La clarividencia: 6 formas de alcanzar este don

La clarividencia es la capacidad que manifiestan algunas personas de visualizar eventos del pasado, del presente o del futuro, mediante sentidos fuera de lo usual.  

La ciencia no confirma hasta ahora que realmente existan personas con estas habilidades, sin embargo es tanto lo que aún se desconoce acerca del cerebro humano, que es muy posible que muchas personas utilicen sus sentidos de forma que la mayoría todavía no logra comprender.

Muchas personas desconocen que poseen clarividencia. ¿Es usted una de ellas? Fuente: Pixabay.

Literalmente la clarividencia significa «visión clara«, lo que casi siempre implica el uso de alguna forma de visualización. Existe también la clariaudiencia, que hace uso de los sonidos para obtener información del pasado o del presente.

A lo largo de la historia y en todas las culturas hay registros de personas que han afirmado poseer este don: chamanes, así como líderes espirituales y religiosos.  

La clarividencia aparece en mitos y leyendas, pero muchos expertos concuerdan en el hecho de que esta cualidad no está reservada a una élite espiritual.

Al contrario, la clarividencia es un conjunto de facultades que por un motivo u otro, la mayoría de las personas ha dejado de usar. Se trata de una capacidad humana natural.

Muchos niños tienen visiones de diversa naturaleza, que suelen desaparecer a medida que crecen, ya que la educación formal es muy clara en cuanto a lo que es posible y lo que no.

Pese a la fascinación que tales dones ejercen sobre la gran mayoría de las personas, existe al mismo tiempo una especie tabú al respecto, que impide a muchos compartir esta clase de experiencias cuando las tienen, para no tener que verse sometidos a las burlas y comentarios de quienes ponen en tela de juicio su cordura.

¿Radica el don de la clarividencia en nuestro cerebro? Algunos atribuyen a la glándula pineal, situada en lo profundo del cerebro, habilidades psíquicas como la clarividencia y la telekinesis, que es la capacidad de mover objetos a voluntad, empleando únicamente la mente.

Escuelas de pensamiento espiritual denominan a la glándula pineal «el tercer ojo» y quienes encuentran la forma de utilizarlo, logran ver cosas fuera de la experiencia humana cotidiana. Son personas que ejercitan sus capacidades de clarividencia.

Con frecuencia muchas personas no son conscientes siquiera de que tienen estas facultades, en la creencia de que solamente es un caso de imaginación desbordada. pero la historia está repleta de ejemplos sorprendentes.

El fascinante Demócrito de Abdera

Este es el ejemplo de hombre muy adelantado a su época. Se trata del gran pensador Demócrito de Abdera, nacido en Tracia en el año 460 antes de Cristo. En una época en la que no se tenían herramientas tecnológicas, Demócrito imaginó que la materia estaba constituida por entidades indivisibles llamadas “átomos”. 

Dos mil años después sabemos que tenía razón, aunque el átomo no resultara tan  indivisible como él creía. Pero para le época, se trata de una teoría sorprendente.

Demócrito de Abdera, por el pintor holandés Hendrik Ter Brughen (1588-1629). Se dice que Demócrito solía reír con frecuencia. Fuente: Wikimedia Commons.

Demócrito aseguraba que la Vía Láctea estaba hecha de miles de estrellas, tan lejanas que se vuelven indistinguibles en la banda lechosa que atraviesa la esfera celeste. Tuvieron que pasar 1.000 años antes de que Galileo comprobase con su telescopio la veracidad de esta afirmación.

No es de sorprender que a Demócrito se le atribuyeran poderes de clarividencia. Se cuenta incluso que llegó al extremo de arrancarse los ojos para que estos no perturbaran su extraordinario poder de concentración. Esto sin duda es una exageración, pero habla claramente cómo era capaz de proyectar su mente.

