Historia de la Tierra VII: Lucifer
«Saludos nuevamente amados Creadores. Somos los Fundadores, y continuamos con esta serie de mensajes sobre la historia de la Tierra. Hoy ofreceremos información sobre Lucifer y la Rebelión Luciferina.
Hasta hace aproximadamente medio millón de años en su línea de tiempo, la Tierra continuó atrayendo más y más almas de todo el Universo. Su nivel vibratorio era generalmente de cuarta densidad, lo que significa que estaban sujetas a las distorsiones astrales y etéricas inherentes a ese nivel de vibración.
La genética ahora era una mezcla de muchas razas, pero los de Orion comenzaron a dominar gradualmente. La guerra entre Rigel y Betelguese había hecho la vida bastante intolerable para muchos oriones, y estos vieron a la Tierra como un lugar perfecto para comenzar una nueva vida.
A diferencia de los Dracos, los Oriones pudieron aterrizar fácilmente directamente en la Tierra, además de pasar por el proceso de encarnación, por lo que su número aumentó mucho más rápido que el de los Dracos, cuyos cuerpos reptilianos tuvieron dificultades para adaptarse a la atmósfera y la gravedad de la Tierra.
La llegada de Lucifer a la Tierra
Nosotros, los Fundadores, observábamos consternados lo que estaba pasando, pero como no se nos permitía interferir, éramos como técnicos de laboratorio viendo cómo un espécimen se multiplicaba sin control, sin poder hacer nada para contenerlo.
Un grupo de arcángeles y seres ascendidos de 7ª, 8ª y 9ª densidad también estaban observando la Tierra. Varios de estos seres son bien conocidos por la gente de la Tierra, puesto que entre ellos se encontraba el Arcángel Miguel.
También estaba allí, observando el progreso del planeta, un ser ascendido al que más tarde se le dio el nombre de «Lucifer». Este ideó un plan para disminuir el caos en la Tierra, al enseñarles a sus almas cómo controlar sus emociones y usar sus capacidades intelectuales. De esta forma, no serían influenciados tan fácilmente por las facciones negativamente polarizadas.
Lucifer atribuyó erróneamente el deterioro de la situación en la Tierra a emociones y pasiones desenfrenadas. Él mismo encabezó un grupo de almas que vino a la Tierra y estableció una serie de escuelas de misterio, en las que enseñaron la supresión y el control del cuerpo emocional.
El plan fracasó, porque a medida que los estudiantes aprendieron a reprimir sus emociones, sus almas se fragmentaron más y más, hasta que su vibración cayó de la cuarta densidad a la tercera densidad.
Lo que sucede es que suprimir cualquier parte del Ser, da como resultado una pérdida de poder y conciencia. La vergüenza de las emociones en los hombres, la supresión victoriana del deseo sexual y la transformación de los sentimientos en cosas negativas, todo tuvo su origen en la filosofía de Lucifer.
El comienzo de la Rebelión Luciferina
El Arcángel Miguel, al ver lo que sucedía en la Tierra, descubrió que ya no podía quedarse simplemente mirando, y así encabezó un grupo de seres ascendidos que voluntariamente abandonaron su vibración y vinieron a la Tierra. Allí establecieron otra escuela de misterios, esta vez para elevar las vibraciones de almas de vuelta a la luz.
Una vez que el Arcángel Miguel y su grupo llegaron a la Tierra, las vibraciones eran tan densas que él y su banda de ayudantes celestiales quedaron atrapados en el juego de la dualidad, y comenzaron a ver las facciones de orientación negativa como fuerzas malignas que debían vencer.
Así, estos arcángeles reforzaron el concepto de «luz contra oscuridad» en vuestro mundo. Miguel tomó el lado de la luz y muchos miembros de los Consejos de Rigel, así como la mayoría de los Dracos, tomaron la polaridad de la oscuridad.
Mientras tanto, Lucifer y su grupo mantuvieron su frialdad, calma y distanciamiento, convirtiéndose en estrategas de salón, observando con interés las batallas que tomaban forma. Quedó tan fascinado con este drama de la dualidad que comenzó a construir ambos lados, a través del entrenamiento de las fuerzas de la luz y la oscuridad para luchar entre sí, con el fin de ver quién sería el vencedor supremo.
El ingrediente que faltaba en todo esto era la compasión. Lucifer los enseñó como si fueran soldados en el campo de batalla, a reprimir sus emociones y endurecerse ante la miseria y el sufrimiento. Por su parte, el Arcángel Miguel enseñó a sus soldados a ser apasionados y enérgicos para vencer a las fuerzas oscuras.
Cuando Lucifer vio lo que estaba haciendo Miguel, desvió su atención de los oriones y emprendió la guerra contra las fuerzas de aquel.
La Guerra en los Cielos
Así se produjo una gran batalla en los planos astral y etérico sobre la Tierra. Esto se conoció como la Guerra en los Cielos. Las fuerzas de Miguel estaban ansiosas por convertirse en vencedoras de la oscuridad. Y las fuerzas de Lucifer eran frías, tranquilas e intelectuales y libraron sus guerras a través de una estrategia astuta.
La tercera fuerza en todo esto, los oriones y draconianos polarizados negativamente, proliferaron ya que sus principales enemigos estaban ahora en guerra entre sí.
La Guerra en los Cielos duró alrededor de mil años y tuvo lugar aproximadamente en el año 500 000 a. C. Durante el período comprendido entre el 1 000 000 a. C. y el 500 000 a. C., la población de la Tierra creció de unos 200 millones a casi mil millones de personas.
Debido a que las guerras fueron en gran parte fuera del planeta y no impactaron significativamente la superficie de la Tierra o las culturas subterráneas, la población no disminuyó tanto durante la Rebelión Luciferina. La mayor parte de los combates de superficie fueron regionales e involucraron armas convencionales.
Después de unos 1000 años de lucha, se declaró una tregua y Lucifer y su grupo acordaron no promover la agresión abierta contra nadie de la Tierra. Miguel se dio cuenta de la inutilidad de luchar contra la oscuridad, y también de la inutilidad de tratar de suprimir la energía emocional por la fuerza, y se retiró a los reinos celestiales para integrar las lecciones aprendidas.
Los Fundadores»
Mensaje canalizado por Sal Rachele.
Traductora: Fanny Zapata, redactora y traductora de la Gran Familia de La Hermandad Blanca en hermandadblanca.org
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Como no deducir que en nuestro ADN se encuentra codificado en codones Ambición, Dominación, Avaricia, Envidia, y todo vestigio que divide, no une, que es una misión tal vez suicida tratar de acabar con estos flagelos para el alma, que hasta donde podemos analizar este siglo XXI, después de varias civilizaciones, el desarrollo de nuestros valores tiene más fuerza y dominancia en esos aspectos. Y que cuando no podemos SER como sentimos que somos, estamos "destinados" al fracaso, según la sociedad imperante. ¿Es malo querer morir a esta clase de existencia y a pesar de todo señalamiento, solo vivir el día a día tratando de compartir alegría, ternura, e irnos a "dormir" mientras nuestros cerebros se "recargan" con la esperanza de no despertar más en esta existencia?