signo de Piscis rige los pies, pero en el camino ascendente rige también el centro de la cabeza. Así, la Divinidad superior se refleja en la inferior. En las enseñanzas de sabiduría se dice que el plano más elevado que podemos alcanzar es el plano más bajo de la Divinidad. Por tanto, alcanzar Sahasrara se le llama llegar a los pies del Señor. En el Oriente, esto ha llevado a la práctica de tocar los pies de una persona iluminada, un profesor o un maestro. En la ceremonia de matrimonio, marido y mujer se tocan el Sahasrara uno al otro, como una expresión del vínculo en el punto más elevado de conciencia, cuyas energías contrarias, a través del matrimonio, se unen.

Fuentes: K.P. Kumar: Meditaciones Ocultas / Saraswathi – La Palabra / Notas de seminarios. E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual. The World Teacher Trust / Ediciónes Dhanishta España. (www.worldteachertrust.org).

 

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

xxx