¿Expiación Vicaria o Redención?
La Expiación Vicaria
Muchos jóvenes viven como si sus padres tuviesen todas las obligaciones con ellos, pero no ellos con sus padres.
Esperan que sus progenitores, no solo los perdonen por todas las faltas de respeto sino que además los premien dándoles mucho más. ¿Cuantas veces las madres se sacrifican por hijos, aunque estos no lo merezcan? Muchos sacrificios de las madres son formas de expiación vicaria: pagar por las faltas de los hijos.
En lo novela Zanoni de Bulwer Lytton, se hace referencia a un anciano moribundo que es robado por su hijo.
El viejo se da cuenta de que su hijo está saqueando la habitación y desde su cama le pregunta:
¿Qué haces?
y el hijo asombrado le contesta:
¡Estas vivo! ¿El veneno no ha hecho efecto?
El joven no llega a matar al anciano, porque huye al darse cuenta que el maestro Zanoni estaba entrando en la habitación.
El muchacho había sido adoptado por el anciano, quien lo educó siguiendo las teorías de la Revolución Francesa.
Lamentablemente, confundió la benevolencia con su exagerada sensibilidad.
El viejo había sido avaro consigo mismo para asegurarle una vida lujosa a su hijo y ahora no comprendía como éste había llegado a ser tan depravado.
El anciano siempre había justificado las conductas maliciosas de su hijo con las teorías de libertad, igualdad y fraternidad muy mal comprendidas y peor aplicadas.
Zanoni conversó con el anciano y le explicó que esa filosofía de la educación era la causa de los crímenes de su hijo.
Viaje ahora y pague después
Muchas veces queremos creer que todos los seres son buenos todo el tiempo y que si hacen mal es porque las condiciones sociales se lo exigen.
Queremos creer que nadie tiene intención de hacer mal y, si lo hace, se sentirá culpable y le pedirá perdón a Dios y a sus vecinos. Esto es un cuento infantil.
El problema está en que solo desarrollamos nuestro caracter, en la medida en que nos hacemos responsables. Pero no crecemos en aquellas áreas de las que no queremos madurar. Hay quienes solo maduran por el sufrimiento recibido como consecuencia de sus acciones.
El siguiente cuento nos puede aclarar:
Un hombre, que había sido miembro de muy diferentes religiones, va un día a hablar con un sacerdote católico y le dice que ha decidido quedarse en esa religión y hacerse católico.
El cura le pregunta qué porque tomó esa decisión y el hombre le contesta:
Porque ustedes tienen el sistema de viaje ahora y pague después. Puedo cometer todos los pecados que quiera en este mundo y los pagaré después de que muera.
Este hombre no entendia el sentido del perdón de los pecados. ¿Qué es el perdón de los pecados?
El presente es nuestra responsabilidad
Si no nos hacemos responsables ahora, no nos haremos responsables nunca, porque el único momento en que podemos hacer algo es AHORA. Al no hacernos responsables, buscamos que nuestros padres nos aseguren nuestra existencia, o los amigos o partido político, o el Estado. Al final de cuentas alguien tiene que pagar por nosotros.
Buscamos un empleo que no nos exija mucho, pero en el que podamos estar toda la vida y jubilarnos con un buen sueldo.
No queremos arriesgarnos a crear una empresa propia que nos haga independientes, porque eso nos exige prestarle atención al negocio. No queremos tener preocupaciones.
Queremos el sistema de viaje ahora y pague después, o mejor aun, que otro pague por nosotros.
que otro pague por nosotros
Qué bueno es que otro estudie y nosotros nos copiamos.
Que otro trabaje y nos apropiemos de su esfuerzo.
Qué bueno es cometer un delito y que culpen a otro.
Qué bueno es vivir engañando a los demás para nuestro beneficio.
Qué bueno es cometer todos los pecados que queramos y que un sacerdote nos los perdone, así salimos blanqueados y podemos regresar a nuestra vida desordenada.
Qué bueno es que si Dios se molesta con nosotros, su hijo cargue con nuestros pecados y nosotros sigamos siendo irresponsables.
El Chivo Expiatorio
Expiación vicaria es que un mediador pague las deudas de otro o pague por el delito de otro.
En algunas religiones, una manera de pagar las culpas es la de sacrificar a un animal , por ejemplo un chivo, para que Dios se sienta compensado.
La Doctora Anna Bonus Kingsford se refiere al error de quien se ofrece como chivo expiatorio, con un cuento que hemos adaptado para esta publicación.
Un niño del colegio se roba el dinero de la maestra. La maestra está escandalizada.
No puede creer que uno de sus alumnos haya hecho eso.
La hija de la maestra ha visto al niño robando, pero piensa:
Si mi mamá lo descubre, lo van a expulsar del colegio.
Por esta razón, la niña decide hacerse responsable y le dice a su mamá que fue ella quien tomó el dinero y que lo gastó en dulces.
Sabe que va a ser castigada en su casa por un delito que otro cometió. Pero ha salvado al niño delincuente.