Así como Demócrito, la historia está repleta de ejemplos de quienes han utilizado el poder de su pensamiento de una forma tan asombrosa, que inmediatamente se piensa en la clarividencia como una posible explicación. ¿Y por qué no? La mente humana sigue siendo tan asombrosa hoy como ayer.

Siempre que se piensa en la clarividencia, a menudo las personas se imaginan sorprendentes habilidades para invocar visiones, encontrar criminales, ubicar objetos perdidos, comunicarse con el más allá, con entidades extraterrestres y mucho más.

El cine y la televisión se han servido de estas creencias para crear personajes con habilidades asombrosas y tramas cautivadoras.

Lo cierto es que, sin ir tan lejos, la mayoría de las personas pueden experimentar clarividencia en formas mucho más sutiles.

Tome conciencia de sus propios dones

Hágase las siguientes preguntas y compruebe cuáles son sus propias habilidades:

• ¿Visualiza cosas fácilmente?

Si tiene facilidad para imaginarse fácilmente en otros sitios o viviendo otras circunstancias, usted podría ser clarividente sin saberlo

• ¿Tiene sueños vívidos, realistas y a todo color?

Esta es otra buena señal de que su cerebro tiene facilidad para ubicarse en diversos planos de la percepción.

• ¿Siente la certeza de que las cosas sucederán de cierta manera y no de otra?

Si más de una vez se siente completamente seguro de que se producirán los hechos cotidianos de cierta manera, ya sea buena o mala y luego resulta que tiene razón,  está claro que debe considerar desarrollar estas habilidades.

• ¿Intuye cuando una persona o un animal está en problemas?

Puede ocurrir incluso que esa persona ni siquiera sepa o se imagine siquiera que tiene alguna dificultad, pero usted percibe de alguna forma que es o que será así. Esto podría ser causa de angustia y conviene analizar su origen.

• ¿Tenía amigos imaginarios cuando era niño?

Tal vez incluso aún los tenga. Si usted es capaz de crear biografías enteras de personajes imaginarios que no sabe de dónde vienen, es muy probable que tenga el don de la clarividencia.

• ¿Siente con frecuencia que no está solo?

Aunque se encuentre a solas en su casa, puede que tenga la sensación de encontrarse acompañado o que incluso perciba la entrada de alguien sin que pueda verlo.

• ¿Escucha sonidos que nadie más oye?

Preste atención a sonidos como pitidos y tintineos que nadie más escucha, porque esto no significa que haya dejado de estar cuerdo. Más bien pueden ser señales importantes de que está desarrollando capacidades para percibir otros estímulos.

El cerebro es muy complejo y las interacciones que puede formar son casi infinitas. Además cada persona tiene su forma particular de ver e interpretar la información que le llega.

Estudie con detenimiento su reacción ante ciertos estímulos y trate de establecer patrones en sus respuestas. Se sorprenderá de lo que puede encontrar.

Todas las personas tienen la capacidad para desarrollar sus habilidades cognitivas y la clave está en la paciencia, así como en la práctica.

Hay diferentes formas y usted puede emplear las que más le gusten. A medida que practique irá observando los resultados y los beneficios que obtendrá serán aplicables a muchos ámbitos, como estudio, trabajo, salud y vida personal, por ejemplo.

• Meditación

Es la herramienta más importante para desarrollar las facultades cognitivas y las habilidades psíquicas. La meditación ayuda a enfocar la mente, tranquiliza el cuerpo y el espíritu y ayuda a eliminar los obstáculos que impiden ver claramente las cosas.

Para llevarla a cabo hay varias técnicas que van desde prácticas de atención plena hasta meditación de perdón y gratitud, sin embargo las técnicas de visualización son las más adecuadas cuando se quieren desarrollar y mejorar las habilidades de clarividencia.

• El control de la sensibilidad

A medida que las personas desarrollan sus habilidades de clarividencia se tornan más sensibles a todo tipo de energías, algunas de cuales pueden obstruir la capacidad de visualizar o sentir, causando bloqueos.

