Filosofía de la Libertad. Rudolf Steiner (1)
Rudolf Steiner: Filosofía de la Libertad. Introducción
Vamos a presentar el trabajo de Rudolf Steiner: Filosofía de la Libertad.
Cada semana vamos a interpretar un capítulo de su obra. La intención es motivar a los lectores a leer la obra original y aportar nuevos elementos de reflexión a quienes ya la han leído.
Steiner señala que el motivo de su trabajo es que:
ya no queremos limitarnos a creer; queremos saber. La creencia exige la aceptación de verdades que no podemos comprender totalmente. Pero lo que no comprendemos completamente va en contra de lo individual que desea vivir todo en lo más profundo de su ser. Solamente nos satisface el saber que no se somete a ninguna norma exterior, sino que surge de la vida interior de la personalidad.
Tampoco queremos un saber que ha quedado congelado para siempre en reglas doctrinarias, y guardado en compendios valederos para todos los tiempos. Prefacio a Filosofía de la Libertad
El hombre tiene que ser capaz de vivenciar las ideas, es decir de hacerlas parte de su vida. De ponerlas a prueba para decidir sobre su veracidad. No puede hacerse esclavo de ninguna idea.
¿El sentido que tienen los hombres de ser libres es solo una ilusión? ¿Está determinado por la necesidad, al igual que en los animales?
Una de las finalidades de este libro es justificar que existe el mundo del conocimiento espiritual, aunque no tengamos aún experiencia evidente de su existencia.
Capítulo 1 de Filosofía de la libertad de Rudolf Steiner
Rudolf Steiner escribe la obra Filosofía de la Libertad a finales del siglo XIX, cuando el avance en los estudios de la ciencia natural, incluía a los seres humanos dentro del determinismo en el que viven los animales. Steiner va a demostrar que el pensamiento hace una diferencia importante.
Frente a las filosofías que se fundamentan en el determinismo y la falta de libertad de los individuos, el autor va a afirmar que aunque gran parte de la actuación humana es inconsciente, y por lo tanto determinada por fuerzas que no sabe controlar, también es cierto que los actos, que hace como resultado de su reflexión, tienen características esencialmente diferentes a los actos inconscientes.
Rudolf Steiner va a resaltar la importancia de darnos cuenta de que, cuando observamos algo, también pensamos y que al hacernos conscientes de nuestro pensamiento nos estamos espiritualizando. Estamos tan inmersos en múltiples ideas, que no nos damos cuenta de lo que pensamos. Al hacernos conscientes de nuestro pensamiento, nos estamos separando del mundo puramente físico y biológico.
El pensar antes de actuar y el actuar basados en motivos elegidos por nosotros es lo que va a permitir nuestro desarrollo moral.
tema I: El actuar humano consciente
En el tema I: El actuar humano consciente El autor se pregunta: “¿Es el hombre en su pensar y actuar un ser espiritualmente libre, o se encuentra sujeto al dominio de una necesidad absoluta, de acuerdo con las leyes de la naturaleza?”.
La pregunta sobre si ser humano es libre o no, si todos sus actos están determinados por circunstancias exteriores o si es él quien toma las decisiones es una cuestión que llega a toda persona que busca le verdad.
El buscador no quiere soluciones dogmáticas que le digan lo que es la verdad. Las corrientes materialistas radicales van a responder que todo está determinado y las corrientes idealistas van a insistir en que siempre hay poder de elección. Pero este tipo de respuestas hechas no es lo que busca un investigador de la verdad.
No hay discusión cuando se habla de que la elección entre alternativas está dirigida por un motivo, es decir, toda elección tiene un motivo. Aquí ya se presenta una primera discusión, podemos elegir nuestros motivos, o estos nos controlan.
El Filósofo Baruch Spinoza (1632-1677) mantenía que la idea de libertad es una fantasía. Señalaba que si una piedra pudiese pensar creería, al caer por un precipicio, que lo hace por su decisión y con su esfuerzo. No podría entender que hubo una fuerza externa que la impulsó a caer.
Rudolf Steiner explica que en este argumento está el aspecto que lo niega. La piedra no podría saber que una fuerza externa la impulsó a caer, el ser humano sí puede ser consciente de las acciones que influyen en él.
Aquí ya conseguimos una diferencia entre una acción inconsciente como la del borracho que cree que las cosas que dice, lo hace con entera libertad y la de un científico que busca la respuesta a un problema. El científico sabe que su búsqueda tiene sentido. Sabe que tiene un motivo.
Si todos los seres humanos tuviesen el mismo carácter …
Steiner explica que si las diferencias entre los humanos fuesen insignificantes, se podría llegar a conclusiones comunes para todos. Esta lógica es cierta para los animales, ya que cuando un científico estudia a un caballo puede afirmar como es la vida de todos los caballos. Las diferencias entre cómo responden varios caballos ante circunstancias definidas es muy pequeña.