Esta niña ha hecho una expiación vicaria: se ha ofrecido como chivo expiatorio.
¿Estamos de acuerdo en que el inocente pague por el culpable?
¿Este niño no volverá a robar al ver que la niña pagó por su delito?
¿El niño volverá a robar al ver que su robo no tiene consecuencias para él?
Si alguien tiene tendencia a ser delincuente y otro paga por él, es muy posible que piense que el robo le salió bien, pero que para la próxima vez tendrá que hacerlo mejor.
Cuando un delincuente es agarrado por la policía, no se dice “me lo merezco por ser malo”, lo que dice es: “debí correr más rápido”.
Si aprendemos que los demás deben pagar por nuestras deudas y por nuestros errores, lo que estamos aprendiendo es a ser déspotas.
El amor es redentor
Hay una gran diferencia entre expiación vicaria y redención. Redimir es libertar.
Es cierto que debemos amar a nuestros enemigos. Este mandamiento marca la gran diferencia entre el mundo antes de Cristo y el mundo después de él. Pero esta propuesta de amor no se debe confundir con enseñar a los demás a ser irresponsables.
Ama al que es injusto, pero no a su injusticia. Amar es darle una oportunidad al que comete una falta. Si esa persona se hace responsable se salva gracias a su propio esfuerzo. Sin embargo, la decisión siempre será suya.
Amar es darle oportunidad al que está dispuesto a enmendarse. Si un ladrón no tiene propósito de enmendarse, lo mejor será avisarle a nuestros amigos y a nuestros vecinos sobre quién es esa persona.
El amor de Dios nos salva de la culpa porque la culpa nos impide aprender y crecer. La redención nos da un apoyo para liberarnos, pero no nos libra de nuestra responsabilidad. Sin embargo, Dios no va a crecer por nosotros. Él no va a hacer nuestro trabajo.
Si queremos ser perdonados debemos perdonar. Amar no es permitir que nos hagan daño. Amar no es hacer a los demás irresponsables. El amor es hacernos responsables y exigir responsabilidad hacia los demás.
Solo podemos ayudar a quien se quiere redimir.
El amor de Dios nos salva de la culpa porque la culpa nos impide aprender y crecer.
El amor a nosotros mismos
Debemos ser exigentes con nosotros mismos, pero con amor. No vamos a ser condescendientes con nuestros defectos. Si tenemos pensamientos indeseables, debemos dejarlos a un lado y alimentar pensamientos positivos.
Si tenemos sentimientos negativos, debemos modificarlos con ayuda de los pensamientos positivos y centrarnos en lo que amamos.
Si nuestras acciones son negativas, debemos actuar en armonía con nuestros pensamientos y sentimientos positivos.
Nos redimimos por el amor y por el sufrimiento. En el amor ya somos conscientes y en la necesidad de evitar el sufrimiento desarrollamos amor.
¿Qué hacer con nuestros defectos?
Primero reconocer esos defectos. Los tenemos y nos hemos identificado con ellos. Por eso parece que nos pertenecen.
Por ejemplo, si le hemos cobrado a alguien más de lo que corresponde debemos aceptar que somos abusadores. No debemos darnos excusas, diciendo ¿Quién lo manda a ser tonto?
Lo siguiente es evitar estar con personas que justifican esa actitud de astucia y engaño.
Además, alejarnos de situaciones en las que podamos aprovecharnos de otro ya que sabemos que tenemos la tendencia a hacerlo.
Lo que nos va a ayudar más: ser altruistas. Dar en situaciones donde no esperamos nada a cambio.
Al final, siempre podremos elegir entre hacer que otros paguen nuestras deudas o trabajar para liberarnos de nuestros defectos y desarrollar nuestro carácter.
¡Al final, siempre podremos elegir entre hacer que otros paguen nuestras deudas o trabajar para liberarnos de nuestros defectos y desarrollar nuestro carácter!
Sugerencias de enlaces
Amor Incondicional y tradición judeocristiana
Los miedos en las etapas de la vida – por Roberto Pérez – Comentarios por Gisela S.
Los chakras y sus propiedades.
REFERENCIAS
Anna Bonus Kingsford Clothed With The Sun (El capítulo XXIX estudia la expiación vicaria)
Bulwer Lytton Zanoni Luis Cárcamo editor
Autor: José Contreras. Estudioso de temas de Karma y Reencarnación. Redactor en la gran familia de hermandadblanca.org
Es necesario reflexionar gracias, me han permitido asumir responsabilidades de mis actos.
Gladys Murcia:
Gracias por su mensaje. Que en este 2020 su avance sea constante.
Infinitas gracias por sus enseñanzas. ¡¡¡Paz y Luz!!!
Muchas gracias. Que la paz y la luz también sea para usted.
Muchísimas gracias, me han servido mucho éstas reflexiones. Que son ayudas del Cielo para poder rectificar y asumir nuestras responsabilidades.
Infinitos agradecimientos de todo corazón.
Gracias por el comentario. Esa es la idea, si nos hacemos responsables, todo el apoyo esta listo para nosotros.