Por lo tanto hay que ser selectivos con las energías y permitirle la entrada única a aquellas que nos beneficien desde el punto de vista emocional y cognitivo.

• Abrir los chakras

Los chakras son 7 puntos estratégicos del cuerpo por donde se canalizan las energías. Se dice que el chakra ubicado entre las cejas capacita para la clarividencia, por eso se lo conoce como el tercer ojo. Es el chakra de la visión interior, la que va más allá de lo físico y está asociado a los poderes ocultos.

Existen  técnicas de meditación enfocadas específicamente en el desarrollo del tercer ojo.

El tercer ojo, uno de los siete chakras o centros energéticos del cuerpo. Fuente: Pixabay.

Si bien no es sencillo implementarlas y en la mayoría de los casos se requiere de la ayuda de alguien más experimentado, puede comenzar procurando relajarse y visualizar la zona entre las cejas, imaginando el ojo cuyo párpado lentamente se abre para permitir la visión.

• Visualizar constantemente

Recuerde que la clarividencia es sinónimo de visión clara. Pruebe a visualizar distintas situaciones, tanto en lugar como en tiempo. Imagine cómo fue un lugar histórico en su ciudad hace 100 años.

¿Puede ver a las personas con sus trajes de época? ¿Percibir los aromas y la luz? Vaya al futuro ahora, ¿Cómo se verá el lugar dentro de 100 años? ¿Puede imaginar la vestimenta de las personas y los cambios que tienen lugar?

• Concentrarse en sus sueños

¿Tiene sueños muy vívidos o lúcidos? Durante el sueño el cerebro trabaja con símbolos que pasan desapercibidos durante la vigilia, cuando todo es objetivo y se rige por los cinco sentidos tradicionales. Procure interpretar esta simbología y traducir el mensaje que contienen.

• Llevar registros

Si usted está entre las personas a quienes le llegan imágenes de manera súbita, procure llevar un registro de ellas. Descríbalas cuidadosamente y con el mayor detalle, como hemos dicho, la mente utiliza símbolos que debe procurar interpretar.

Analice la información para interpretar adecuadamente lo que ve y averigüe si tales hechos pudieron ocurrir en el pasado, o espere a observar lo que sucede después y la relación existente entre su visión y los hechos acaecidos.

Los registros son importantes porque la memoria suele ser frágil. Recuerde que al cerebro llega una cantidad inmensa de información constantemente, y no tiene otra manera de funcionar efectivamente a menos que sea muy selectivo en lo que va a almacenar.

Los estados de ánimo son importantes, pues algunos impiden una visión clara. Lo ideal es estar tranquilo y en paz consigo mismo y con el resto del mundo.

• Estimular el cuerpo

Las prácticas como el yoga y diversas disciplinas orientales sirven de apoyo para eliminar bloqueos y brindar la tranquilidad y el estado físico necesarios para unas facultades cognitivas fortalecidas.

Haga ejercicio frecuente y procure estar en contacto con la naturaleza siempre que sea posible, aun si vive en la ciudad y los bosques o el océano no se encuentran a la mano.

Pruebe a caminar frecuentemente por parques y arboledas o procure visitar espacios naturales en las cercanías. Imagine que establece una conexión profunda entre todas sus células con su espíritu y su mente.

Finalmente considere el uso de algún mecanismo que le ayude a enfocarse con mayor precisión: tarot, baraja española o francesa, astrología, runas, son excelentes medios para facilitar la concentración y permitirle canalizar adecuadamente sus habilidades.

AUTORA: Fanny Zapata, redactora en la gran familia de hermandablanca.org

REFERENCIAS

1. Butler, W. 1982. Cómo desarrollar la clarividencia. EDAF.
2. Wikipedia. Third eye. Recobrado de: en.wikipedia.org.
3. How to open your third eye. Recobrado de: chakras.info.