Esto no es así entre los seres humanos, ya que los caracteres varían de manera radical entre una persona y otra.
El carácter tiene una gran relación con los valores y el desarrollo ético. Un hombre tendrá pocos filtros para las influencias exteriores y responderá a ellas sin reflexión. Otro la observará y decidirá si la convierte en motivo de su acción o la desechará. En el segundo hay un control interno.
Este argumento, que es un avance en la teoría sobre la libertad de los seres humanos, es interpretado por algunos teóricos como Eduard von Hartmann (1842-1926) como una ilusión.
Él acepta que dos personas pueden actuar de manera muy diferente, pero esto se debe a que cada uno tiene un carácter diferente. Si uno de ellos tiene un elevado desarrollo del carácter, no podrá actuar en contra de su nivel de desarrollo. Para Hartman, el carácter de un hombre lo determina. En este sentido Hartman afirma que ninguno de los dos (ni el de bajo desarrollo moral, ni el de alto desarrollo moral) son libres. Ambos actúan de acuerdo a sus niveles de desarrollo.
Rudolf Steiner señala que Hartmann no distingue entre los diferentes actos del hombre con alto desarrollo moral. Algunos actos los hará de manera inconsciente y otros los hará después de reflexionar. No son iguales los primeros a los segundos. Esta persona no sabrá porque actuó cuando no reflexionó, en cambio comprenderá mucho mejor los actos que realizó después de reflexionar.
¿Qué significa ser consciente de los motivos de su actuar?
¿Qué significa ser consciente de los motivos de su actuar? Este tema no se ha tomado en cuenta, porque se supone que actuar es una cosa y pensar otra. No se ha estudiado suficiente la relación entre actuar y pensar.
Hay que diferenciar si los motivos son conscientes o inconscientes.
Lo primero que hay que diferenciar es si los motivos son conscientes o inconscientes. No es igual actuar desconociendo la causa, que actuar después de haber reflexionado sobre si debo darle fuerza a un motivo o si debo descartarlo.
¿Cuántos de nuestros actos son impulsivos y cuantos son reflexionados?
¿Qué es la libertad?
Uno de los problemas de la discusión sobre si actuamos de manera libre o no es la de aclarar de que estamos hablando. En otras palabras, ¿Qué es la libertad?
Hegel dice que el pensamiento hace que el alma se eleve al Espíritu. En esto consiste, nos dice Rudolf Steiner, la libertad.
Todo lo que hacemos de manera instintiva, sin el pensamiento, está determinado por causas externas. En este caso, algo extraño a nosotros nos hace decidir. En cambio, cuando pensamos, le damos una característica diferente a nuestras acciones.
No es que el pensamiento por sí solo nos haga humanos. Es que nuestras emociones se transforman con nuestra reflexión. Steiner aclara que cuando una acción es consciente no surge del corazón. El corazón la acepta por que llega de la reflexión.
Si hay verdadera compasión es porque ha sido fruto de la reflexión.
Es el caso de la compasión. Si hay verdadera compasión es porque ha sido fruto de la reflexión. En ese caso, el corazón la acepta. Si no ha pasado por la reflexión, sería solo un instinto. No tendría valor moral. Por esta razón el pensamiento es el padre del sentimiento. En realidad estamos refiriéndonos al desarrollo de la sensibilidad. Sensibilidad artística, sensibilidad social. Esa sensibilidad que hace que el enamorado reconozca en la persona amada aquellas cualidades que más nadie ve.
La conclusión de esta parte del primer capítulo de Filosofía de la Libertad es que la libertad está relacionada con la capacidad de pensar. No solo con la capacidad, sino con su uso real para reflexionar sobre los motivos para actuar.
La conclusión de esta parte del primer capítulo de Filosofía de la Libertad es que la libertad está relacionada con la capacidad de pensar para reflexionar sobre los motivos para actuar y desarrollar nuestra sensibilidad..
Referencias
Rudolf Steiner Filosofía de la Libertad. Capítulo I, tema 1. El actuar humano consciente. https://wn.rsarchive.org/Books/GA004/Spanish/filosc01.html
José Contreras. , redactor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org
Sugerencias de enlaces
¿Conoces cuál es tu Misión en la Vida?, por Roberto Pérez – Comentarios por Gisela S.
Gran síntesis. Que importante reconocer nuestra capacidad de identificar los motivos de nuestras acciones en aras de la libertad. Siguiente paso, trabajar para lograr claridad y certeza de nuestros ideales y principios, y en consecuencia trabajar para robustecerlos con nuestras acciones y elevar el grado de nuestro desarrollo moral. Libertad, igualdad y fraternidad. Virtud, verdad y belleza. No se cómo hacer este trabajo, supongo que se hace al andar, y que mejor que de la mano de la antropospfía. ¿Cómo trabajan ustedes para su desarrollo moral?